Según las autoridades ucranianas, tres bombarderos tácticos Su-34 habrían sido derribados en las últimas horas, en una acción que habría sido protagonizada por los sistemas antiaéreos Patriot. Siguiendo con la guerra aérea, desde los Países Bajos han anunciado que entregarán en breve, aunque sin determinar la fecha, los primeros dieciocho cazabombarderos F-16. Hay fuentes, no obstante, que aseguran que una docena ya obra en poder de Ucrania, aunque es un extremo por confirmar. Más allá de lo anterior, tenemos en las últimas horas un nuevo intercambio de golpes entre Ucrania y Rusia, interesantes revelaciones en torno a la muerte de Prigozhin y la visita del ministro de Exteriores polaco a Kiev y la conversación entre Zelenski y el holandés Mark Rutte.
Desde la muerte de Yevgueni Prigozhin, el fundador de Wagner Group, junto a otras nueve personas, el pasado 23 de agosto, como consecuencia de una explosión a bordo del Embraer Legacy 600 en el que viajaba a San Petersburgo, se ha especulado mucho sobre la responsabilidad última de un incidente a todas luces provocado. La teoría más lógica parecía apuntar al propio Putin, pues una vez Prigozhin estuviese fuera de la ecuación, la vertical del poder ruso se reforzaría, después de meses de discusiones acerca del grado de control que el presidente ruso ejercía sobre el país. Discusiones, además, exacerbadas tras la asonada del propio Prigozhin y sus hombres.
En las últimas horas, sin embargo, ha salido a la luz una nueva teoría que apunta a uno de los colaboradores más estrechos y, a la vez, radicales y peligrosos de Putin como organizador: Nikolai Patrushev. Así las cosas, el actual secretario del Consejo de Seguridad de Rusia habría recibido el visto bueno por parte de Putin de cara a eliminar al díscolo empresario, organizando una operación que habría culminado con la colocación de un artefacto explosivo bajo el ala del citado Embraer.
Lo más interesante del caso, no es que el Kremlin estuviese, en cualquier caso, detrás del asesinato de Prigozhin, sino la forma en la que se habría gestado la operación según las fuentes de The Wall Street Journal, que es el diario estadounidense que en las últimas horas ha devuelto a la actualidad a Prigozhin. Según esto, Patrushev habría preparado una operación contra Prigozhin meses atrás, después de advertir en varias ocasiones a Putin, ya desde el verano de 2022, del riesgo que implicaba conceder un poder excesivo al jefe de la compañía militar privada.
Es más, habría planteado la necesidad de neutralizar a Prigozhin durante tras una de las llamadas de este a Putin para quejarse del escaso suministro de municiones a su organización, durante la batalla de Bakhmut, algo que Patrushev habría considerado un desafío, al no respetar Prigozhin la autoridad del Kremlin. Finalmente, después del alzamiento de la organización que este lideraba, Patrushev habría elaborado el plan definitivo para eliminar a Prigozhin, al que Putin no se habría opuesto.
Ahora bien, esto implica que, si bien Putin estaba al tanto, habría podido dejar que Patrushev y sus hombres procediesen como forma de calmar al ala más dura de la cúpula rusa y no ser así percibido como un líder débil. Lo contrario, habría puesto en peligro su propia figura, ya que el mayor pecado que un líder ruso puede cometer posiblemente sea el de aparecer como precisamente eso, una figura débil. De esta forma, y amparándose en que Prigozhin no habría cumplido con su promesa de mantener un perfil bajo –recordemos el vídeo publicado desde África-, Putin habría visto la oportunidad de solucionar dos problemas de una sola vez, a costa de romper la promesa hecha a Prigozhin de respetar su vida.
Respecto a Prigozhin, parece evidente que confiaba en la palabra de Putin o, de lo contrario, difícilmente habría salido de su «retiro» en Bielorrusia, ni habría vuelto a publicar desde África, en donde la organización continuaba sus operaciones -ahora ha sido absorbida por el Estado ruso- ni, mucho menos, hubiese puesto un pie en Moscú ni, seguramente, en Rusia.
Lo que está claro, aunque el Kremlin continúe negando toda relación con lo sucedido y considere que son todo «especulaciones de Occidente», es que Prighozin no estaba «jugando con granadas» salvo en términos figurados, al haber puesto en jaque la autoridad de Putin y, especialmente, que tras su muerte la situación política en Rusia ha cambiado muy a favor del propio Putin, un líder mucho más sólido ahora que hace seis meses. En términos del más descarnado realismo, tenemos pues que este asesinato político habría sido acertado para Putin.
Más allá de esto, y pasando a lo ocurrido sobre el terreno, en las últimas horas desde el Ministerio de Defensa ucraniano han publicado una noticia en la que se decía que habían derribado tres bombarderos tácticos Su-34 rusos, algo que, de ser cierto, sería un importante varapalo para la Fuerza Aérea rusa, la cual llevaba un tiempo operando con cierta impunidad con estos aparatos, después del nefasto papel desempeñado por los mismos al comienzo de la contienda. La acción, podría haber estado protagonizada por un sistema antiaéreo Patriot, que se habría mantenido en silencio hasta el último momento, permitiendo que los aparatos rusos se pusiesen en disposición de ser abatidos, posiblemente utilizando algún tipo de «cebo» para que entrasen en el radio de acción de sus misiles.
Dicho esto, hay incluso quien ha especulado con la posibilidad de que fuesen abatidos por cazabombarderos F-16, toda vez que la ministra de Defensa neerlandesa ha anunciado recientemente que los 18 primeros aparatos neerlandeses estaban ya listos para servir a Ucrania, si bien no se ha afirmado que hayan sido entregados ni se ha dado una fecha para ello, aunque esta podría estar muy cercana. Estas especulaciones, sin embargo, tendrían su origen en fuentes rusas, como Rybar, que aseguran que los primeros aparatos ya operan con la Fuerza Aérea ucraniana, algo de lo que no hay constancia. De hecho, abundamos sobre ello en la segunda parte del informe, pues al menos en teoría todavía queda cumplir con ciertos hitos antes de que la entrega se produzca.
Además de lo anterior, en las últimas horas también se han producido nuevos ataques con drones rusos sobre Ucrania. Las fuentes de este país hablan de 28 drones Shahed-131/136 (Geran-1/2) lanzados, de los que habrían derribado 24. Del lado ruso, por su parte, hablan de un dron derribado en la región de Kursk, de dos en la de Briansk, así como también en Moscú.
En cuanto a los combates, comenzando por el norte del frente tenemos nuevos e importantes avances rusos al oeste de Kreminna, en dirección a Terny. También, ligeramente más al sur, ataques fallidos en el área de Siversk, aunque su situación en la zona ha mejorado en cualquier caso de un tiempo a esta parte.
Situación parecida se da en Bakhmut, en donde continúan produciéndose avances rusos tanto al norte como al sur de la ciudad. En el primer caso, en dirección a Chasiv Yar, tras entrar las tropas rusas en Bohdanivka. En el segundo, hacia el interior de Klischiívka.
En cuanto al oeste de Donetsk, nos encontramos también con progresos rusos, en este caso en Mariínka, en donde han logrado avanzar en dirección a poniente tanto en la parte central como en la más meridional de la ciudad, hacia Pobjeda. También en Novomykhailivka.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Si una noticia ha destacado de entre todas las de la jornada 667 es la relativa a la preparación de la entrega de los primeros aviones de combate F-16 a Ucrania por parte de Países Bajos. No obstante, la visita del ministro de Exteriores de Polonia a Kiev o la reunión con los embajadores de países socios de Ucrania para discutir sobre las garantías de seguridad también han ocupado un papel especial hoy.
En orden, el presidente Zelenski ha conversado por teléfono con el aún primer ministro neerlandés, Mark Rutte, para agradecerle al Gobierno su decisión de preparar los primeros 18 aviones de combate F-16 para su entrega a Ucrania. Noticia que se ha conocido de manos de la ministra de Defensa neerlandesa, Kajsa Ollongren, a través de su perfil de X tras comparecer ante la Cámara de Representantes del país, en la que ponía de manifiesto que los primeros aparatos están disponibles para Ucrania y que continuarán apoyando “incesantemente” a Ucrania. No obstante, nada se ha especificado por el momento en cuanto al calendario de entrega, ya que en primer lugar para preparar los F-16 ahora deben asignar personal y presupuesto para llevar a cabo dicha entrega.
No obstante, durante su llamada Zelenski y Rutte han abordado numerosos temas además de este. Desde la situación en el Mar Negro y las necesidades actuales de defensa de Ucrania -incluida la artillería, los drones y la defensa aérea-, hasta la “actitud activa” de Países Bajos a la hora de apoyar la apertura de las negociaciones de la UE con Ucrania. Todo ello pasando por la importancia de lograr aprobar el paquete de ayuda de la UE por importe de 50.000 millones de euros, la próxima reunión a nivel de asesores de política exterior y de seguridad sobre la implementación de la Fórmula de Paz y el acuerdo para seguir trabajando en las garantías de seguridad bilaterales para Ucrania cumpliendo con lo previsto en la Declaración de Vilna del G7.
Hoy, además, han contado en Kiev con la visita del recién designado ministro de Exteriores de Polonia, Sikorski Radek, siendo su primera visita oficial al extranjero y coincidiendo con el Día del Servicio Diplomático de Ucrania. El representante polaco ha sido recibido en primera instancia por el presidente Zelenski acompañado del ministro de Exteriores Dmytro Kuleba y su jefe de gabinete, Andriy Yermak, quien en primer lugar le ha dado las gracias al país vecino por el apoyo que han brindado hasta ahora a Ucrania. Durante su encuentro han discutido sobre las necesidades militares de Ucrania, una mayor cooperación en defensa, la producción conjunta de armas y la compra de armas polacas que, según el mandatario ucraniano, “han demostrado ser efectivas en el campo de batalla”. Sobre estos temas, también han tenido ocasión de ahondar ya a nivel bilateral el ministro Radek con el ministro de Defensa de Ucrania, Rustem Umerov, y también con el primer ministro Denys Shmyhal.
De otro lado, han discutido también -como vendrá siendo la tónica habitual de los próximos días- sobre la próxima reunión sobre la Fórmula de Paz y de los preparativos para la Cumbre de Paz Global. Al término de la reunión, Zelenski ha subrayado que ambas partes están de acuerdo en que sus relaciones bilaterales necesitan un impulso y que “todas las preocupaciones deben resolverse de manera mutuamente beneficiosa”. Una de estas preocupaciones es sin duda la relativa a las exportaciones agrícolas ucranianas, cuestión que ha venido tensando las relaciones entre Varsovia y Kiev desde la pasada primavera. Es por este tema precisamente por el que también se han reunido Radek y Shmyhal, enfatizando la necesidad de encontrar una solución equilibrada que beneficie a ambas partes.
Pasando a otras cuestiones, el jefe del gabinete de Zelenski, Andriy Yermak, ha celebrado una reunión por videoconferencia con los embajadores y jefes de misiones diplomáticas sobre el estado de la implementación de los acuerdos sobre el cumplimiento de los compromisos de seguridad de Ucrania basados en la Declaración Conjunta del G7 adoptada en Vilna. Yermak ha destacado que ya son 31 estados los que se han adherido a la Declaración Conjunta y que se han iniciado consultas bilaterales con todos los países del G7, Países Bajos y la UE, si bien en el caso de Francia, Italia, Alemania y Reino Unido ya se han presentado proyectos de los acuerdos. Por otro lado, el representante ucraniano ha subrayado que de los 27 Estados miembros de la UE, solo 6 aún no se han sumado a la Declaración: Austria, Malta, Croacia, Eslovaquia, Hungría y Polonia. En el caso de la OTAN, a los 4 últimos países se sumaría Turquía como estado que aún no ha dado el paso para respaldar la Declaración. En clara referencia a Ankara, Yermak ha insistido en que la Declaración de Vilna no solo contempla la posibilidad de suscribir acuerdos bilaterales de seguridad, sino también multilaterales donde una de las áreas podría ser la seguridad en el Mar Negro.
Por su parte, y entrando en el fondo de la cuestión, el jefe adjunto del gabinete de Zelenski, Ihor Zhovkva, ha insistido en la necesidad de concluir acuerdos jurídicamente vinculantes sobre los compromisos de seguridad, dado que sostiene que no necesitan otro Memorando de Budapest. De igual modo, considera que los acuerdos deben prever sanciones efectivas contra Rusia, incluidas las preventivas, así como un mecanismo claro de respuesta de los socios en el caso de una agresión rusa intensificada o una agresión repetida después de la victoria de Ucrania. De otro lado, el ministro de Defensa Umerov defiende que en los acuerdos debe reflejarse el aumento de las capacidades de las Fuerzas de Defensa de Ucrania, la intensificación de la cooperación técnico-militar y el desarrollo del complejo militar-industrial.
Ahondando en esta cuestión, el ministro de Industrias Estratégicas, Oleksandr Kamyshin, ha propuesto incluir 5 puntos en la estructura de los documentos bilaterales: 1) estimular la inversión de los países socios en el mantenimiento y producción de equipo militar en Ucrania durante la guerra; 2) garantizar el acceso de las empresas de la industria de defensa ucraniana las cadenas de suministro de materiales y componentes críticos para la producción de armas; 3) profundizar la integración de la industria de defensa ucraniana con los complejos militares-industriales de los países socios; 4) asegurar el intercambio de tecnologías y la localización de la producción; 5) proporcionar financiación para la adquisición de armas y equipo militar para las necesidades de defensa durante la guerra.
Por último, otras de las cuestiones cuya importancia han destacado las autoridades ucranianas son la seguridad de la información y la ciberdefensa, la protección de la información, las inversiones y la propiedad intelectual, pero también la lucha contra amenazas híbridas.
Para finalizar y cambiando diametralmente de tema, el alcalde de Londres, Sadiq Khan, ha revocado su decisión por la cual no apoyaba un plan para enviar los vehículos que no cumplen con los estándares de la Zona de Emisiones Ultra Bajas de Londres a Ucrania en lugar de al depósito de chatarra (por ejemplo, vehículos 4×4). Con este cambio de posición, Khan, apoyado del exsecretario de Defensa, Ben Wallace, ha solicitado al secretario de Transportes del país que permita a los londinenses donar sus coches con altas emisiones a Ucrania, ya que esto beneficiará a la capital sacando los vehículos contaminantes de sus calles y al mismo tiempo brindarán un apoyo vital al pueblo de Ucrania.
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