Guerra de Ucrania – Día 190

La última jornada ha sido más confusa si cabe que las anteriores. A los testimonios de avances ucranianos se oponen los que hablan de fracaso en la ofensiva, de estancamiento y de grandes pérdidas, mientras el apagón informativo dificulta confirmar mediante la geolocalización de imágenes las posiciones. Además de esto, hoy Rusia ha acusado a Ucrania tanto de atacar la central nuclear de Energodar, como de intentar tomar a la misión de la OIEA como «escudos humanos». Lo más rocambolesco, sin duda, han sido las denuncias de un supuesto intento de desembarco ucraniano al noroeste de las instalaciones, aunque no han presentado prueba alguna al respecto.

Un día más, las noticias sobre la ofensiva ucraniana brillan por su ausencia. Nos referimos a las noticias verificables, no a las opiniones, los indicios o la propaganda, como las publicaciones de unos y otros en Twitter, en canales de Telegram o en vídeos de Tik Tok y que se cuentan por millares. Estas últimas van desde el éxito a la hora de entrar en Davydiv Brid, o cortar los suministros a Jersón, al fracaso absoluto e incluso el riesgo de aniquilación.

Por el contrario, los datos contrastables son muchos menos, más allá de que se están produciendo combates con numerosas bajas en distintos puntos de la parte de la región de Jersón que está al norte del Dniéper. Incluso los Bayraktar TB-2 parecen haber vuelto a entrar en escena -aunque nunca han dejado de operar, ciertamente-, gracias a que los misiles antirradiación AGM-88 HARM han degradado las defensas antiaéreas rusas. Seguramente por eso, Rusia continuaría moviendo antiaéreos hacia Jersón un día más.

Así las cosas, toca esperar unos días hasta que la niebla de la guerra se aclare y podamos saber con certeza si la ofensiva ucraniana ha alcanzado algún objetivo importante, se ha estancado tras algunos éxitos iniciales o por el contrario ha sido totalmente rechazada tras grandes bajas.

Pasando a lo ocurrido hoy en Energodar, la mayor central nuclear de Europa, bien podría catalogarse de esperpéntico. Mientras la misión de inspección enviada por la Organización Internacional de la Energía Atómica y dirigida por Rafael M. Grossi entraba en territorio controlado por Rusia, se han sucedido las acusaciones rusas contra Ucrania relativas a supuestos ataques. Sí es cierto que en la central se ha producido una explosión bien de un drone, bien de un cohete o incluso obús. Por el momento no está totalmente claro el origen del mismo, con lo que efectivamente podría ser ucraniano, o bien una acción rusa de falsa bandera. No deja de ser una extensión de lo que viene ocurriendo desde hace semanas, una suerte de ruleta rusa en la que solo puede haber perdedores.

Ahora bien, lo que según el Ministerio de Defensa y los medios de comunicación rusos ha ocurrido hoy, de ser cierto sería un auténtico disparate, de ahí que le otorguemos una credibilidad prácticamente nula. Por poner a los lectores en situación, Rusia ha acusado a Ucrania de haber hecho un intento de desembarco con 60 hombres y 7 balsas -posteriormente hablarían de barcazas- al noroeste de la central nuclear, cruzando para ello el río Dniéper. Según aseguran, el intento de desembarco –que en las redes sociales se convertía en intento de asalto aéreo– habría sido neutralizado, causando grandes bajas a los ucranianos de forma que la central volvía a ser un lugar seguro para la llegada de los inspectores de la OIEA.

El problema es que, como de costumbre, Rusia no ha mostrado prueba alguna ni del intento de desembarco, ni de las bajas causadas a los ucranianos, ni de los impactos producidos por los combates, ni de nada. Solo alguna prueba circunstancial como vuelos de helicópteros rusos a baja altura por la central, o una fotografía lejana de una barcaza en llamas. Por supuesto, intentar un desembarco sin apoyo aéreo ni artillero sobre una instalación militarizada al otro lado de un río que en esas coordenadas tiene una anchura de más de 6 kilómetros es una locura. Hacerlo sin posibilidad de escape o de montar una cabeza de playa sólida gracias a la llegada de refuerzos, todavía más.

En resumen, que hay demasiados argumentos en contra como para creer que todo esto no sea más que una operación de propaganda rusa destinada a dificultar la labor de la misión de la OIEA, desacreditar a Ucrania y presentarse como la parte agredida en lugar de la agresora. De ahí que entre las acusaciones se incluya la de que Ucrania pretendería utilizar a los inspectores, comenzando por Grossi, de «escudos humanos«, de forma que deban legitimar que la central está bajo control ucraniano, algo que ha asegurado el propio Ministerio de Defensa ruso. En cualquier caso estas son prácticas habituales por parte del lado ruso, pues dentro de sus tácticas de Guerra Informativa se incluye la constante diseminación de bulos de forma no que estos sean creídos a pies juntillas, sino que se siembre la duda más o menos razonable sobre la realidad de los hechos.

Cambiando de tercio, y pasando a exponer lo ocurrido sobre el terreno, ha sido otro día intenso en toda la línea de frente. Al norte, el Ejército ruso habría bombardeado dos localidades, Kamyanska Sloboda y Zalizny Mist, en la óblast de Chernígov. En Járkov la artillería habría alcanzado Klenove, Dementiivka, Ruski Tyshky, Velyki Prohody, Petrivka, Peremoha, Bairak y Shevelivka, sin que hoy se hayan reportado combates.

En la zona de Izium el único ataque habría sido en dirección a Krasnopillya desde Sukha Kam’yanka, mientras que los bombardeos habrían afectado a Krasnopillia, Virnopillia y Hrushuvakha. La situación en cualquier caso sigue estable. No hay pruebas de avances rusos y, desde hace semanas, tampoco de que Ucrania haya sido capaz de avanzar en dirección a Izium.

Desde Lysychansk hacia Sloviansk tampoco se han producido combates. Sí actividad artillera, viéndose afectadas posiciones ucranianas en Raihorodok, Berestove, Rozdolivka, Tetianivka, Mala Piskunivka, Verkhniokamyanske, Ivano-Daryivka y Siversk, según el Estado Mayor Ucraniano. En cualquier caso, sigue siendo el sector del frente más tranquilo y no hay indicios de que esto vaya a cambiar a corto plazo.

En dirección a Bakhmut las cosas continúan siendo muy diferentes, con combates hoy al noreste y sureste de dicha localidad. Una vez más, las tropas rusas encabezadas por los mercenarios de Wagner habrían tratado de progresar en Soledar, en donde desde hace semanas apenas han podido controlar más que una estrecha franja de terreno al oeste de la planta Knauf. También han intentado una acción hacia Bakhmuts’ke, de nuevo sin éxito. Al sur, por su parte, los movimientos han sido en dirección a Zaitseve y Vesele Dolyna, sin resultado. Hoy no se han reportado intentos directos sobre Bakhmut, con lo que la conclusión es que ayer los rusos y milicianos encontraron demasiada resistencia, por lo que dedicarán los próximos dos o tres días a ablandar las defensas con la artillería antes de probar de nuevo.

Al oeste de Donetsk los combates se han librado en dirección a Opytne, Permovais’ke y Nevels’ke, posición esta última que incomprensiblemente continúa resistiendo, lo mismo que las defensas ucranianas en torno al puente que hay al oeste-suroeste de la localidad y en el que se han grabado algunos de los vídeos más espeluznantes que hemos podido ver. Al suroeste de Donetsk, las tropas rusas también habrían intentado dirigirse hacia Vodyane, siendo rechazados.

Respecto al sur, como hemos explicado la información sobre la marcha de la ofensiva ucraniana es casi nula. Más allá de ésta, se ha producido la explosión de un depósito de municiones ruso en Ol’hynka, al norte de Mariúpol. También se habrían producido nuevos ataques con misiles sobre Odesa en las últimas horas.

En resumen, la situación en el frente, con o sin ofensiva ucraniana, permanece estancada. Salvo que la entrada en liza del 3º Cuerpo de Ejército ruso cambie las cosas –los ucranianos afirman que Putin habría dado la orden de tomar el resto de la óblast de Donetsk para el 15 de septiembre– o bien los ucranianos logren una ruptura clara y una avance en profundidad -algo que como explicamos ayer podría no estar si quiera entre sus planes-, todo apunta a que la superficie controlada por unos y otros no va a cambiar en demasía a corto plazo. De hecho, por poner en perspectiva la situación, en todo el mes de agosto Rusia apenas logró hacerse con 460 kilómetros cuadrados de nuevos territorios, lo que es una superficie menor que la de la ciudad de Madrid, que ocupa algo más de 600 kilómetros cuadrados.

Para finalizar con la parte militar, los cambios de posiciones confirmados en las últimas horas serían los siguientes:

  • Óblast de Járkov: Sin movimientos.
  • Óblast de Lugansk: Sin movimientos.
  • Óblast de Donetsk: Sin movimientos.
  • Óblast de Zaporiyia: Sin movimientos.
  • Óblast de Jersón: Sin movimientos confirmados.
  • Óblast de Nikolayev: Sin movimientos.
Mapa de situación actualizado a 1 de septiembre de 2022. Fuente – @War_Mapper.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

La principal noticia de la jornada 190 no es otra que la llegada de la misión de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (IAEA) a Zaporiyia y que ha concluido su primera visita a la central nuclear de Energodar. Ha sido Rafael Mariano Grossi, director de la Agencia, quien ha confirmado que han realizado un primer tour por las áreas claves de la planta.

Además, pese a que él mismo confirmase que la actividad militar había aumentado, incluso, durante la mañana, ha sido tajante afirmando que “sopesando los pros y los contras y habiendo llegado tan lejos, no nos detendremos [la misión]”.

Rusia y Ucrania se han acusado mutuamente de tratar de intentar sabotear la visita de la delegación. De un lado, el Kremlin se muestra preocupado “por una provocación del lado ucraniano, dado que los bombardeos bárbaros y provocadores no se han detenido”. Por su parte, el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, comentaba que espera “imparcialidad” por parte del grupo de expertos. De otro, el Ministerio de Energía de Ucrania, considera que Rusia podría impedir el acceso a determinadas zonas de Energodar que la misión de la IAEA pretende inspeccionar: “Entendemos que puede haber manipulaciones: mostrar alguna imagen o hacer una ruta, donde en realidad la misión simplemente no podrá ver lo que está sucediendo. Y luego, por supuesto, puede generar dudas sobre los resultados”.

En relación con esta cuestión, Rusia ha solicitado que se convoque una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre la central nuclear de Zaporiyia para el próximo 6 de septiembre.

Continuando con asuntos energéticos, la comisaria europea de energía, Kadri Simson, ha confirmado que las reservas de gas de la Unión se encuentran por encima del 80 por ciento. Este era el objetivo que se habían fijado de cara al 1 de noviembre como parte del plan de emergencia ante la llegada del próximo invierno.

No obstante, sobre la mesa está la propuesta relativa a imponer un precio límite al petróleo y también al gas, algo que no parece que haya sido bien recibido en el Kremlin. Ha sido el viceprimer ministro Alexander Novak quien ha aseverado que Rusia suspenderá el suministro de petróleo y derivados del petróleo a los países que decidan imponer restricciones a la energía rusa, dado que considera que trabajarán “de manera no competitiva”. Asimismo, ha señalado que esto “arruinará por completo el mercado [energético]”.

Sobre la asistencia de seguridad a Ucrania, en los próximos días Estados Unidos tiene previsto anunciar un nuevo paquete de ayuda, aunque por el momento se desconoce tanto el importe del mismo como su posible contenido. Cabría esperar que se anunciase en vísperas o en la misma reunión del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania que tendrá lugar en Ramstein el día 8 de septiembre. 

También se ha reforzado el que será el séptimo paquete de ayuda militar por parte de Suecia, incluyendo artillería. De hecho, el propio ministro de Exteriores ucraniano había hecho hincapié en que deseaban que Suecia les suministrase obuses autopropulsados Archer, RBS 70 MANPADS y artillería adicional. De otro lado, Antti Kaikkonen, ministro de Defensa del país vecino, ha comentado que el octavo envío por parte de Finlandia está en fase de preparación.

En paralelo, sobre Suecia y Finlandia cabe destacar que un total de 24 de 30 aliados han completado el proceso de ratificación a nivel nacional y depósito de los Protocolos de Adhesión a la OTAN de ambos candidatos. 

Por último, el presidente ucraniano ha hablado por primera vez con el primer ministro de Israel, Yair Lapid. Al respecto, Zelenski ha comentado que cuenta con la adhesión de Tel Aviv a las sanciones contra Rusia, así como la prestación de asistencia práctica a Ucrania para contrarrestar la agresión rusa.

Asimismo, hasta Kiev se ha desplazado el ministro de Exteriores de Dinamarca, Jeppe Kofod, para reunirse con el primer ministro Denys Shmyhal, así como con el presidente y ministro de Exteriores ucraniano. El tema principal en la agenda, discutir sobre la recuperación de Ucrania y el desarrollo de la cooperación público-privada. Además, el primer ministro le ha agradecido la ayuda militar y humanitaria prestada por Dinamarca, incluido el tratamiento de ucranianos heridos.


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