Guerra de Ucrania – Día 695

El Comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, ha asegurado que a lo largo de 2024 los Estados Miembros de la UE serán capaces de producir entre 1,3 y 1,4 millones de disparos de artillería. Los Estados Unidos, por su parte, luchan por alcanzar una cifra similar no en 2024, sino a finales de 2025. Rusia, por su parte, podría llegar a los 2 millones de proyectiles, si se suman los de 152 y 122mm ya este mismo año, mientras incrementa también el ritmo de fabricación de misiles y drones. No es de extrañar, con cifras tan parejas, que haya analistas que consideran que la guerra podría extenderse todavía entre dos y cinco años más. Mientras tanto, vuelve a estar de actualidad la central nuclear de Zaporiyia, en cuyo perímetro se han vuelto a colocar minas, los países bálticos anuncian la construcción de una «línea de defensa común» en su frontera con Rusia y Bielorrusia y Ucrania destinará la mayor partida presupuestaria de su historia reciente a la construcción de fortificaciones.

Según ha publicado la CNN, algunos analistas de defensa estadounidenses reconocen en privado que los combates en Ucrania podrían extenderse hasta cinco años más. La mayoría, en cualquier caso, da por hecho que la guerra durará, al menos, hasta finales de 2025. Si bien la posible llegada de Trump al poder podría ser un elemento disruptor (recordemos dicho por el candidato republicano acerca de poner fin a la guerra), desde la Administración Biden luchan por aprobar la nueva ayuda a Ucrania antes de las elecciones, mientras los republicanos más moderados intentan no pronunciarse en demasía para no ofender a Trump y sus seguidores.

Independientemente de que desde los Estados Unidos se aprueben o no los 61.000 millones de dólares que se están negociando, hay una cuestión derivada de la guerra de Ucrania con la que, sea cual sea la administración en el poder a partir del próximo invierno, deberán seguir bregando: el incremento en la producción de municiones. Los planes del país pasan por aumentar su capacidad de fabricación hasta los 100.000 disparos de 155mm al mes para finales de 2025, superando así unos planes iniciales mucho menos ambiciosos.

Concretamente, según el secretario de Adquisiciones del US Army, Doug Bush, este servicio intenta que la producción mensual crezca hasta 36.000 disparos ya marzo en marzo de 2024, 60.000 para septiembre, 70.000 a 80.000 a principios de 2025 y 100.000 para finales de ese mismo año. Esto nos daría como resultado una producción total, en 2024, de entre 500.000 y 600.000 disparos en el mejor de los casos. Aumentos extensibles, por cierto, a sistemas como los M142 HIMARS, que se espera pasen de 48 a 96 nuevos producidos cada año, doblando así la capacidad, o los misiles contracarro Javelin, de los que al inicio de la guerra se producían 2.100 al año y, para 2026 esperan que sean casi 4.000 en el mismo periodo.

Desde la Unión Europea, por su parte, y tal como hemos adelantado en la entradilla, el comisario de Mercado Interior, el francés Thierry Breton, ha vuelto a pronunciarse sobre el incremento en la capacidad productiva, asegurando que los Veintisiete serán capaces de producir un total de entre 1,3 y 1,4 millones de disparos ya en 2024, un incremento notable (pese a no haber cumplido con el calendario inicialmente marcado) frente las cifras anteriores a la invasión, aunque todavía insuficiente. Especialmente si tenemos en cuenta que, más allá de abastecer a Ucrania con envíos mínimos -en relación con las necesidades expresadas por este país-, la mayor parte de esta producción irá destinada tanto a rellenar inventarios como, a la exportación.

Tenemos pues que, en el mejor de los casos, cuando acabe el año que acaba de comenzar, los aliados occidentales de Ucrania (entre los que se cuenta España, en donde también se están dando pasos por parte de General-Dynamics Santa Bárbara Sistemas (GDELS), Escribano Mechanical & Engineering, Nammo Palencia o Expal, ahora propiedad de la alemana Rheinmetall) estarán en posición de haber producido menos de 2 millones de disparos de artillería, mientras que este país necesitaría una cifra notablemente mayor, según se recoge en diversos documentos. El avance es importante, pero está todavía lejos de ser el suficiente para atender no ya a las necesidades de la propia Ucrania, sino a las que imponen los probables escenarios futuros y, más importante, el restablecimiento de ese equilibrio estratégico del que hablábamos ayer.

Del lado ruso, aunque las cifras deben ser puestas siempre en duda, tenemos que, al menos según la inteligencia militar ucraniana, el país habría producido 2 millones de disparos (sumando los de 122 y 152mm) durante el pasado año. Una cifra muy superior a la de los Estados Unidos y la UE, pero insuficiente para satisfacer el enorme apetito de su artillería, por más que haya superar con creces, de ser ciertas, muchas de las previsiones que se habían hecho por parte de los analistas occidentales.

Respecto a las necesidades de su artillería, dando por buena una cifra de entre 5.000 y 10.000 disparos diarios, se elevarían a una horquilla de hasta entre 1.825.000 y 3.650.000 proyectiles al año, mientras que su stock podría ser relativamente escaso: de ahí la necesidad de recurrir a Corea del Norte, país que podría cubrir de largo la diferencia entre la producción actual y las necesidades del campo de batalla (a efectos de este informe obviamos otros aspectos, como los problemas para conseguir obuses o recambios suficientes, como tubos, entre otros).

No son, sin embargo, las cifras que a Moscú le gustaría manejar. Al fin y al cabo, únicamente en 2022 es posible que llegase a utilizar un total de entre 10 y 11 millones de disparos. Una cifra que puede parecer increíble, en vista de las que se manejan en esta fase de estancamiento, pero que no descuadra en absoluto y atendemos a que, en momentos puntuales como durante las batallas por Severodonetsk y Lysychansk, es posible que llegasen a realizar alrededor de 60.000 disparos por jornada. Cifra que, por otra parte, se explica gracias a las enormes reservas de las que Rusia gozaba como heredera de la Unión Soviética, pero que ha dilapidado en cuestión de menos de dos años en un conflicto que, según sus propios esquemas, no pasa de ser una guerra regional.

Todo esto, por supuesto, sin entrar en temas más espinosos como la carencia todavía palpable de munición guiada para su artillería o los problemas derivados del almacenamiento en condiciones lamentables de buena parte de la munición, lo que ha hecho que su efectividad, a pesar del empleo masivo, no haya sido tan alta como cabía esperar antes de la guerra, cuando se daba por hecho que la superioridad rusa en este ámbito era, si cabe, más aplastante de lo que a posteriori fue.

Lo que queremos decir con esto es que, a pesar de que Rusia, bajo ciertas condiciones, podría llegar a disfrutar de una situación tal en la que el «aplastamiento» de las fuerzas ucranianas fuese posible, debido a la superioridad artillera. En realidad la situación no es tan absolutamente dispar -y menos si Ucrania se mantiene en defensiva estratégica, minimizando pérdidas-. De hecho, consideramos que sigue en vigor el análisis hecho unos meses atrás, según el cual las previsiones no serían tan pesimistas a partir de finales de este año, si por parte de los aliados de Kiev se cumplen los objetivos, lo que permitiría a Ucrania retomar hasta cierto punto la ofensiva en 2025, si es que como cree la mayoría, la guerra sigue en marcha para entonces.

Disparos / día3 meses6 meses12 meses
5.000456.250912.5001.825.000
10.000912.5001.825.0003.650.000
15.0001.368.7502.737.5005.475.000
20.0001.825.0003.650.0007.300.000
25.0002.281.2504.562.5009.125.000

Pasando ya a la actividad sobre el frente, tenemos que las últimas horas han sido relativamente tranquilas, al menos en lo que al lanzamiento de misiles y drones se refiere. Ahora bien, a falta de ataques cinéticos (aunque los intercambios artilleros han continuado con su triste normalidad), se han registrado otros informáticos, como el ataque de denegación de servicio que ha afectado a la entidad ucraniana Monobank.

Del lado contrario, lo más relevante sería el incendio registrado en un depósito de combustible ruso en la región de Briansk.

Más allá de esto, después de las noticias de ayer sobre Vesele, que los ucranianos podrían convertir en una kill zone, dado su control de las alturas al noroeste de la localidad y las ventajas que esto ofrece, tenemos que el número de bajas continúa siendo elevado, con informes llegados desde la zona de Avdiívka ciertamente preocupantes, dada la intensidad de los combates.

Comenzando por el norte, tenemos continuos enfrentamientos en el área de Kupiansk, aunque sin cambios sustanciales en el control del territorio por una u otra parte. Lo mismo es aplicable algo más al sur, a la zona de Svatove, en donde la situación permanece en lo fundamental estática.

Como decíamos, el grueso de la actualidad procede una vez más del oeste de Donetsk, concretamente de Avdiívka, en donde parece que hay presión política por parte del Kremlin para que se logren resultados antes del final de la campaña electoral, de forma que Putin pueda presentarse a las elecciones con algún tipo de victoria, como la que supondría la toma de esta ciudad. Así, en las últimas horas tenemos que el grueso de los intentos rusos, ante la imposibilidad de avanzar lo suficiente en terreno abierto, vuelven a producirse por el sureste de la urbe, en donde el Ejército ruso trata de progresar por la zona de Vynohradnyky. Los ataques, en cualquier caso, afectan también a la zona al sur de Avdiívka, con intentos nuevamente sobre Pervomais’ke y Nevels’ke.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

La jornada 695 que da paso al fin de semana ha sido especialmente interesante en cuanto a la variedad de temas abordados por las autoridades ucranianas. Desde la preparación de próximos eventos como la Cumbre de Paz Global, a las reformas que las localidades ucranianas deben enfrentar, a la situación y planes ucranianos respecto del sector energético, pasando por la situación en la central nuclear de Zaporiyia.

El presidente ucraniano Volodímir Zelenski hoy ha mantenido dos llamadas telefónicas de alto nivel. En primer lugar, ha conversado con el primer ministro de Albania, Edi Rama, a quien ha agradecido el apoyo del país y su “posición política muy clara y siempre visible sobre cada uno de los desafíos actuales”. Más allá de esto, han hablado sobre su cooperación en instituciones internacionales y, en particular, sobre la presidencia de Albania del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que Ucrania consideró muy útil para defender el derecho internacional, así como “mantener la cordura en las instituciones internacionales”. Por otro lado, Zelenski y Rama también han discutido sobre la ampliación de su diálogo a nivel Ucrania-Balcanes.

La segunda llamada ha sido la mantenida con el presidente de Emiratos Árabes Unidos (EAU), Mohamed bin Zayed Al Nahayan. Durante su conversación prestaron especial atención a la mediación de EAU para la liberación de prisioneros ucranianos. En este sentido, Zelenski ha destacado que el proceso es muy complejo y delicado, pero que la tarea no ha cambiado y consideran que deben liberar a todo su pueblo y llevar de vuelta a casa a todos los prisioneros. A nivel humanitario, Zelenski también ha comentado que hace unos días recibieron un nuevo envío de generadores por parte de EAU.

Tanto en el caso del primer ministro albanés como del presidente emiratí, Zelenski les informó además sobre los trabajos que están llevando a cabo sobre la Fórmula de Paz, así como los preparativos para la Cumbre de Paz Global.

Cambiando de tema, en sus últimas declaraciones, el director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (IAEA), Rafael Mariano Grossi, ha confirmado que la misión de la Agencia en la central nuclear de Zaporiyia ha encontrado minas en sus alrededores. En particular, estas minas fueron identificadas previamente por el equipo de la IAEA y retiradas en noviembre de 2023, pero “ahora están de nuevo en su lugar” y según subraya Grossi en una restringida e inaccesible al personal operativa de la planta. Según los detalles que ofrece, las minas se encuentran en una zona de amortiguamiento entre las vallas internas y externas de la instalación, una presencia que Grossi ha calificado de incompatible con las normas de seguridad de la Agencia.

Por otro lado, el director de la IAEA ha reiterado la continua vulnerabilidad en la disponibilidad de energía externa tras la falla de dos de los transformadores eléctricos de respaldo de la central. Asimismo, ha subrayado que su equipo en Zaporiyia ha continuado vigilando y reuniendo información sobre los depósitos de ácido bórico en algunas salas concretas del reactor 6, ya que anteriormente observaron que el almacenamiento estaba por encima del nivel mínimo de las especificaciones técnicas.

Continuando con cuestiones de almacenamiento, el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal ha anunciado que el plan ambicioso del país es “convertirse en una caja fuerte de gas en Europa”, destacando que ya ofrecen a las empresas europeas hasta 10.000 millones de metros cúbicos en sus instalaciones de almacenamiento. Para ello, entre otras cosas, Ukrhidroenergo está construyendo tres nuevas unidades en Dniéster y planean construir una nueva línea de transmisión de energía desde Dniéster hasta Vinnytsia. Asimismo, Shmyhal defiende que las instalaciones ucranianas ayudan a Europa a prevenir una crisis energética y un aumento significativo del precio del gas durante la temporada de calefacción.

En esta línea, Ucrania y Eslovaquia están discutiendo sobre varios proyectos tales como la creación de un interconector para conectar sus redes eléctricas nacionales. De igual forma, están trabajando para mejorar la infraestructura logística y de transporte entre Eslovaquia y Ucrania, pero también discutiendo la cuestión de desminado humanitario de tierras ucranianas. 

Hablando de discusiones, el jefe adjunto del gabinete de Zelenski, Oleksiy Kuleba, se ha reunido con la embajadora de la delegación de la Unión Europea en Ucrania, Katarína Mathernová. Durante su encuentro, se han centrado en abordar la futura reforma de descentralización y el papel de la Unión Europea en el apoyo y desarrollo de las comunidades ucranianas.

Oleksiy Kuleba dio a bienvenida a la “interacción ‘horizontal’” de los municipios europeos con sus ciudades para superar las consecuencias de la guerra. Así pues, ha subrayado que con las asociaciones existentes y las nuevas, cuentan con su ayuda para ampliar el patrocinio de los Estados miembros de la UE respecto de ciertas localidades ucranianas. Recordemos que los países socios de Ucrania pueden “apadrinar” una localidad ucraniana en particular para apoyarla en su reconstrucción y reformas. Tal es el caso de Dinamarca que decidió apadrinar la ciudad de Nicolaiev.  Por su parte, la embajadora Mathernová destacó el importante papel que desempeñaron los municipios ucranianos al comienzo de la agresión rusa y su resistencia. Subrayó, además, la importancia de la gobernanza local para dos procesos estratégicos: la ampliación y la recuperación de la UE.

Por otro lado, Andriy Yermak, jefe del gabinete de Zelenski, ha estado inmerso en los preparativos de la reunión que tendrá lugar entre los ministros de Exteriores de Ucrania y Hungría el próximo 29 de enero en Úzhgorod. Tras su conversación con Péter Szijjártó, ministro húngaro de Exteriores y Comercio, Yermak ha señalado que están comprometidos con un diálogo abierto para discutir las relaciones bilaterales entre sus países.

Para concluir y cambiando diametralmente de tema, Microsoft afirma que sus ejecutivos fueron espiados por hackers informáticos patrocinados por la Federación Rusa. Las acciones se produjeron el pasado 12 de enero y, como resultado, robaron algunos correos electrónicos y documentos de las cuentas del personal de la compañía. Sin embargo, la corporación subraya que los hackers pudieron acceder a “un porcentaje muy pequeño” de sus cuentas de correo corporativo y sostiene que ha sido realizado por “Midnight Blizzard”; un pirata informático a quien investigan habitualmente.