Guerra de Ucrania – Día 355

A la espera de lo que se decida en la próxima reunión del Grupo de Apoyo a Ucrania, que se comenzará mañana en Bruselas, Rusia continúa incrementando la presión en un frente amplio. Hoy, además, se ha sabido que recientemente ha montado campos de entrenamiento y bases en las inmediaciones de Ucrania, lo que apunta como se esperaba más que a una ofensiva en profundidad, a un aumento progresivo de tropas en todo lo ancho del frente, buscando agotar a Ucrania. Con todo, es improbable que logre grandes avances, a la espera de una ofensiva Ucraniana que difícilmente pondrá tampoco fin a la guerra.

La guerra de Ucrania es desde hace meses una guerra de desgaste, algo sobre lo que ya no hay debate posible. Rusia, además de las adaptaciones de las que hemos hablado en jornadas anteriores, ha venido poniendo en marcha su maquinaria industrial para abastecer a su Ejército, buscando así agotar a Ucrania y sus aliados, que conceden la ayuda con cuentagotas tanto porque: 1) cada envío requiere de equilibrios internos en muchos de los aliados de Ucrania; 2) persiste el miedo a una escalada vertical si se cruzan determinados umbrales; 3) no toda la ayuda que podría concederse llegaría en tiempo y forma y; 4) los arsenales están en una situación precaria en muchos estados.

En relación con esto, a pesar de que países como Estados Unidos han venido presionando a sus empresas del sector de la defensa para que incrementen la producción –más con la vista puesta en China que en la guerra de Ucrania-, y otros en Europa parecen haber caído en la cuenta del estado pésimo de sus polvorines, las medidas son insuficientes. Eso es lo que se desprende de las palabras del Secretario General de la OTAN, quien ha vuelto a explicar que los Estados miembros necesitan aumentar el ritmo de fabricación ya que la guerra consume municiones y recambios a un ritmo mucho mayor que el que las empresas son capaces de cubrir.

Base rusa en Pogonovo, en las inmediaciones de Voronezh. Fuente – @The_Lookout_N.

Mientras tanto, Rusia ha comenzado ahora sí a dar los pasos que suelen considerarse necesarios de cara a preparar cualquier ofensiva. En días pasados explicábamos cómo no se habían detectado algunos movimientos imprescindibles de cara a futuros ataques, como acumular vehículos y pertrechos, construir o reabrir bases, un incremento en el tráfico ferroviario o aéreo, etc.

Ahora, sin embargo, las imágenes por satélite han demostrado que Rusia muy recientemente ha abierto al menos dos instalaciones como las que hemos comentado en el párrafo anterior. Concretamente, una de ellas estaría en Postoyalye Dvory, al este de Kursk y la otra en Pogonovo, cerca de Voronezh. Queda esperar a ver si en los próximos días se descubren nuevas bases, para tener una idea más clara tanto del número de efectivos y vehículos disponibles, como de los posibles ejes de ataque.

Ahora bien, esto no significa necesariamente que Rusia vaya a intentar en las próximas semanas algo parecido a lo visto en marzo y abril en Izium, ni nada todavía más arriesgado. Hay que entender que en vista de la situación, con avances técnicos que favorecen la defensiva, tratar de llevar a cabo operaciones acorazadas al estilo de las de hace tan solo unas décadas, es algo bastante suicida. Especialmente cuando no se controla el espacio aéreo, ni siquiera aunque los ataques con misiles y drones hayan consumido buena parte de los misiles antiaéreos suministrados a Ucrania.

En esta tesitura, los avances rusos seguirán requiriendo de grandes cantidades de infantes, muchos de los cuales perecerán irremediablemente, algo que sin duda dan por descontado. Los ataques se llevarán a cabo como explicamos a todo lo ancho del frente y en su mayoría de este a oeste, por más que puntualmente puedan lanzarse otros desde el norte y el sur (lo de Vuhledar podría considerarse un intento en este sentido, con el resultado de todos conocido).

Se busca agotar a las Fuerzas Armadas ucranianas, que no cuentan con la misma población que Rusia, no tanto en busca de una victoria decisiva, como de ir aumentando el territorio bajo su control, además de evitar que la futura ofensiva ucraniana sea igual de peligrosa para los intereses rusos, debido a las bajas previas. Ahora bien, Ucrania también ha seguido movilizando personal y está lejos de agotarse en términos humanos. De hecho, esperan que en las próximas semanas y meses entren en servicio nuevas levas, que llevan tiempo entrenándose, siendo pues el riesgo más apremiante el material.

Esto nos lleva una vez más a una guerra larga, que podría extenderse en el mejor de los casos hasta el otoño y en el peor transformarse progresivamente en un conflicto congelado con periódicos brotes de violencia, como ocurre en otros lugares como el Nagorno Karabaj. Una solución muy del gusto de Rusia, que cuando no tiene poder suficiente para lograr sus objetivos, busca una situación en la que el otro quede anulado, intervenido e incapacitado para hacer lo que podríamos denominar «vida normal», en el caso de Ucrania integrándose en la UE y la OTAN (algo virtualmente imposible mientras permanezca en guerra).

https://www.revistaejercitos.com/2022/12/15/analisis-prospectivo-de-la-guerra-de-ucrania-primer-semestre-2023/

Dicho lo anterior, pasamos a ver las novedades sobre el terreno, en una jornada intensa con numerosos avances rusos en distintos puntos, por más que entre todos apenas sumen un puñado de kilómetros cuadrados. Hay que tener en cuenta que, precisamente, una de las características de la ofensiva de «frente ancho» rusa es esta, la de lograr ganar apenas unos metros al día. Así, no debe sorprender que a pesar de la toma de localidades como Krasna Hora, en la última semana en el área de Bakhmut Rusia apenas haya «arañado» poco más de 20 kilómetros cuadrados de territorio ucraniano en dicha zona, pues se tienden a magnificar las cifras, asumiendo que la toma de una pequeña localidad implica una considerable superficie.

Respecto a los movimientos, y comenzando por el norte, se ha registrado un ataque de la 138ª Brigada Independiente rusa sobre la localidad de Hryanykivka, pegada al río Oskil, aunque por el momento sigue en poder ucraniano. Se trataría de la última localidad antes de alcanzar el río y de ponerse a las puertas de Dvorichna, para lo cual deberían hacerse antes con el puente por el que cruza la P-79 o, llegado el caso, intentar un cruce alternativo. En cualquier caso, más allá de traspasar el Oskil, lo interesante ahora mismo para Rusia pasa por poner el propio puente bajo el alcance de su artillería, de forma que los ucranianos no puedan enviar refuerzos salvo asumiendo riesgos, o intentar alguna acción que descargue de presión otras zonas del frente.

Más al sur, se ha registrado una acción cerca de Makiivka y han continuado los esfuerzos rusos por progresar hacia el río Sherebets y con ello acercarse a Limán, así como los ataques sobre Bilohorivka y en dirección a Siversk. Los cambios, no obstante, son mínimos y, dado que ninguna localidad ha cambiado de manos, difíciles de cuantificar hasta que esto ocurra. En cualquier caso, la intención rusa sigue pasando por hacerse con el recodo del Donetsk.

En el área de Bakhmut, mientras fuentes ucranianas aseguran que a pesar de las imágenes que compartimos ayer, se sigue luchando en Krasna Hora, hoy se ha combatido en Viymka, Vasyukivka, Fedorivka, Bakhmut e Ivanivske. Las fuentes más cercanas a Wagner hablan de elementos de esta PMC avanzando hacia el interior de la ciudad, que desde hoy está cerrada a los civiles, aunque no hay confirmación de dichos avances. No obstante, es bastante factible que diversas patrullas se hayan ido infiltrando en barriadas del este y sureste, intentando sembrar confusión entre los defensores y preparando ulteriores ataques.

De las inmediaciones de la ciudad de Donetsk hoy no han trascendido ataques rusos de ningún tipo, como tampoco ucranianos. Sí en Zaporiyia, concretamente en Zaliznychne, aunque habría sido un intento sin resultado.

Mapa de situación actualizado a 13 de febrero de 2022. Fuente - @War_Mapper.
Mapa de situación actualizado a 13 de febrero de 2022. Fuente – @War_Mapper.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

La jornada de hoy podríamos calificarla como preparatoria, debido a las reuniones de alto nivel que comenzarán mañana en el Cuartel General de la OTAN en Bruselas. 

De un lado, tendrá lugar la novena reunión del Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania, más conocida como reunión de Ramstein en la que estarán representados en torno a 50 representantes de países socios y aliados de Ucrania. En esta ocasión, los puntos a tratar en la reunión han sido publicados por el ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov mientras se dirigía hacia la capital belga. Se espera que trabajen en: 

  • Protección del cielo ucraniano, incluyendo “la utilización de una plataforma de aviación”
  • Fortalecer la “coalición de carros de combate”
  • Asegurar las suficientes existencias de munición
  • Entrenamiento de las tropas ucranianas
  • Estabilidad en lo que se refiere a la logística, mantenimiento y reparación. 

Este último punto es interesante pues Reznikov ha denominado al eje de actuación como la implementación del “Schengen Militar”.  

De otro lado, mañana dará comienzo la reunión de dos días de los ministros de Defensa de la OTAN. En la rueda de prensa previa al encuentro que ha ofrecido como de costumbre el Secretario General de la Alianza, Jens Stoltenberg, ha puesto el acento en que “necesitamos aumentar la producción de municiones, invertir en la capacidad de producción y aumentar las reservas, asegurando que la OTAN pueda seguir apoyando a Ucrania, mientras protege cada centímetro del territorio aliado”. 

A esto hay que sumar que Stoltenberg considera que la nueva ofensiva de Rusia en Ucrania ya ha comenzado y que no ha visto “ninguna señal” de que el presidente ruso, Vladímir Putin, se esté preparando para la paz: “Lo que vemos es que el presidente Putin y Rusia todavía quieren controlar Ucrania. Vemos cómo están enviando más tropas, más armas, más capacidades”. 

Por tanto, además de indicaciones para los aliados acerca de la producción de armamento a mayor velocidad también cabría esperar nuevos anuncios de ayuda a Ucrania, aunque no hay indicios por el momento. 

Mientras tanto, el Estado miembro al que se han dirigido las críticas hoy ha sido Austria. La ministra de Defensa del país neutral, Klaudia Tanner, ha confirmado que su país no entrenará a las tropas ucranianas en el uso de los carros de combate Leopard 2. En concreto, en el comunicado Tanner ha hecho referencia a que es “la decisión soberana de cada Estado” el “apoyar a Ucrania dentro del marco de sus leyes”. Cabe recordar que en enero Austria ya se mostró tajante al negar el suministro de carros de combate a Ucrania precisamente amparándose en la neutralidad. 

El embajador de Ucrania en el Reino Unido también ha comentado hoy que la Armada de Ucrania debe decidir cuándo se desplegarán en el Mar Negro los dos dragaminas que fueron adquiridos del Reino Unido. Pese a lo que pueda pensarse, el acuerdo marco para la transferencia de los ahora nombrados “Chernígov” y “Cherkasy” se gestó en 2021 y se ratificó por el Parlamento de Ucrania el 27 de enero de 2022. 

Por otra parte, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha conversado por teléfono con el primer ministro de Noruega Jonas Gahr Støre, para agradecerle el próximo paquete de ayuda militar que les fortalecerá “en tierra, en el cielo y en el mar”. Además, han conversado sobre el paquete de ayuda para un periodo de 5 años cuya aprobación aun pende en Noruega y que incluye asistencia tanto en el corto plazo como de cara a la reconstrucción del país. 

Su segunda conversación del día ha sido con el presidente de Filipinas, Bongbong Marcos, llamada histórica al ser la primera que se realiza en la historia de las relaciones bilaterales entre ambos países. Le ha agradecido que Filipinas apoye la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, y han discutido sobre una mayor profundización en la cooperación entre ambas partes especialmente en lo que a las plataformas internacionales se refiere. 

También es obligado mencionar la situación en el país vecino, Moldavia. El pasado viernes día 10 de febrero se anunció la dimisión de la primera ministra del país, así como de su gabinete, y hoy la presidenta Maia Sandu ha comunicado que ha sido gracias a la inteligencia ucraniana como han evitado un derrocamiento en Moldavia. Más concretamente, ha comentado: 

“El plan [de Rusia] para el próximo período incluye el sabotaje que involucra a personas con entrenamiento militar, disfrazadas de civiles, para llevar a cabo acciones violentas, ataques a edificios gubernamentales y toma de rehenes.”

El objetivo no habría sido otro sino el de llevar a cabo un golpe de Estado en Moldavia derrocando al “gobierno constitucional y legítimo de Chisinau” y establecer uno prorruso ilegítimo “para que Rusia pueda detener el proceso de integración europea y utilizar a Moldavia en la guerra contra Ucrania”. Esta información, no obstante, también habría sido puesta de manifiesto por el presidente Zelenski en la cumbre del Consejo Europeo el día 9 de febrero.  

Al respecto, el asesor de la presidencia de Ucrania, Mikhailo Podolyak, ha subrayado: “Los intentos de la Federación Rusa de desestabilizar Moldavia y cometer un golpe de estado son otra prueba más de la verdadera naturaleza del estado expansionista ruso y sus enormes apetitos” A esto ha agregado que “aquellos que quiere un acuerdo [de paz] deben recordar esto” pues “Tratar con los síntomas no lo hará. Solo para deshacerse de un patógeno”. 

Cambiando de tercio, desde el Comité Olímpico Internacional (COI) su presidente, Thomas Bach, insiste en que la organización no está en el “lugar erróneo de la historia” al permitir que los atletas rusos y bielorrusos participen en los próximos Juegos Olímpicos como neutrales. Precisamente habían sido los atletas ucranianos quienes habían acusado al COI de estar en el lado equivocado de la historia tras el llamamiento de Bach a Ucrania para que deje a un lado las amenazas de boicotear los Juegos. 

Pasando a la cuestión energética, durante el día de hoy los volúmenes de generación de electricidad han permitido satisfacer la demanda, pese a que aún se están completando las reparaciones de emergencia después de los últimos ataques. El ministro de Energía, German Galushchenko, ha aseverado que en estos momentos los apagones “de estabilización” se aplicarían únicamente en algunas regiones donde aun persisten los daños en las redes de distribución de electricidad. 

Para concluir, la viceprimera ministra Iryna Vereshchuk ha comentado hoy que las tropas rusas están drenando deliberadamente el embalse de Kakhova, lo que constituiría “ecocidio”. Esto supone “una amenaza para el medio ambiente, el suministro de agua y la agricultura de las provincias de Zaporiyia y Jersón”. 

Además, hay que poner de manifiesto que el embalse de Kakhova es una fuente de refrigeración de la central nuclear de Zaporiyia. A este respecto, Rafael Mariano Grossi, director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, ha comentado: “Aunque la disminución del nivel del agua no representa una amenaza inmediata para la seguridad y la protección nucleares, puede convertirse en una fuente de preocupación si se permite que continúe.”


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