Guerra de Ucrania – Día 787

La Cámara Baja estadounidense ha dado luz verde a la ayuda a Ucrania por valor de 60.800 millones de dólares (57.000 millones de euros) después de meses de negociaciones y frustración para Kiev. Aunque todavía está pendiente una segunda votación en el Senado para que se haga efectiva, se ha logrado enviar a Moscú un mensaje claro que sin duda influirá en el devenir del conflicto o sobre cualquier posible negociación. Una decisión que ha sido saludada con optimismo desde las capitales europeas, a la vez que vilipendiada desde Rusia por contribuir, según el Kremlin a «exacerbar las crisis globales». Mientras esto ocurre, y a la espera de cómo cambie la situación en el frente, las tropas rusas han pasado a controlar la mayor parte de Novomykhailivka mientras continúan atacando al oeste de Avdiívka y en dirección a Chasiv Yar.

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«Hoy, miembros de ambos partidos en la Cámara votaron para promover nuestros intereses de seguridad nacional y enviar un mensaje claro sobre el poder del liderazgo estadounidense en el mundo». Esas han sido las palabras del presidente de los Estados Unidos, a propósito del resultado de la votación de los tres proyectos aprobados hace unas horas por la cámara baja estadounidense, después de largos meses de negociaciones, acuerdos frustrados y politización de la cuestión. Finalmente, por un cómo margen de 311 votos a favor y 112 en contra, la ayuda a Ucrania ha salido adelante, al igual que las propuestas de ayuda a Taiwán e Israel y la posible prohibición de Tik Tok.

Desde el punto de vista de la política interna estadounidense, hemos asistido a una victoria sin paliativos tanto del Partido Demócrata como del grupo de representantes republicanos favorables no solo a ayudar a Ucrania, sino a mantener una posición internacional de los Estados Unidos más intervencionista. No debemos olvidar, en este sentido, que a pesar de haberse sometido a voto como parte de propuestas diferentes, las cuestiones de Ucrania, Israel y Taiwán se han negociado en buena medida juntas durante estos meses.

Así las cosas, el conocido como movimiento MAGA (Make America Great Again), en realidad una minoría dentro del Partido Republicano, ha salido debilitado, después de haber logrado capitalizar la división en las filas de la formación y el hecho de que, desde hace ya muchos meses, el país se encuentre inmerso en una larga campaña electoral en la que la cuestión ucraniana ha sido una más de las piedras de toque, ligándose a otras como la inmigración, por ejemplo. Finalmente, Trump habría dado su brazo a torcer, cambiando públicamente su postura al afirmar que la seguridad de Ucrania es importante para los EEUU, seguramente una vez vio claro que ya no había posibilidades de seguir bloqueando la ayuda.

Por el momento, aunque todavía quedan algunos flecos pendientes, como una segunda votación en la cámara alta (Senado) que confirme la aprobación de estas propuestas y la sanción por parte del presidente, todo indica que el Gobierno y especialmente el Departamento de Defensa han comenzado ya a trabajar en acelerar los envíos una vez se resuelvan estas cuestiones. De hecho, se espera que la ayuda comience a fluir en cuestión de días una vez superados los trámites procedimentales.

En otro orden de cosas, aunque la ayuda militar estadounidense es fundamental de cara a que Ucrania pueda revertir parte de las pérdidas sufridas durante los últimos meses, hay que tener en cuenta que el hecho de que se haya aprobado implica un importante varapalo para Moscú. Recordemos que el Kremlin había identificado como «centro de gravedad» de sus enemigos la unidad entre Ucrania y sus aliados y que todo su esfuerzo, incluido buena parte del desarrollado en el campo de batalla, tenía como objetivo incidir sobre esta relación, buscando una ruptura en el bando occidental y que el discurso de la «derrota inevitable» calase en las sociedades y clase política de ambos lados del Atlántico.

Rusia, de hecho, ha sido capaz de asumir enormes bajas para hacerse con localidades como Bakhmut o Avdiívka, de importancia operacional o estratégico-militar limitada, en parte también por el efecto psicológico que estas victorias podían tener sobre sus adversarios. Para ello, ha consumido enormes recursos materiales y humanos y, a pesar de de los incrementos en la producción, ha sometido a sus depósitos a un estrés considerable. Ahora, a pesar de haber aumentado en una medida importante sus capacidad de producción, la llegada de nueva ayuda masiva por parte estadounidense, sumada a los aumentos aprobados por distintos países europeos y a la movilización ucraniana (por más que no estén claros sus resultados), complica sobremanera una hipotética victoria militar rusa en los próximos meses.

Por otra parte, el mensaje llega en el momento adecuado, mientras se presiona a China para que influya sobre Moscú -y a la vez que se lanza un mensaje a este país en relación con Taiwán o Tik Tok- y durante los preparativos de la cumbre de paz global que se celebrará en Suiza a lo largo del próximo mes de junio. Una cita cuyo objetivo pasa por seguir ganando apoyos para la «Fórmula de Paz» de Zelenski, una propuesta de máximos que tiene pocas oportunidades de progresar íntegramente, pero que obviamente, cuanto más respaldo internacional logre, más posibilidades tendrá de prosperar en parte, rebajando una posición rusa que ahora mismo también es de máximos.

En cuanto al plano militar, la votación marca un nuevo punto de inflexión, aunque no será del todo inmediato. Solo en cuestión de dos o tres semanas a partir de la aprobación definitiva de la aprobación definitiva de la ayuda, debería comenzar a notarse en el frente una mayor disponibilidad de determinados materiales y servicios, comenzando por la munición. Una afluencia de disparos que se sumará a los proporcionados por el grupo encabezado por la República Checa y que en cuestión de un par de meses debería poner a Ucrania si no en una situación de paridad, si en una situación mucho mejor para continuar defendiéndose e incluso ante la posibilidad de lanzar ataques limitados.

En relación con esto, aunque todavía no se conoce el contenido de los próximos paquetes de ayuda, que se decidirán sobre la marcha como ha venido siendo hasta ahora, en función de las necesidades concretas de las AFU en cada momento, el texto prevé cerca de 14.000 millones de dólares (13.100 millones de euros) para entrenar, equipar y pagar al ejército ucraniano. También una novedad, los préstamos, pues de todo el paquete hay 10.000 millones de dólares (9.400 millones de euros) que serán destinados asistencia económica dedicada a los sectores de energía e infraestructura y serán concedidos en forma de préstamos que deberán ser reembolsados por Ucrania en algún momento en el futuro (aunque siempre pueden condonarse, obviamente).

Por cierto, que aunque son muchos los temas pendientes en relación con la ayuda norteamericana (iremos hablando sobre ello en los próximos días), hay alguno que va más allá de lo material y que es sumamente interesante, como el hecho de que Washington se esté planteando el envío de un número mayor de asesores militares a Ucrania. Lo que podría indicar una intención de supervisar de forma más estrecha los siguientes pasos ucranianos en el terreno militar, después de lo ocurrido durante la fallida ofensiva de verano de 2023.

Resultados de la votación de los paquetes de ayuda a Ucrania, Taiwán e Israel. Fuente – The Washington Post.

Dejando de lado la política para pasar a lo ocurrido sobre el terreno, tenemos en las últimas horas que han continuado los ataques rusos sobre Ucrania, reportándose explosiones (que podrían deberse a la actividad de la artillería antiaérea, ya que no han trascendido por el momento noticias de impactos o apagones) sobre Kramatorsk, Jersón, Dnipró o Zaporiyia entre otros.

Del lado contrario, se han reportado explosiones en Sebastopol, en donde un misil ucraniano podría haber alcanzado un buque de guerra ruso, aunque en el momento de redactar este informe apenas hay información sobre el suceso. Se está hablando concretamente de un misil Neptune que, según fuentes rusas, habría sido derribado, produciéndose un incendio como consecuencia de la caída de escombros.

Dicho esto, respecto a los combates y movimientos, para las próximas semanas se espera que Rusia acelere sus operaciones ofensivas, buscando mejorar su posición todo lo posible antes de que la ayuda estadounidense comience a llegar a las Fuerzas Armadas ucranianas. Mientras esto se materializa, han continuado atacando posiciones ucranianas en los alrededores de Chasiv Yar, en el sector de Bakhmut. Por el momento, a pesar de controlar las localidades cercanas, continúan sin ser capaces de tomar posiciones ucranianas en las colinas que rodean Chasiv Yar.

En el caso del sector de Avdiívka, continúan también los ataques rusos, concretamente hacia Keramik y Ocheteryne al norte, una vez más, así como en el área de Pervomaiske, al sur. Además, han logrado avanzar en la zona de Semenisvka, pasando a controlar según algunas fuentes hasta el 70 por ciento de esta localidad.

Por último, en el sector de Mariínka se han registrado también movimientos rusos por una parte en Novomykhailivka, de la que ya controlan la mayor parte del núcleo urbano, después de los últimos avances y a pesar de la acumulación de bajas recogida en numerosos testimonios gráficos. Sea como fuere, han mostrado ya las primeras fotografías con las preceptivas banderas en el centro de la población.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

En las últimas horas se ha desarrollado el Consejo OTAN-Ucrania de manera virtual junto a los ministros de Defensa de la Alianza y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. El objetivo era el de abordar las necesidades militares urgentes de Ucrania en cuanto a defensa aérea principalmente, pero el líder ucraniano también informó sobre la situación en el campo de batalla.

En su intervención desde Dnipró donde se encontraba visitando a las tropas, el presidente Zelenski se ha dirigido a los ministros de defensa poniendo el acento en que “no es justo resistir las bombas simplemente con valentía” y que no se está pidiendo a los países de la OTAN que manden a sus soldados al campo de batalla, sino ayuda. En este sentido, ha subrayado que “Este año no puede ser simplemente un año de más debates, necesitamos decisiones de nuestros socios”. Así, considera que solo “un número suficiente de sistemas de defensa aérea y aviones de combate pueden ahuyentar a la aviación rusa”, pero también en la necesidad de que se les envíe munición.

En la reunión también tomó parte el ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umerov, quien indicó que Ucrania necesita más sistemas de defensa aérea no solo para proteger a su población y hogares, sino también para “dar un soplo de aire fresco” al Ejército ucraniano en su lucha contra Rusia. Asimismo, enfatizó que el 97% de los misiles, drones y bombas rusas atacan objetivos civiles, considerándolo un auténtico genocidio contra el pueblo ucraniano.

Tras la reunión, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg anunció que los aliados han acordado brindar más apoyo militar al país en guerra expresando que “La OTAN ha mapeado las capacidades existentes en toda la Alianza y hay sistemas que podrán ponerse a disposición de Ucrania”. De este modo, cabe esperar nuevos anuncios pronto.

Asimismo, Stoltenberg acogió con satisfacción la reciente decisión de Alemania de entregar un sistema Patriot adicional a Ucrania, la iniciativa de Chequia sobre munición a la que, además, Países Bajos ha decidido contribuir con 200 millones de euros, así como los nuevos compromisos anunciados por Dinamarca y Noruega, pero no solo eso pues también se ha referido a Estados Unidos. En particular, ha dado la bienvenida a los planes de la Cámara de Representantes para programar una votación sobre un paquete de ayuda para Ucrania y cuenta con que el proyecto de ley “se apruebe sin más demora”. En este sentido, insiste en que todos los aliados deben “profundizar en sus inventarios y acelerar la entrega de misiles, artillería y municiones”. Por último, Stoltenberg subrayó que Ucrania está empleando las armas que se le proporciona para destruir las capacidades de combate rusas, lo que nos hace a todos más seguro, por lo que “el apoyo a Ucrania no es caridad”, sino “una inversión en nuestra seguridad”.

Del lado de Estados Unidos, el secretario de Defensa, Lloyd J. Austin III, enfatizó que seguirían presionando para que se tomen medidas en materia de defensa aérea y otros requisitos prioritarios para Ucrania. Asimismo, anunció que la 21ª reunión del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania tendrá lugar el 26 de abril, día en el que se cumplen dos años del primer encuentro en este formato.

En cuanto a la ayuda estadounidense, y mientras se está a la espera de la votación, el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal ha señalado que durante su visita de trabajo al país, sí habían vistos avances en el desbloqueo de la asistencia militar y financiera, pero también en las medidas para hacer uso de los activos rusos congelados.

Por otro lado, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha refutado al expresidente estadounidense Donald Trump que pedía a Europa que se moviese para ayudar a Kiev antes de la votación sobre la ayuda estadounidense. Así, Trump expresaba que cómo era posible que EE. UU. hubiese comprometido más de 100.000 millones de dólares para la guerra, más que Europa cuando los separa un océano. Cifras rebatidas por el presidente Michel que precisó que la contribución europea asciende a 143.000 millones de euros.

Mientras tanto en Italia, el ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, se reunión con su homólogo y ex presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani al margen de la cumbre del G7 en la que los ministros expresaron su “gran preocupación” por las transferencias de material chino que ayuda a la maquinaria de guerra rusa y se comprometieron a fortalecer los activos de defensa aérea de Ucrania. En particular, discutieron medidas sobre esto último para determinar cómo Italia puede ayudar a su fortalecimiento y sobre la participación del país en la recuperación de Ucrania. Asimismo, tuvieron ocasión de discutir los preparativos de la Cumbre de Paz Global mediante la implementación de la Fórmula de Paz de Zelenski.

Una fórmula que desde Moscú se sigue viendo como “un engaño y una estafa” y no ve la necesidad de resolver la crisis de Ucrania con base en esta idea. En estos términos se expresaba el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, quien además indicaba que Rusia está dispuesta a entablar conversaciones con Ucrania “no solo para causar una buena impresión”, pero al mismo tiempo que negociar con el presidente Zelenski sería “inútil por muchas razones”. Asimismo, Lavrov subrayó que Moscú no tiene planeado suspender las operaciones militares en futuras conversaciones.

Pasando a otras cuestiones, el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, se ha reunido con una delegación del Banco Europeo de Inversiones (BEI) encabezada por su presidenta, Nadia Calviño. Encuentro que ha finalizado con la firma de un memorándum en virtud del cual Ucrania recibirá 560 millones de euros en el ámbito de la energía, infraestructura de transporte, reconstrucción de viviendas y proyectos que apoyen la recuperación económica del país y sus empresas. Estas serán, además, las prioridades de cooperación para los próximos diez años.

Además, también se ha reunido en un formato conjunto con representantes del BEI, el Banco Europeo de Inversión y Desarrollo (EBRD), la US International Finance Corporation y el Banco Mundial, así como con la representante especial estadounidense para la recuperación económica de Ucrania, Penny Pritzker. Con todos ellos se ha discutido sobre los siguientes campos: energía, industria de defensa, logística, tecnologías de la información, agricultura y materias primas críticas.

Por otro lado, el jefe de la Oficina del Presidente, Andriy Yermak, ha conversado con el ministro de Exteriores y Comercio de Hungría, Péter Szijjártó, y ambos coinciden en los avances entre “cuestiones clave”, pero sin especificar, para las relaciones entre ambos países. De Este modo, la semana que viene tendrán una reunión a nivel bilateral y acordaron seguir aunando esfuerzos para que tenga lugar una reunión entre Zelenski y el primer ministro húngaro, Viktor Orban. Asimismo, Yermak participó en la conferencia de presidentes de las principales organizaciones judías estadounidenses, ante quienes expresó que Ucrania e Israel están del mismo lado frente a países que están interconectados.

Para concluir, dos noticias. De un lado, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante su visita a Finlandia ha afirmado que Putin concentra sus ataques híbridos en este país para tratar de desestabilizarlo tras haber mostrado un fuerte apoyo a Kiev y haberse unido a la OTAN. De otro, y cambiando diametralmente de tercio, cumpliendo con su promesa de contar con una mayor presencia diplomática en África, Ucrania ya ha inaugurado oficialmente su Embajada en la República de Ruanda.


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