Mientras en Rusia se ensaya para los actos conmemorativos del «Día de la Victoria», sin ningún hito simbólico que ofrecer al pueblo por más empeño que se haya puesto en las últimas semanas por hacerse con Bakhmut -en donde Ucrania ha recuperado algunas posiciones-, se sigue especulando sobre las posibilidades ucranianas de asestar un golpe definitivo a Rusia. Más preocupante para sus intereses, algunos de sus aliados comienzan a ver la «vía china» como una opción aceptable de cara a sentar a Rusia en la mesa de negociaciones.
Si en el informe de ayer enlazábamos un nuevo artículo en el que se intentaba frenar la expectación respecto a la futura ofensiva ucraniana, hoy se ha publicado que también el presidente checo, Petr Pavel, habría advertido a Zelenski y al Gobierno ucraniano sobre los riesgos de lanzar cualquier operación de forma apresurada, máxime cuando Ucrania carece actualmente del factor sorpresa, algo que sirvió especialmente en Járkov el pasado otoño.
A pesar de su actual cargo político, Pavel no es un novato en esto de la milicia. Petr Pavel ocupó el cargo de Presidente del Comité Militar de la OTAN desde junio de 2015 hasta junio de 2018, antes de lo cual fue el Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de la República Checa desde julio de 2012 hasta mayo de 2015. Sin duda, una opinión autorizada, y preocupada por ejemplo porque los ucranianos no puedan alistar el volumen de fuerzas necesario para lograr un éxito importante.
Uno de los mayores problemas de Ucrania tiene que ver una vez más con la Unión Europea. Si bien la cantidad global de ayuda concedida al país invadido, es enorme, alcanzando por el momento los 72.000 millones de dólares, las costuras defensivas de los 27 han saltado por completo, mientras desde Bruselas se lucha por reconstruir una industria militar abandonada durante décadas.
Así las cosas, desde esta parte del Viejo Continente no se ha podido ofrecer la ayuda militar -especialmente en forma de municiones- que Ucrania necesitaría a corto plazo para incrementar las opciones de éxito en el campo de batalla. Al final, las inercias y la lentitud de las instituciones europeas –y eso que se han dado pasos importantes-, en las que cada decisión debe consensuarse hasta alcanzar un compromiso que suele alejarse de lo inicialmente esperado, pesan más que la voluntad de muchos Estados miembros por ofrecer a Kiev todo aquello que necesita.
Esta es una de las razones por las que algunos socios de Ucrania estarían comenzando a ver con buenos ojos el papel de China como posible mediador, de forma que el conflicto pueda detenerse en los próximos, llevando a Rusia a la mesa de negociación. Ahora bien, para que esto se de en condiciones aceptables, la ofensiva debería tener éxito, aunque fuese limitado, de forma que desde Moscú rebajasen también sus expectativas, por más que no estén muy seguros de la voluntad negociadora de Putin.
De este modo, todo sigue apuntando a que la actual guerra, de una forma u otra, tendrá un final negociado, que podría no cumplir con las aspiraciones ucranianas y que, a pesar de la maquinaria propagandística del Kremlin, costará vender como una victoria en Rusia, incluso recurriendo al discurso habitual según el cual el Ejército ruso no se ha enfrentado a Ucrania, sino a todo Occidente.
A la espera de lo que ocurra con la ofensiva ucraniana -pues pese a todas las opiniones pesimistas o moderadamente optimistas que hemos enlazado estos últimos días, hay opciones reales de dar un golpe significativo (aunque seguramente no definitivo) a Rusia-, lo importante será que, de producirse, la negociación no culmine con un remedo de los acuerdos de Minsk que sirva de caldo de cultivo a futuras hostilidades una vez Rusia logre recuperar sus Fuerzas Armadas… algo harto difícil, pues para Rusia esto sigue estando en las antípodas de una guerra de gabinete.
Respecto a la ofensiva en sí, debería comenzar -en condiciones ideales- con sucesivas oleadas de loiterings y drones FPV ucranianos saturando las defensas rusas, así como con una importante concentración de JDAM y GMLRS antes de que las unidades acorazadas –equipadas con mucho material de ingenieros– traten de abrir brecha -momento crítico, ya que no se puede apenas maniobrar quedando a merced de la artillería si esta no ha sido neutralizada-.
Uno de los problemas es que no se prevé que Ucrania ataque en un solo punto, concentrando allí todos sus medios acorazados, y menos ahora que Rusia está poniendo en servicio nuevas armas y que su aviación opera con algo más de libertad. Por lo tanto, cabe esperar que las AFU distribuyan las brigadas recientemente constituidas entre 4 o 5 ejes, buscando también no repetir los errores rusos de febrero de 2022, saturando las escasas rutas y convirtiéndose en blanco fácil.
La gran ventaja ucraniana, al final -y más allá de la superior preparación de las tropas y de una punta de lanza de material mucho más avanzado que el ruso-, seguirá siendo el poder moverse por líneas interiores de forma que si detectan mayores posibilidades de éxito en algún eje, puedan redistribuir esfuerzos, concentrándolos en el eje más prometedor…
Por otra parte, y como se puede ver sobre estas líneas, los drones Lancet rusos continúan cobrándose bajas entre los sistemas antiaéreos ucranianos, algo que está complicando la actuación de las AFU en las últimas semanas, al disminuir la densidad de sus defensas y, como consecuencia, permitir una mayor -aunque muy moderada- libertad de acción a la Fuerza Aérea rusa, que estaría utilizando alrededor de una veintena de municiones guiadas al día aprovechando que puede operar más cerca del frente con cierta seguridad, lo que sin duda condicionará -que no determinará- la contraofensiva ucraniana.
Respecto a la munición merodeadora Lancet, de la que solemos hablar aunque apenas hemos explicado nada sobre ella, se presenta en diferentes versiones, siendo actualmente los Lancet-3 los que mayor protagonismo tienen gracias a:
- Capacidad de vuelo autónomo: Los Lancet pueden volar de manera autónoma y estar en el aire durante un tiempo prolongado, lo que les permite acechar objetivos enemigos antes de atacarlos.
- Una carga útil que en el Lancet-3 es de hasta 3 kg, lo que la hace efectiva para atacar objetivos como vehículos blindados, puestos de mando y otros objetivos de oportunidad.
- Un alcance efectivo de hasta 40 km en el caso de las Lancet-3, sumado a una alta precisión, gracias a sus sistemas de navegación y guiado.
- Posibilidad de acometer misiones de reconocimiento, transmitiendo información en tiempo real sobre el terreno y los objetivos enemigos.
- Resistencia a contramedidas electrónicas: este es un punto importante, pues aunque el campo de batalla se ha llenado de sistemas C-RPAS de distintos tipos, están diseñadas para ser resistentes a las contramedidas electrónicas, lo que dificulta su neutralización por parte de las defensas enemigas, especialmente las soft-kill.
Son, sin duda, uno de los sistemas más rentables puestos en servicio por Rusia en lo que va de guerra en Ucrania y, lo que es mejor para sus intereses, se ha apreciado un importante avance entre las primeras versiones vistas en este conflicto y la efectividad que están logrando en fechas más recientes, con decenas de objetivos alcanzados.
Por cierto, que siguiendo con las defensas antiaéreas ucranianas, parece que Turquía habría rechazado una propuesta estadounidense encaminada a que este país entregue sistemas S-400 Triumph a Ucrania. Recordemos que el país transcontinental adquirió en Rusia estos sistemas, lo que le valió a la postre la salida del programa F-35 como represalia estadounidense. De deshacerse de los mismos, posiblemente podría reintegrarse en el anterior, aun a costa de reducir momentáneamente sus defensas.
Sin embargo, hay que tener en cuenta, más allá de esto, que Turquía se ha embarcado en sus propios desarrollos de cazabombarderos, aviones de entrenamiento y aviones no tripulados para su portaaeronaves, lo que reduce los incentivos para retomar la senda del F-35 incluso a pesar de que Grecia pueda llegar a convertirse en usuario del mismo.
Sobre el campo de batalla, mientras Ucrania continúa adiestrando unidades de cara a la ofensiva –con intensidad en el caso de los ingenieros– y Rusia resta preponderancia a Bakhmut para concentrarse en finalizar los preparativos defensivos, hoy los combates se han extendido al norte del frente a Synkivka, al norte de la región de Járkov y a Bilohorivka, ya en Lugansk. Es previsible que en esta última localidad se reduzcan los ataques, toda vez que los chechenos que estarían involucrados en los mismos podrían pasar al área de Bakhmut.
Precisamente en torno a esta ciudad, hoy se ha luchado en dirección a Spirne y Bohdanivka, al norte, en la parte occidental de Bakhmut -en donde los ucranianos han retomado alguna posición-, así como en dirección a Ivanivske y Predtechyne, ya al sur de la ciudad. A falta de lo que ocurra mañana, parece difícil ahora mismo que Rusia sea capaz de completar la toma de los últimos edificios de Bakhmut para los actos del día 9 de mayo.
Respecto al oeste de la ciudad de Donetsk, en la última jornada ambos bandos han vuelto a enfrentarse en la pequeña localidad de Niu-York y en Marinka.
Por último, ya en Crimea, desde el Ministerio de Defensa de la Federación Rusa aseguran haber abatido un total de 22 drones ucranianos que se dirigían contra diferentes puntos de la península. Aunque se desconoce la exactitud de las cifras, como hemos ido relatando en el último mese se han registrado múltiples ataques ucranianos contra los activos rusos en esta zona.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
La jornada dominical ha sido probablemente de las más tranquilas que nos ha dejado la guerra desde que comenzó a nivel institucional y diplomático, si bien como se ha explicado en la sección anterior la situación en el campo de batalla sigue sus propios ritmos.
Sin embargo, no podemos dejar pasar la ocasión de destacar las últimas declaraciones del director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (IAEA), Rafael Mariano Grossi. En concreto, ha vuelto a pedir medidas para garantizar la seguridad de la planta nuclear de Zaporiyia, si bien es cierto que ha comenzado la evacuación de personas que están asentadas en las zonas más cercanas a las instalaciones. También lo es el hecho que ha destacado Grossi acerca de que la situación en torno a Zaporiyia “se está volviendo cada vez más impredecible y potencialmente peligrosa”. De otro lado, ha destacado que las condiciones para el personal y sus familias son “cada vez más tensas”. Según ha asegurado:
“Estoy extremadamente preocupado por los riesgos muy reales de seguridad y protección nuclear que enfrenta la planta. Debemos actuar ahora para prevenir la amenaza de un accidente nuclear grave y sus consecuencias asociadas para la población y el medio ambiente”.
Pese a lo anterior, Grossi ha insistido en que seguirá presionando para que todas las partes se comprometan con el objetivo vital que es precisamente el de proteger la central y crear una zona de seguridad alrededor de la misma.
Por otro lado, el jefe de la Oficina de la Presidencia de Ucrania, Andriy Yermak, se ha reunido con varios embajadores de la plataforma gubernamental de recaudación de fondos United24, entre los que se cuentan varios actores y directores de cine. Durante su encuentro han discutido también sobre posibles vías para promover el retorno de los niños ucranianos deportados ilegalmente por Rusia, así como para apoyar la unidad de la comunidad internacional alrededor de Ucrania. De hecho, Yermak ha afirmado que esta unidad “de la comunidad mundial es un arma tan poderosa como los HIMARS y Patriot”.
Igualmente importante es la conversación telefónica que Yermak ha mantenido con el asesor de seguridad nacional estadounidense, Jake Sullivan, sobre la situación actual en el frente, la preparación de las unidades de las fuerzas de defensa para la liberación de los territorios ucranianos de los ocupantes, y las necesidades urgentes del ejército ucraniano. También han discutido sobre la implementación de la Fórmula de Paz de Zelenski.
Sobre el establecimiento de la paz, el líder ucraniano ha reiterado el mismo mensaje que hace unos días en lo que también parece un intento por mantener la moral alta en todo momento tanto de las tropas como de la población: “El enemigo definitivamente no podrá quitarnos la paz, que es una parte natural del carácter ucraniano”.
También sobre la paz se ha pronunciado el asesor de la Presidencia ucraniana, Mikhailo Podolyak, con el siguiente mensaje en su perfil de Twitter:
Por último, Maria Zakharova, portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, asevera que la administración estadounidense liderada por el presidente Joe Biden patrocina el terrorismo. La afirmación se ha dado en el contexto de una entrevista en la que le han preguntado acerca de la posible participación de Kiev en el asesinato de Darya Dugina y ha enfatizado que Ucrania ha estado y mataría rusos “en cualquier parte de la faz de este mundo hasta la victoria completa de Ucrania”.
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