La última jornada de guerra en Ucrania ha venido marcada, más que por lo ocurrido en el frente, por una parte, por el inicio de las elecciones presidenciales en Rusia. Por otra, por la publicación de los resultados de la Act in Support of Ammunition Production (ASAP) por parte de la Unión Europea, de la que quedan fuera las empresas españolas con la salvedad de Rheinmetall Expal Munitions S.A.U., perteneciente al gigante germano. También por la reunión del Triángulo de Weinmar, que ha juntado a Macron, Scholz y Tusk en Berlin, por el ataque ruso con misiles balísticos a Odesa, que ha provocado al menos una veintena de muertos y por los llevados a cabo por Ucrania contra las instalaciones de refino de crudo rusas.
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Después de generar bastante expectación, la Comisión Europea finalmente ha publicado los resultados de la Act in Support of Ammunition Production (ASAP), iniciativa de la que hemos hablado en varias ocasiones desde que se anunciara y que supondrá para la Unión Europea invertir 500 millones de euros en más de 31 proyectos (de 82 propuestas presentadas) sobre explosivos, pólvora, proyectiles, misiles y certificación de pruebas y reacondicionamiento de instalaciones. Todo ello con el objetivo es eliminar los obstáculos en la producción de proyectiles de munición, terminando por ejemplo con los cuellos de botella derivados tanto de la falta de instalaciones como de determinados productos y componentes.
Puede parecer una inversión relativamente modesta -y de hecho, lo es-, pero hay que tener en cuenta que el objetivo no es financiar la adquisición de municiones, ya que para eso se han establecido otras herramientas, sino actuar de catalizador de proyectos, sumando a la inversión pública la que las propias empresas estén dispuestas a realizar, impulsando así las capacidades globales del sector a nivel comunitario. Además, hay que tener en cuenta que es la primera vez que se utiliza el presupuesto comunitario para apoyar las capacidades de producción de este sector, como señalaba el comisario Breton.
Dicho esto, los resultados han sido poco sorprendentes, siendo las empresas más beneficiadas algunas de las principales fabricantes del continente, incluyendo Rheinmetall tanto en el caso de su división de municiones (Rheinmetall Waffe Munitions, GMBH) como de Rheinmetall Expal Munitions S.A.U. (filial implantada en España tras ser comprada a la francesa Maxam en verano de 2023), la francesa EURENCO, especializada en la fabricación de pólvoras y explosivos y la noruega Nammo (que tiene presencia en España a través de Nammo Palencia, aunque esta no ha hecho ninguna propuesta específica). En este caso, se han aprobado propuestas tanto de la matriz como de la filial sueca. Por supuesto, han sido agraciadas un buen puñado de empresas más, pero ninguna de ellas española.
En el caso de España, se presentaban tanto Escribano Mechanical and Engineering como Sener y, posiblemente, Instalaza. Ninguna de ellas ha visto fondos asignados a sus propuestas. El principal palo ha sido para EM&E, que solicitaba varias decenas de millones de euros para abrir nuevas instalaciones de relleno de vainas y que no ha pasado el corte, lo que nos dice varias cosas: 1) que España no ha presionado lo suficiente o no ha sabido presionar lo suficiente -algo normal, dada la forma en la que nuestro país entiende la presencia en las instituciones y que no tiene nada que ver con la valía del personal allí destinado-; 2) que la propuesta, por mucho que pudiese estar excelentemente redactada, no ha pasado el análisis de los evaluadores, por inconsistente; 3) quizá el sistema de asignación de fondos, en cascada, no sea el más adecuado para conseguir un buen reparto de los mismos, aunque priman otros criterios.
Mal momento para la empresa de Alcalá, que por una parte ha perdido a la mitad de su equipo en Bruselas apenas un día después de la inauguración de sus nuevas oficinas y que, además, se ha visto salpicada en fechas recientes por un escándalo relacionado además con las luchas entre partidos en España. Una lucha en la que podría terminar siendo, con o sin razón, un daño colateral en vista de cómo se han asignado algunos contratos recientes y, también, dada la posibilidad de que se produzca un cambio de gobierno y pierdan parte de sus apoyos políticos.
Además de lo anterior, hay que decir también que se han publicado otras noticias importantes relacionadas con la defensa y la Unión Europea. En primer lugar, el 4º Programa de Trabajo del European Defence Fund, que asignará 1.100 millones de euros a las diversas calls, para lo cual las empresas, instituciones de investigación y demás posibles participantes tienen ahora que sentarse a negociar los consorcios. Comienza pues un periodo de «locura» en Bruselas que se extenderá durante meses y en el que muchas de las empresas negociarán a cara de perro sus porcentajes, intentando al mismo tiempo saber qué proponen y quiénes componen los consorcios competidores. La fecha de entrega de propuestas se ha adelantado, además, al 5 de noviembre, unas semanas antes de lo habitual.
En segundo lugar, la Comisión ha abierto el plazo de presentación de propuestas de EDIRPA, aunque en este caso las propuestas las hacen los Estados y no las empresas y se articulan en cuatro líneas diferentes: municiones, defensa aérea, defensa antimisiles y reemplazo de sistemas legacy. Esta herramienta comunitaria concederá 310 millones de euros con la intención de incentivar la cooperación en materia de adquisiciones de defensa conjuntas, lo que en la práctica se traduce, por ejemplo, en sufragar numerosas reuniones entre los actores implicados. Por el momento, España no tiene plan al respecto, por cierto, ya que había contratos de adquisición apalabrados por otras vías, con lo que carece hasta cierto punto de sentido deshacer lo ya hecho para rehacerlo mediante esta herramienta.
Tenemos pues que ha sido un día intenso a nivel europeo, apenas días después de la presentación de la Estrategia Industrial de Defensa (EDIS) de la UE, si bien esta todavía tiene que ser negociada y el texto que finalmente llegue a aprobarse podría diferir en muchos aspectos de la propuesta -ambiciosa, aunque cuestionable en algunos aspectos- presentada por la Comisión.
Cambiando de tercio, para tocar ahora la parte de las novedades en el frente, comenzamos con los últimos ataques rusos sobre Ucrania, que han dejado una veintena de fallecidos tras alcanzar dos misiles la ciudad de Odesa, lo que ha vuelto a provocar condenas tanto desde Ucrania como internacionales a Rusia. Además de esto, según el Ministerio de Defensa ucraniano habrían sido lanzados también dos drones Shahed sobre el país que habrían sido neutralizados.
Del lado contrario, lo más interesante sigue siendo la forma en la que se desarrolla la campaña de ataques ucranianos sobre la infraestructura energética rusa, buscando minar su capacidad de exportación de hidrocarburos y, con ello, tanto su economía como su capacidad de presión internacional. Como puede verse sobre estas líneas, una nueva instalación ha sido alcanzada en Sysran, Samara. Un ataque que se une al de horas antes sobre la refinería de Polotnyany Zavod, en Kaluga y al de Novokuibyshevsk, también en Samara.
En este sentido, hay que tener en cuenta que Ucrania estaría logrando lanzar ataques a un millar de kilómetros de sus fronteras con drones cargados con 30 o 40 kilogramos de explosivos y que, si bien son muy lentos y ruidosos, su coste es mínimo (del orden de unas decenas de miles de euros). Logra así, aunque no en cantidad, sí en cierto modo compensar lo hecho antes por Rusia con los Sahed iraníes, con la diferencia de que la enorme extensión del territorio ruso dificulta en mucho la cobertura del mismo.
En cuanto a los movimientos, una jornada más son mínimos, a diferencia de las pérdidas, que siguen siendo elevadísimas. Rusia continúa presionando en distintos puntos del frente, con la vista puesta en preparar el terreno para una ofensiva que se espera tenga lugar en verano y ante la que Ucrania se prepara a marchas forzadas como hemos visto en informes anteriores.
Más allá de esto, las únicas noticias relevantes han sido, mientras continúan las acciones de los grupos contrarios al Kremlin en las regiones fronterizas (aunque no parecen haber lanzado las nuevas incursiones que prometieron horas atrás) , las procedentes de Orlivka -en la zona de Avdiívka-, por una parte, en donde el Ejército ruso habría logrado algunos avances al norte y del norte de Verbove, en el eje de Orijiv, donde también han ganado una pequeña fracción de terreno.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
En el apartado internacional, y como no podía ser de otra forma, la actualidad nos lleva hasta Berlín, en donde ha tenido lugar la reunión entre el presidente francés, Emmanuel Macron, el canciller germano Olaf Scholz y el primer ministro polaco, Donald Tusk, esto es, del Triángulo de Weimar. Como sabemos, las relaciones entre Francia y Alemania desde la llegada de Scholz al poder no han sido las mejores, lo que ha tenido su impacto en diferentes ocasiones.
Sin embargo, ambos mandatarios han hecho un importante esfuerzo por demostrar tanto buena sintonía como unidad, dejando claro que están, junto a Polonia «unidos, decididos y resueltos a no dejar nunca ganar a Rusia y a apoyar al pueblo ucraniano hasta el final «. También, eso sí, en línea con las declaraciones de Macron ayer frente a las cámaras de la televisión gala, han incidido en que no iniciarán escalada alguna.
Entre los temas abordados, además de la necesidad de aumentar urgentemente no solo la capacidad de fabricación de armamento y municiones, sino también la de adquirir lo que sea necesario en el exterior, ha vuelto a estar el empleo de los activos rusos congelados en la UE para financiar la compra de material militar para Ucrania. No obstante, no se ha tomado ninguna decisión en firme, pues esta debe abordarse en el próximo Consejo Europeo.
Quizá lo más sustancioso del encuentro haya sido el anuncio de la creación de una nueva coalición destinada a dotar a Ucrania de armas de artillería y municiones para esta de largo alcance, bajo el formato Ramstein (Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania), aunque por el momento no han trascendido detalles concretos sobre el asunto. Alemania sortearía en cualquier caso una vez más la presión para enviar misiles Taurus.
Respecto al Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania, hay que tener en cuenta que se reunirá la próxima semanas, juntando a representantes de casi medio centenar de naciones. Será, además, el primer viaje internacional del secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin III, tras su convalecencia. Un Austin que, además, ha hablado con la ministra española de Defensa, Margarita Robles, a quien ha agradecido el apoyo a Ucrania, entre otras cosas.
El otro foco de la actualidad está en Rusia, en donde las elecciones transcurren con relativa normalidad, pues nadie cuestiona el resultado final, las protestas han sido prohibidas totalmente (la viuda de Navalny ha pedido que los ciudadanos protesten votando a los tres candidatos alternativos a Putin) y la única duda gira en torno al grado de apoyo que logrará Putin, pues como hemos explicado los comicios tienen carácter meramente plebiscitario.
Aun así, hay noticias relativas a incendios en centros electorales, por ejemplo, así como a la colocación de artefactos explosivos en el caso de otro colegio electoral, en este caso en la región de Jersón, ocupada por Rusia. También, como es habitual, noticias relacionadas con posibles irregularidades, en este caso denunciadas por el medio Meduza.
Respecto a Putin, por cierto, ha votado de forma telemática y se ha quejado de que Ucrania intenta alterar las elecciones con sus ataques -los llevados a cabo por los voluntarios contrarios al Kremlin patrocinados por Ucrania- en las regiones fronterizas. El ministro de Defensa, Shoigú y el jefe de Estado Mayor ruso, Guerásimov, lo han hecho presencialmente, lo que ha servido de paso para despejar las dudas respecto a la salud de este último.
Desde el exterior, mientras los medios critican la «farsa» que constituyen estos comicios, han sido más de medio centenar de Estados los que han denunciado el hecho de que Rusia convoque elecciones también en las partes de Ucrania que mantiene bajo su control e, incluso, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, se ha pronunciado al respecto condenando «los esfuerzos de la Federación Rusa para organizar sus elecciones presidenciales en las regiones de Ucrania ocupadas por la Federación Rusa».
En otro orden de cosas, el ministro de Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, ha mantenido una conversación telefónica con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg -quien está agotando sus últimos meses de mandato-. Entre otros temas, han coordinado posiciones de cara a la próxima reunión del Consejo OTAN-Ucrania, que se celebrará en Abril.
En cuanto a la ayuda internacional, para finalizar, tenemos que los técnicos de desactivación de explosivos de la policía ucraniana han recibido nuevos equipos, en esta ocasión proporcionados por la Oficina Federal de la Policía Criminal germana. En concreto se han suministrado robots de desactivación de explosivos y diversos equipos de detección e identificación, todo ello por un valor de más de 14 millones de euros.