Guerra de Ucrania – Día 81

Nuevamente la actualidad de la guerra nos lleva a Severodonetsk-Lysychansk y a Limán, los puntos de la geografía ucraniana junto a Popasna en la que más esfuerzos están concentrando las tropas rusas y sus aliados en estos últimos días -sin dejar de lado otros puntos como Avdiivka-. Ucrania, por su parte, confía en la llegada de más material desde el exterior mientras sigue basando su estrategia en la imposición de un alto número de bajas a Rusia, mientras guarda silencio sobre Izium. En la arena internacional, Finlandia ha aprobado formalmente la solicitud de ingreso en la OTAN -que deberá ser ratificada por el Parlamento- mientras en Suecia el gobernante ha anunciado que también apoyará el ingreso en la Alianza.

Estas últimas horas han seguido la tónica de las anteriores. Mientras la delegación ucraniana en Eurovisión se llevaba el triunfo gracias al voto popular -lo que lanza un interesante mensaje por parte de la población europea a Rusia-, ucranianos y rusos continuaban combatiendo en diversos puntos del país. Especial importancia están teniendo los choques al norte de Severodonetsk, una zona caracterizada por el cinturón de bosques que rodean la ciudad y que son además bastante frondosos, lo que favorece a los defensores.

Poco a poco, es cierto, las tropas rusas y los milicianos, junto a los voluntarios chechenos, van ganando terreno metro a metro hacia la ciudad, aunque está lejos el momento en que puedan rodearla y es más posible que la situación degenere hacia un cerco parecido al que vimos en su día en Sumy o en la misma Járkov. No en vano, Ucrania sigue controlando las vías de acceso tanto a esta urbe como a Lysychansk y Rusia no parece todavía en posición de amenazarlas, máxime después de los intentos fallidos de días pasados. Para hacerlo, como hemos explicado en informes anteriores, debería ser capaz de superar el río Donets y asegurar una cabeza de puente, con los consiguientes riesgos.

La otra opción pasaría, algo que también hemos explicado, por romper desde el sureste de la ciudad, en la zona de Popasna. Sin embargo, esta opción sigue estando también lejos. Ahora mismo las tropas rusas y los milicianos de Lugansk están detenidos en Komyshuvakha. Los avances rusos, por tanto, hay que ponerlos en perspectiva. Este poblado está a unos cinco kilómetros de la línea de demarcación de 2015, lo que significa que las ganancias rusas han sido escasísimas después de más de 80 días de guerra y pese al volumen de fuerzas implicado.

El gran problema de Rusia, más allá de la falta de pericia táctica, es ahora la escasez de hombres. Parece que la unidad en el mando y haber renunciado a los objetivos maximalistas, para centrarse en pequeñas ganancias incrementales ha dado cierta coherencia a sus acciones. Sin embargo, mucho del material de primer orden está ya destruido y la falta de tropas de refresco les impide explotar algunos de los puntos de ruptura que consiguen o atacar en varios puntos del frente a la vez con la necesaria persistencia.

Lo mismo puede decirse de Limán, en donde la situación es a estas horas bastante incierta, con informaciones muy diferentes en función de la alineación de cada fuente. Lo más factible es que la situación siga siendo exactamente la misma que ayer, con los atacantes tratando de buscar puntos frágiles por los que penetrar en la ciudad, pero sin avances reales sobre el terreno posiblemente porque Rusia carece de los efectivos necesarios.

Dado que es un problema irresoluble sin movilización, es relativamente cómodo para Ucrania -dentro de la gravedad de la situación-, ir realizando repliegues tácticos y cambiando espacio por tiempo mientras desangra a Rusia y a las milicias. Acciones como las que podéis ver en el vídeo que hemos compartido sobre este párrafo y que recoge la voladura del puente entre Rubizhne y Severodonetsk van en esta línea.

La pérdida de algunos equipos importantes, así como de personal formado, es también un contratiempo. Es el caso evidente de los ingenieros de combate y de los pontones. Quizá desplazar equipos nuevos o de reserva al frente sea relativamente sencillo. Contar con las tropas capaces de operarlos es harina de otro costal. De hecho, las maniobras de cruce de puentes son posiblemente, junto a los desembarcos anfibios y algunas pocas maniobras más, de las más complejas que se pueden abordar por los riesgos que hay que asumir y la compleja coreografía necesaria.

Ratio de pérdidas de Rusia y Ucrania en función del tipo de equipo. Como se ve, las grandes diferencias se producen precisamente en el apartado logístico, en donde Rusia habría perdido hasta 16 veces más vehículos que Ucrania. Fuente – @PhillipsPOBrien.

Volviendo sobre las pérdidas humanas y materiales rusas, el Secretario de Defensa británico Ben Wallace ha afirmado que Rusia habría perdido un tercio de las fuerzas terrestres movilizadas antes de la invasión, lo que podría supone más de 40.000 bajas, si fuese verdad (naturalmente es parte interesada, por lo que hay que tomar la información con precaución). En cualquier caso, es evidente que han sido importantes y que eso está lastrando las opciones rusas.

El otro gran problema pese al acortamiento de líneas sigue siendo la logística. Las distancias a recorrer en casi cualquier escenario, incluso ahora, son importantes. El arco que las fuerzas rusas deben recorrer para atacar Severodonetsk desde diversos puntos -sin colapsar las pocas carreteras de la región- suma más de 200 kilómetros, como puede verse en este mapa de DefMon. Hay que tener en cuenta que estamos en una opción de mínimos (tomar todo el territorio de Donetsk y Lugansk) y que Rusia ya está teniendo notables problemas para abastecer el frente con todos los suministros necesarios. En gran parte, gracias a la acción ucraniana, que se ha cebado con las líneas de suministro rusas como hemos explicado sobradamente en estos más de 80 días.

En relación con esto, si en lugar de centrarnos en Severodonetsk-Lysychansk ampliásemos el foco para rodear Kramatorsk la distancia se multiplicaría. Y no olvidemos que esto es una guerra por delegación en la que Rusia no lucha contra Ucrania, sino contra una OTAN que ha encontrado la oportunidad perfecta para desangrarla y más que la oportunidad, la forma.

Para finalizar con la parte militar, como cada día, resumimos los movimientos y cambios de posición por regiones, que hoy se reducen a cero, pues no se ha constatado la toma de ninguna localidad por ninguno de los bandos.

  • Óblast de Járkov: Sin movimientos.
  • Óblast de Lugansk: Sin movimientos.
  • Óblast de Donetsk: Sin movimientos.
  • Óblast de Zaporiyia: Sin movimientos.
  • Óblast de Jersón: Sin movimientos.
  • Óblast de Nikolayev: Sin movimientos.
Mapa de situación actualizado a 15 de mayo de 2022. Autor – @JominiW.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

La actualidad está irremediablemente marcada por las noticias relativas al acercamiento de los países nórdicos a la OTAN. En Finlandia, el presidente de Finlandia, Sauli Niinistö, y el Comité de Exteriores y Seguridad del país nórdico han aprobado formalmente este domingo la solicitud del ingreso en la OTAN, en lo que han calificado como un «día histórico». No obstante, la decisión todavía está pendiente de ratificación parlamentaria, aunque se espera que esta se produzca en breve, quizá tan pronto como la próxima semana.

En el caso sueco, ha sido el partido gobernante (Partido Socialdemócrata) el actor que se ha mostrado a favor de solicitar la adhesión a la OTAN, decisión que han tomado en un congreso extraordinario y que anticipa lo que ocurrirá de aquí en adelante, pese a que entre la población la opción de integrarse en la Alianza no sea tan popular como en Finlandia.

Por su parte, la ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, en relación con lo anterior, ha asegurado que el ingreso de Suecia y Finlandia en la OTAN se producirá con rapidez una vez la Alianza tenga sus solicitudes y que no habrá una “zona gris” que afecte a su seguridad. No está claro sin han logrado convencer a Turquía para que no ponga objeciones ni cómo lo han hecho, aunque hoy han confirmado que en breve se reunirán para ello los ministros turco, finlandés y sueco de Exteriores. Tampoco han explicado por qué parecen estar tan seguros de que Rusia no terminará escalando el conflicto al interpretar especialmente la entrada de Finlandia como una amenaza insostenible a su seguridad.

Hay que tener en cuenta que esta consecuencia de la guerra es el máximo fracaso de un Putin que inició la contienda precisamente debido a un dilema de seguridad y que ha visto cómo la credibilidad militar rusa ha quedado en entredicho. Además, también ha «logrado» que países hasta ahora neutrales se acerquen a la OTAN en busca de seguridad, ante el miedo a ser los siguientes. Una situación compleja que no tiene solución fácil y que debe mantenernos alerta sobre esa posible escalada.

También, de producirse la adhesión sin escalada, una victoria absoluta para la organización, ya que especialmente Suecia aporta por su posición una base magnífica para reforzar el control de los estrechos daneses y convertir el Báltico en un «lago» de la OTAN pese a la Armada Rusa. En el caso de Finlandia, su cercanía a puertos rusos clave como Kronstadt en el Báltico o Severodvinsk en el Mar Blanco será también de gran importancia y un enorme y comprensible motivo de preocupación para Rusia.

En otro orden de cosas, el Secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken se ha reunido con el Ministro de Exteriores ucraniano, Kuleba en Berlin, en donde asisten a una reunión de los ministros de Exteriores de la OTAN. Kuleba ha sido bastante críptico en sus declaraciones a la prensa, asegurando que:

“Más armas y otro tipo de ayuda están de camino hacia Ucrania. Hemos acordado trabajar juntos para asegurarnos de que las exportaciones de comida desde Ucrania lleguen a los consumidores en África y en Asia”

Y es que cada vez más la crisis alimentaria en ciernes debido a la guerra se está convirtiendo en una preocupación para muchas capitales. Un problema que parece estar lejos de solucionarse por el momento y que afectará en una medida desproporcionada a las naciones más desfavorecidas y, por ende, dependientes.

La Unión Europea, por otra parte, ha actualizado sus previsiones de crecimiento económico previas a la guerra asumiendo que no podrá cumplir con los objetivos previstos (4%). Desde Bruselas han advertido de que la guerra frenará el avance del PIB aunque no debería hacer descarrilar la recuperación económica posterior a la pandemia de COVID-19, ni siquiera pese a lo que pueda ocurrir con los hidrocarburos rusos.

Por último, es obligado hacer una mención a la victoria ucraniana en Eurovisión. El resultado final, que dependió del voto popular, es sin duda un potente mensaje a Putin por parte de la población europea. Una sociedad que desde Rusia es calificada de enferma y decadente en muchas ocasiones y que ha votado unánimemente en apoyo de Ucrania en un festival que para muchos es la quintaesencia de esa «decadencia». Por supuesto no tiene ningún tipo de importancia práctica, pero en toda guerra lo simbólico también tiene un papel y esta no es menos.


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