Guerra de Ucrania – Día 780

La actualidad ucraniana ha quedado en las últimas horas completamente sobrepasada por el ataque de Irán contra Israel, que ha implicado el uso de cientos de misiles balísticos y drones, utilizando el mismo tipo de tácticas que tantas veces hemos visto emplear a Rusia. Pese a ello, y mientras el general Oleksandr Syrsky reconoce un deterioro significativo de la situación en el frente oriental, Alemania ha anunciado la donación de una batería antiaérea Patriot adicional a Ucrania, con lo que serían ya tres las que Berlín haya cedido, una vez llegue a su destino, superando con mucho en este ámbito al resto de aliados del país.

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Las últimas horas están siendo particularmente intensas para toda la comunidad de analistas OSINT. Los lectores, sin duda, nos perdonarán que aun siendo una serie de informes dedicados a la guerra de Ucrania, hoy comencemos con la situación en Oriente Medio, ya que influye sobre la anterior por varias razones que hemos ido desgranando en diversos informes y artículos.

Finalmente, después de varias amenazas y preparativos, el ataque de Irán a Israel se ha consumado, implicando el uso de varios centenares de misiles balísticos y drones -aunque a la hora de redactar este informe, muchos de ellos no habrían llegado todavía a su destino, dadas las distancias extremas que deben recorrer-. Así las cosas, Irán ha respondido a la «agresión sionista» contra sus instalaciones diplomáticas en Damasco, según han publicado desde la misión permanente de Irán ante las Naciones Unidas.

Como no podía ser de otra forma, el modo en que se ha producido el ataque y la combinación de medios recuerdan sobremanera a los empleados por Rusia. Algo lógico, toda vez que fue Irán uno de los pioneros en este ámbito, desarrollando tanto una doctrina propia, como una fuerza de misiles ad hoc y, desde hace años, llevando a cabo maniobras específicas en las que se ensayaba el uso de drones suicidas a muy larga distancia.

De este modo, Irán habría lanzado, según fuentes como el secretario de Defensa de los Estados Unidos, Lloyd J. Austin III, docenas de misiles y vehículos aéreos no tripulados desde «Irán, Irak, Siria y Yemen», lo que supone que el país chií ha implicado en esto a sus proxies regionales. De todos ellos, la inmensa mayoría habrían sido interceptados por los sistemas antiaéreos israelíes, dejándonos imágenes espectaculares de alguna de las explosiones exoatmosféricas, pero también de impactos, pues no hay red integrada de defensa antiaérea, por densa y capaz que pueda ser -y si alguna destaca en esto, después de años de combatir lanzamientos, es la israelí- que garantice una efectividad del cien por cien.

Aun así, los israelíes hablan de una tasa de éxito del 99% frente a los aproximadamente 300 proyectiles empleados por Irán y sus proxies en este ataque, que reparten en 170 drones de largo alcance, 30 misiles de crucero y, lo más importante de todo, 120 misiles balísticos, algunos de ellos diseñados específicamente por los ingenieros iraníes para poder hacer frente a sistemas antiaéreos y antibalísticos como los Patriot, Arrow y David’s Sling. Desde las agencias iraníes, por su parte, se habla de más de un millar de drones en dirección a Israel, algo que por el momento no hemos podido confirmar.

Además de estos sistemas, hay que decir que para hacer frente al ataque iraní, que se esperaba desde hace días, lo que ha dejado un interesante margen de reacción tanto a los israelíes como a sus aliados más cercanos, se han empleado también buques de guerra como los destructores Arleigh Burke estadounidenses, así como aviones de combate de distinto tipo, de los que varias decenas han patrullado los cielos de Israel, junto a al menos tres aviones de reabastecimiento en vuelo -se ha hablado también de vuelos de cazas británicos desde Chipre, entre otros-, ayudando a combatir las amenazas entrantes.

A primera hora de la mañana, desde Israel daban el ataque iraní por «frustrado», mientras desde desde la Comisión Europea condenaban el ataque, desde China pedían «calma» y «moderación» a todos los implicados «para evitar una mayor escalada» y desde los Estados Unidos pedían a Irán que pusiesen fin inmediatamente a los ataques, tanto propios como a través de sus actores delegados pues «No buscamos un conflicto con Irán, pero no dudaremos en actuar para proteger nuestras fuerzas y apoyar la defensa de Israel». Biden, en cualquier caso, habría dicho a Netanyahu que los Estados Unidos no participarían en un ataque contra Irán, que de producirse correrá exclusivamente a cargo de Israel.

Por el momento es muy pronto para conocer las consecuencias de los ataques iraníes, que habrían dejado varias explosiones en distintos puntos de Israel y que parecen haberse dirigido, entre otros, específicamente contra las bases aéreas hebreas. Respecto a esto, aunque hay fuentes que hablaban de destrucción en la base aérea de Nevatim, asegurando incluso que había quedado fuera de servicio, parece que finalmente no ha sido así, publicándose imágenes de un F-35 aterrizando en la misma tras una patrulla. En cualquier caso, aunque limitado, no conviene subestimar ni las intenciones, ni lo que Irán pueda sacar en claro respecto a su arsenal, la forma de uso y las capacidades de la IADS israelí.

Dicho lo cual, y aunque resulta interesante comparar lo hecho por el régimen de los ayatolás en relación con la campaña de ataques rusos contra la infraestructura ucraniana y contra sus capacidades militares, hay que tener en cuenta que no son escenarios que permitan este tipo de ejercicios. No queremos decir que no haya similitudes, que las hay en algunos aspectos, pero sí que las diferencias son más que los parecidos.

A colación, lo primero que hay que tener en cuenta es que, más allá de la espectacularidad de las cifras, el ataque iraní ha sido limitado y se ha llevado a cabo después de varios días de amenazas y preparativos, pero seguramente también de discusiones relativas tanto al volumen como a los objetivos del mismo, con el fin de mantener la escalada lo más controlada posible. También que el tamaño de Israel es muchísimo menor que el de Ucrania, lo que facilita la localización de objetivos y la concentración de los ataques, ya que hay un número mucho menor de objetivos potenciales. Por supuesto, que a diferencia de Rusia, que de hecho recurre tanto a los drones de fabricación iraní, como a sus misiles, entre otros, Irán lleva trabajando en su arsenal de armas de largo alcance, como en la protección de la misma desde hace décadas, como consecuencia entre otros de su nefasta experiencia durante la guerra de las ciudades (entre 1984 y 1988).

Así las cosas, y pese a ser un ataque limitado, en unas pocas horas el régimen chií ha sido capaz de poner en el aire un número de drones y misiles que podría doblar en número a algunos de los mayores ataques lanzados por Rusia hasta la fecha en una sola jornada contra Ucrania. En este sentido, Irán ha puesto de manifiesto su capacidad de alcanzar Israel, especialmente a través de sus misiles balísticos, mientras que Israel ha demostrado la suya a la hora de defenderse con un éxito aceptable frente a ataques puntuales. Decimos esto porque a pesar del porcentaje de interceptaciones que se haya podido dar, un único ataque no sirve para hacer una valoración real de la competencia iraní a la hora de infligir daño a Israel; esta solo podría juzgarse de forma adecuada después de una campaña sostenida en la que las defensas se viesen muy tensionadas y comenzaran a escasear los interceptores, el coste económico fuese insostenible o el apoyo aliado disminuyese. Solo si los intercambios siguen durante varios días –por el momento la situación se ha calmado e incluso se ha reabierto el espacio aéreo israelí– se podría proceder con una valoración mucho más precisa de la relación de fuerzas en este ámbito.

En relación con esto, no debemos olvidar que el problema para Ucrania no ha sido hacer frente a un ataque, sino defenderse durante meses y meses de lanzamientos sostenidos en el tiempo, dependiendo además para ello de la ayuda de sus aliados, que son en última instancia los que han proporcionado el grueso de sistemas de detección, antiaéreos y de misiles y municiones para estos. De ahí que, en función de estos parámetros y de la combinación de drones y misiles empleada por Rusia en cada ataque, hayamos asistido a variaciones en la tasa de efectividad de las defensas antiaéreas ucranianas.

Y siguiendo con Ucrania, lo que tenemos en las últimas horas es que han recibido una nueva oleada de drones y misiles rusos, como es tristemente habitual desde hace meses y meses. Así, en total habrían sido, según Kiev, una decena de drones tipo Shahed-131/136 (Geran-1/2), todos los cuales habrían logrado interceptarse, además de cuatro misiles antiaéreos S-300/400 en función de ataque a tierra. Entre las consecuencias, aunque se desconoce dónde han impactado exactamente, parece que estarían nuevos cortes de suministro en Járkov, la región más afectada en los últimos tiempos por los ataques rusos.

Ucrania, por su parte, habría llevado a cabo un ataque con misiles contra objetivos en la región ocupada de Lugansk. Por otra parte, han denunciado que un ataque ucraniano habría dejado ocho muertos, incluyendo un menor, en Tokmak, en la región de Zaporiyia y también bajo control ruso. Además, desde Moscú han denunciado nuevos intentos de ataque ucranianos con drones a través del Mar Negro y contra Krasnodar.

En cuanto a la situación en el frente -por cierto que se ha confirmado la muerte de hasta 390 tenientes coroneles, coroneles y generales rusos en lo que va de guerra-, cabe comenzar por las palabras del general ucraniano Syrskiy, quien ha reconocido recientemente que la situación en el este del país se ha degradado significativamente en los últimos días. Según sus palabras: “La situación en el frente oriental se ha deteriorado considerablemente en los últimos días. Esto se debe principalmente a una intensificación significativa de la ofensiva del enemigo después de las elecciones presidenciales en Rusia”. Además, ha hecho referencia al clima seco, que facilita la movilidad de los carros rusos y a otras cuestiones, como la necesidad de apostar por la tecnología a la que ya hacía referencias su antecesor.

Respecto a los combates y movimientos, en las últimas horas han sido mínimos. Comenzando por el sector de Bakhmut, nos encontramos con nuevos ataques rusos en dirección a Chasiv Yar, tanto por el noreste como por el sureste, aunque apenas han supuesto cambios. También se ha hablado de pequeñas ganancias más al sur, en Klischiívka.

En cuanto al sector de Avdiívka, después de completarse la toma de Pervomaiske, que el Ejército ruso asegura que está ya totalmente bajo su control, descartando cualquier contraataque ucraniano, este ha seguido tratando de avanzar tanto desde esta localidad hacia la vecina Netailove, como ligeramente más al norte, hacia Yasnobridivka.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

En cuanto al apartado internacional, y como es habitual durante el fin de semana, el número de noticias relativas a Ucrania ha disminuido considerablemente, al reducirse los actos políticos e institucionales. Por otra parte, la mayor parte de informaciones y declaraciones han tenido que ver, como es lógico, con la situación en Oriente Medio, que ha opacado por completo la actualidad relativa a Ucrania.

Dicho esto, en las últimas horas, la noticia más importante ha sido sin duda el anuncio alemán relativo a la donación a Ucrania de una nueva batería antiaérea Patriot. Recordemos que, en los días previos, desde el gobierno ucraniano habían pedido con insistencia la entrega de sistemas adicionales, llegando a decir que necesitaban siete baterías de forma inmediata para asegurar la defensa del país, así como un total de veinticinco a más largo plazo. Además, desde el Servicio Europeo de Acción Exterior, encabezado por Borrell, se habían hecho peticiones al respecto. Finalmente estas se han visto satisfechas, al menos en parte, por Alemania, algo que desde Ucrania han celebrado a la espera de que otros países decidan seguir el ejemplo de los teutones.

Pese al anuncio alemán, desde la presidencia ucraniana han explicado que se trabaja en que Berlín entregue, además de los Patriot, también sistemas antiaéreos IRIS-T adicionales en los próximos meses, uno de los temas que han centrado la conversación telefónica entre el canciller alemán (quien está de visita en China) y el presidente ucraniano. No ha sido en cualquier caso lo único que ha hecho Zelenski durante la jornada, pues el presidente ucraniano también se ha reunido con trabajadores de la industria de defensa, en el que es su día, agradeciéndoles los servicios prestados a la nación.

En cuanto a la diplomacia, tenemos que el representante especial de Ucrania para Oriente Medio y África, Maksym Subkh, en el marco de su gira por países africanos, realizó una visita de trabajo a la República de Ghana, donde se reunió con el viceministro de Asuntos Exteriores e Integración Regional, Kwaku Ampratwum-Sarpong. Además de esto, Subkh participó en la ceremonia oficial de inauguración de la Embajada de Ucrania en Ghana tan solo con unas horas de diferencia respecto a su participación en un acto similar, en este caso en Costa de Marfil.

Pasando a la OTAN, y en línea con palabras anteriores de su secretario general, Jens Stoltenberg, en esta ocasión ha sido el vicesecretario Mircea Geoană quien ha insistido en que la entrada de Ucrania en la Alianza no es cuestión de si es posible, sino de cuando se llevará a cabo. Lo más interesante, en cualquier caso, es que ha asegurado que «no hay absolutamente ninguna duda» entre los 32 Estados miembros al respecto de esta cuestión.

En cuanto a la ayuda internacional, se ha sabido que Ucrania recibirá una subvención de 5 millones de euros de la Asociación de Europa del Este para la Eficiencia Energética y el Medio Ambiente, lo que permitirá ayudar en los esfuerzos de reconstrucción de hospitales en el país.

Cambiando de tercio, también se ha conocido en las últimas horas que los seis reactores de la central nuclear de Zaporiyia, en Ucrania, han llegado a un estado de parada fría por primera vez desde octubre de 2022. Una noticia que ha sido confirmada por el director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Mariano Grossi. Dicho lo cual, como el mismo Grossi ha advertido, esto no obsta para que «la seguridad nuclear de esta gran instalación nuclear siga siendo muy precaria».


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