Guerra de Ucrania – Día 460

En las últimas horas, una nueva oleada de drones y misiles rusos ha golpeado Ucrania, alcanzando objetivos al oeste del país, incluyendo una base aérea en la que habrían sido dañados varios aviones ucranianos. No parece haberse cumplido, sin embargo, el objetivo de saturar las defensas antiaéreas ucranianas, a pesar del alto número de municiones consumidas en las últimas semanas. Más allá de esto, ha sorprendido el anuncio danés de un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania por valor de 2.590 millones de dólares. Por último, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha firmado hoy la ley que sanciona la retirada rusa del Tratado de Reducción de Fuerzas Convencionales en Europa.

Un día más, el informe sobre la guerra de Ucrania comienza con un nuevo ataque ruso con misiles de crucero y drones contra diversos objetivos en territorio ucraniano. En concreto, se habla de 40 misiles de crucero Kh-101/555 y 35 drones Shahed-131/136, acompañados de al menos un drone de reconocimiento. Según las fuentes ucranianas, habrían resultado destruidos respectivamente 37 misiles, 29 drones de ataque y 1 drone de reconocimiento, manteniéndose de ser cierto los altísimos porcentajes de derribos que se vienen manejando desde hace ya meses.

Los ataques no han concluido aquí, sino que Rusia también habría hecho uso de hasta 11 misiles balísticos Iskander-M, de los que podrían haber sido neutralizados la totalidad -insistimos en que según las fuentes ucranianas-. En este caso, lo más factible es que la defensa haya correspondido a los Patriot PAC-3, en principio los únicos con capacidad de hacer frente a este tipo de misiles rusos.

Lo interesante del caso es que esta nueva serie de oleadas se ha producido poco después de la que se considera que ha sido la mayor -compuesta por drones- lanzada hasta la fecha contra Kiev, sobre la que ya hablamos en profundidad en el informe de ayer. También que se están llevando a cabo a plena luz del día, lo que aumenta la posibilidad de que se produzcan bajas civiles, toda vez que los restos de los drones y misiles derribados, así como de los misiles interceptores tienen muchas opciones de caer en zonas concurridas, como de hecho ha pasado en las últimas horas.

Si ayer nos interrogábamos acerca de las razones por las que Rusia no había, en su ataque con drones Shahed-131/136 a Kiev, empleado otros tipos de sistemas para maximizar el efecto, la decisión de hoy de combinar un gran número de misiles de crucero, con más drones de estos modelos, plantea todavía más preguntas. Estamos hablando -según datos ucranianos- de un total de más de 40 misiles de crucero y de alrededor de 35 drones Shahed-131/136 de los que habrían sido derribados 40 y 29 respectivamente.

Si bien es cierto que se han conseguido algunos impactos, incluyendo lo que podría ser un depósito de municiones en Zhytomyr -y especialmente dañar cinco aviones en Khmelnytskyi– lo cierto es que la relación coste/rendimiento de estas oleadas es cada vez mayor -al menos si las comparamos con lo ocurrido durante el otoño/invierno- gracias a las adaptaciones ucranianas.

Además, el hecho de que tras el ataque a Kiev Rusia no haya concentrado la siguiente oleada exclusivamente sobre la capital ucraniana, buscando así saturar unas defensas muy tensadas en las últimas semanas, es difícil de entender, por todo lo comentado ayer. El desgaste de estas últimas ha de ser sin duda importante, especulándose –especialmente desde fuentes prorrusas y por razones obvias– sobre el alto consumo de misiles antiaéreos, especialmente de algunos de los modelos más caros y, por ende, cuya producción es más limitada, como los de los Patriot. Sin embargo, no parece que amenacen colapso a corto plazo.

Todo lo cual lleva a pensar que el único objetivo real de Rusia en esta campaña de ataques, más allá de lograr algún objetivo de oportunidad como ha ocurrido hoy con el aeródromo ucraniano, es imponer costes a los aliados de Ucrania, que deben renunciar a algunos de sus medios más preciados y limitados -como los antiaéreos-, acometiendo una importante inversión en su renovación. Es decir, una continuación, aunque a la baja, de la campaña de ataques contra la infraestructura energética ucraniana, cuyo objetivo además del ya explicado de separar a pueblo y Gobierno, pasaba por encarecer la guerra para los patrocinadores de Ucrania.

A pesar de la espectacularidad de los ataques rusos, hay que decir que desde hace unas semanas estos no son ni mucho menos los únicos que lanzan misiles y drones. Los ucranianos han venido incrementando como hemos señalado en los últimos días su campaña de castigo a las posiciones y la logística rusa en las regiones sureñas bajo control de Moscú,, especialmente en Zaporiyia -además a todo lo ancho-. También al norte, por supuesto, por lo explicado en informes previos.

De hecho, se habla en las últimas horas de ataques hasta en 19 puntos de Zaporiyia, lo que da idea de la intensidad de las acciones preparatorias. A la hora de finalizar la redacción de este informe diario, incluso, es noticia la posible muerte de un centenar de militares rusos en Mariúpol, tras ser alcanzado un edificio en el que se alojaban por un proyectil ucraniano, dejando además según los reportes más de 400 heridos, a falta de más datos.

Por supuesto, Ucrania únicamente está realizando lo que se conoce como «shaping» en terminología militar, sin que esto suponga que a posteriori la ofensiva se lleve a cabo necesariamente en la zona con mayor acumulación de ataques. Un término que merece cierta explicación para los menos familiarizados con la material.

El término «shaping» en un contexto militar se refiere a las acciones que se realizan para influir en el estado del campo de batalla antes de un enfrentamiento directo. El objetivo de estas operaciones de «shaping» o «preparación del entorno operacional» pasa por dar a las fuerzas propias -en este caso a las AFU- una cierta ventaja táctica y estratégica al cambiar las condiciones del campo de batalla a su favor.

Entre las acciones a realizar se incluye una amplia gama de opciones, que además pueden variar enormemente dependiendo de la situación específica y de los objetivos de la misión. Algunas posibles acciones de «shaping» pueden incluir:

  • Operaciones de Inteligencia, Reconocimiento y Vigilancia (ISR): Tienen como objetivo recoger información sobre el enemigo y el terreno para ayudar a planificar las operaciones futuras.
  • Acciones de Desinformación y Guerra Psicológica: Esto podría incluir la difusión de información falsa para engañar al enemigo, o la realización de operaciones psicológicas para dañar la moral del enemigo: generar «niebla de guerra».
  • Operaciones con Fuegos de Precisión: Esto podría implicar el uso de ataques aéreos o de misiles para degradar las capacidades del enemigo antes de un enfrentamiento directo.
  • Operaciones de Contrainsurgencia y Desestabilización: Las operaciones de «shaping» podrían incluir esfuerzos para ganar el apoyo de la población local y desacreditar a los insurgentes.
  • Preparación del terreno: Esto podría incluir el establecimiento de defensas, la creación de obstáculos, o la modificación de la infraestructura para favorecer a las propias fuerzas o su destrucción, como ocurre en el sur de Ucrania, en el caso de que sea el enemigo quien las utiliza para la defensa.

Recordemos lo ocurrido en 1991, antes de la ofensiva terrestre principal para liberar Kuwait de la ocupación iraquí, cuando la coalición liderada por Estados Unidos llevó a cabo una extensa campaña de bombardeos aéreos. Esta tuvo como objetivo degradar las capacidades militares de Irak, incluyendo su defensa aérea, su comando y control, y sus fuerzas terrestres, ocupando durante varias semanas a las fuerzas aéreas aliadas y requiriendo miles de salidas con las que preparar el terreno. Ahora extrapolemos al caso ucraniano, en el que la aviación, por el momento, queda sustituida por los drones y la artillería de largo alcance.

En un día en el que se ha confirmado visualmente la pérdida de 2.000 carros de combate en lo que va de guerra por parte del Ejército ruso (equivalente al 52%) de los que mantenía en activo antes del inicio de la invasión, y en el que Ucrania ha prometido represalias por los ataques rusos de las últimas horas, los combates han proseguido al norte del frente, en la zona de Masyutivka, sin que trascienda información sobre posibles cambios de posición.

En la zona de Bakhmut, los únicos combates que se han reportado hoy se habrían producido en dirección a Orikhovo-Vasylivka, al norte de la ciudad y en el área de Ivanivske, al sur, en donde Ucrania habría recuperado algo de terreno. No obstante, es bastante probable que la acción prosiga en otras zonas, con Ucrania castigando las posiciones ahora controladas por un Ejército ruso que no parece en condiciones de avanzar un solo metro, tras la toma de la ciudad por parte de Wagner.

Al oeste de la ciudad de Donestk la única actividad que ha trascendido hoy más allá de los intercambios artilleros, habría tenido lugar en Mariínka.

En otro orden de cosas, del lado ucraniano están comenzando a hacer lo mismo que los rusos al respecto de sus drones Lancet, aunque en este caso con drones FPV: reúnen un buen número de ataques exitosos para publicarlos posteriormente como parte de un solo vídeo recopilatorio, maximizando el efecto propagandístico que sin duda tiene su uso.

Mapa de situación actualizado a 29 de mayo de 2023. Fuente - @War_Mapper.
Mapa de situación actualizado a 29 de mayo de 2023. Fuente – @War_Mapper.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

La noticia del día a nivel institucional y diplomático ha sido el anuncio realizado por Dinamarca relativo a la ayuda adicional que destinará a Ucrania. 

El gobierno de la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, ha decidido asignar 2.590 millones de dólares durante este año y el próximo para ayuda militar a Ucrania. Esto se realizará a través del Fondo para Ucrania que estableció el país en el mes de marzo acordado con una amplia mayoría de partidos en el Parlamento danés, y que incluye también la ayuda civil y comercial a Ucrania. En este sentido, Frederiksen en una entrevista durante la jornada de hoy ha comentado que planean destinar otras 7.500 millones de coronas al Fondo este año y 10.400 en 2024. 

El incremento del fondo ha sido, por supuesto, muy bien recibido -y agradecido- por las autoridades ucranianas comenzando por el presidente Zelenski y el ministro de Defensa Reznikov, quienes han señalado que esta importante contribución fortalecerá aún más las capacidades de combate de las Fuerzas Armadas de Ucrania a corto y medio plazo. 

Moviéndonos hasta la actividad de la Verkhovna Rada (Parlamento de Ucrania), se ha aprobado por 328 votos a favor la propuesta entregada ayer por el presidente Zelenski para imponer sanciones adicionales a Irán por un periodo de 50 años. 

Asimismo, los parlamentarios ucranianos han aprobado en segunda lectura y por 305 votos a favor un proyecto de ley que permite nacionalizar los bancos de propiedad de personas sancionadas. Por ejemplo, se podrá nacionalizar el banco Sense Bank cuya propiedad recae en el oligarca ruso Mikhail Fridman. 

Mirando hacia Moscú, el embajador de Rusia en Reino Unido, Andrey Kelin, ha expresado en una entrevista con la BBC que Rusia está lista para las conversaciones de paz con Ucrania, pero que no renunciará a sus condiciones. En sus propias palabras: 

“Queremos la paz, pero con ciertas condiciones, por supuesto. Para nosotros, hay dos cosas importantes. Por un lado, que no haya ninguna amenaza de Ucrania a Rusia. Y en segundo lugar, que los rusos de Ucrania sean tratados como todas las demás naciones del mundo. Como se trata a los franceses en Bélgica, o como se trata a los italianos y alemanes en Suiza, no de forma diferente. (…) Eso es una grave violación de la Declaración de los Derechos Humanos y de toda la documentación.”

De igual modo, ha calificado de “nacionalismo extremo” lo que ha venido ocurriendo en Ucrania en los últimos años y que el objetivo militar actual de Rusia es liberar el Donbás de la ocupación. Asimismo, ha señalado que el presidente Zelenski ha prohibido cualquier negociación de paz y que no cree que congelar el conflicto sea una buena idea.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha firmado la ley por la que se regirá el procedimiento para celebrar elecciones bajo la ley marcial en lo que considera “las nuevas regiones del país”. Es decir, en los territorios ucranianos ilegalmente anexionados por Rusia, a saber: los óblasts de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia. Para poder celebrar referéndums y elecciones deberán contar con el visto bueno de la Comisión Electoral Central de Rusia (CEC), el ministerio de Defensa y el SBU. 

Sin embargo, este no ha sido la única ley firmada por Putin hoy, ya que ha firmado otra en virtud de la cual denuncia el Tratado sobre Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (1990). Sin embargo, no se trata de una noticia trascendental pues Rusia suspendió su participación en 2007 y se retiró del Tratado en 2015. Por ende, la denuncia firmada hoy se trata de una formalidad legal. Por otro lado, el Ministerio de Justicia ruso ha incluido a GreenpeaceInternational en su lista de “organizaciones indeseables”. 

Continuando del lado ruso, el ministro de Exteriores Serguéi Lavrov durante su visita a Nairobi se ha pronunciado sobre la Iniciativa de Granos del Mar Negro. En particular, ha afirmado que “Si todo sigue como está, y aparentemente seguirá, habrá que tomar nota de que [el acuerdo] ya no funciona”. Por tanto, vuelve a ponerse en cuestión la próxima renovación del acuerdo una vez finalice el periodo de vigencia marcado por la segunda prórroga, a saber, el 17 de julio. Estas declaraciones no son novedosas pues están relacionadas con los reclamos de Rusia desde que se firmó el Acuerdo, que se cumplan los compromisos para con Moscú y, consecuentemente, poder exportar sus productos agrícolas y fertilizantes sin trabas a terceros países.  

Cambiando de tercio, tras los últimos ataques sufridos en Ucrania, el Ministerio de Energía del país ha comunicado que no se han registrado daños en la infraestructura energética e inciden en que los operadores han logrado restaurar la energía a casi 29.000 consumidores, la mayoría de los óblasts de Donetsk y Zaporiyia. Asimismo, el Ministerio señala que las unidades de energía nuclear, térmica e hidroeléctrica están en reparación y que, mientras tanto, la electricidad que se genera es suficiente para satisfacer las necesidades de los usuarios. De igual modo, Ucrania continúa exportando e importando electricidad. Durante las últimas 24 horas ha exportado 0,8 millones de kWh a Polonia y ha importado 3,7 millones de kWh.

A colación de Polonia, el Ministerio del Interior ha decidido la inclusión de 365 ciudadanos bielorrusos en la lista de extranjeros cuya estancia en territorio polaco no es deseable. Asimismo, a estos individuos se les prohibirá acceder al espacio Schengen y estarán sujetos a la congelación de activos. Entre los sancionados se cuentan, entre otros, 159 parlamentarios, 76 jueces, 7 fiscales, 32 representantes de la administración local, 23 representantes de los medios controlados por Bielorrusia involucrados en actividades de propaganda, 24 atletas y activistas deportivos. Además, se incluyen en la lista empresarios asociados con capital ruso, en concreto, 5 ciudadanos de la Federación Rusa y 1 bielorruso, así como 19 entidades vinculadas a Rusia y 1 a Bielorrusia. 

Para concluir, y como curiosidad, el Ministerio para la Reintegración de Territorios Ocupados Temporalmente ha iniciado la creación del Corpus Nacional de la Lengua Tártara de Crimea (NCCTL) como para de la implementación de la Estrategia para el Desarrollo de esta lengua para 2022-2032. El NCCTL se presenta como una plataforma en línea para la investigación lingüística que se basará en la recopilación de textos impresos y electrónicos en la lengua tártara de Crimea.


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