Guerra de Ucrania – Día 681

Desde los Estados Unidos, en donde todavía no se ha desbloqueado la situación política, se ha dejado claro que su estrategia pasa por la «ucranización» de la guerra, ayudando a Ucrania a dotarse de una base industrial-militar suficiente como para continuar librando la guerra por sus propios medios. Al mismo tiempo, sobre el terreno, y mientras Rusia lanza nuevas oleadas de drones contra Ucrania, este país concentra sus ataques sobre Bélgorod. Los enfrentamientos, no obstante, no afectan únicamente al plano físico, sino también al diplomático, en donde Rusia ha respondido a las acusaciones de emplear misiles de procedencia norcoreana, solicitando una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas con la intención de discutir acerca del envío de armamento occidental a Ucrania.

En varias ocasiones hemos hablado ya de la posibilidad de que la guerra de Ucrania termine, valga la redundancia, por «ucranizarse». Es decir, que los principales aliados y patrocinadores de este país vayan reduciendo su compromiso de forma paulatina, de forma similar a como hicieron los Estados Unidos con Vietnam del Sur en su momento o como, tras el «surge» y, una vez estabilizada la situación, ocurrió en Irak después de la retirada, nuevamente, de las fuerzas armadas estadounidenses.

De hecho, era una de las posibilidades obvias de cara a 2024, visto que el clima no parece propicio a una negociación entre Ucrania y Rusia –a la que desde luego Kiev continúa oponiéndose, al menos públicamente–. Se buscaría así por parte del gabinete de los aliados de Ucrania –y desde el gabinete de Zelenski llevan tiempo trabajando en ello– llegar a una situación en la que, a pesar de que la ayuda exterior pase a llegar con cuentagotas, de forma muy diferente a lo visto en 2022 y la primera mitad de 2023, se alcance un cierto equilibrio que permita a Ucrania mantenerse en guerra.

En relación con esto, y aunque hay que tomar este tipo de noticias con toda la cautela posible, el portavoz del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Matthew Miller, ha respondido recientemente a las preguntas de los periodistas que su país no proporcionará, en 2024, una asistencia militar al nivel de la de 2022-2023. Sus palabras exactas han sido:

«Seguiremos apoyando a Ucrania… Mientras sea necesario. Esto no significa que continuaremos apoyándolos con el mismo nivel de financiación militar que en 2022 y 2023. Creemos que esto no debería ser necesario, porque el objetivo es, en última instancia, hacer evolucionar a Ucrania ( …) para que pueda resistir. por sus propios medios, y ayudar a Ucrania a construir su propia base industrial y su propia base militar-industrial para que pueda financiar, construir y adquirir municiones con ella. Pero aún no hemos llegado a ese punto, razón por la cual es tan crucial que el Congreso apruebe el proyecto de ley de financiación suplementaria, porque todavía no hemos llegado al punto en el que Ucrania pueda defenderse por sus propios medios. Por eso sigue siendo importante que el Congreso apoye a Ucrania y que nuestros aliados europeos y otros en todo el mundo sigan apoyando a Ucrania».

El problema de la «ucranización» es que, aunque pueda ser teóricamente suficiente para impedir grandes avances rusos en los próximos meses o incluso a largo plazo: 1) los precedentes históricos son en su mayoría nefastos, como recordarán quienes hayan leído algo sobre lo ocurrido tras la retirada de Vietnam, quienes recuerden lo sucedido en Irak después de 2011 y, por supuesto, quienes tengan fresco en su memoria el recuerdo de Afganistán, tan reciente; 2) el mensaje que se lanza a Rusia es evidente y solo sirve para alentar las aspiraciones y deseos del Kremlin.

No en vano, es posible que nunca se hubiese llegado a producir el intento de decapitación e invasión de febrero de 2022 si en los años precedentes no se hubiesen tomado sucesivas decisiones que, a ojos de Moscú, implicaban una notable debilidad por parte de Occidente en general y de los Estados Unidos en particular, contribuyendo a generar una «ventana de vulnerabilidad» de la que hemos hablado en distintas ocasiones.

Por supuesto, hay que tomar algunas de estas ideas con precaución. En primer lugar, como hemos dicho, solo son las declaraciones del portavoz de un único departamento, no un documento oficial publicado por un gobierno. Es decir, que están sujetas a cambios, máxime cuando todavía no ha terminado de clarificarse la situación política en este país y el debate interno, tanto entre la clase política, como en la prensa, es fuerte. En segundo lugar, porque los precedentes históricos no son determinantes y, en este caso, hay algunas diferencias sustanciales, como el apoyo que desde la UE se continúa prestando a Ucrania (ayer vimos un nuevo paquete de ayuda alemana, acaba de saberse que Letonia está intentando formar una «coalición de drones», etc). En tercer y último lugar, ni Ucrania es un estado tan desestructurado (con todos sus enormes problemas) como lo eran Afganistán o Irak, ni la situación es la misma que en su día se viviera en Vietnam, pues Rusia carece de medios para lograr un avance fulgurante sobre el interior de Ucrania.

Con todo, las previsiones en cuanto a producción militar por una y otra parte y en cuanto a inversión en defensa, a la espera de ver si la economía rusa es capaz de soportar el esfuerzo (aunque hay quienes consideran que podría incluso verse favorecida por este «keynesianismo militar», al menos temporalmente), siguen siendo negativas para Ucrania. Es decir, que pese a los planes tanto ucranianos como estadounidenses de ir «ucranizando» el conflicto, este país no solo seguirá siendo dependiente, sino que podría quedar progresivamente en una situación de desequilibrio frente a Rusia cada vez más peligroso si la asistencia exterior continúa reduciéndose en términos absolutos.

Mientras todo lo anterior sigue decidiéndose, sobre el terreno continúan ocurriendo cosas, como cada jornada desde hace ya 681. Para empezar, desde Ucrania aseguran haber derribado 21 de los 29 drones Shahed-131/136 (Geran-1/2) lanzados por Rusia en las últimas horas. Las defensas antiaéreas han estado activas sobre localidades como Krivói Rog y, además, se ha registrado destrucción material en localidades como Nikopol.

Del lado ruso, las autoridades de Bélgorod, que está siendo el blanco principal de los ataques ucranianos, han comenzado a ofrecer a algunos de sus residentes la posibilidad de ser evacuados a Stari Oskol y Gubkin, localidades más alejadas de la frontera con Ucrania. Según el gobernador regional, Viacheslav Gladkov, la situación en la ciudad es «difícil». Además, han recomendado a los habitantes de Bélgorod que protejan sus ventanas para evitar el efecto causado por los cristales rotos, en caso de explosión.

Mención aparte merecen las informaciones que han ido apareciendo en las últimas horas en medios ucranianos acerca de la supuesta muerte del general ruso Valery Guerásimov víctima de un ataque contra un centro de mando en Crimea, llevado a cabo por la Fuerza Aérea ucraniana. Noticias que se han repetido en distintas ocasiones a lo largo de lo que llevamos de guerra y que, en todos los casos hasta el momento, han terminado por resultar desmentidas.

En lo relativo a los combates, y comenzando como es habitual por el norte del frente, tenemos que en el área de Kupiansk se han producido distintos intentos rusos de avanzar, tanto en dirección a Sinkiv’ka como hacia Ivanivka, en donde sí han logrado mejorar su posición ligeramente. También más al sur, a poniente de Kreminna, han aumentando el área bajo su control en dirección a Terny, así como hacia el Donets.

No hay noticias procedentes del área de Bakhmut, pero sí del oeste de Donetsk. Allí, comenzando por Avdiívka, se han constatado tanto las ganancias rusas de las que hablamos ayer al sur de Terrikon, como varios intentos por volver a establecer posiciones al oeste de las vías férreas que separan Krasnohorivka de Stepove. Además de esto, al sur de Mariínka, en Novomikhailivka, se ha producido en las últimas horas un contraataque ucraniano, aunque el peso de la iniciativa sigue en manos rusas, con ataques tanto al oeste de la primera como hacia el interior de la segunda localidad.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

A medida que avanzan los primeros días de enero, la actividad institucional y diplomática comienza a despuntar. En el caso de Ucrania, siguen intensificándose los preparativos para la cuarta reunión de los asesores políticos y de seguridad nacional sobre la implementación de la «Fórmula de Paz» que tendrá lugar en Davos a finales de enero.

Sobre este futuro encuentro, ha conversado el jefe del gabinete del presidente Zelenski, Andriy Yermak, con Timothy Barrow, asesor de seguridad nacional del primer ministro del Reino Unido. No obstante, la llamada más relevante del día para abordar este asunto ha sido la mantenida entre el presidente Zelenski y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdoğan.

Durante su conversación, Zelenski le ha agradecido al mandatario turco su liderazgo en la implementación del punto de la Fórmula relativo a la Seguridad Alimentaria. En este sentido, les ha invitado a participar en la próxima reunión de asesores, pero también en la de los preparativos de la Cumbre de Paz Global. Sin embargo, este no ha sido el único tema, pues el énfasis se ha puesto en la seguridad en el Mar Negro, donde Turquía, Bulgaria y Rumanía están acometiendo esfuerzos en el ámbito de desminado, pero también han acordado continuar los contactos entre los países para fortalecer la cooperación en defensa y la producción conjunta.

Por su parte, el ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umerov, ha mantenido conversado por teléfono con varios de sus homólogos europeos. En particular, con los representantes de Polonia, Letonia y Noruega. Con todos ha discutido sobre la situación en el campo de batalla y las necesidades de las AFU. No obstante, en el caso de cada uno de ellos ha destacado algún asunto en concreto. Al ministro polaco, Władysław Kosiniak-Kamysz, Umerov le ha agradecido especialmente las intenciones de Varsovia de incrementar su rol en las coaliciones internacionales de capacidades para Ucrania. En el caso del ministro letón, Andris Sprūds, el ministro ucraniano ha destacado sobre la situación en el frente, pero con especial atención en el uso de equipos de guerra electrónica y UAVs. De este modo, le ha agradecido al gobierno de Letonia las medidas proactivas para el desarrollo de la coalición “Drone”, también con el objetivo de aumentar la producción de UAVs y reforzar proyectos conjuntos en este ámbito. Por último, al ministro noruego, Bjørn Arild Gram, le ha agradecido la contribución de Oslo al fortalecimiento de las capacidades de defesa aérea y el impulso de la “coalición de capacidades marítimas”.

Mientras tanto, Rusia ha solicitado al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas la convocatoria de una reunión sobre el suministro de armas occidentales a Ucrania el próximo 22 de enero. Es, por decirlo de alguna manera, la respuesta rusa a otra reunión, convocada para el día 10 a petición de Ucrania, de la que ya hablamos ayer, y en la que se tratará el uso de misiles balísticos norcoreanos por parte rusa.

Pasando a otras cuestiones, el Defensor del Pueblo ucraniano, Dmytro Lubinets, ha advertido que el decreto firmado por el presidente Vladímir Putin facilitará la concesión de la ciudadanía rusa a los niños ucranianos deportados. A su vez, esto permitirá que puedan ser adoptados como rusos y cambiar su identidad. Hay que tener en cuenta que según las autoridades ucranianas, un total de 19.546 menores han sido deportados o desplazados forzosamente.

Por su parte, Nepal ha suspendido la emisión de permisos de trabajo en el extranjero para que sus ciudadanos puedan trabajar en Rusia tras el fallecimiento de 10 soldados nepalíes que estaban luchando con el Ejército ruso en Ucrania.

Para concluir, continúan las declaraciones acerca del ataque de Rusia a Ucrania con misiles procedentes de Corea del Norte. En las últimas horas, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, confirmaba que “Corea del Norte ha proporcionado recientemente a Rusia sistemas de lanzamiento de misiles balísticos y varios misiles balísticos”. Por su parte, el secretario de Defensa británico ha lanzado el siguiente mensaje en su perfil de X: “El mundo le ha dado la espalda a Rusia, obligando a Putin a la humillación de suplicar apoyo a Corea del Norte para mantener su invasión ilegal en curso. Al hacerlo, Rusia ha violado múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y ha puesto en peligro la seguridad de otra región en el mundo. Esto debe parar ahora. Junto con nuestros socios, garantizaremos que Corea del Norte pague un alto precio por su apoyo.”


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