Guerra de Ucrania – Día 708

El mes de febrero no ha podido comenzar de forma más positiva para Ucrania. Si, por una parte, los Veintisiete han logrado un acuerdo sobre el fondo de 50.000 millones de euros que, durante los próximos cuatro años, permitirá sostener la economía ucraniana, por otra un ataque con drones navales ha culminado con el hundimiento de la corbeta lanzamisiles «Ivanovets» (Proyecto 12411 / Tarantul-III) de la Armada Rusa. Todo en una jornada en la que se ha abordado también la cuestión del grano ucraniano por parte de la UE, en la que el opositor ruso Navalny ha convocado manifestaciones para el próximo 17 de marzo y en la que Putin ha asegurado que los territorios ocupados por Rusia estarán plenamente integrados en 2030.

La noticia de las últimas horas en el apartado militar es, sin duda alguna, el hundimiento de la corbeta lanzamisiles «Ivanovets» de la Armada rusa. Una unidad heredada de la Unión Soviética de la clase Tarantul-III (Proyecto 12411) que desplazaba 493 toneladas a plena carga, tenía una eslora de 56 metros para una manga de 10,2 metros, una tripulación de 40 almas y estaba armada, entre otros, con 4 misiles antibuque P-100 «Moskit». El buque, detectado por los ucranianos cuando patrullaba las aguas del Mar Negro al oeste de la península de Crimea, aproximadamente a unos 85 kilómetros (45 millas náuticas) al noroeste de la base de Sebastopol, cerca de Popivka, fue alcanzado por varios drones navales de superficie actuando en manada.

Respecto a la acción, conviene hacer una serie de apuntes que consideramos relevantes. En primer lugar, destaca la capacidad de detección de los ucranianos. Por la zona en la que se ha producido el ataque, con la península de Tarjankut ofreciendo cierta protección a la corbeta, lo más probable es que o bien contasen con datos fidedignos de los movimientos gracias al acceso a imágenes por satélite o bien la información les haya sido suministrada por sus aliados. En cualquier caso, queda clara la capacidad de monitorización constante y, también, que las aguas del Mar Negro Occidental siguen vetadas a la Armada Rusa, al menos en cuanto a su superficie.

En segundo lugar, la táctica empleada durante el ataque, que ha sido realizado en forma de manada, también es significativa. Hay que tener en cuenta, aunque las imágenes que han trascendido son confusas, que los ucranianos han empleado de 3 a 5 drones navales. Esto implica, además de la necesidad de disponer de cinco pilotos actuando de forma coordinada, un problema notorio de comunicaciones que, entendemos, ha sido solventado como en otras ocasiones recurriendo a Starlink. De no ser así, la otra alternativa sería emplear algún tipo de relé, aunque esto es más complicado. De hecho, los ucranianos aseguran que el ataque ha sido posible gracias al apoyo del Ministerio de Transformación Digital de Ucrania y la plataforma United24, lo que apunta al uso de drones MAGURA V5 y Starlink.

Según se desprende del vídeo, es posible que hasta tres lograran alcanzar su objetivo, mientras una o dos unidades más permanecían a la espera, tomando imágenes de la acción y permitiendo así la evaluación de daños. Respecto al modelo exacto empleado, aunque no hay confirmación, es posible que fuesen MAGURA V5. Se trata de unidades con un alcance de hasta 800 kilómetros, una carga explosiva de hasta 320 kilogramos y capaces de alcanzar velocidades de más de 75 kilómetros por hora (40 nudos). Además, han sido conducidos con una precisión notable, dirigiéndose no a cualquier punto de la «Ivanovets» sino que, en el primer caso, el impacto ha sido contra la zona de la sala de máquinas mientras que, un segundo, ha alcanzado la zona de las hélices, garantizando que en el peor de los casos la corbeta quedase totalmente a la deriva.

Lo que no se ha empleado de ninguna forma, por más que la prensa generalista hable de ello, es un enjambre. Esto requeriría de complejos algoritmos de Inteligencia Artificial controlando los drones, algo que no ha ocurrido aquí y que, de hecho, es una tecnología todavía en pañales en el dominio marítimo, a pesar de los avances y proyectos en marcha.

En tercer lugar, queda claro que la capacidad de autodefensa de este tipo de buques es muy limitada. Algo que aplica lo mismo a una Tarantul-III con sus menos de 500 toneladas y 56 metros de eslora que a un Buque de Acción Marítima de nuestra Armada con sus más de 2.500 toneladas de desplazamiento a plena carga y casi un centenar de metros de eslora. De hecho, en el vídeo, cuyo montaje es deliberadamente confuso y espectacular, se puede ver cómo la «Ivanovets» abre fuego en un primer término con muy poca precisión. En cualquier caso, es totalmente incapaz de hacer frente a una amenaza que evoluciona a lo largo de diferentes vías de aproximación. Esto, a pesar de disponer de dos montajes de defensa de punto AK-630M. Los sistemas de guerra electrónica podrían ayudar en un caso como este, sin duda, pero es bastante dudoso que lo suficiente como para detener todos los ataques, con lo que en última instancia se necesitan medidas adicionales de defensa.

En cuarto lugar, tenemos el tema de la capacidad de encaje. A pesar de las palabras de Alexander de Seversky, quien consideraba que un buque más grande solo ofrecía un blanco mayor, queda claro una vez más que un tamaño y desplazamiento reducidos, como el de la mayoría de buques de guerra rusos, ofrece muchas menos posibilidades de supervivencia en caso de ser alcanzados. La apuesta por una «flota mosquito» y la escasa preparación de las tripulaciones (trozo de avería) para las emergencias es una combinación nefasta. Por supuesto, en este caso el castigo sufrido por la Ivanovets ha sido enorme, sufriendo seguramente tres impactos a lo que se sumaría la probable explosión de alguno de los misiles «Moskit» a bordo. Es decir, que muy posiblemente incluso un buque mayor hubiese tenido un destino similar. Ahora bien, los minutos extra que ofrecería al menos permitirían lanzar mensajes de aviso, salvar a parte de la tripulación, etc.

En quinto lugar, y respecto a la tripulación, por el momento no hay confirmación alguna acerca de su destino. Hay quien habla de que toda ella se ha perdido, elevando la cifra hasta el medio centenar de oficiales, suboficiales y marineros. De hecho, la información suministrada por los ucranianos apunta en esta dirección y, desde luego, en el vídeo no se ve en ningún momento que se arríen botes salvavidas ni a tripulante alguno abandonar la embarcación. Eso a pesar de que durante un tiempo esta se mantuvo todavía a flote, antes de escorar a la banda de estribor y finalmente hundirse de popa.

Por último, cabe decir que la «Ivanovets» se une a la ya larga lista de bajas de la Armada rusa en una acción que no hace sino confirmarnos una vez más que, en buena medida, la guerra naval ha cambiado, algo sobre lo que bien deberían tomar nota algunos ministerios. Y en términos más generales, la guerra, gracias a la irrupción de los drones de bajo coste (y los MAGURA V5 lo son), como reconocen los comandantes ucranianos que, incluso, parecen preferirlos a la artillería tradicional a la hora de enfrentar columnas blindadas.

Cruceros de misiles guiados (1 hundido):
1 Crucero de misiles clase Slava o Proyecto 1164: (“Moskva” hundido por misil Neptune antibuque)
Submarinos (1 severamente dañado):
1 Submarino clase Kilo mejorado o Proyecto 636.3: (“B-237 Rostov del Don” dañado sin posibilidad de repararlo por un ataque con misiles)
Buques de desembarco (3 destruidos y 2 dañados):
1 Buque de desembarco clase Tapir o Proyecto 1171: (“BDK-65 Saratov”, destruido con un misil Tochka-U).
4 buques de desembarco clase Ropucha o Proyecto 775: (“Minsk” dañado sin posibilidad de repararlo por ataque con misiles), (Sin identificar, dañado por un misil balístico Tochka-U) (Olenegorsky Gornyak, dañado por USV), («Novocherkassk», hundido por misiles SCALP/Storm Shadow en Feodosia)
1 Lancha de desembarco clase Serna o Proyecto 11770: (Sin identificar, destruida por un drone Bayraktar TB2)
Otras unidades (6 destruidas y 3 dañadas)
1 Dragaminas clase Natya o Proyecto 266M: (Sin identificar, dañado por USV)
5 Patrulleros clase Raptor o Proyecto 03160: (1 sin identificar, destruido por Bayraktar TB2), (2 sin identificar, destruidos por Bayraktar TB2), (1 sin identificar, dañado por Bayraktar TB2) (2 sin identificar, dañado por ATGM)
1 Lancha de asalto de alta velocidad BK-16 o Proyecto 02510: (Sin identificar, destruido por Bayraktar TB2)
1 Lancha patrullera pequeña Proyecto 640: (Sin identificar, destruida por TB2)
1 Remolcador de rescate Proyecto 22870: (“SB-739 V’asily Bekh” destruido por un Bayraktar TB2 y misil Harpoon)
1 Corbeta Proyecto 22800: (“Askold”, destruida por el impacto de tres misiles SCALP-NG o Storm Shadow mientras estaba siendo finalizada en las instalaciones de Zaliv en Kerch, Crimea)
1 Corbeta Proyecto 12411: («Ivanovets», destruida por el impacto de dos drones de superficie ucranianos junto a la península de Tarjankut, en Crimea.
Lista de bajas navales rusas durante la guerra de Ucrania.

Más allá del hundimiento de la «Ivanovets», tenemos que en las últimas horas se han producido varias acciones más de distinto tipo. Por ejemplo, las Fuerzas Armadas rusas habrían lanzado cuatro drones Shahed-131/136 (Geran-1/2) sobre Ucrania, de los que el Ministerio de Defensa de este país asegura haber derribado dos de ellos.

Del otro lado, y mientras se sigue especulando con las consecuencias del ataque ucraniano de ayer a Crimea, se ha hablado de explosiones en la localidad costera de Mariúpol, bajo control ruso, aunque no hay confirmación. De lo que sí han hablado de es distintos intentos ucranianos con drones sobre Bélgorod y Kursk, además de sobre Voronezh.

En cuanto a la actividad sobre el terreno, comenzando como siempre por el norte del frente, nos encontramos con nuevos ataques rusos en el área de Kupiansk, concretamente en la zona boscosa entre Sinkiv’ka y Kalynove, en dirección al río Oskil.

Pasando a la zona de Bakhmut, tenemos al norte contraataques ucranianos en Bohdanivka, que han permitido recuperar parte del terreno perdido. Al sur, parece descartarse el avance ruso del que se hablaba ayer en la zona de Kurdyumivka en paralelo al canal de agua dulce.

En el caso del este de la ciudad de Donetsk, tenemos que prosiguen los ataques rusos en Avdiívka, con avances mínimos en la zona de Opytne, así como en Mariínka,

En resumen, y pese a la imagen distorsionada que pueda tenerse debido a las noticias continuas sobre ataques y avances rusos, el frente continúa estancado. lo hace hasta el punto de que, a pesar de las ingentes bajas y de mantener una ofensiva a toda cosa, Rusia solo ha sido capaz de ganar unas decenas de kilómetros cuadrados a lo largo del mes de enero.

Por último, aunque seguramente hablemos de ello en los próximos días, es obligado hacer una referencia al plan presentado por Zaluzhnyi (recordemos que lleva días rumoreándose acerca de su destitución) mediante el cual pretende retomar la iniciativa en todo el frente. Un plan que se basa en lograr una ventaja frente a un Ejército ruso más numeroso amparándose en la tecnología y en las adaptaciones tácticas y doctrinales. En este sentido, el general habría pedido que se introdujera una nueva «filosofía» para la preparación y conducción de operaciones militares que permitiera a las fuerzas ucranianas emplear cohesivamente las nuevas TTPs en pos de un objetivo cohesionado.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

La noticia más destacada en la sección institucional y diplomática del 1 de febrero no puede ser otra que la aprobación por parte del Consejo Europeo del paquete de ayuda a Ucrania por importe de 50.000 millones de euros.

Un paquete que se ha logrado adoptar superando el veto de Hungría. Veto que ocasionó que no se llegase a un acuerdo en el Consejo Europeo de diciembre de 2023. Para sortearlo, según el propio Orban, se han concedido garantías a Hungría de que los fondos bloqueados a este país no serán enviados a Ucrania. De hecho, ha ido más lejos y ha afirmado que «Tuvimos una discusión ! ¡El dinero de los húngaros no se puede dar a los ucranianos! No participaremos en la guerra, no enviaremos armas, seguiremos del lado de la paz». A lo que ha añadido: «Teníamos miedo de que los fondos adeudados a los húngaros y actualmente congelados por la Comisión Europea acabaran en Ucrania».

Respecto al acuerdo, y como reza en las propias Conclusiones, este apoyo a Ucrania debería contribuir a la recuperación, reconstrucción y modernización del país, pero también fomentar la cohesión social y su integración progresiva en la Unión con vistas a su futura adhesión. Más concretamente, el Mecanismo para Ucrania se prevé para el periodo 2024-2027 y no excederá de 50.000 millones de euros que se dividen como sigue:

  • 33.000 millones de euros adquirirán la forma de préstamos garantizados hasta 2027.

  • 17.000 millones de euros en forma de ayuda no reembolsable en el marco de un nuevo instrumento de carácter técnico: Reserva para Ucrania. Este se ha establecido por encima de los límites máximos del MFP 2021-2027. En este punto, además, los líderes europeos recogen la posibilidad de que se generen ingresos “relativos al uso de ingresos extraordinarios en poder de entidades privadas procedentes directamente de los activos retenidos del Banco Central de Rusia”.

De otro lado, y entre otras previsiones, se estipula que una condición previa para recibir la ayuda será que Ucrania “siga defendiendo y respetando mecanismos democráticos efectivos, tales como un sistema parlamentario multipartidista, el Estado de Derecho, y que garantice el respeto de los derechos humanos, incluidos los derechos de las personas pertenecientes a minorías”.

En Ucrania, desde el presidente Volodímir Zelenski hasta el ministro de Exteriores, Dmytro Kuleba, pasando por el primer ministro Denys Shmyhal, han agradecido y dado la bienvenida a la decisión del Consejo Europeo destacando que era la decisión correcta. El ministro de Finanzas, Sergii Marchenko, por su parte, ha enfatizado que la decisión del Consejo Europeo les permitirá mantener la estabilidad financiera y económica, así como contribuir a acelerar la recuperación de Ucrania en 15 áreas clave. De igual forma, ha subrayado que el apoyo presupuestario de la UE desde que comenzó la guerra el 24 de febrero de 2022 se sitúa ya en 26.000 millones de euros.

En el caso de Zelenski, además, ha tenido ocasión de dirigirse a sus homólogos para agradecerle el acuerdo logrado personalmente subrayando que “esta es una señal clara de que Ucrania resistirá y que Europa resistirá”, y pone en valor que se haya adoptado por unanimidad.

En lo que concierne a la ayuda militar, los líderes de la UE han retirado la determinación de la Unión como de sus Estados miembros para seguir prestando apoyo militar a Ucrania durante el tiempo que sea necesario y de manera oportuna, previsible y sostenible a través del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz (European Peace Facility) y la Misión de Asistencia Militar de la UE (EUMAM Ukraine). En este sentido, el Consejo Europeo ha invitado al Consejo a que logre desde el 1 de febrero hasta principios de marzo un acuerdo con el objetivo de poder crear el Fondo de Ayuda a Ucrania. De este modo, se trataría de canalizar la ayuda militar a Ucrania a través de su propio fondo dentro del propio Fondo Europeo de Apoyo a la Paz, cuyo límite financiero fue aumentado en dos ocasiones para seguir ayudando al país en guerra.

Desde Ucrania, el acuerdo sobre el Mecanismo por 50.000 millones lo han percibido como una decisión que allana el camino hacia el Fondo de Ayuda a Ucrania. El propio Zelenski destacaba que este Fondo debe estar dotado de no menos de 5.000 millones de euros al año durante un periodo de cuatro años.

Asimismo, el Consejo Europeo ha reiterado la necesidad urgente de acelerar la entrega de munición y misiles a Ucrania para cumplir con el compromiso de proporcionarles 1 millón de proyectiles de artillería. En este sentido, el presidente Zelenski también ha trasladado a sus homólogos que lamentablemente se está retrasando la entrega del millón de proyectiles y que es “una señal de competencia global en la que Europa no puede permitirse el lujo de perder”. Mientras tanto y en paralelo, Ucrania también continúa negociando sus garantías de seguridad con países socios, siendo el turno de Alemania durante la jornada 708 del conflicto.

En el caso de la UE, en las Conclusiones se pide a los Estados miembros que exploren todas las opciones para satisfacer las necesidades de Ucrania y aceleren las tareas con este objetivo. Esto incluiría también seguir donando material de sus stocks, la reorientación de los nuevos pedidos existentes y la realización de los nuevos pedidos necesarios, lo que consideran que contribuirá a aumentar la capacidad de producción de la industria europea. A este respecto, cabe recordar que la UE adoptó la Ley de Apoyo a la Producción de Municiones o más conocido como ASAP y, aunque las propuestas por parte de la industria europea están en manos de la Comisión Europea, habrá que esperar hasta el próximo mes de marzo para conocer qué proyectos serán los financiados. Por su parte, el gobierno de Ucrania ha adoptado una resolución del Ministerio de Defensa que pretende acelerar el lanzamiento y el desarrollo de la producción de municiones en Ucrania.

Igualmente, hay que destacar que el Consejo Europeo no solo ha dado luz verde a la ayuda para Ucrania, sino que han acordado la revisión del Marco Financiero Plurianual (MFP) 2021-2027, reforzando las nuevas prioridades en 64.600 euros. El reparto sería el que sigue:

A tenor de estas cifras, también hay que destacar que el Fondo Europeo de Defensa contará con 1.500 millones de euros a través de la nueva plataforma de tecnologías estratégicas para Europa (STEP).

Por último, ha sido la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien tras lograrse el acuerdo en el seno del Consejo Europeo ha hablado por teléfono con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Ambos están de acuerdo en que Ucrania necesita continuar recibiendo un apoyo amplio de sus socios y que seguirán del lado del país tanto tiempo como sea necesario. En el caso de Estados Unidos, la próxima semana será clave en tanto en cuanto está previsto que el Senado vote el paquete de ayuda a Ucrania e Israel por importe de 110 millones de dólares que lleva estancado en el Congreso desde el pasado otoño.

Eso sí, al mismo tiempo que se aprobaban los nuevos fondos, se ha sabido que la UE introducirá controles a las importaciones de granos ucranianos. Según ha anunciado el presidente galo, Emmanuel Macron, las importaciones ucranianas de cereales también se verían afectadas por un «mecanismo de salvaguardia reforzado» a nivel europeo, que permitiría una «intervención» en caso de desestabilización de los precios dentro de la Unión Europea. También pidió a la Comisión Europea, durante una rueda de prensa al final de una cumbre en Bruselas, lograr «simplificaciones concretas y tangibles a partir de finales de febrero» en favor de los agricultores, que se manifiestan desde hace varios días en Francia como en otros países. De hecho, al mismo tiempo que se celebraba la reunión del Consejo, en Bruselas se estaban produciendo importantes protestas por ejemplo frente al Parlamento Europeo.

Como quiera que no ha sido la única noticia de la jornada, toca trasladarnos hasta los Estados Unidos, desde donde John Kirby ha afirmado que la ayuda financiera de la Unión Europea a Ucrania no es un sustituto al liderazgo estadounidense en cuanto a ayuda militar, presionando al Legislativo para que apruebe los fondos que permitirían seguir asistiendo a su aliado.

Cambiando de tercio, el ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, ha mantenido una reunión virtual con su homóloga argentina, con quien ha tratado sobre el comercio bilateral, la «Fórmula de paz» de Zelenski y con quien ha hablado sobre la necesidad de fortalecer las relaciones entre América Latina y Ucrania.

Por otra parte, el primer ministro, Denys Shmyhal, ha hablado en las últimas horas de las medidas adoptadas por el Gobierno de Ucrania para fortalecer la industria de defensa del país. En concreto, ha hecho referencia a la adopción de diversos proyectos, a la mejora de los mecanismos administrativos y la simplificación en los trámites y a la implementación de un sistema de contratación por concurso.

En otro orden de cosas, el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, dijo que le gustaría que Hungría aprobara la candidatura de su país a la OTAN antes de aceptar la invitación para reunirse con Viktor Orban. Recordemos que hace apenas unos días aseguró estar dispuesto a reunirse con su homólogo húngaro, quien lo invitó a discutir la membresía de Suecia en la OTAN. Apenas unas horas después, sin embargo, añadió que “no negociaría ” con Budapest la adhesión de su país a la OTAN.

Por último, pasando a Rusia, tres noticias diferentes. La primera, referida a la cumbre de los BRICS, en la que el resto de Estados miembros parecen respaldar unánimemente los planes de la presidencia rusa para esta organización, en la que son varios los países que han confirmado que entrarán a formar parte, incluyendo Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Irán y Egipto.

La segunda, en referencia a los territorios ucranianos ocupados por Rusia. Sobre estos, el mismo Putin ha asegurado que se integrarán plenamente en la Federación Rusa para 2030, lo que implicaría, entre otras cosas, que hayan alcanzado para entonces el nivel de vida medio en el resto del país.

La tercera tiene que ver con el opositor ruso Alexeï Navalny, quien ha pedido a sus compatriotas que muestren su rechazo a Putin durante las próximas elecciones presidenciales, a celebrar el próximo día 17 de marzo. Según Navalny, esto será una «poderosa demostración del estado de ánimo del país».