Después de los movimientos de días anteriores, la situación en el frente ha vuelto a estancarse en parte, lo que no quiere decir que no se estén produciendo combates, sino simplemente que los avances son mucho más moderados. El gran problema al que se enfrenta Ucrania ahora mismo, son las minas contracarro, que aumentan sobremanera su eficacia en coordinación con la artillería. Mientras se preparan para intentar nuevamente abrir brecha en las defensas rusas, la actualidad internacional sigue pendiente de las discusiones sobre la futura membresía ucraniana en la OTAN y sobre los anuncios relativos a nueva ayuda militar y humanitaria para este país, especialmente la relativa al -cada vez más probable- envío de misiles ATACMS a Ucrania.
Las minas contracarro están erigiéndose en auténticas protagonistas de esta guerra, con lo que hoy vamos a dedicar unas breves líneas a hablar sobre su evolución y tipología, de forma que los lectores entiendan mejor el tipo de amenaza que enfrentan ambos contendientes cada vez que buscan avanzar. No es casualidad que imágenes como las vistas en su día en Vuhledar o más recientemente en las inmediaciones de Velyka Novosilka se hayan producido, aunque mientras los ucranianos han buscado -y siguen buscando- la forma más razonable de enfrentarse a ellas, hemos visto acciones rusas que siguen siendo de todo punto incomprensibles.
Por razones obvias, las minas contracarro no fueron diseñadas hasta que aparecieron los carros, durante la Primera Guerra Mundial, cuando los alemanes vieron la necesidad de detener su avance. Básicamente, los primeros modelos de minas terrestres de este tipo fueron granadas de artillería o morteros, enterradas en el suelo y colocadas en hileras, con las espoletas situadas verticalmente y sobresaliendo del suelo o muy cerca de la superficie. Poco después, utilizaron cajas de madera rellenas de explosivos con espoletas de presión o encendidos remotos, como la Flachmine 17 alemana. Sin embargo, terminada la Gran Guerra, la mayoría de ejércitos centraron su atención en los aviones, los carros y las armas químicas, dejando temporalmente de lado las minas.
A pesar de todo, los alemanes y rusos, convencidos de que iban a ser necesarias en los conflictos futuros, continuaron su desarrollo y diseñaron diferentes modelos de renovado interés. Así, los diseñadores alemanes presentaron en 1929 una mina que denominaron Tellermine 29 o T.Mi.29., siendo adoptada por el Reichswehr. Como dato curioso, diremos que contaba con tres espoletas capaces de funcionar a presión o a tracción por cable, ya que actuaban con pesos de 125 y 45 kg, es decir, que podían servir como minas contracarro o antipersonal; sin embargo, aunque muchos creen que estaba diseñada para los dos cometidos, lo cierto es que la espoleta de 45 kg servía para usarla como mina de instrucción, usando humos de colores.
Dada su configuración, era un ingenio bastante complejo y caro, por lo que, unos años más tarde, apareció su sucesora, la Tellermine 35 o T.Mi.35., que solo montaba una espoleta de presión (90 a 180 kg), con un peso de 9,1 kg y 5,5 kg de carga (TNT), frente a los 6 y 4,5 kg de la T.Mi.29., respectivamente, que fue seguida por otras versiones como la 42 y la 43. Además, también surgió la famosa mina de salto o mina rana o de tipo rana, denominada Sprengmine 35 (S.Mi.35.), también conocida como mina S. Para hacernos una idea, la Línea Sigfrido fue dotada con 129.000 S.Mi.35. (en febrero de 1939 ya habían producido 388.070 ejemplares) y 82.000 T.Mi.35., cifras que pueden parecer excesivas, pero que seguramente palidecen ante lo visto en Ucrania, en donde hasta el pasado 19 de marzo se habían neutralizado ya 400.000 dispositivos rusos, muchos de ellos minas.
Entre 1943 y 1945, los alemanes fabricaron aproximadamente 3.050.000 minas contracarro de dos modelos (Riegelmine 43 y 44, o Sprengriegel/R.Mi.43 y 44), de las denominadas de barra. Tenían forma rectangular de 80 cm de longitud, 9,5 cm de anchura y 12 cm de altura, y pesaban 9,3 kg, de los que 4 kg correspondían a la carga de TNT. Incluían normalmente tres espoletas, dos en los extremos y una en el centro, que eran activadas con pesos de 180 y 360 Kg, respectivamente. Además, podían incorporar hasta 3 anclajes antiremoción, por lo que los equipos de limpieza tenían la norma de no desactivarlas sino explosionarlas sobre el terreno, colocando una pequeña carga junto a ellas. Este tipo de minas tenían la ventaja de que su longitud cubría un mayor espacio, lo que aumentaba la posibilidad de que fueran pisadas por los carros y blindados, favoreciendo que distintos países construyeran ingenios similares, siendo claros ejemplos la B-21 italiana y la L9 británica.
En 1942, los zapadores alemanes informaron de que tenían muchos problemas para limpiar los campos de minas rusos, ya que usaban unos ingenios de madera muy difíciles de detectar, por lo que comenzaron a fabricar una copia de la YAM-5 que llamaron Holzmine 42 H.Mi.42. En total, llegaron a construir 1.536.000 en 1942 y 2.535.000 en 1944, cesando la producción ante la falta de madera para construirlas.
Ciñéndonos a los modelos más característicos y utilizados, los soviéticos emplearon las de madera TMD-B y la TMD-44. La primera, aparte de la caja de madera rectangular con el explosivo, disponía de tres tablas elevadas, contando la central con bisagras y una tira de madera para bloquearla, que servía para activarla o desactivarla; sin embargo, cuando se mojaba en exceso, se hinchaba la madera, por lo que era muy difícil abrir la tapa. Este problema fue solucionado cambiándola por otra de bakelita, lo que dio lugar a la TMD-44. Ambos modelos pesaban entre 9 y 10 kg, de los que unos 5 a 7, eran de la carga de TNT o ácido pícrico (TNP). Por supuesto, después de la SGM, dado su coste y facilidad de construcción, ambos tipos de minas fueran fabricados por diferentes países como China, Corea del Norte y Yugoslavia, por ejemplo.
Por otra parte, los alemanes también desarrollaron varias minas terrestres totalmente indetectables, que fueron usadas en cantidades limitadas en Holanda, Egipto y Libia. Estaban construidas totalmente libres de metales, lo que impedía su detección con los equipos de la época, al tiempo que facilitaban su producción. Así, estaban constituidas por los siguientes materiales: el modelo inicial o Topfmine 4531 fue realizada a partir de pasta de madera y alquitrán de hulla; la A4531 con polvo de lignito y betún; la versión B con serrín y resina; la C con láminas de cartón y pegamento de madera; y la D con madera contrachapada.
Por supuesto, alemanes y soviéticos no fueron los únicos interesados en el desarrollo de las minas contracarro. A pesar de unos comienzos dubitativos, el Imperio Británico también hizo sus pinitos y para el desembarco de Normandía, el Ejército británico llegó al convencimiento de que necesitaba un tipo de mina contracarro muy compacta y del menor peso posible, para ser transportada en ciertas cantidades sin suponer un problema logístico, dando lugar a la mina A / TK Mine GSMk. Vc.
Tampoco las dos guerras mundiales han sido los únicos conflictos en los que se han empleado minas, como es obvio, pues las hemos visto desde Oriente Medio al Sudeste Asiático y de África a Iberoamérica o los Balcanes, en grandes cantidades. Es más, no han parado de evolucionar y, desde los años 90 del pasado siglo se han venido alumbrando nuevos tipos, como las minas de efecto dirigido y las inteligentes. Las primeras son lanzagranadas o armas lanzadoras similares, instaladas sobre un soporte y dotadas del correspondiente sensor (acústico, óptico, sísmico…) que son colocadas sobre el terreno para cubrir las posibles avenidas de las fuerzas acorazadas enemigas.
Por su parte, las inteligentes son lanzables desde varios tipos de plataformas (aviones, artillería, misiles, etc), estando su funcionamiento basado igualmente en el empleo de uno o varios sensores. Una vez que el objetivo está situado en el lugar adecuado, lanzan el proyectil hacia arriba mediante la correspondiente carga de proyección y, en el momento oportuno, atacan el blanco por el techo, lanzándole un proyectil autoforjado. La más destacable es la M-93 Hornet norteamericana, si bien, tenemos constancia de que los rusos también disponen de algunos modelos, como la PTKM-1R (ver vídeo), mientras que del lado ucraniano hemos visto en uso, por ejemplo las DM22 alemanas, que han dado un buen resultado.
En términos generales, las minas pueden clasificarse, en función del tipo de espoleta de activación, en:
- Mecánicas: A presión, alivio de presión, tracción, y alivio de tracción. Para que las minas contracarro fueran activadas aunque el vehículo no las pisara, fueron ideadas unas espoletas de varilla de suficiente altura que, al chocar contra el suelo del vehículo, activaban la mina, que actuaba además, en la zona más débil del blindado, la panza. De ahí que los carros y blindados modernos reciban unas grandes y pesadas planchas de coraza adicional, debajo del suelo, a menudo en forma de V, que aumentan enormemente la protección antiminas, aunque ello implique un importante incremento de peso.
- Eléctricas, que pueden activarse manualmente usando un explosor o cualquier otra fuente eléctrica, o con diversos tipos de sensores (magnéticos, ópticos, acústicos, sísmicos, infrarrojos…y, por supuesto, de varios usos). Suelen ser las más utilizadas para activar los explosivos improvisados o IED.
- Químicas que, mediante presión, se rompe una ampolla, rellena con una sustancia química que reacciona e inflama, o hace estallar el detonador. Como variante de este tipo de ingenios, los alemanes llegaron a usar lanzallamas enterrados que se activaban a distancia con un cable, encendiéndose en el momento que el enemigo entraba en la zona protegida. Los rusos también desarrollaron unas minas inflamables que, al accionarse, producían llamas de gran violencia.
- De retardo, provistas de una mezcla química o un mecanismo de relojería o similar, de manera que la explosión se produzca algún tiempo después de ser accionadas. Suelen utilizarse en cargas improvisadas o minas trampa.
Respecto a la colocación de las minas, y como la guerra de Ucrania está dejando meridianamente claro, existe una clara tendencia hacia el empleo de sistemas mecánicos de siembra y dispersión, más rápidos y seguros. Además, continuamente surgen nuevas versiones factibles de ser diseminadas desde helicópteros, aviones, misiles y artillería clásica o cohete que, dotadas de espoletas programables, quedan desactivadas pasado un cierto tiempo.
La principal diferencia entre siembra y dispersión radica en que la primera exige que la mina se entierre, bien manualmente, o mediante un equipo mecánico que, instalado en un vehículo o remolque, dispone de un arado para abrir un surco en el suelo, al tiempo que un dispensador, generalmente programable, va dejando caer las minas a la distancia seleccionada, enterrándolas a continuación. Aunque es un sistema bastante fiable tiene dos problemas básicos: La dificultad de trabajar en terrenos duros o pedregosos, y la lentitud del minado.
Por su parte, la dispersión, aunque deja los ingenios en la superficie y, por lo tanto, son fáciles de ver y desactivar, presenta la enorme ventaja de su rápida colocación, al tiempo que, como ya hemos citado, pueden utilizarse diversos métodos para lanzar las minas. Además, realmente no crea campos de minas perfectamente organizados, sino tapones de minas que pueden ser muy útiles para momentos críticos o si prevemos utilizar ese mismo terreno pasado algún tiempo, cuando las minas ya se hayan desactivado, o bien, hayamos abierto uno o varios pasillos.
Dicho todo lo anterior, toca hablar sobre la detección y limpieza de los campos de minas, el verdadero quebradero de cabeza de los ejércitos ruso y ucraniano a día de hoy. El desminado consiste, básicamente, en la eliminación de las minas existentes en una zona de terreno, pudiendo ser de dos tipos: militar y humanitario. La principal diferencia entre ambos radica, en primer lugar, en la urgencia de realizarlo y, además, de la exactitud y eficacia exigida. De hecho, si nos encontramos durante un combate, generalmente primará la rapidez sobre la precisión, por lo que suelen admitirse ciertos riesgos, algo que ha hecho Ucrania en los últimos días y que deberá seguir haciendo. Por el contrario, en el desminado humanitario no es imprescindible la rapidez con la que se haga, pero se exigen unos porcentajes de éxito muy elevados, no siendo admisibles accidentes que afecten a la población civil; en consecuencia, a menudo, la zona en cuestión es sometida a varios procesos sucesivos.
El desminado puede hacerse de forma manual, utilizando un sencillo detector y un machete o pieza metálica con punta, y removiendo las minas a mano, o bien colocando una pértiga explosiva (derivada de las denominadas minas o torpedos Bangalore), que se coloca sobre el campo minado y se hace explosionar, abriendo un pasillo de diferente anchura, según el tipo de pértiga y lo profundas que se encuentren las minas.
Los chinos han utilizado, en la zona fronteriza entre su país y Vietnam, un sistema consistente en realizar cortafuegos, alrededor de la zona minada, prendiéndole fuego a continuación, de manera que hasta un 90% de las minas contrapersonal detonan o se funden. Pero, si el terreno lo permite, lo más eficaz, rápido y seguro es utilizar sistemas mecánicos como arados o rejas, escorpiones o rodillos, derivados de los que aparecieron en la SGM, instalados en vehículos diseñados expresamente (carros de zapadores y máquinas especiales), o bien, acoplados en carros o blindados diversos, algo que de hecho hemos visto recientemente, con resultado dispar por parte ucraniana.
Además de estos, cada vez es más común recurrir a las mangueras explosivas, aunque la realidad es que existen versiones desde hace varias décadas (MICLIC norteamericana, Giant Viper y la moderna Python británicas, Tipo 92 japonesa, MTK, MTK-2, UR-77 soviéticas/rusas, etc) que, atadas a un cohete, son remolcadas sobre el campo de minas, en el que abren un pasillo tras explosionar. Sin embargo, este sistema presenta ciertos problemas si el terreno tiene muchos accidentes o arbolado, ya que, para ser realmente eficaces, es necesario que la manguera se quede bien pegada al suelo. Del lado contrario, se han demostrado muy útiles tanto en combate urbano, como para abrir pasillos en zonas boscosas.
Para terminar con este «mini-especial de minas para novatos», es importante señalar que las minas, por sí solas, no serían un gran problema para un ejército atacante. Al igual que en el desminado humanitario, sería necesario poner material, tiempo y paciencia, realizando una tarea metódica y quizá asumiendo alguna baja, pero poco más. Desgraciadamente, en mitad de una guerra no es tan fácil, y las minas son utilizadas por el enemigo de forma inteligente, premeditada y activa para favorecer la aparición de zonas de muerte en las que la artillería pueda batir a los atacantes a placer, canalizar a las tropas que se acercan hacia puntos concretos y, en suma, actuar como un multiplicador de fuerzas en defensiva.
Respecto a lo ocurrido sobre el terreno, se ha producido un nuevo ataque con drones y misiles rusos contra Ucrania. Hoy ha sido un tanto diferente, pues habría implicado a media docena de misiles hipersónicos Kinzhal y otros tantos misiles de crucero Kalibr, que según las Fuerzas Armadas ucranianas habrían sido derribados en todos los casos, lo mismo que dos drones de reconocimiento. Además, se ha atacado Kiev coincidiendo con la visita de siete líderes extranjeros, en este caso africanos, algo que no es habitual. Por otra parte, en Jersón se han registrado 23 heridos a consecuencia de un bombardeo ruso, una cifra poco usual. Del lado contrario, Ucrania ha continuado golpeando la retaguardia rusa en distintos puntos, como Tokmak.
Después de varias semanas de relativa tranquilidad -con bombardeos diarios-, hoy se han vuelto a registrar combates en la región de Lugansk, en torno a Stelmakhivka, cerca de Svatove. No hay noticias de cambios de posición, estando a la espera de ver si se trata de una acción puntual o se retoman los enfrentamientos en la zona.
En la zona de Bakhmut, rusos y ucranianos se han venido enfrentando en las últimas horas -de norte a sur- en Vyimka, Vesele y Rozdolivka, así como hacia Orikhovo-Vasilyvka. También en dirección a Blahodatne y Krasna Hora, mientras las AFU continúan operando en las áreas de Berkhivka y Yahidne justo al norte de la ciudad, con la intención de cortar la E40. Al sur de esta se habría seguido luchando en el área de Kurdyumivka.
Al oeste de la ciudad de Donetsk hoy los enfrentamientos se habrían extendido a Mariínka, como es tristemente habitual, pero también a la más meridional Novomykhailivka y en las cercanías de Vodyane.
En lo concerniente a la ofensiva que Ucrania conduce en el sur de su territorio, tenemos que:
- Vuhledar-Volnovaja: Las AFU continuarían llevando a cabo ataques limitados, hoy en dirección a Pavlivka, mientras el Ejército ruso habría hecho lo propio desde Mykilske en dirección norte. No hay cambios de posición.
- Saliente de Velyka-Novosilka: Las Fuerzas Armadas ucranianas habrían tratado de avanzar a ambas orillas del río Mokri Yali hacia Staromaiorske y Urozhaine, mientras más al oeste continúan buscando la forma de estrechar el cerco sobre Rivnopil y la cercana Pryyutne.
- Orihiv-Tokmak: Las AFU continuarían tratando de avanzar sobre Pyatykhatky y Zherebyanky, al sur de Lovkove, por el momento sin lograr expulsar de allí a las tropas rusas.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
La jornada 477 de la guerra en Ucrania ha estado marcada por tres citas importantes. En primer lugar, ha continuado la reunión de los ministros de Defensa de la OTAN en Bruselas. En segundo lugar, ha llegado a Kiev la Misión de presidentes africanos dispuestos a mediar en el conflicto y, en tercer lugar, en Rusia está teniendo lugar el Foro Económico Internacional de San Petersburgo.
Comenzando por este orden, los socios y aliados de Ucrania han continuado anunciando su ayuda adicional para apoyar a Kiev, aunque algunos ya lo hicieran en la reunión de Ramstein que tuvo lugar ayer y en días anteriores.
Así, Suecia ha anunciado su 12º paquete de ayuda militar a Ucrania por valor de 250 millones de coronas suecas (21.458.850 euros) se presentó a los participantes en la reunión de Ramstein ayer. Esta nueva contribución incluye el envío de hasta 60 militares a Polonia, Rumania y Eslovaquia para ayudar con el suministro de municiones y repuestos para los sistemas suecos (incluidos los Strv 122, Strf 9040, Archer y RBS70), así como contribuciones a fondos. Sobre esto último, 140 millones de coronas suecas (aproximadamente 12 millones de euros) se destinarán al Fondo Internacional para Ucrania gestionado por el Reino Unido y 90 millones (en torno a 7.700 millones de euros) para el Fondo Fiduciario del Paquete de Asistencia Integral de la OTAN para Ucrania.
A este último fondo, el de la OTAN, también ha realizado una contribución de 77 millones de dólares el Reino Unidopara enviar a Ucrania raciones de combate y suministros médicos, entre otros productos.
Alemania ha anunciado que entregará “inmediatamente” a Ucrania 64 misiles para los sistemas Patriot, mientras que Bélgica ha aprobado su 15º paquete de ayuda por un valor de 11 millones de euros y que incluirá el envío de vehículos de transporte de personal M113.
Por otro lado, la “coalición de aviones de combate” F-16 integrada principalmente por Dinamarca y Países Bajos comenzará tan pronto como sea posible el entrenamiento de los pilotos ucranianos. El gobierno danés ha apuntado a finales de verano como fecha posible o, al menos, eso es lo que esperan. Asimismo, se está trabajando en los preparativos para contar con un centro de entrenamiento de F-16 en Europa del Este.
Asimismo, Estonia e Islandia enviarán un hospital militar a Ucrania, siendo el cuarto en cuyo envío está involucrado Tallin. Asimismo, Ucrania recibirá un hospital ROLE II de España para cuyo manejo los militares ucranianos que están en territorio español recibirán entrenamiento específico. En el caso de España, también se ha anunciado oficialmente -aunque ya se hubiese comprometido días atrás- el envío de 20 vehículos TOA y los 4 carros de combate Leopard que estaban en reparación.
Hoy también son reseñables los distintos anuncios relativos a la ayuda humanitaria en general, pero también para apoyar a Ucrania en sus esfuerzos para hacer frente a las consecuencias de la destrucción de la presa de Nova Kakhovka. Comenzando por Estados Unidos, el Departamento de Estado ha comunicado una donación de 205 millones de dólares para apoyar a Ucrania en el suminsitro de alimentos, agua potable segura, servicios de protección, educación, medios subsistencia, asistencia legal, atención médico, refugio accesible, etc. En el comunicado oficial también se incide en que estos fondos ayudan a las víctimas del conflicto a mantener el contacto con sus familiares que han sido separados y promueven la reunificación familiar cuando es posible.
En el caso de Francia, que ya el día 9 de junio envió 10 toneladas de equipos dirigidos específicamente a hacer frente a las consecuencias de las inundaciones, se espera que un nuevo paquete se entregue hoy y que incluye, entre otras cosas: 500.000 pastillas potabilizadoras, 40 tanques de almacenamiento de agua, 405 purificadoras de agua, 200 motobombas, 2.000 kits de higiene, casi 100 monos impermeables, 70 chalecos salvavidas, 5 botes inflables, 6 generadores con una potencia de 250 KvA proporcionados por la ONG “Electriciens sans frontières”, o 5 planteas móviles de tratamiento de aguas por la Fundación Veolia.
Moviéndonos al gran acontecimiento del día en Kiev, el presidente Zelenski ha recibido a la misión de mediación liderada por el presidente de Sudáfrica y en la que participan los líderes de Islas Comores, Senegal, Zambia, Egipto, Congo y Uganda. El líder ucraniano ha puesto el foco de atención en trasladar el siguiente mensaje a sus homólogos africanos defendiendo que hay que restaurar “la fuerza real de la Carta de las Naciones Unidas y de todo el sistema de Derecho internacional”:
“Todas las naciones del mundo merecen vivir en libertad, sin la imposición de la voluntad ajena por medios militares o políticos. Pero nadie puede considerar protegidas sus fronteras y garantizada la seguridad de su pueblo mientras Rusia trata de hacer de la agresión y el robo de tierras extranjeras una norma global. Es obvio que el cese del terror ruso y la retirada de todas las tropas rusas de todo el territorio de Ucrania es lo que puede detener esta guerra. Ucrania y el mundo entero no necesitan ni conflictos congelados ni guerras ardientes. Se necesita paz.”
En resumen, Zelenski sigue sosteniendo que para lograr la paz es necesario que cese “el terror ruso” y que todas las tropas rusas se retiren del territorio ucraniano, pues no “necesitan conflictos congelados o guerras a fuego lento”, sino paz.
En este sentido, ha declarado que junto con la delegación africana ha mantenido una discusión sobre la forma de lograr una “paz verdadera y justa sin chantajes ni engaños rusos”. Ha sido la ocasión, además, para que Zelenski les presentase personalmente su Fórmula de Paz punto a punto e invitar a los estados africanos a que participen en la Cumbre de Paz Global que están organizando.
Por otro lado, el presidente Zelenski les ha pedido a los participantes que presentasen su visión de cómo lograr superar las consecuencias de los crímenes cometidos por Rusia y evitar que se repitan. En particular, se ha referido a la deportación masiva de niños ucranianos y a las consecuencias de la destrucción de la presa de Nova Kakhovka.
La delegación africana también ha visitado la localidad de Bucha y, en particular, la fosa común donde se encuentran los restos de 458 personas que fueron asesinadas entre el 27 de febrero y el 31 de marzo de 2022 en lo que se conoce como la “masacre de Bucha”.
No obstante, mientras estaba teniendo lugar el encuentro se han producido ataques en Kiev. Pese a que el portavoz del presidente sudafricano niegue que la delegación haya escuchado sirenas aéreas o explosiones, el ministro de Defensa del país, Oleksii Reznikov, subrayaba en su perfil de Twitter que “Rusia siempre lanza misiles cuando simula un diálogo de paz” recordando lo sucedido en visitas de alto nivel anteriores a Ucrania:
El ministro de Exteriores Dmytro Kuleba también se ha pronunciado al respecto señalando que “Putin ‘genera confianza’ lanzando el mayor ataque con misiles sobre Kiev en semanas, justo en medio de la visita de los líderes africanos a nuestra capital”. De este modo, subraya que “Los misiles rusos son un mensaje para África: Rusia quiere más guerra, no paz”.
Moviéndonos al lado de Rusia, el presidente Putin se ha dirigido hoy a los asistentes del Foro Económico Internacional de San Petersburgo donde ha afirmado que Rusia siempre responde militarmente a los ataques ucranianos, pero rara vez presenta sus represalias como noticias de última hora. En sus propias palabras:
“Atacamos objetivos militares con armas de largo alcance y alto rendimiento de gran precisión y tenemos éxito en este sentido. Basta con ver destruidos depósitos de armas, almacenes y cuarteles donde se aloja personal, incluidos mercenarios extranjeros. (…) Siempre sigue una represalia. Solo evitamos presentarla como noticia de última hora muy a menudo, pero esta represalia es sensible y el enemigo lo sabe”.
Además, ha añadido que Kiev debe entender que, si continúan los ataques en territorio ruso, considerarán la creación de un “cordón sanitario” en territorio ucraniano subrayando “solo tienen que darse cuenta hacia dónde se dirigen”.
Por último, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha señalado que Rusia está lista para ofrecer una respuesta técnico-militar si los aviones F-16 aparecen en los cielos ucranianos. Así ha enfatizado que Rusia ha presentado “una gestión muy seria” en el marco del panel de los “cinco nucleares” del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en relación con la posibilidad de que dichos aparatos se transfieran a Ucrania para transportar armas nucleares.
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