Guerra de Ucrania – Día 108

Un día más, la guerra de Ucrania ha seguido su curso, cobrándose como cada jornada, cientos de vidas. La situación en el frente sigue siendo estable, pese a la diferencia de medios artilleros. El único cambio de posición se habría producido en la región de Jersón, en donde los ucranianos habrían tomado Tavrijs´ke, una pequeña localidad al noroeste de la capital regional. Más allá de esto, las peticiones ucranianas de ayuda continúan, con llamadas cada vez más desesperadas a la comunidad internacional.

Son ya 108 las jornadas de guerra, según admiten las autoridades ucranianas a un ritmo de muertes que podría oscilar entre 100 y 200 al día. Esto nos llevaría hasta los entre 11.000 y 22.000 muertos y, si hacemos un cálculo conservador, al menos 50.000 heridos en menos de cuatro meses únicamente del lado ucraniano.

Del lado ruso, los cálculos son complicados. La Historia nos enseña que normalmente el número de bajas es mayor entre los atacantes, ahora bien, entran en juego muchos factores. Desde que la guerra se ha centrado en el Donbás, Rusia ha sido mucho más conservadora a la hora de exponer las vidas de sus militares, confiando crecientemente en la artillería, lo que podría haber frenado la sangría. Aun así, una cifra parecida a la de los ucranianos, parece prudente.

En el frente, las novedades hoy han sido escasas. Al norte de Járkov continúan los ataques artilleros por parte rusa, que hoy han dejado varios muertos y heridos en Saltivka y también en barrios al norte de la capital regional. Se cree que las tropas rusas habrían lanzado un ataque sobre Borshchova sin éxito y que estarían acumulando reservas en Ternove en previsión de futuros contraataques ucranianos, pero no se han reportado ganancias territoriales para ninguno de los bandos enfrentados. Incluso al noroeste de Járkov, en la región de Sumy, se han registrado ataques rusos en Krasnopillia y Borozhva, algo que pese a que no se luche ya por tierra en esta zona, sigue siendo habitual.

En Sviatohirsk y en la zona de Limán y hacia Sloviansk, hoy se han contenido los rumores que en las 48 horas anteriores situaban a las tropas rusas ya en las puertas de esta última ciudad. Lo que sí ha admitido el Estado Mayor ucraniano es que el Ejército ruso estaría avanzando en la dirección a Borohodychne, paso totalmente lógico. Dada la forma en la que los ucranianos gestionan sus anuncios, es posible que las tropas rusas estén ya bastante cerca. Esto tendría lógica si atendemos por ejemplo a las imágenes de FIRMS de las últimas horas, en las que el número de incendios en esta población parece haberse reducido, lo que implicaría un cierto relajamiento de los ataques artilleros quizá para no dañar a las tropas propias, aunque es mucho especular.

En Severodonetsk no se han confirmado cambios importantes. Las tropas ucranianas continúan atrincheradas en la planta química de Azot, junto con cientos de civiles, así como en algunas otras zonas del área industrial de la ciudad. La mayor parte de los ataques artilleros se habrían concentrado no obstante en Metolkine. Es posible que por acción de la artillería ucraniana, intentando frenar las concentraciones de tropas rusas tanto hacia el centro de la ciudad, como hacia el aeropuerto, que recordemos pudo caer ayer en manos rusas, aunque no haya confirmación visual.

El saliente de Popasna no ha dejado novedades. Pese a la toma de Komyshuvakha por parte rusa, no se ha informado de intentos de ningún tipo por avanzar sobre Zolote e Hirske, al menos por el momento. Si hacemos memoria, la semana pasada hablamos sobre cómo Rusia había acumulado unidades en Popasna, con la intención entre otras cosas de cerrar esta brecha. Es de suponer que sean puestas en acción en algún momento, con las preceptivas pausas logísticas y periodos para reforzar las posiciones ganadas. Aun así, para los intereses rusos el ritmo de avance ha de ser exasperantemente lento, pues hablamos de ganancias de uno o dos kilómetros al día en el mejor de los casos.

El último punto caliente del día ha sido Jersón. Allí sí se ha producido un cambio territorial, confirmándose el control de Tavrijs´ke por parte ucraniana. Hay fuentes que hablan de un avance desde cuatro puntos distintos del lado ucraniano. Seguramente, como hemos venido explicando, porque en el Ejército ucraniano están intentando ganar confianza a la hora de lanzar operaciones ofensivas que vayan más allá de una suma de movimientos tácticos, logrando verdadero sentido operacional. Hasta el momento, los avances han sido diminutos, logrando la mayor profundidad dentro del entramado defensivo ruso en la zona de Davydiv Brid en una penetración de apenas 8 kilómetros. Conseguir cambiar esto no va a resultar sencillo por diversos motivos.

En primer lugar, porque hacer la transición desde un ejército acostumbrado a que pequeñas unidades aprovechen el terreno y el armamento para lograr pequeñas ventajas tácticas en defensiva, con una gran libertad de acción a otro que actúe como un todo en ofensiva y a nivel operacional, implica tener, para empezar, mandos capaces de dirigir grandes unidades y sistemas de mando y control acordes. En segundo lugar, porque obliga a disponer de una logística y a realizar una acumulación de medios y pertrechos que a Ucrania, ahora mismo, parece quedarle grande.

Tengamos en cuenta que desde la Segunda Guerra Mundial no se han llevado a cabo en suelo europeo operaciones en el marco de una guerra, de semejante calibre. Por supuesto, los ejercicios militares han sido muchos, pero mover brigadas y divisiones en combate real, siempre es otra cosa. Los ejércitos se forjan en la guerra, es cierto, pero eso no quiere decir que sea sencillo y más si se carece de los medios adecuados.

Este último es ahora mismo el talón de Aquiles ucraniano: laminada su industria de defensa por los ataques rusos y dependiente casi por completo de Occidente, ha agotado tanto muchas de las municiones de calibres soviéticos que tenía en sus depósitos, como las enviadas desde Europa y los Estados Unidos. Dado que las reservas son limitadas y algunos países que todavía tienen este tipo de armamento en servicio o en reserva, no pueden desprenderse de todas ellas, las soluciones al entuerto son pocas, mientras que Rusia tiene un flujo prácticamente ilimitado asegurado. Cierto es que algunos estados europeos podrían fabricar disparos de algunos calibres como 122 y 152mm, pero no parecen dispuestos a ello y no parece tampoco que otras líneas de producción puedan adaptarse a la velocidad requerida.

La solución para por la «otanización» completa del Ejército ucraniano, esto es, por completar la sustitución del material heredado de tiempos soviéticos, por otro de origen occidental y que cumpla con los estándares de la organización no sólo en cuanto a calibres, sino también en aspectos como la protección. Claro está, eso implicaría que los países europeos, empezando por Alemania, deberían estar dispuestos a enviar cantidades sustanciales de material pesado a Ucrania, algo que no está ocurriendo.

En este impasse, mientras los aliados de Ucrania deciden si les sale a cuento o no seguir en esta guerra proxy de forma que se inflija una derrota a Rusia en el campo de batalla o si es más beneficioso intentar forzar un acuerdo diplomático que de un respiro a sus economía, Ucrania se ve con serios problemas logísticos y en inferioridad neta, especialmente en el elemento más determinante de la guerra: la artillería. Es posible que la llegada de los M270 e HIMARS, así como de más obuses y municiones de precisión, ayuden a compensar esta inferioridad, pero posiblemente no con los números que se manejan hasta el momento, por no hablar del déficit en otro tipo de plataformas.

Para finalizar con la parte militar, los cambios de posiciones confirmados en las últimas horas serían los siguientes:

  • Óblast de Járkov: Sin movimientos.
  • Óblast de Lugansk: Sin movimientos.
  • Óblast de Donetsk: Sin movimientos.
  • Óblast de Zaporiyia: Sin movimientos.
  • Óblast de Jersón: Las tropas ucranianas habrían tomado el control completo de Tavrijs´ke.
  • Óblast de Nikolayev: Sin movimientos.
Mapa de situación actualizado a 11 de junio de 2022. Autor – @JominiW.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

La jornada de hoy ha estado marcada especialmente por la visita oficial que han recibido las autoridades ucranianas. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se ha desplazado hasta Kiev en solitario para reunirse principalmente con el presidente Volodímir Zelenski y el primer ministro Denys Shmyhal y tratar los planes de reconstrucción de Ucrania. En su perfil de Twitter ha expresado que el objetivo sería el de hacer “un balance del trabajo conjunto necesario para la reconstrucción y del progreso realizado por Ucrania en su camino europeo”.

Por supuesto, otro de los temas clave ha sido este, el de la solicitud de Ucrania para ser un Estado miembro de la UE. Según la Presidenta, las discusiones mantenidas hoy con Zelenski y Shmyhal permitirán a la Comisión Europea concluir su evaluación. Así, ha confirmado que la decisión se conocerá a finales de la semana que viene.

Esta cuestión también ha sido abordada por el jefe adjunto de la Oficina de la Presidencia, Ihor Zhovkva, con una delegación de la red internacional informal “Unidos por Ucrania” y que ha incluido a representantes de los parlamentos naciones de Lituania, Alemania, Italia, Portugal, Suecia y España. En palabras de Zhovkva:

“Es gratificante que todos los diputados aquí presentes, incluso de Alemania, apoyen la concesión a Ucrania del estatus de candidato a miembro de la UE ya en junio. La adopción de tal decisión formal en la próxima reunión del Consejo Europeo es la clave para la victoria de nuestro país en la guerra contra Rusia”.

En la rueda de prensa conjunta, Zelenski ha hecho hincapié en que el séptimo paquete de sanciones es necesario y que “debería ser aún más poderoso”. Igualmente, ha insistido en que la Unión Europea “para su propio beneficio debe trabajar mucho más rápido para abandonar por completo los recursos energéticos de Rusia” considerando que este es “un tema fundamental de seguridad para todos, tanto para Ucrania como para cada Estado de la UE”.

En este viaje, Von der Leyen también ha paseado por las calles de Kiev y visitado a los soldados heridos en un hospital de Kiev para reafirmar el apoyo de la UE y la intención de trabajar “codo con codo” en la recuperación del país.

De la misma manera, también se están proponiendo medidas para aliviar la economía de Moldavia, especialmente afectada por la guerra. En particular, la Comisión Europea ha propuesto -al igual que ya se hiciera y aprobase para Ucrania- la liberalización para los productos agrícolas clave de Moldavia al mercado de la Unión Europea.

De otro lado, el ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, ha continuado hoy con su ronda de llamadas a sus homólogos europeos. Con el representante de Exteriores polaco, Zbigniew Rau, ha conversado sobre los próximos envíos de armamento y el séptimo paquete de sanciones de la UE, pero también le ha mostrado su apoyo respecto de los esfuerzos que Polonia está realizando como presidente en la OSCE.

Kuleba ha reiterado también a su contraparte lituana, Gabrielius Landsbergis, que necesitan armamento pesado para proteger Odesa desde el mar y enfatiza que “Lituania comprende plenamente y comparte las preocupaciones de seguridad de Ucrania”. Además, están trabajando estrechamente para desbloquear los puertos ucranianos y evitar así la crisis alimentaria global.

Mientras tanto, en el caso de España, Alemania habría hecho encallar los planes de España consistentes en enviar docenas de carros de combate Leopard 2A4 a Ucrania. Según Der Spiegel, el gobierno de Scholz advirtió a España que este envío supondría una desviación de una supuesta decisión informal de Occidente de no proporcionar carros de combate occidentales a Ucrania. Es decir, estos carros solo podrían ser entregados a algún país que haya enviado armamento soviético a Ucrania. No obstante, la ministra de Defensa, Margarita Robles, sostuvo esta semana que el envío “estaba sobre la mesa” y al mismo tiempo que hay países como Reino Unido, Noruega y Polonia que han negado las afirmaciones alemanas sobre el presunto acuerdo conjunto en virtud del cual no se proporcionarían armas pesadas occidentales a Ucrania.

El ministro de Defensa, Oleksii Reznikov, por su parte se ha reunido con el secretario de Defensa británico, Ben Wallace, con quien afirma haber mantenido una conversación “productiva y franca”. Se ha mostrado especialmente agradecido al Reino Unido por su “apoyo férreo a Ucrania”.

El secretario de Estado de Defensa, Lloyd Austin, también ha pedido hoy más apoyo internacional para Ucrania insistiendo en que la agresión de Rusia a Ucrania tiene implicaciones más amplias para la soberanía nacional y el orden mundial. Además, en la cumbre de seguridad en Singapur a la que asistía hoy ha manifestado:

“Seamos claros: la invasión de Rusia a Ucrania es lo que sucede cuando los opresores pisotean las reglas que nos protegen a todos” (…). Es lo que sucede cuando las grandes potencias deciden que sus apetitos imperiales importan más que los derechos de sus vecinos pacíficos. Y es un anticipo de un posible mundo de caos y confusión en el que ninguno de nosotros querría vivir. Usemos este momento para unirnos en un propósito común. Usemos este momento para fortalecer el orden internacional basado en reglas. Y usemos este momento para pensar en el futuro que todos queremos».

En la misma cumbre el líder ucraniano también ha intervenido destacando que cree que “hoy el mundo claramente debe poner a la Federación de Rusia y a su liderazgo en su lugar” y que “su lugar está en su territorio [Rusia]” en el que deben quedarse, “vivir y decidir qué hacer allí [Rusia]”. En línea con Austin, Zelenski ha expresado:

“Salvemos al mundo de volver a los días en que todo se decidía sobre la base del llamado derecho de la fuerza, y los individuos y cualquiera de sus ideas, como muchas naciones, simplemente no importaba.”

Por último, deben subrayarse también las declaraciones hechas por Vadym Skibitsky, el subdirector de la inteligencia militar ucraniana, para The Guardian:

«Esta es una guerra de artillería ahora. Ahora todo depende de lo que nos dé [Occidente]», dijo Skibitsky. «Ucrania tiene una pieza de artillería contra 10 o 15 piezas de artillería rusa. Nuestros socios occidentales nos han dado alrededor del 10% de lo que tienen».

Del mismo modo, ha insistido en que Ucrania emplea entre 5.000 y 6.000 proyectiles al día. En particular, señala ahora mismo están usando proyectiles estándar de la OTAN de 155mm, y que casi han agotado toda su reserva de municiones de época soviética de 152mm.

Lo que sí han confirmado hoy desde el Ministerio de Interior de Ucrania es que ya han recibido 40.000 toneladas de ayuda humanitaria de los 27 Estados de la UE. Por su parte, la Comisaria para la Gestión de Crisis, Janez Lenarčič, ha subrayado que los Estados miembros siguen listos para seguir proporcionando el apoyo necesario.


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