Guerra de Ucrania – Día 608

Mientras sobre el terreno el Ejército Ruso lograban algunos avances al norte de Avdiívka, en la zona de Terrikon, apenas unas horas antes de que se produjese la visita del ministro de Defensa, Shoigú, a Donetsk, los líderes ucranianos siguen buscando la forma de acelerar la integración del país con sus aliados europeos. Para ello, siguen dos vías. Por una parte, acometer reformas que permitan acercar la membresía a la UE. Por otra, estrechar lazos económicos con los Estados miembros, como en el caso de Alemania.

En las últimas horas hemos tenido la oportunidad de asistir, una vez más, a un evento a puerta cerrada organizado por el Egmont Institute for International Relations de Bruselas y dedicado íntegramente a la guerra de Ucrania. El acto se dividió en dos partes, estando la primera centrada en el apoyo militar y las garantías de seguridad que los aliados deberían ofrecer a Ucrania, mientras que la segunda se dedicó a la posible pertenencia futura de Ucrania a la Unión Europea y los desafíos y problemas que ello podría conllevar.

La más interesante, de cara a los lectores y ahora mismo es, a nuestro entender, la primera, de la que compartimos aquí los puntos más señalados de las diferentes intervenciones. Dado que se seguía, como es habitual en estos actos, la norma de la Chatham House, no podemos compartir quién dijo qué, pero sí el contenido, que reproducimos a continuación:

  • Las garantías de seguridad de Ucrania deben estar dirigidas tanto a asegurarse de que Ucrania pueda defenderse ahora, como a que sea capaz de disuadir a Rusia en el futuro.
    • Hay una invitación formal a Ucrania para que en algún momento del futuro pase a ser un estado miembro de la OTAN: no para que entre ahora, ni para que la OTAN entre en la guerra, sino que simplemente se trata de una muestra de apoyo al país.
  • Es imperativo tomar medidas destinadas a Ucrania para que pueda, política y militarmente, entrar en la OTAN en unos cuantos años, con todo lo que ello implica en términos de estándares y procederes militares, transparencia, lucha contra la corrupción, etc.
  • Queremos entender esta guerra como un error de Putin que, en algún momento, querrá rectificar, lo que llevará a Rusia a negociar: vemos a Rusia como un actor demasiado débil para conseguir sus objetivos en Ucrania, lo que es un error.
  • Debemos comenzar a «manejar» el conflicto, pues nos hemos sobreestimado y ahora podemos ver las consecuencias:
    • Una solución negociada no es posible entre Rusia y Ucrania en el largo plazo.
    • La membresía de Ucrania en la OTAN no deben ser un «bargaining chip» en las negociaciones.
  • Los europeos debemos reforzar nuestras fuerzas armadas ya, de forma inmediata, pues los EE. UU. están entrando en un período de crisis electoral y están desviando su atención hacia Oriente Medio. Además, la guerra de Ucrania es un problema europeo, pese al papel de los Estados Unidos.
  • Hemos de ser consecuentes con las decisiones tomadas: La UE concedió a Ucrania el status de candidato, reflejando la nueva realidad geopolítica en la que Ucrania ya no es ni puede ser un estado colchón, lo que implica que:
    • O bien pasa a ser parte de Rusia;
    • O bien entra en la UE.
  • Los europeos perseguimos objetivos contradictorios:
    • Por una parte, queremos contener esta guerra de forma que no escale más allá del marco ucraniano.
    • Por otra, queremos que Ucrania sea un Estado viable y lo más fuerte posible.
  • De cara a futuras negociaciones y a los objetivos a perseguir en las mismas, esto implica que o bien:
    • Exigimos la liberación total de Ucrania, o;
    • Nos conformamos con la ocupación total de Ucrania.
  • Dado que ninguno de los extremos es aceptable ni parece posible, el interés europeo pasaría por llegar a algún punto intermedio, lo que implicará cesiones territoriales (punto controvertido entre los asistentes).
  • Ahora bien, incluso así hay que tener en cuenta que es posible que los rusos nunca quieren negociar, al menos mientras Putin siga siendo presidente (otro punto controvertido). Por lo tanto, desde la UE debemos tener en cuenta que:
    • Hemos de seguir apoyando a Ucrania militarmente pase lo que pase.
    • La guerra de Ucrania es responsabilidad más europea que americana
    • Los Estados Unidos van a salir de Ucrania en algún momento y Rusia es capaz de producir más armamento que la UE.
  • Llegado el supuesto caso de que se consiga un acuerdo de paz, hay que tener siempre en cuenta que:
    • A partir de ahí comenzarán a entrar en juego las garantías de seguridad a Ucrania.
    • Dichas garantías deben ser inmediatas, no llegar en el momento en el que Ucrania pase a formar parte de organizaciones como la UE o la OTAN.
    • Acelerar la membresía de Ucrania puede ser un error tanto para ellos como para nosotros, entre otras cosas porque Zelenski no es eterno y no hay ninguna seguridad respecto a sus sucesores.
    • La membresía de la UE debe ir por delante de la membresía de la OTAN ya que la UE garantiza estabilidad política a largo plazo. Ahora bien, si finalmente no se desea la entrada de Ucrania por las razones que fuesen (hay que contar con ese escenario) las garantías de seguridad podrían ser suficientes con la ventaja de que son revocables si por lo que fuese la política ucraniana cambiar de rumbo (por ejemplo incumpliendo sistemáticamente los puntos que ha de cumplir para la entrada en el club europeo).
  • Independientemente de lo que ocurra, los europeos debemos prepararnos para una situación en la que Ucrania pierda y Rusia no se contente con lo logrado en este país. Por lo tanto, debemos prepararnos para una competición estratégica a largo plazo y para seguir apoyando militarmente a Ucrania, siempre utilizando a este país como proxy frente a Rusia. Esto implica que:
    • No debemos atacar en ningún momento ni a Rusia ni a su territorio;
    • Hemos de decidir qué precio estamos dispuestos a pagar si realmente deseamos una competición estratégica a largo plazo.

Por supuesto, todo lo anterior no son más que apuntes muy básicos de una serie de exposiciones y conversaciones mucho más ricas y cargadas de matices. Sin embargo, se esté o no de acuerdo con lo hablado, el lector debe entender que en este evento estaba lo más granado de la seguridad y la defensa a nivel de la UE y que lo que aquí se ha reproducido es, pese a todo, bastante fiel al sentir general.

Pasando de la fría y lluviosa Bruselas a la no menos fría y lluviosa Ucrania, en las últimas horas Rusia ha lanzado nuevos drones sobre el territorio de este país. Como consecuencia de ello se han registrado casos de aparatos sobrevolando regiones como Khmelnitsky, alertas aéreas en Kiev y Vinnytsia, o explosiones en Jersón. Las defensas antiaéreas ucranianas hablan de media docena de drones Shahed derribados. Además, dos misiles S-300 rusos han alcanzado una mina de carbón en Toreskt y la villa de Berestsky.

En el caso ucraniano, este país habría lanzado ataques sobre distintos puntos de Crimea, o eso se deriva del hecho de que se hayan registrado explosiones en Nizhnehorsky y en la propia Sebastopol.

En cuanto a los combates, en las últimas horas se ha vuelto a registrar la actividad habitual al norte, en la línea Kupiansk-Svatove-Kreminna, registrándose avances rusos en dirección a la primera de estas localidades, la más septentrional. Además, entre Svatove y Kreminna el Ejército ruso se ha lanzado también al ataque en dirección a Nadiia y Makiívka.

En torno a Bakhmut también han continuado los combates. En el área entre Yahidne y Khromove, el Ejército ruso ha logrado avanzar también en el bosque que hay en esta zona del norte de la ciudad. Al sur, se ha registrado la actividad habitual, con ataques ucranianos intentando romper la línea montada por Rusia en las líneas férreas y los contraataques rusos diarios.

La atención, no obstante, sigue centrada una jornada más en Avdiívka. Allí, brevemente, las tropas rusas -con un buen componente de milicianos- han logrado izar su bandera en las colinas de desechos al norte de la ciudad, cerca de Krasnohorivka y Stepove. Los ucranianos, apenas unas horas después, derribarían esa misma bandera utilizando un drone FPV. Más allá de las anécdotas, en cualquier caso, lo relevante es que se ha producido un avance ruso en la zona de Terrikon, tras lo cual intentarán cruzar las líneas ferroviarias. Al sur de Avdiívka la situación se mantiene estable. Por cierto, que el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, habría estado de visita en Donetsk en las últimas horas, para recibir información de primera mano de los comandantes sobre el terreno.

En cuanto al sur, no hay novedad ni en el eje de Orijiv (más allá de avances ucranianos marginales en Robotyne), ni en el de Velyka-Novosilka. Más interesante es la situación en la orilla oriental del Dniéper, en Jersón, con los ucranianos manteniendo posiciones en Krynky pese a los ataques rusos.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

En el apartado internacional, cabe comenzar por lo que parece la resolución del incidente en el gasoducto y los cables de comunicaciones dañados en el Báltico semanas atrás. Al parecer, se habría tratado de desperfectos producidos por el ancla de un buque portacontenedores con bandera de Hong Kong, el «New New Polar Bear». Ancla que ha sido recuperada recientemente en las profundidades del Báltico y que servirá de prueba ante la aseguradora, que deberá costear unas reparaciones que podrían necesitar de hasta medio año para completarse. Se resuelve así un incidente del que inicialmente se habían puesto las sospechas sobre Rusia al creerse que era intencionado y que, en este caso, parece haber sido totalmente fortuito, a diferencia de lo ocurrido con el Nord Stream, pues en aquella ocasión, bien fuesen polacos, ucranianos o rusos, se trató de algo premeditado.

En otro orden de cosas, pasando a Ucrania, el presidente del país, Volodímir Zelenski, se ha reunido con el ministro de Defensa de Dinamarca, Troels Lund Poulsen, a quien ha agradecido el apoyo prestado y con quien ha hablado sobre temas como las recomendaciones de la Comisión Europea para la entrada de Ucrania en la misma o, por supuesto, la futura entrega de cazabombarderos F-16.

En relación con la pertenencia a la UE, según Zelenski, el país que preside está demostrando ser capaz de seguir el ritmo de las reformas, recordando además –pues se ha reunido por videoconferencia con el Colegio de la Comisión Europea– que la entrada en la Unión es la máxima prioridad para Ucrania. Más exactamente, ha afirmado que: «Para Ucrania, esta es una prioridad absoluta: estar preparada para una decisión política que inicie las negociaciones sobre la membresía en la UE este año. Y espero que sea lo mismo para la Unión Europea. Hemos sentado una base sólida para esto». A lo que ha añadido que «Si podemos deshacernos de las zonas geopolíticas grises, debemos hacerlo».

Siguiendo con el tema europeo, el Primer Ministro ucraniano, Dwmys Shmyhal, quien se ha reunido recientemente con empresarios alemanes en el foro empresarial germano-ucraniano celebrado en Berlín con la participación del canciller alemán Olaf Scholz, ha señalado que: «Hoy los inversores tienen muchas más razones para invertir en Ucrania que, por ejemplo, hace un año. En primer lugar, nuestras capacidades de seguridad han aumentado. Alemania ha contribuido enormemente a ello». Además se ha mostrado particularmente interesado en que las inversiones se lleven a cabo en el sector de la defensa, felicitándose porque «la producción de drones se ha multiplicado por 100 durante el año pasado».

Además, ha explicado que Ucrania está aplicando una política destinada a facilitar al máximo las inversiones. En particular, a través de mecanismos como la desregulación, la digitalización, la creación de parques industriales, la constitución de una oficina gubernamental para atraer y apoyar inversiones denominada «UkraineInvest» y las mejoras logísticas en la frontera occidental del país.

Por último, para cerrar el tema, han anunciado algo que ya se conocía: la creación de una empresa conjunta con la germana Rheinmetall que será responsable del mantenimiento y reparación de las armas occidentales enviadas a Ucrania y de la producción local de determinados equipos, sin especificar cuáles.

En otro orden de cosas, continúan las discusiones en torno a los próximos Juegos Olímpicos de París 2024 y al papel que debe desempeñar el Comité Olímpico Internacional (COI), así como a la participación de atletas rusos. El último en pronunciarse ha sido Thomas Bach, presidente del COI, quien ha afirmado que politizar el deporte “sería muy perjudicial” , en alusión directa a Rusia. Bach dijo también que el COI estaba siguiendo «de cerca» los intentos de ciertos países de «politizar el deporte y reemplazar competiciones deportivas como los Juegos Olímpicos, que son juegos políticamente neutrales organizados por la sociedad civil, por eventos organizados por el gobierno» . Todo ello tras ser acusado el organismo por parte de Putin de servir como «instrumento de presión política» y de llevar a cabo una «discriminación étnica».

Cambiando de tema, acaba de saberse que el opositor ruso Alexëi Navalny ha vuelto a ser puesto en régimen de aislamiento en la prisión en la que se encuentra encarcelado. Esto, un día después de que le fuese retirado el material de escritura, hasta entonces su única vía de comunicación con el mundo exterior. Al parecer, el castigo tendrá una duración de doce días. La noticia, sin embargo, no es nada fuera de lo habitual, pues desde que está en prisión, Navalny ha sido sometido a régimen de aislamiento en veintiuna ocasiones, sumando 236 días en una celda de este tipo, según su portavoz.

Siguiendo con los aislamientos, aunque de otro tipo, en el marco de su lucha contra la “desinformación” y la guerra híbrida que el gobierno de Moldavia ha anunciado el bloqueo de una veintena de webs de medios rusos. En un decreto publicado en Internet, los servicios de inteligencia anunciaron que habían ordenado «el bloqueo inmediato» de 22 webs que, según ellos, transmitían informaciones falsas, entre ellos el de Russia Today (RT) y el del medio estatal VGTRK.


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