El primer día de 2023 llega con nuevos ataques rusos esta vez en base a drones de diseño iraní. También con el anuncio de una importante bajada de temperaturas a partir del día 6 que podría provocar el ansiado endurecimiento de suelo y, con ello, una cierta dinamización de la guerra. Según la inteligencia ucraniana, el próximo día 5 Rusia prohibirá que los hombres menores de 55 años abandonen el país, en lo que podría ser la antesala de una nueva movilización. Todo en un día en el que un ataque ucraniano sobre la escuela Nº 19 de Makiivka ha dejado un número indeterminado de bajas entre los militares rusos que utilizaban la instalación y ha culminado con la destrucción del edificio.
La Nochevieja ha sido intensa en Ucrania. Pese a la relativa normalidad con la que se ha vivido en ciudades como Kiev, en donde sus habitantes han tratado de celebrar el cambio de año en mitad de restricciones al suministro eléctrico y de la carestía provocada por la guerra, lo cierto es que han terminado falleciendo cuatro personas a consecuencia de la última oleada de drones lanzada por Rusia. También se han registrado medio centenar de heridos.
Dicha oleada habría llegado poco después de la medianoche, y habría puesto a prueba las defensas antiaéreas ucranianas hasta el punto de que los NASAMS apenas habrían tenido tiempo para ser recargados, lo que ha culminado con varias explosiones en la capital del país. En total, habrían sido destruidos en esta ocasión hasta 45 drones Shaheed-131/136, según los datos que proporciona el Estado Mayor ucraniano, desconociéndose el número total de drones empleados.
Las fuentes rusas hablan, a diferencia de otras ocasiones, de un ataque dirigido no contra la infraestructura eléctrica, sino contra las instalaciones ucranianas dedicadas a la producción de drones con las que podrían en el futuro próximo «lanzar ataques terroristas contra Rusia».
Como curiosidad, lo que sí está produciendo Ucrania desde hace unas semanas y ya ha comenzado a llegar al frente no son más drones, sino proyectiles de 152mm para sus obuses de diseño soviético, algo que ayudará a compensar los envíos desde los agotados stocks europeos, que ya han entregado al país una parte nada desdeñable de la munición de este tipo que obraba en su poder.
Hablando de Rusia y de los drones ucranianos, su territorio también habría sufrido ataques durante la noche. En primer lugar en Bélgorod, en donde se habrían registrado fuertes explosiones. Dependiendo de la fuente, incluso otras localidades como Voronezh, Rostov o Kursk habrían sido atacadas, aunque no está del todo claro.
Por otra parte, una explosión en una escuela de Makéyevka (Makiivka) (48.055424938070246, 37.9150245924685) que era utilizada por las tropas rusas, además de un número indeterminado de bajas entre los uniformados, ha culminado con la destrucción completa del edificio. Lo interesante del caso, para el devenir de la guerra, es que el grado de destrucción difícilmente ha podido ser causada únicamente por la acción de los HIMARS, lo que apunta a que era utilizada también como depósito de municiones.
Esto tendría su lógica, pues una de las formas más sencillas que Rusia tiene de salvaguardar sus municiones es la de repartirlas entre numerosos edificios civiles, en lugar de reunirlos en grandes depósitos en campo abierto que se han demostrado terriblemente vulnerables a la acción de la artillería guiada ucraniana, tanto de tubo (Excalibur) como cohete (GMLRS).
En otro orden de cosas, hoy ha sido un día particularmente caluroso en toda Europa, batiéndose incluso algunos récords de temperatura para estas fechas. La previsión para los próximos días es, no obstante, bien distinta. Al menos en Ucrania. En particular, a partir del próximo día 6 de enero las temperaturas bajo 0º deberían volverse habituales, descendiendo incluso hasta -9º durante la noche del día 7.
Más allá de lo negativas que son estas noticias para los intereses rusos y su intención de separar a los aliados a ambos lados del Atlántico haciendo uso para ello de los hidrocarburos, el clima está siendo ventajoso para Rusia, al darle un tiempo precioso para excavar posiciones defensivas como las que se han visto en la localidad de Ocheretuvate (Zaporiyia). Allí se han logrado delimitar las líneas de trincheras y fortificaciones construidas en los últimos meses por las tropas rusas, en base a imágenes por satélite. Como puede verse en el enlace, se trata de un esfuerzo formidable por blindar algunos de los puntos clave del entramado logístico ruso en el sur de Ucrania.
Si las previsiones meteorológicas se cumplen esto podría devolver cierto dinamismo a las operaciones, lastradas todavía por la raspútitsa. No obstante, para que esto sea posible las bajas temperaturas deberán mantenerse durante días, dando tiempo a que el barro se solidifique.
Unido a lo anterior, si finalmente se concreta la nueva movilización rusa, que los ucranianos temen –Oleksii Reznikov ha declarado que Moscú pretende introducir a partir del próximo día 5 la prohibición de que los hombres menores de 55 años abandonen el país– tendríamos ya todos los ingredientes para un recrudecimiento de las hostilidades. Eso incluso a pesar de que en las últimas semanas las cifras de bajas se habrían mantenido altísimas (recordamos la advertencia habitual sobre las cifras proporcionadas por las partes).
Sobre el terreno, comenzando como cada día por la zona más septentrional de la línea de frente, esto es, con la línea Troits’ke-Svatove-Kreminna, hoy se habría luchado en dos zonas. En primer lugar, al este de Kupyansk, en las localidades de Yahidne y Orlyans’ke. En segundo lugar, en la zona de Stel’makhivka, al oeste de Svatove.
Aparentemente no hay cambios sobre el terreno, pues hace días que ninguna localidad cambia de manos. Pese a ello, es factible que las fuerzas ucranianas día a día estén logrando pequeños avances en dirección este, acercándose muy lentamente a las cotas que dominan Svatove y la P-66.
En la parte más meridional de este sector del frente, los combates se han producido en torno a las localidades de Ploshchanka y Bilohorika, también sin novedad.
En el área operacional de Bakhmut hoy se ha combatido en Soledar, Bakhmuts’ke, el este de Bakhmut y en la zona de Ozarianivka y Kurdyumivka. De forma parecida a lo que ocurre en las inmediaciones de Svatove, aunque en sentido contrario, los efectivos de Wagner que encabezan los ataques rusos, seguirían logrando pequeños progresos, sin que por ello la situación de la ciudad parezca comprometida a corto plazo.
De hecho, la acumulación de unidades ucranianas en la zona indica más bien lo contrario: una gestión del desgaste, buscando tanto la destrucción de Wagner (objetivo secundario) como que Rusia consuma municiones a un ritmo superior al que las produce, algo que podría limitar su capacidad de llevar a cabo ofensivas de envergadura en los próximos meses, pese a la movilización y la reconstitución de su ejército (objetivo primario).
Respecto al sur, en Donetsk se habría vivido una jornada relativamente tranquila, con combates apenas en la zona de Mariínka, tanto en el centro de esta localidad, como ligeramente más al sur, hacia Pobjeda, por donde rusos y milicianos tratan de rodear la primera. En Jersón, por su parte, el Ejército ruso ha vuelto a bombardear la ciudad, alcanzando edificios residenciales.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
La jornada 312 de la guerra coincidiendo con el inicio del nuevo Año ha transcurrido sin grandes novedades en el plano institucional y diplomático, como cabe esperar dado que son días festivos en buena parte del Mundo.
En su primer discurso del año 2023 el presidente Volodímir Zelenski ha puesto el acento en el miedo que tendrían los rusos: “Ellos tienen miedo. Se siente. Y están preocupados con razón, porque perderán. Drones, misiles, cualquier otra cosa no ayudará”. Así pues, ha subrayado que Rusia “no nos quitarán ni un solo año de Ucrania, no nos quitarán nuestra independencia” y “no les daremos nada”.
De otro lado, ha felicitado al gobierno de Suecia por el comienzo de su presidencia del Consejo de la Unión Europea que durará hasta junio y espera que se den pasos prácticos en el camino de Ucrania hacia la adhesión a la UE. Por ofrecer una panorámica general, en julio será España quien tome el relevo de la Presidencia hasta diciembre.
Continuando con la UE, Josep Borrell, Alto Representante y vicepresidente de la Comisión Europea, al despedir el año fue claro al afirmar que la Unión está decidida a seguir apoyando a Ucrania también en 2023, enfatizando que en 2022 “Rusia decidió abandonar por completo los compromisos con los derechos humanos básicos y atacar a Ucrania y la seguridad mundial”. Además, ha comentado que “Putin intenta una vez sumir a los ucranianos en la oscuridad con ataques despreciables”. Ataques que han continuado durante la jornada de hoy como se ha comentado en la sección anterior.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, por su parte y en una entrevista con la BBC, ha reiterado que los países occidentales deben estar preparados para brindar apoyo a Ucrania a largo plazo, ya que Rusia no está mostrando signos de ceder.
“Necesitamos brindar apoyo a Ucrania ahora, incluido el apoyo militar, porque esa es la única forma de convencer a Rusia de que debe sentarse y negociar de buena fe y respetar a Ucrania como una nación soberana e independiente en Europa.”
De igual modo, ha enfatizado que “Lo que sí sabemos es que lo que Ucrania puede lograr en esa mesa depende totalmente de la fuerza en el campo de batalla”.
Por último, una de las medidas que entraba en vigor con la llegada del nuevo año está relacionada con el Reino Unido, pues desde hoy 1 de enero de 2023 se han detenido todas las importaciones de gas natural licuado (GNL) procedente de Rusia.
Deja una respuesta