Guerra de Ucrania – Día 313

Con el frente estático, la guerra de Ucrania sigue transitando hacia el intercambio de armas de largo alcance, susceptibles de dañar bien la economía y la sociedad -como busca Rusia-, bien el entramado militar -como hace Ucrania-. El ataque de ayer al depósito de municiones de Makiivka, que podría haber causado más de un centenar de bajas entre los uniformados rusos, es un buen ejemplo de esto, como también lo es de lo contrario el ataque sobre Kiev, ciudad que ha sido alcanzada nuevamente esta última madrugada, al igual que Dnipró.

A lo largo del día, hemos asistido al intercambio de cifras en relación con el número de bajas que podría haber causado el ataque de ayer con HIMARS sobre la escuela Nº19 de Makiivka, utilizada como depósito de municiones por parte del Ejército ruso y que culminó con el edificio totalmente destruido, tal y como muestran las imágenes.

El ataque, reconocido por el Ministerio de Defensa de Ucrania, podría haberse saldado, además de con la pérdida de los suministros allí almacenados, con una cifra de bajas mortales que oscila entre las 63 reconocidas por Rusia y las hasta 600 de las que hablan algunos medios proucranianos –basándose en la cifra que Rybar ofreció sobre el número de soldados en el interior de la instalación a la hora del ataque-.

El hecho de que Rusia haya reconocido en un único incidente una cifra inusualmente alta de muertes es indicativo de que han debido ser cuantiosas, pues por razones obvias siempre se tiende a minimizar las pérdidas. Además, el recuento ha sido más rápido de lo habitual lo que hace pensar que en el mejor de los casos es incompleto. Lo que está claro es que reunir a tan gran cantidad de personal en un único edificio es un fallo importante, de ahí que las críticas no se hayan hecho esperar.

Más allá del incidente en sí, lo relevante es que la guerra se libra cada vez más en la retaguardia, a falta de avances en los diversos frentes. Así, a lo largo del día Ucrania habría atacado supuestamente una base rusa en Voronezh, aunque no hemos logrado confirmarlo, además de en Berdyansk, Klysmovskym y puede que en Heniches’k. El problema aquí es que no siempre trascienden los ataques y, cuando lo hacen, no siempre llega confirmación dado el control de esta que Rusia es capaz de ejercer. En cualquier caso, parece evidente que Ucrania está volviendo a hacer un uso importante de las municiones GMLRS en las últimas semanas.

Del lado ruso, siguiendo con la línea de las jornadas anteriores, se ha vuelto a lanzar un ataque sobre Kiev, buscando tanto el castigo sobre la economía y sociedad ucranianas, como cada vez más desgastar a las defensas antiaéreas que no dejan de consumir sus valiosos y escasos misiles, caso de los NASAMS a los que hicimos referencia ayer.

Así, en esta última oleada, habrían logrado -según fuentes ucranianas y sin confirmación gráfica- derribar 39 drones Shaheed 131/136 y un misil X-59 además de dos drones Orlan-10. Sea o no cierta la cifra, implica en cualquier caso un gran consumo de municiones y más tensión sobre los aliados de Ucrania, que son quienes deben suministrarlas. Y es que a pesar de que se sigue insistiendo en que Rusia está cerca de quedarse sin misiles, esto sigue sin ser probable a corto plazo.

Por lo demás, el ataque ha provocado nuevas interrupciones en el suministro eléctrico, al menos en la capital ucraniana. No obstante, la empresa estatal encargada de la red, Ukrenergo, ha asegurado que en este caso la situación estaría bajo control.

https://www.revistaejercitos.com/2023/01/02/el-ejercicio-del-poder-2/

Respecto a las novedades en la línea de frente, hoy son más bien pocas. En primer lugar, en relación con la línea Troits’ke-Svatove-Kreminna, se ha vuelto a producir un ataque ruso en dirección a Stel’makhivka, buscando frenar a las unidades ucranianas que intentan llegar a la P-66 al norte de Svatove. Además de lo anterior, se han vuelto a producir choques entre ucranianos y rusos en Bilohorivka que, no obstante, parece seguir bajo férreo control de los primeros. La situación de Kreminna por el momento permanece estable, a pesar de los indicios la pasada semana de que su recuperación por parte de las AFU podría darse en el corto plazo.

En el área operacional de Bakhmut, los combates han sido un día más generalizados, extendiéndose desde Yakolivka, en la parte más septentrional a Soledar, Bakhmuts’ke, el este de Bakhmut, Klischiivka y el oeste de Ozarianivka. Lo más interesante, pues los cambios de posición son mínimos y apenas afectan al norte de Bakhmut, es la llegada de efectivos de las tropas aerotransportadas rusas a Soledar por el momento a modo de reservas.

Esta localidad, en la que se lleva combatiendo meses sin que ni los milicianos, ni Wagner, ni ninguna otra de las fuerzas implicadas en este tiempo hayan logrado romper las defensas ucranianas, es el punto clave para poner en peligro Bakhmut desde el norte. De ahí el empeño ruso y el envío de tropas profesionales, al igual que se hiciese recientemente en Opytne, otro punto importante. Que esto logre cambiar la situación, no obstante, es más dudoso. Por otra parte, hay quien ve en ello otro indicio clave del desgaste acumulado por la PMC Wagner Group, que hemos venido relatando.

Más tranquilas han estado las cosas al sur. En Donetsk, apenas se han registrado combates entre Opytne y Vodyane, al norte de Pisky, así como entre Straomykhailivka y Krasnohorivka, al suroeste de la capital regional.

Por último, aunque carece de importancia real, más allá de la simbólica, efectivos ucranianos han izado la bandera del país sobre la isla de Velikiy Potemkinsky, en el río Dniéper y muy cerca de la ciudad de Jersón.

Mapa de situación de la guerra de Ucrania actualizado a 2 de enero de 2023. Fuente – @War_Mapper.
Mapa de situación de la guerra de Ucrania actualizado a 2 de enero de 2023. Fuente – @War_Mapper.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

Durante la jornada de hoy la maquinaria institucional y diplomática de los aliados y socios de Ucrania ha comenzado a retomar la actividad tras las vacaciones de Navidad.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha elegido como interlocutor para su primera llamada telefónica del nuevo Año al presidente Volodímir Zelenski (si bien el primer acto público tuvo lugar ayer con ocasión de la entrada de Croacia en el Euro y en el espacio Schengen). 

Von der Leyen le ha trasladado a Zelenski que “la UE estará a su lado durante el tiempo que sea necesario”, pues “Apoyamos su heroica lucha. Una lucha por la libertad y contra la agresión brutal”. Asimismo, ha recordado que la UE está apoyando a Ucrania durante este invierno a través del envío de generadores, bombillas LED, refugios y autobuses escolares. También ha subrayado que Ucrania recibirá pronto a recibir los tramos de ayuda mensuales en el marco del paquete de asistencia macrofinanciera por importe de 18.000 millones de euros previsto para 2023.  

Al respecto, el presidente ucraniano ha destacado la importancia de recibir el primer tramo mensual por valor de 3.000 millones durante el mes de enero. Mes en el que también han acordado que los primeros 15 millones de bombillas LED financiadas por la Comisión lleguen a Ucrania. Por último, han discutido los resultados que esperan obtener en la cumbre Ucrania-UE que tendrá lugar el 3 de febrero y que finalmente se celebrará en Kiev.

Sobre la energía, pero del lado europeo, el embajador de la Unión Europea en Ucrania, Matti Maasikas, ha confirmado que la Unión Europea redujo sus suministros de petróleo ruso en un 90 por ciento en 2022, reduciendo así “radicalmente” la dependencia energética de Rusia. 

Por otro lado, el Ministerio de Sanidad de Ucrania junto con la Comisión Europea continúan organizando vuelos de evacuación de ciudadanos ucranianos, tanto civiles como militares, para que reciban tratamiento médico en hospitales de la UE y del Espacio Económico Europeo. Esta semana, por ejemplo, se ha evacuado a un grupo de 12 civiles de las regiones del Este de Ucrania “y otras áreas en las que se están produciendo hostilidades”, sin ofrecer más datos al respecto. Asimismo, los pacientes de cáncer procedentes de las regiones de Odesa, Vinnytsia, Kiev y Zhytomyr también han sido evacuados. Los países de destino en esta ocasión han sido Países Bajos, Eslovenia y Noruega.

Merece la pena detenerse en este punto y comentar cómo se organizan las evacuaciones, también conocidas como “convoyes médicos”, pues es otro tipo de ayuda al que no suele prestarse atención. En particular, se realiza mediante un sistema de respuesta de emergencia de la UE a través del cual se busca rápidamente a una instalación médica especializada para el tratamiento y rehabilitación de ucranianos. A continuación, el Ministerio de Salud de Ucrania recibe respuestas a su solicitud por parte de Estados miembros de la UE y del Espacio Económico Europeo. Por último, el Ministerio contacta con la clínica en cuestión para acordar los pasos y rutas de transporte médico seguras. Sobre la logística, el propio Ministerio de Sanidad ucraniano ha comentado que las evacuaciones son llevadas a cabo por los socios de Ucrania en cooperación con el Servicio Médico de Emergencia del país y organizan el transporte de los pacientes a través de un centro médico en Leópolis hasta un aeródromo en Polonia. 

En total, se ha logrado evacuar a un total de 2.354 ucranianos desde diferentes regiones del país para recibir tratamiento en centros médicos especializados.  

Continuando con la ayuda, tras el anuncio realizado por el ministro de Defensa de Estonia, Hanno Pevkur, el pasado 23 de diciembre de 2022 sobre el nuevo paquete de ayuda, el Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania ha confirmado que han recibido equipos de desminado por parte de Estonia. Además, el Consejo de Rescate de Estonia ha impartido cursos de capacitación a los especialistas ucranianos. 

Desde Portugal también hay novedades, pues el presidente del país Marcelo Rebelo de Sousa se ha reunido con la ministra de Economía de Ucrania, Yuliia Svyrydenko, en Brasilia y ha anunciado que su país “apoyará la reconstrucción de Ucrania y ayudará a generar apoyo internacional para la victoria de Ucrania”. En particular, brindarán apoyo en la reconstrucción de las instalaciones educativas ucranianas. Sin embargo, y como prueba de ser un caso poco transparente en lo que a la ayuda a Ucrania se refiere, no han ofrecido datos más concretos sobre la cuantía de la ayuda. 

Pese a que la ayuda siga fluyendo, Dmytro Kuleba, ministro de Exteriores de Ucrania, ha hecho un llamamiento a todos los socios de Ucrania para que “se mantengan firmes y continúen apoyando a nuestra nación”. 

De otro lado, Iryna Vereshchuk, viceprimera ministra y ministra de Reintegración de los Territorios Ocupados Temporalmente de Ucrania, ha enfatizado la necesidad de recibir “la cantidad necesaria de armas lo antes posible, especialmente las que ayudarán a proteger a la población civil”, pues además “si la asistencia de los socios solo aumenta, en 2023 habrá un punto de inflexión”. A esto ha añadido:

“Entendemos que el agresor no tiene dónde retirarse. Pero nosotros, como gobierno, no tenemos el derecho moral ni político de ceder ni una pulgada de nuestra tierra o nuestros intereses. Ya se ha pagado un precio demasiado alto”. 

De hecho, según una encuesta realizada por el Instituto Internacional de Sociología de Kiev (KIIS) del 4 al 27 de diciembre de 2022 revela que el 85 por ciento de los ucranianos consideran que las concesiones territoriales no son aceptables, “incluso si debido a esto la guerra puede durar más”. 

Cambiando de tercio, la policía regional de Járkov ha descubierto 25 nuevos centros de detención (denominadas por algunas fuentes como cámaras de tortura) en las zonas liberadas del óblast. Según el jefe de la Policía, Volodymyr Tymoshko, las condiciones de dichos centros eran “inhumanas” y las tropas rusas habrían torturado y roto dedos de los detenidos mediante descargas eléctricas. Tymoshko también ha comentado que desde el 7 de septiembre han encontrado 920 cuerpos de civiles supuestamente asesinados por las tropas rusas, incluidos 25 menores. Desde el 24 de febrero de 2022 1.699 civiles habrían perdido la vida en el óblast de Járkov y 2.596 resultado heridos. Además, 9.617 edificios han sufrido daños o han sido destruidos debido a los ataques. 

Para concluir, el daño al medio ambiente ucraniano causado por la guerra se estima en 35.300 millones de dólares. Así pues el ministro de Defensa, Oleksii Reznikov, ha recordado que en virtud del Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales se prohíbe hacer la guerra contra el medio ambiente natural como represalia, pero que “a Rusia no le importa”. No han sido pocas las ocasiones en las que el propio presidente Zelenski ha hablado tanto de “terror energético” como de “ecocidio” perpetrado por el Ejército ruso. 

Por último, comentar que el presidente Zelenski ha hecho hincapié nuevamente en la resistencia de Ucrania y en la rendición de cuentas por parte de Rusia en su perfil de Instagram:

“No importa lo que planeen los ocupantes, sabemos una cosa sobre nosotros mismos: aguantaremos. Con seguridad. Los expulsaremos. No hay dudas sobre eso. Y enfrentarán el castigo por esta terrible guerra. El castigo máximo.” 


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *