Guerra de Ucrania – Día 298

En las últimas horas se ha producido un ataque ucraniano sobre Bélgorod, en Rusia, mientras siguen los combates en el este. Desde Kiev continúan alertando sobre la posible entrada de Bielorrusia en la guerra, hasta el punto de haber comenzado a tomar medidas para proteger la central nuclear de Rivne. Sin embargo, por el momento no hay pruebas concluyentes que permitan aventurar que en Minsk realmente estén pensando en participar en un conflicto en el que tienen mucho que perder y muy poco que ganar.

Un día más, ajena al Mundial de fútbol y a cualquier otra consideración, la guerra de Ucrania ha seguido su curso, con intensos combates y un gran número de bajas. La atención, no obstante, ha estado en parte fuera de Ucrania. En primer lugar, en Bielorrusia, que desde Kiev consideran una amenaza, mientras se preparan para hacer frente a un ataque desde el norte que podría venir en las próximas semanas.

De hecho, creen que Putin en su visita a este país tratará de empujar a Lukashenko a participar en la guerra, según ha asegurado el teniente general ucraniano Serhiy Nayev recientemente. Hasta tal punto, que han comenzado a tomar medidas preventivas, como proteger la central nuclear de Rivne, situada al noroeste de Ucrania.

Por el momento, aunque Bielorrusia ha estado realizando ejercicios y se han registrado numerosos movimientos de material militar -y Rusia continúa trasladando allí vehículos– sigue sin haber indicios sólidos de que la intención de Lukashenko sea arrastrar a su país a la guerra. De hecho, parece más factible que sea una distracción, aunque evidentemente el ataque no es descartable por completo y los mandos bielorrusos afirman estar preparados para cualquier escenario. En cualquier caso, es previsible que de producirse concentraciones importantes y dada la vigilancia a la que está sometido este estado, en la OTAN y por ende en Ucrania, cuenten con cierta alerta previa.

Sea como fuere, Putin está decidido a seguir en guerra el tiempo que sea necesario, mientras lucha por mantener las existencias de municiones, – lo que supondrá una enorme inversión – y reconstituye unidades diezmadas, como son especialmente las del Distrito Militar Occidental, que han sufrido más que ningunas otras unidades rusas en lo que va de guerra.

Es la consecuencia del «pecado original» ruso, que explicáramos en nuestro primer libro sobre la guerra -el segundo está camino de la imprenta y sale en enero-, esto es, de plantear una operación de decapitación por parte de sus servicios secretos, en la que los militares no hacían sino de comparsa, en la asunción de que sería una acción breve e incruenta.

Sorprendentemente -pues ha pasado relativamente poco tiempo-, ahora han aparecido los documentos que lo demuestran, publicados por el diario estadounidense New York Times, que Rusia no se había preparado para la guerra y que incluso muestran los horarios previstos para la operación, que debían encabezar unidades OMON y SOBR, es decir, antidisturbios.

Lo interesante del caso, es que dado el garrafal error inicial y el nivel de pérdidas ruso, por más que el país conserve parte de su poder militar, resulta difícil que pueda aspirar a lanzar operaciones de la misma envergadura que el de febrero de 2022. Quizá sí un nuevo intento por rodear el Donbás, pero con un gran riesgo, aunque están entrenando tropas para estas u otras acciones. Además, la estrategia occidental de «bloodletting» puesta en marcha en estos casi diez meses ha tenido también su efecto, junto a las sanciones, dificultando el que Rusia pueda volver a reunir la misma cantidad de poder militar.

Elaboración propia a partir de un mapa de David Batashvili.

Pasando a lo ocurrido sobre el terreno, y como hemos comentado en la entradilla, un bombardeo ucraniano ha dejado al menos 8 heridos en Bélgorod, en territorio ruso. En la línea Troits’ke-Svatove-Kreminna se ha producido un ataque ruso en la dirección de Stel’makhivka, que habría sido rechazado por las tropas ucranianas, al igual que en días pasados.

Algo más al sur, los ataques rusos se habrían dirigido contra Makiívka y Chervonopopivka, prácticamente calcando lo ocurrido ayer. En esta zona no se registran grandes combates, pero sí continuas escaramuzas y luchas por mejorar posiciones de cara al futuro.

Elaboración propia a partir de un mapa de David Batashvili.

En el área de Bakhmut, las tropas rusas, las milicias, los efectivos de Wagner y los chechenos han estado empeñados en acciones en dirección a la planta de Verkhn’okam’yans’ke al norte, hacia Vesele y Vyimka, el este de Bakhmut, Opytne y Klyshchiívka. La ciudad de Bakhmut, además y como viene siendo habitual, ha sufrido nuevos bombardeos por parte de la artillería rusa.

Elaboración propia a partir de un mapa de David Batashvili.

Respecto a Donetsk, en las últimas horas se han producido intentos rusos y milicianos en las direcciones habituales, esto es, hacia Permovais’ke y Nevels’ke, hacia Mariínka y hacia Novomykhailivka. Además, también se ha producido un enfrentamiento en la zona de Velyka Novosilka. Además, se ha registrado un bombardeo ucraniano sobre el centro de Donetsk, aunque al menos por el momento no se ha tenido noticia de víctimas, pese a que habría sido alcanzado un restaurante.

Por último, y como curiosidad, ha aparecido un vídeo de un bombardeo ucraniano llevado a cabo mediante un cuadricóptero, sobre una posición en la península de Kinburn, al sur del río Dniéper.

Mapa de situación actualizado a 18 de diciembre de 2022. Fuente – @War_Mapper.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

La jornada 298ª a nivel institucional y diplomático se ha caracterizado nuevamente por la escasez de novedades, si bien el inicio de la semana próxima se prevé más ajetreado. Mañana se producirá la visita del presidente Vladímir Putin a Bielorrusia, donde se reunirá con el presidente Alexandr Lukashenko para discutir la “situación política y militar”. Pero, además, otra reunión tendrá lugar en el norte de Europa a la que asistirán los líderes de Reino Unido, Finlandia, Letonia, Lituania, Estonia, Islandia, Países Bajos, Suecia y Noruega y en la que podrán discutir nuevas propuestas de Ucrania acerca de cómo ayudar más al país. 

Durante el día de hoy, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha difundido el mensaje que tenía previsto emitir en la final del Mundial de fútbol y que la FIFA rechazó. Mensaje en el que propone celebrar una cumbre de paz global durante este invierno para debatir la Fórmula de Paz, “una cumbre para unir a todas las naciones del mundo en torno a la causa de la paz”. 

Por su parte, la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, en una entrevista con el medio alemán Bild ha sido clara al afirmar que “Ucrania debe ganar esta guerra” por lo que “esto significa más armas para Ucrania, más ayuda financiera y humanitaria, más solidaridad práctica y más sanciones contra Rusia”. 

Sobre la infraestructura energética, Vitali Klitschko, alcalde de Kiev, ha confirmado que el suministro de calefacción se ha restaurado por completo en la capital dos días después de la última oleada de ataque con misiles rusos. 

Además, el gobierno de Letonia ha anunciado que proporcionará 560.000 euros a Ucrania para la compra de generadores. 

Mientras tanto desde Estonia se ha anunciado otro tipo de ayuda que, sin ser de la más vistosa, resulta igualmente importante. En particular, Tallin ha transferido un sistema de higiene y lavandería al ejército ucraniano que consta de tres vehículos y que permite que los soldados se aseen y descansen posteriormente, al mismo tiempo que lavan y secan su ropa. Según el gerente encargado de la producción del sistema “Esto es extremadamente importante para mantener la moral y la salud”. 


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