Jornada intensa, tanto por lo concerniente a la diplomacia, con una llamada entre Trump y Putin que no ha dado los resultados deseados por el estadounidense, aunque abre la puerta a negociar un alto el fuego en las próximas semanas, como por lo relativo a los combates. En este caso, con una Rusia que está buscando cortar en dos el frente en Donetsk, en la que es una de sus mejores bazas para mantener una posición de fuerza en el marco de las negociaciones, a la vez que un incentivo de cara a seguir dilatándolas. Todo ello, mientras desde Ucrania se presiona para que se adopten nuevas sanciones contra Rusia, se niegan a retirarse de ningún territorio que no haya sido tomado por su enemigo y esperan seguir recibiendo ayuda internacional, como la que Italia podría hacer, consistente en 400 M113.
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Durante la pasada jornada, finalmente (nos referimos al día 18), y según los ucranianos, habrían sido 112 los drones de distintos tipos lanzados por Rusia, de los que aseguran haber derribado mediante las defensas antiaéreas cinéticas un total de 41 aparatos, mientras que 35 más habrían sucumbido ante los fallos técnicos o los sistemas de guerra electrónica. Rusia, además, habría lanzado un centenar de bombas planeadoras, 1117 drones tipo FPV y 4.146 disparos de artillería según los informes oficiales del Estado Mayor Ucraniano, en este caso a lo largo del 19 de mayo.
No hay, dicho esto, apenas información relativa a daños. Las únicas noticias que hemos encontrado hacen referencia a los efectos de los ataques artilleros rusos sobre Siversk, que habrían dejado un civil fallecido, en concreto un hombre de 86 años, además de dos heridos en Kramatorsk, en este caos por acción de una bomba guiada. También un apagón en Konstyantynivka y daños causados por otra bomba en Limán, así como por drones tipo Shahed en Popivka, en la región ucraniana de Sumy.
A propósito de los ataques rusos con drones, además, tenemos que el presidente interino de Rumanía, Ilie Bolojan, ha firmado recientemente un proyecto de ley que autoriza a los militares a derribar los aparatos que ingresen al espacio aéreo nacional. El texto fue adoptado en febrero por el Parlamento. Desde entonces, los recursos presentados por tres partidos de extrema derecha han sido rechazados por el Tribunal Constitucional.
Más allá de esto, tenemos también en esta última jornada que las Fuerzas Armadas ucranianas han atacado varios equipos militares, incluyendo radares, en las plataformas petrolíferas del Mar Negro, utilizadas por Rusia para obtener inteligencia sobre el tráfico marítimo y aéreo en la región. Un ataque que llega apenas unas horas después de que, por primera vez desde junio de 2024, un dron RQ-4B Global Hawk estadounidense sobrevolase el Mar Negro, en lo que podría ser una señal a Rusia que se suma a la presión diplomática, con la amenaza de nuevas sanciones, y a la llamada de Trump a Putin, de la que hablaremos en la segunda parte del informe.
Sobre el terreno, a pesar de que se continúa luchando en buena parte del extenso frente, lo cierto es que la mayor parte de las acciones de cierta relevancia se están produciendo en un área bastante estrecha, entre los sectores de Toretsk y Pokrovsk, así como también en Kurajove.
Todo, como hemos visto estos meses, entre enormes esfuerzos rusos por reconstituir y ampliar sus fuerzas armadas, al tiempo que incrementa también el número de fuerzas que destina a la «Operación Militar Especial» y que sigue modernizando su industria de defensa e incrementando la capacidad de producción, para lo cual utiliza complicados esquemas que le permiten evadir las sanciones.
También entre rumores de una próxima contraofensiva ucraniana de la que se desconoce el punto exacto y la intención (podrían intentar obligar a Rusia a desviar fuerzas de Donetsk atacando en puntos alejados de la zona de Pokrovsk-Toretsk, o bien una acción totalmente distinta, destinada a retomar terreno perdido en las zonas fundamentales del frente). Una acción que, en cualquier caso, vendría motivada por la frustración con el proceso de negociaciones y por la convicción de que sólo demostrando a Rusia que no está en disposición de tomar el resto de Donetsk, accederán a una negociación seria y a corto plazo, en lugar de dilatar indefinidamente las conversaciones, mientras rehacen sus FAS. Algo para lo cual Ucrania deberá ser capaz de frenar la sangría de deserciones, que sigue siendo una plaga, así como con el descontento de los mandos, que sigue dando muestras de estar extendiéndose.
Pese a ello, la situación permanece activa, como decíamos, también en otras regiones. Así, por ejemplo en Sumy, las autoridades han evacuado ya a un total de 56.000 residentes, que intentan reubicar en otras partes de Ucrania por la amenaza de nuevas acciones rusas y de los ataques diarios con artillería, drones y bombas planeadoras.
En Kursk, unos y otros bregan todavía por los puntos fronterizos, concretamente por Tetkino, alcanzando los rusos el checkpoint situado en esta localidad, mientras que los ucranianos se posicionan al suroeste de la misma.
En Bélgorod, por su parte, el Ejército ruso habría logrado en los últimos días asegurar la línea fronteriza con Ucrania, después de expulsar a los restos de las AFU durante la pasada semana de esta región.
En el sector del Oskil, apenas han trascendido ataques rusos, aunque no cambios de posición, tanto hacia Kopanky como al oeste de Makíivka.
En el caso del sector de Siversk, a pesar de que algunas cuentas hablaban de la caída en manos rusas de Verkhn’okam’yans’ke, todo indica que lo más que han conseguido es hacerse con algunas edificaciones en la parte oriental de esta población.
Lo más grave para Ucrania continúa ocurriendo entre los sectores de Toretsk y Pokrovsk. Allí, en las últimas semanas, las tropas rusas se han lanzado a romper el frente de Donetsk por el centro, con la intención de batir las escasas rutas de apoyo que hay entre las posiciones ucranianas más importantes de la zona (Pokrovsk-Myrhorad, por un lado y Toretsk-Konstyantinivka, por otro). De esta forma, mientras Rusia concentra hombres en un área estrecha, intentando romper en dos el frente en dirección al espacio entre Konstyantynivka y Dobropillia (algo que Ucrania alienta al empeñarse en utilizar posiciones defensivas sostenidas por una o a lo sumo un par de GLOCs hábiles), Ucrania intenta mantener sus posiciones al oeste de Toretsk, en una zona con una orografía poco favorable.
Para ello, además de atacar hacia la T0504 como hemos ido viendo, cortando la posibilidad de apoyo entre Toretsk y Pokrovsk, están empleando un buen número de medios para batir las comunicaciones en las vías señaladas en verde en el mapa bajo estas líneas, todas dentro del alcance de la artillería, las bombas planeadoras e incluso los drones filoguiados rusos.
Así las cosas, y de no tomarse decisiones rápidas, y aunque el coste para Rusia pueda volver a ser atroz, la situación puede derivar, en cuestión de unos meses, en una amenaza (tomarlas sería otra cuestión, pero el daño con drones, artillería y bombas puede ser enorme, así como para la economía regional) sobre las ciudades gemelas de Sloviansk y Kramatorsk, que son las dos piezas que el Kremlin considera más importantes de las que le restan por tomar para cumplir con sus objetivos.

Más allá de todo lo anterior, Rusia también continúa presionando en Kurajove, por ejemplo, logrando avances en torno a Bohdanivka, en un esfuerzo fundamental no tanto para alcanzar ningún objetivo concreto, como para mantener a las AFU dispersas, fijando tropas en puntos como el citado. Algo distinta es la situación al sur de este sector, pues Bahatyr sí es una posición relevante que, de caer definitivamente, permitiría a las tropas rusas avanzar en paralelo al Vovcha, por su orilla sur, poniendo en peligro Oleksíivka y el resto de pequeñas localidades al oeste de la misma. Por el momento, pese a todo, parece continúa en manos ucranianas.
En el sector de Velika Novosivka, para finalizar, el Ejército ruso ha seguido atacando hacia Shevchenko y Fedorivka, así como a Vilne Pole, logrando en este caso pequeños avances en los últimos días.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Jornada de expectación, pues debía tener lugar la esperada llamada entre Trump y Putin, en la cual el primero debía presionar al segundo para no continuar dilatando el establecimiento de un alto el fuego. Jornada, también, de frustración, pues a pesar de una conversación de dos horas, el presidente estadounidense no ha logrado el objetivo que muchos deseaban, sino que apenas ha sacado a Putin el compromiso de trabajar sobre un memorando previo a un alto el fuego.
Empezamos el análisis de lo ocurrido, dicho esto, por las declaraciones del presidente Trump, quien ha anunciado que “Rusia y Ucrania iniciarán de inmediato las negociaciones para un alto el fuego y, lo que es más importante, el fin de la guerra”. Como de costumbre, ha dado los «detalles» a través de un post en su red social, Truth Social:

Ahora bien, pese a que el anuncio se haya hecho en un tono marcadamente positivo, no parecen en ningún caso que se haya discutido una fecha límite o plazo para lograr un alto el fuego, aunque el presidente Trump ha dejado claro en no pocas ocasiones que quiere que se logre lo antes posible; todo mientras amenaza una vez más con abandonar su papel mediador, pero al mismo tiempo también con nuevas sanciones a Rusia, en un juego de palo y zanahoria que no parece estar dando demasiados resultados, ya que no va acompañado de la necesaria presión militar sobre el Kremlin (en forma de hipotético apoyo a Ucrania, llegado el caso).
Continuando ahora con las reacciones desde Rusia, el presidente Putin ha agradecido al presidente estadounidense su apoyo para reanudar las conversaciones directas entre Moscú y Kiev -motivos según él para considerar que “estamos en el buen camino”- y anunció su disposición a trabajar con Ucrania en un “memorando sobre un futuro acuerdo de paz”. Eso sí, todo mientras anuncian «largas negociaciones»… En cualquier caso, y según el líder ruso, la conversación que duró dos horas y cinco minutos “fue muy productiva y bastante sincera y, en mi opinión, útil”, añadiendo, además, que fue “extremadamente constructiva y [que] la agradece mucho”.
Por otro lado, fuentes rusas subrayan que discutieron sobre temas comerciales, la consecución de una mayor normalización de las relaciones bilaterales, mostrándose a favor, al igual que en relación con un nuevo intercambio de prisioneros entre ambos países.
Antes de su llamada, Trump había hablado por teléfono con Zelenski, algo que ha vuelto a hacer una vez concluida la llamada, aunque en esta ocasión reuniendo también a los líderes de Francia, Italia, Alemania y Finlandia, así como a la presidenta de la Comisión Europea. Así, para sorpresa de algunos, ha sido la primera vez que directamente han involucrado a la Comisión Europea en conversaciones sobre el alto el fuego y la paz a este nivel, máxime cuando la llamada procede de la Casa Blanca. Igualmente, y a diferencia de otras ocasiones, han incluido a Finlandia, aunque destaca la ausencia del Reino Unido en la llamada -en un día en el que también ha tenido lugar la primera cumbre UE-Reino Unido en Londres-, así como la de Polonia, si bien era jornada electoral en el país.
Dicho esto, el presidente Zelenski ha reafirmado que Ucrania está dispuesta a un alto el fuego total e incondicional como el propuesto por EE. UU., señalando que “es importante no diluir esta propuesta”. También ha afirmado que desconoce el “memorando” al que hacía referencia el presidente Putin. Eso sí, ha dejado claro que una vez reciban este documento o las propuestas de los rusos, “podrán formular nuestra visión en consecuencia”.
Además, el líder ucraniano prometió a sus ciudadanos que “Nadie renunciará a nuestra tierra, a nuestros territorios, a nuestro pueblo”, y considera que “Si Rusia impone condiciones para la retirada de nuestras tropas de nuestro territorio, significa que no quiere un alto el fuego y no quiere que la guerra termine”.
Enfatizaba además el ucraniano que “los rusos no están dispuestos a detener las matanzas deben imponerse sanciones más severas”, dado que será la forma de impulsarles hacia una paz verdadera. Añadía también que “las sanciones bancarias y energéticas de Estados Unidos serían en gran medida decisivas y veremos si Putin y el Ejército ruso continúan beneficiándose de esta guerra o si enfrentan serias dificultades económicas”. Sin embargo, desde EE. UU. parece descartarse esta opción por el momento, al menos a tenor de los últimos comentarios del presidente Trump. Queda por ver, además, si finalmente desde la UE se adopta formalmente el 17º paquete de sanciones durante la próxima jornada.
Por otro lado, Ucrania ha reiterado que está dispuesta a negociar directamente con Rusia en cualquier formato y en cualquier sitio, ya sea Turquía, el Vaticano o Suiza; siendo estas las opciones que se están barajando. Y, además, Zelenski no ha dudado en recordar que el equipo negociador ucraniano está dispuesto (y autorizado) a tomar decisiones reales, criticando de paso el hecho de que la delegación rusa, de bajo nivel, no tenga ningún tipo de autoridad o autonomía.
Por último, el ucraniano ha defendido que el proceso de negociación debería involucrar a representantes estadounidenses y europeos “al nivel adecuado”, subrayando que para ellos es “crucial que Estados Unidos no se aleje de las conversaciones ni de la búsqueda de paz, ya que el único que se beneficia de ello es Putin”.
En cuanto a las reacciones desde Europa, han sido bastante escasas y comedidas. De esta forma, la presidenta de la Comisión Europea dijo que la conversación con el presidente Trump fue “buena” y que es “importante que Estados Unidos siga comprometido”.

Más allá de las llamadas de alto nivel, hay que destacar que, durante la jornada, y según reportan algunos medios, Zelenski ha afirmado que los principales negociadores ucranianos y rusos se han reunido para discutir el intercambio de 1.000 por 1.000 prisioneros acordado en Estambul, y que espera “un resultado en los próximos días o semanas”.
Sin embargo, el presidente Zelenski solo ha comunicado de manera oficial que él se ha reunido con los ministros de Defensa y Exteriores, Rustem Umerov y Andrii Sybiha, respectivamente, y con el jefe de la Oficina de la Presidencia, Andriy Yermak, para discutir sobre los esfuerzos diplomáticos para poner fin a la guerra, incluido el intercambio de prisioneros acordado. De hecho, Ucrania ya ha adoptado un plan paso a paso para llevar a cabo el intercambio. En dicha reunión, además, han abordado los detalles de las conversaciones en Estambul, reiterado la necesidad de lograr un alto el fuego y tanto Sybiha como Yermak han informado al presidente de sus conversaciones con países clave en los últimos días, esto es, EE. UU. Francia, Reino Unido, Italia, Polonia y Turquía.
Cambiando de tercio, durante la jornada Zelenski ha conversado también con el nuevo presidente electo de Rumanía, Nicusor Dan, para felicitarle y agradecer el apoyo que han recibido durante la guerra, subrayando que es importante que este continúe. Además, Zelenski ha invitado a su homólogo a que visite Ucrania en el futuro próximo.
También se han producido noticias relativas a la ayuda militar a Ucrania, pues Finlandia ha confirmado que suministrará 90 millones de euros en municiones procedentes de su industria empleando los intereses de los activos rusos congelados.
Más importante si cabe, se ha comenzado a hablar sobre un futuro envío por parte de Italia de hasta 400 vehículos de transporte de tropas blindados M113, lo que duplicaría la flota de este modelo a disposición de las AFU de concretarse. Una donación que supondría, además, que Italia renunciaría a aproximadamente dos tercios de los M113 que mantiene almacenados, en un momento en el que los países europeos se están esforzando por recuperar capacidades, lo que apunta a nuevos anuncios de compras.
Cambiando nuevamente de tercio, se ha sabido que el pasado 14 de mayo el Secretario de Estado del Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania, Oleksandr Karasevych, y la Jefa Adjunta de la Oficina del Presidente de Ucrania, Iryna Mudra, visitaron Luxemburgo, entregando una misiva en nombre del ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andriy Sybiha, al Secretario General del Consejo de Europa, Alain Berset, con una solicitud oficial para iniciar el proceso de establecimiento, en el marco del Consejo de Europa, del Tribunal Especial para el Crimen de Agresión contra Ucrania.
También ha sido noticia la presión por parte de la UE en el seno del G7 para que los miembros del grupo, concretamente los ministros de finanzas, tomen una decisión destinada a reducir el límite actual de 60 dólares por barril a las exportaciones marítimas de crudo ruso, buscando así reducir aun más los ingresos procedentes de los hidrocarburos, utilizados por Rusia para financiar la guerra.
Por último, hablando de sanciones, cerramos con una noticia curiosa, toda vez que Polonia ha incautado cinco toneladas de neumáticos de avión con dirección a Rusia, en lo que consideran una violación de las sanciones. Cabe recordar que el sector aeronáutico, y en concreto la aeronáutica civil, es uno de los más castigados y que Rusia lleva tiempo intentando no sólo que se levanten las sanciones relacionadas con los recambios o la venta de aeronaves, sino también las restricciones a los vuelos desde otros puntos del mundo hacia Rusia.
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