Disipada al menos temporalmente la duda que planteaba una posible guerra entre Armenia y Azerbaiyán con la rendición de Artsaj, la guerra en Ucrania continúa su curso con actos de sabotaje en el aeródromo de Chkalovsky que podrían haber dañado varias aeronaves rusas, ataques a un depósito de combustible en Sochi o la explosión de una mina naval al paso de un mercante por el delta del Danubio. Todo mientras continúan los combates, Rusia anuncia la próxima visita de Putin a un Xi Jinping que también afronta serios problemas internos y los aliados de Ucrania reunidos en Ramstein buscan la forma de entregar más armas y municiones a este país.
Finalmente no ha llegado a haber guerra en Nagorno-Karabaj, con lo que no ha podido comprobarse si las inversiones recientes de Armenia habrían podido o no dar fruto alguno. Por el contrario, tras la breve demostración de fuerza hecha por Azerbaiyán, una Armenia sin apoyos se ha abstenido en un enfrentamiento en el que Artsaj ha capitulado rápidamente. Las tropas de interposición de una Rusia incapaz de sostener a su aliado, serán las garantes de un nuevo estado de cosas en el que es Estambul quien más gana, mientras Bakú logra al fin reintegrarse un territorio que prácticamente todo el mundo reconoce que le pertenece a pesar de estar habitado por una mayoría armenia.
En relación con esto, una de las reacciones más curiosas, que además constatan la pérdida de influencia rusa en la región y el hecho de que esta potencia es incapaz de sostener a su aliado en la zona frente a la dupla Turquía-Azerbaiyán, ha sido la del portavoz del gobierno ruso, Dmitry Peskov, quien ha afirmado que «Azerbaiyán actúa en su territorio de iure». Se amparan en el Kremlin, a la hora de defender su cambio de posición -mientras en Ucrania les importa bien poco el derecho internacional público-, en que ha sido Armenia la que había reconocido previamente esta región como parte de Azerbaiyán.
Sin embargo, lo que encontramos es un nuevo episodio de la retirada rusa de esta zona del globo, en la que ya no tiene medios para dictar las reglas o para contener poderes crecientes, como el de un Azerbaiyán no solo apoyado por Turquía, sino también enriquecido por los hidrocarburos. De hecho, se ha producido una situación curiosa, pues mientras que Rusia no ha sido capaz de mantener su apoyo a Armenia y a lo más que ha llegado ha sido a proponer que acepten las condiciones impuestas por Azerbaiyán, este último país se ha contenido, dejando claro que reconoce la integridad territorial de Armenia.
Una contención que ha venido en buena parte dada por los otros apoyos internacionales que sí ha recibido Armenia; recordemos que queda abierta la cuestión del corredor terrestre que lleva, a través de territorio armenio, hasta la República Autónoma de Najicheván, pero también que hace escasas horas se han producido unas interesantes declaraciones por parte del Secretario de Estado norteamericano, quien ha garantizado el apoyo a la integridad territorial, independencia y soberanía de Armenia.
Así, este pequeño país parece destinado a caer también en la órbita estadounidense, máxime después de las maniobras que llevaron a cabo ambos ejércitos hace apenas unos días. Y no ha terminado aquí el día negro para Moscú, pues durante la jornada de hoy han perdido varios miembros de sus fuerzas de interposición a causa de un ataque contra el vehículo en el que cruzaban la aldea de Dzhanyatag, en un incidente todavía sin esclarecer y que podría haber costado la vida a ocho militares.
Lo ocurrido en Nagorno-Karabaj, uno de los varios conflictos congelados que encontramos distribuidos por el «extranjero próximo» ruso, podría servir de acicate a Moldavia a la hora de resolver la situación de Transnistria, en donde tropas rusas mantienen la excepcionalidad de esta región. Por el momento se han dado pasos, además cada vez más contundentes, como los dirigidos el pasado mes de junio a terminar con la influencia ejercida por Moscú a través del partido Shor, disuelto por el Parlamento moldavo tras ser declarado ilegal.
En este sentido, resulta sorprendente que después de más de un año y medio de guerra, y sabiendo cuál es el nivel de fuerzas ruso en la región -que se cifra en unos 1.500 efectivos y sin posibilidades reales de apoyo en vista de la situación-, Ucrania todavía no haya intentado nada contundente para librarse de una amenaza en su flanco occidental. Del mismo modo que sorprende, por cierto, que no se esté concediendo más apoyo a Georgia en sus reclamaciones relativas a Abjasia y Osetia del Sur, con tal de seguir abriendo frentes a Rusia, flanqueándola.
Obviamente, hay un riesgo inherente de escalada, pero difícilmente ninguno de estos territorios constituya una «línea roja» para Rusia en el sentido en que lo es Crimea. Más allá de la importancia que le confieran en términos históricos, geográficos o del tipo que se quiera, son pocos los medios convencionales que podrían dedicar a hacer frente a cualquier ataque en alguno de ellos y no hay nada que pueda justificar una escalada hacia lo estratégico. Especialmente si pensamos en el estado de las fuerzas del Distrito Militar Sur ruso, responsable también de las cuatro regiones anexadas ilegalmente por Rusia por más que allí encontremos fuerzas de todos los demás distritos.
Hablando de escalada, sigue siendo motivo de controversia el tema del envío o no envío de los ATACMS. Hay quien piensa, seguramente con mucho tino, que la razón última por la que los Estados Unidos no proporcionan estos misiles balísticos a las Fuerzas Armadas ucranianas reside en evitar que Rusia emplee misiles balísticos iraníes contra Ucrania. Es decir, que se estarían utilizando como una suerte de seguro o de medio de control de la escalada, frenando así a Rusia. En relación con esto, precisamente estos días se está produciendo la visita del ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú a Teherán, en donde entre otras cosas, le han llevado a ver una exhibición de drones y misiles de diseño y factura iraní.
Como decíamos, es muy factible que la «carta iraní» tenga mucho que ver con las largas estadounidenses al envío de ATACMS a Ucrania; del mismo modo que el ataque a Sebastopol empleando para ello misiles de crucero donados por estados occidentales habría sido -por su excepcionalidad y la fecha elegida- una advertencia clara al Kremlin. Señal dada además en un momento en el que se estaba produciendo la visita de Kim Jong-un a Rusia. Un viaje diplomático que tenía como razón de ser el tratar la entrega de municiones de artillería norcoreana a cambio posiblemente de material militar, ayuda tecnológica e industrial al programa espacial de Corea del Norte, grano y medicinas, entre otros.
Pasando a un tema relacionado, pero algo diferente, las operaciones ucranianas en el extranjero, empleadas como una forma más de hacer frente a Rusia, siguen su curso. No es ya que en las últimas horas un sabotaje haya dañado supuestamente (no hay imágenes que lo confirmen) varias aeronaves estacionadas en la base militar de Chkalovsky, en la región de Moscú (en lo que sería una respuesta al ataque con drones Lancet contra MiG-29 ucranianos en Krivói Rog horas atrás). Es que mucho más lejos, en Sudán, comienza a hablarse de cómo el ataque con un drone FPV ocurrido hace unos días podría ser una acción facilitada -si no directamente llevada a cabo- por el SBU ucraniano.
Tiene su lógica, en tanto la guerra tiene muchas facetas, que van de la economía a la tecnología y de los enfrentamientos en territorios ahora en disputa a la influencia rusa en África, ejercida a través de la diplomacia o de organizaciones como Wagner Group. En este sentido, Sudán es, como sabemos, clave en la estrategia exterior rusa y, por derivación, para los enemigos de este país. Se entiende así que desde Kiev hayan podido prestar ayuda en forma de conocimiento (o incluso enviar operativos) que permita hacer frente a los vectores rusos allí.
En cuanto a la actualidad del campo de batalla, debemos comenzar por la última oleada de drones Shahed-136/131 lanzada por Rusia sobre el territorio ucraniano, que según los responsables de la defensa antiaérea de este país ha culminado con la destrucción de 17 de los 24 ingenios empleados en este último ataque. Entre los objetivos que sí habrían sido alcanzados encontramos una refinería en Kremenchuk o la ciudad de Kramatorsk.
Del otro lado, los ucranianos habrían vuelto a alcanzar las inmediaciones de la ciudad crimeana de Sebastopol, más exactamente Verkhnosadove, en donde hay un puesto de mando y un centro de transmisiones de la Flota del Mar Negro de la Armada rusa. Además, un depósito de combustible habría sido alcanzado por drones ucranianos en Sochi, en la costa rusa del Mar Negro.
En cuanto a los movimientos sobre el frente, comenzamos por la línea Kupiansk-Svatove-Kreminna, en donde las tropas ucranianas han continuado presionando a las rusas al noroeste de Svatove, en Novoselivs’ke. Además, se confirma la recuperación de la aldea de Nadiya por parte de Ucrania, en tanto sus tropas han sido bombardeadas allí por parte de la artillería rusa.
Más al sur, en el área de Bakhmut, las Fuerzas Armadas ucranianas han continuado con sus ataques, tanto al norte, en la zona de Berkhivka, como al sur, desde Klischiívka y Andriívka. En ninguno de los casos han logrado nuevos avances en las últimas horas, confirmándose en estos últimos casos que la nueva línea de frente se ha establecido a lo largo de la vía de ferrocarril, en donde los rusos han logrado hacerse fuertes después de las últimas retiradas. «Avances retrógrados» que, por cierto, habrían estado motivados según el ISW por la superioridad ucraniana en cuanto a coordinación (lo que implica un C2 más efectivo), precisión artillería y capacidades en todo lo relativo a Guerra Electrónica.
Sin novedades hoy al oeste de la ciudad de Donetsk, toca pasar al sur del frente, concretamente al eje de Velyka-Novosilka, en donde las AFU han proseguido con sus intentos al este de Urozhaine, sin que se hayan registrado cambios de posiciones en las últimas 24 horas. En el caso del eje de Orijiv, continúa la acción, con constantes intercambios artilleros y con un uso intenso de drones comerciales letalizados. Las últimas imágenes aparecidas en redes sociales parecen confirmar que las AFU se habrían hecho con las trincheras rusas al norte de Novoprokopivka.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Abrimos la sección internacional con la actividad institucional y diplomática que está teniendo lugar en Nueva York con ocasión de los debates de alto nivel del 78º periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU).
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) ha contado hoy con la intervención del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien ha pedido nuevamente la retirada de las tropas rusas del territorio ucraniano como condición previa para “un cese de hostilidades”. Más concretamente, ha expresado que esta condición implica “la retirada completa de las tropas y formaciones militares rusas, incluida la Flota del Mar Negro, de todos los mercenarios en el territorio de Ucrania y el restablecimiento total del control ucraniano sobre todo el Estado frontera y su zona económica exclusiva”.
Asimismo, el presidente ha puesto el acento en criticar el poder de veto de Rusia en el CSNU defendiendo que “Esta desigualdad provoca la ineficacia de la ONU, que podría hacer más”. Para Zelenski, el veto “no debería utilizarse para defender a quienes están obsesionados con el odio y la guerra”, planteando así que Rusia debería verse privada de este derecho. Además, ha añadido que “La humanidad ya no confía en las Naciones Unidas cuando se trata de defender las fronteras soberanas de una nación”.
Según el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, el veto es un instrumento jurídico “legítimo” conferido a los cinco miembros permanentes del CSNU.
Por su parte, el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, que ha intervenido entre Zelenski y Lavrov ha acusado a Rusia de cometer “crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en Ucrania casi a diario”.
Sin embargo, no ha sido una reunión que haya transcurrido sin tensiones, pues al inicio de esta, el representante permanente de Rusia ante las ONU, Vassily Nebenzia, ha cuestionado que la intervención del presidente Zelenski tuviese lugar antes que las de los miembros del Consejo. En respuesta, el presidente de turno del CSNU, el primer ministro de Albania Edi Rama, no ha dudado en contestar “Debo decir que, viniendo de usted, esta lección sobre la violación de las reglas es bastante grandiosa”, aclarando que el orden de las intervenciones -más de setenta- se transmitió en tiempo y forma. Además, Rama ha añadido que, si parasen la agresión contra Ucrania, el presidente Zelenski no estaría interviniendo ante el CSNU.
Con carácter previo a su intervención, el presidente Zelenski acompañado del ministro de Exteriores y el jefe de su gabinete, y el primer ministro albanés se han reunido. Zelenski ha agradecido a Albania que se haya adherido a la Declaración del G7 sobre las garantías de seguridad para Ucrania y, además, han firmado una Declaración conjunta en la que se recoge el apoyo albanés a la integración de Ucrania en la OTAN.
Asimismo, en las últimas 24 horas el presidente Zelenski también se ha reunido con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, para discutir, entre otras cosas, las perspectivas de reanudación de la Iniciativa de Granos del Mar Negro. Zelenski ha agradecido a Guterres su apoyo a Ucrania para garantizar la estabilidad de los mercados y las exportaciones de alimentos. De otro lado, el presidente ucraniano ha llamado la atención del secretario sobre el uso de drones iraníes por parte de Rusia para atacar la infraestructura agrícola y portuaria de Ucrania.
De igual modo, se ha reunido con la recién nombrada representante especial de EE. UU. para la recuperación económica de Ucrania, Penny Pritzker. Durante el encuentro han discutido sobre las regiones prioritarias de Ucrania para la reconstrucción, así como el “apoyo a los sectores más prometedores de la economía ucraniana”. Asimismo, Zelenski ha destacado la importancia de que las empresas estadounidenses se sumen a la reconstrucción de la infraestructura destruida (escuelas, guarderías, edificios residenciales e instalaciones energéticas).
También ha tenido la ocasión de reunirse con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, para discutir, entre otras cosas, “sobre cuestiones bilaterales importantes”, incluida la cooperación en defensa civil y la protección de vidas humanas. Además de expresarle su preocupación por la cooperación militar cada vez más estrecha entre Rusia e Irán, Zelenski ha invitado a Israel a apoyar la Fórmula de Paz e informado sobre los preparativos de la Cumbre de Paz Global. Por último, también han discutido la cooperación dentro de la ONU y otras plataformas internacionales.
A lo anterior se suma que el presidente Zelenski durante su intervención en la Cumbre de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) celebrada también en la sede de Naciones Unidas ha puesto de manifiesto como “pese al bloqueo marítimo de Rusia”, YUcrania ha entregado cereales a numerosos países del mundo: Argelia, Yibuti, Egipto, Kenia, Libia, Líbano, Marruecos, Somalia, Túnez, Bangladesh, China, India, Indonesia, Malasia, Sri Lanka, Tailandia, Vietnam, Iraq, Omán, Pakistán, Turquía, Yemen y otras naciones como Etiopía y Sudán. En total, han exportado 32 millones de toneladas de alimentos y Ucrania está proponiendo medidas muy concretas para mitigar la crisis alimentaria mundial.
Por su parte, el ministro de Exteriores, Dmytro Kuleba, se ha reunido con el director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (IAEA), Rafael Mariano Grossi para discutir sobre la situación en los territorios temporalmente ocupados y, en particular, de la central nuclear de Zaporiyia. Además, han abordado la continuación de la cooperación entre Ucrania y la IAEA. Tras la reunión, Kuleba ha subrayado que “Rusia debe poner fin al chantaje nuclear y retirarse de la central nuclear de Zaporiyia para restablecer la seguridad nuclear en Ucrania y en toda Europa”.
Asimismo, se ha reunido con su homóloga de Países Bajos, Hanke Bruins Slot, para discutir sobre las medidas para responsabilizar a Rusia por sus crímenes y con la secretaria de Exteriores de México, Alicia Barcena, para discutir sobre la Fórmula de Paz centrándose en la restauración de la integridad territorial de Ucrania y la retirada de las tropas. Además, Kuleba ha aprovechado el encuentro para agradecerle a Barcena la decisión de México de reabrir su embajada en Kiev y la ha invitado al país. Por otro lado, se ha reunido con el ministro de Exteriores de Guayana, Hugh Hilton Todd, para abordar las distintas formas de desarrollar vínculos entre Ucrania y los países de la CARICOM (Comunidad de países caribeños), pero también ha acordado desarrollar la cooperación bilateral entre Guayana y Ucrania en comercio, cultura y contacto entre sus pueblos. Por último, ha conversado con su contraparte de Mauritania, el ministro Mohamed Salem, también sobre la cooperación entre ambos países y los vínculos de Ucrania con la Unión Africana. Además, ha invitado a Mauritania a que se sume a la Cumbre “Granos de Ucrania” y la implementación de la Fórmula de Paz.
Al margen de la AGNU, la primera dama de Ucrania, Olena Zelenska, ha participado en el evento de alto nivel “Luchando por el futuro: los niños ucranianos en la guerra”, celebrada al margen de la AGNU. Ha puesto el acento en lo más de 19.000 menores ucranianos deportados ilegalmente por Rusia. Según Zelenska, únicamente 386 niños “secuestrados” han sido devueltos a Ucrania. Ha destacado que a estos niños les dijeron “que sus padres no los necesitaban, que nadie los estaba esperando”, así como que “ya no eran niños ucranianos, sino rusos”. En consecuencia, Zelenska se ha dirigido al secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, y a toda la Organización para pedir que les ayuden a salvar a los niños ucranianos mediante la obtención de información, pero también sacándolos de los territorios ocupados a través de corredores seguros.
De otro lado, ha confirmado que la Fiscalía General de Ucrania ha registrado un total de 231 casos de violencia sexual cometidos por el Ejército ruso, contándose entre las víctimas 13 niños menores de 12 años.
Un día en el que Olena Zelenska también ha recibido el “Premio Clinton Global Citizen” -instaurado por Bill, Hillary y Chelsea Clinton en 2007, dirigido a reconocer a personas destacadas cuya visión y liderazgo han sido un ejemplo para la comunidad global.
También al margen de la AGNU, Estados Unidos y la Asociación Adriática (A5) integrada por Albania, Bosnia y Herzegovina, Croacia, Montenegro, y Macedonia del Norte han emitido una Declaración conjunta en apoyo de Ucrania en la que, además de condenar la invasión solicitan la retirada inmediata e incondicional de las tropas. Asimismo, han mostrado su apoyo a los esfuerzos de llevar a los responsables de los crímenes cometidos en Ucrania ante la justicia, y subrayado que no reconocen la legitimidad de las acciones rusas para anexionarse territorios ucranianos soberanos o de las elecciones en contra del derecho internacional.
Mientras tanto en Ucrania, el primer ministro Denys Shmyhal ha conversado con su homóloga letona, Evika Silina, sobre una mayor cooperación y el endurecimiento de las sanciones. Por separado, han discutido también sobre el desarrollo de la logística.
Por último, del lado de Rusia, se esperaba que durante la jornada de hoy el presidente Vladímir Putin se reuniese con el ministro de exteriores de China, Wang Yi, aunque no se conocen más detalles del encuentro. Putin, además, ha confirmado que está “encantado” de aceptar la invitación para viajar a China en octubre por invitación de su homólogo Xi Jinping, en el que será su primer viaje al país asiático desde el inicio de la invasión.
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