La última jornada nos ha dejado declaraciones de Trump, afirmando que no se reunirá con Putin hasta que no crea que se dan las condiciones para firmar un acuerdo de alto el fuego o de paz, ya que considera que sería una pérdida de tiempo. También el anuncio, por parte de Rusia, del final de las pruebas del misil de crucero de propulsión nuclear Burevestnik, lo que tendría su impacto sobre la estabilidad estratégica y, por tanto, sobre las negociaciones en marcha entre Estados Unidos y Rusia, si bien parcial. Además de lo anterior, funcionarios estadounidenses afirman tener preparadas sanciones adicionales contra el sector energético y bancario ruso, desde los países nórdicos alertan sobre los preparativos militares que Rusia estaría llevando a cabo en la península de Kola, se espera que la ministra de Exteriores de Corea del Norte visite Rusia y Bielorrusia y continúan los combates, con especial atención a la situación al norte de Myrhorad/Pokrovsk o al este del Oskil.
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Desde Rusia, un Putin vestido de uniforme ha anunciado el final de las pruebas del misil de crucero de propulsión nuclear Burevestnik, con un alcance supuestamente ilimitado, lo que en principio haría posible su lanzamiento mediante rutas poco o nada lógicas y por tanto sorpresivas, pero también, incluso, su empleo en modo patrulla, a la espera de que le fuese o no asignado un objetivo.
Lo cierto, dejando a un margen los anuncios oficiales, es que este misil ha dado numerosos problemas durante la fase de pruebas, sin que esté del todo claro que hayan sido solucionados. Por de pronto, habría completado un vuelo de 14.000 kilómetros en 15 horas, lo que habría servido para validarlo. Sin embargo, la producción en los números requeridos para que llegue a jugar un papel relevante dentro del esquema disuasorio ruso, y la fiabilidad, son dos hitos que sólo el tiempo dirá si se consiguen, como con otras de las «superarmas» anunciadas en su día por Putin, como el torpedo nuclear Poseidón.
En cualquier caso, lo relevante de la noticia es en buena medida el momento en el que llega, cuando se están negociando con los Estado Unidos cuestiones clave relacionadas con la estabilidad estratégica, dentro de las cuales, la posesión de este tipo de sistemas proporcionaría a Rusia un argumento importante, dentro de la debilidad relativa que padece frente a las sólida triada estadounidense.
Y, como solemos decir, son estas cuestiones las que primero deben solucionarse, si lo que pretendemos es contar con un marco estratégico estable, que haga posible que conflictos como el de Ucrania sean menos probables en el futuro próximo. Eso sí, con o sin ese marco no hay que olvidar que para Rusia la de Ucrania es una guerra por la supervivencia no sólo en el plano militar, sino también hasta cierto punto en el político y cultural, e incluso económico una vez que buena parte de la industria y trabajadores del país han pasado a colaborar de una forma u otra en el esfuerzo de guerra. Todo lo cual, complica que se llegue a una verdadera paz, incluso cuando se den parte de los mimbres para alcanzar cierta estabilidad estratégica.
Y es que la guerra de Ucrania es parte de un enfrentamiento más amplio, entre Occidente y Rusia, pero está salpicada además por muchos otros conflictos menores, como la lucha que dentro del propio Occidente se desarrolla entre quienes están a favor y en contra de la globalización, o los enfrentamientos en tal o cual región, que actúan como vasos comunicantes…
Guerra, en cualquier caso, que sigue. Y lo hace, en la última jornada, con el lanzamiento por parte rusa, según datos ucranianos, de hasta 101 drones de largo alcance de distinto tipo, de los que aseguran haber derribado o neutralizado hasta 90 de ellos.
El punto más castigado de Ucrania, una vez más, Kiev, en donde al menos cinco personas han muerto y casi una treintena han resultado heridas (entre ellos media docena de menores) como consecuencia de los últimos ataques con drones rusos, que han afectado a varios edificios residenciales.
Además, aunque en su caso aparecerá en los informes ucranianos próximos, se ha hablado del lanzamiento ruso de un misil balístico hacia Pavlograd y una bomba planeadora de largo alcance hacia Krivói Rog, así como de nuevas explosiones en el centro de Járkov y también en Sumy. Ataques todos ellos a sumar a los muchos que se han llevado a cabo, como cada jornada, con bombas planeadoras de caída libre y, cada vez más, asistidas por cohete.
Del lado contrario, se han producido explosiones sobre la ciudad rusa de Tula, en donde las defensas aéreas han estado activas. Además, se ha sabido que la presa de Bélgorod recientemente alcanzada por vectores ucranianos, habría sufrido algún tipo de fuga, con cuentas que hablan de pérdidas masivas, que podrían apuntar a daños estructurales.
El ataque más contundente, en cualquier caso, habría sido conducido por las AFU contra activos militares rusos situados en la península de Crimea, destruyendo mediante drones una embarcación y diverso material.
Además de todo esto, se ha producido un cierre temporal del aeropuerto de Vilna, en Lituania, tras ser avistados nuevos globos procedentes de Bielorrusia. Se repite pues el mismo tipo de incidente de unas semanas atrás, sin que esté claro si en este caso se trata de globos empleados para el contrabando o de otra cosa.
Por último,
Sobre el terreno, mientras la IA o el guiado terminal que la aprovecha siguen avanzando, y unos y otros buscan soluciones imaginativas para contrarrestar su capacidad de completar la kill chain a gran velocidad, las noticias sobe combates y movimientos han sido relativamente pocas, destacando las siguientes, tras una semana en la que Ucrania habría perdido unos 120 kilómetros cuadrados de territorio:
En el caso de Járkov, más exactamente en la ciudad de Vovchansk, se está hablando sobre cómo la subida de caudal en el río Donets podría complicar el abastecimiento de los militares rusos allí desplegados, que llevan semanas a la ofensiva, tomando partes especialmente a occidente de la urbe.
Pasamos ahora al sector del Oskil, no sólo a Kupiansk, sino a la orilla oriental del río en las inmediaciones de la ciudad, pues desde Ucrania hay quien comienza a decir que las AFU se encuentran allí en una situación parecida a la que los rusos tuvieron un día al norte de Jersón. En cualquier caso, hay que ser muy cautos con las comparaciones, pues si bien hace mucho tiempo que se vienen formando bolsas ucranianas, el número de efectivos presentes en esa margen del río es por fuerza muy escaso, ya que esas «zonas de nadie» se defienden en su mayor parte a distancia.
Entre el sector anterior y el de Siversk, en dirección a Limán, prosiguen los intentos rusos de alcanzar dicha ciudad, lanzando largas incursiones, al tiempo que mantienen la presión tanto al norte, en el saliente de Sandryholove, como al sureste, en los bosques de Serebryanske y sus alrededores.
En el sector de Konstyantynivka, más concretamente al sur, en Shcherbynivka, se habría producido una fuerte explosión, al parecer tras ser alcanzado un depósito de municiones empleado por los ucranianos que defienden la zona.
En dirección a Dobropillia, continúan trascendiendo datos sobre el resultado de los últimos asaltos blindados rusos hacia Shakove. Los ucranianos, por su parte, habrían lanzado un contraataque en toda la zona al norte de Rondinske, retomando Shuketske e intentando minar la base de un saliente que supone una amenaza tanto para Dobropillia, como para Rodinske, que sigue siendo asaltada. Buscan así los ucranianos no verse rodeados desde el norte, a la espera de que puedan intentar hacer lo propio al sur de las ciudades gemelas.
Precisamente, en estar últimas (Myrhorad y Pokrovsk), se admite ya que hay al menos 200 militares rusos infiltrados, lo que quiere decir que han sido capaces de superar las porosas defensas ucranianas, espaciadas y basadas en un número limitado de tropas (única forma de sobrevivir a la lluvia de FABs), actuando a retaguardia de estas e intentando hacerse fuerte mientras son batidos por drones de las AFU. Avances que han sido posibles, entre otras cosas, por la ventana de oportunidad meteorológica de los últimos tiempos, lo que ha permitido a los rusos llegar incluso a Synelnikove.
En cuanto al sur del frente, por último, tenemos en el sector del Vovcha por un lado nuevos progresos en torno a Filiya, avanzando parapetados por los cortavientos los rusos, como también, por otro, progresos igualmente rusos al sureste de Yehorivka.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Tras una semana de intensa actividad a nivel institucional, durante el fin de semana las reuniones, actos y declaraciones han disminuido considerablemente.
Comenzando con EE. UU., el presidente Trump ha comentado a la prensa en Doha que no planea reunirse con el presidente Putin hasta que no sepa que van a llegar a un acuerdo, subrayando “no voy a perder mi tiempo”. Añadía, además, “Siempre he tenido una excelente relación con Vladímir Putin, pero ha sido muy decepcionante”.
Asimismo, y en línea con lo expresado por Zelenski en lo relativo a que se avecinan más sanciones, el gobierno estadounidense ha preparado sanciones adicionales que podría imponer contra áreas clave de la economía rusa si Putin sigue postergando el cierre de un acuerdo para aponer fin a la guerra.

En particular, estas sanciones estarían dirigidas contra bancos rusos y empresas petroleras, mientras que, al mismo tiempo, desde Washington han trasladado a sus homólogos europeos que apoyan que la UE emplee los activos rusos congelados para adquirir armamento estadounidense. Además, en EE. UU. también han comenzado a mantenerse incipientes conversaciones sobre el uso de los activos rusos en EE. UU. para apoyar el esfuerzo bélico de Ucrania.
Pasando a Ucrania, y relacionado con el apoyo militar, Zelenski ha asegurado que los primeros cazabombarderos Gripen llegarán a Ucrania en 2026 tras el acuerdo firmando con Suecia por el que planean adquirir 150 aparatos. Por otro lado, hoy no ha habido discurso diario ni numerosos mensajes por parte del líder ucraniano más allá de condenar los últimos ataques rusos.
Del lado de Rusia, según Tass las reuniones del enviado especial Kirill Dmitriev en EE. UU. han tenido lugar durante el sábado y continuarán el domingo y el lunes. Sin embargo, no se han reportado más detalles sobre los encuentros, incluida la reunión esperada con el enviado especial de Trump, Steve Witkoff, en Miami.
Por otro lado, se espera que la ministra de Exteriores de Corea del Norte, Choe Son Hui, visite Rusia y Bielorrusia, tras haber recibido invitación de los Ministerios de Exteriores de ambos países.
Moviéndonos hasta Noruega, el ministro de Defensa, Tore O. Sandvik, ha advertido en una entrevista para The Telegraph que Rusia está acumulando armamento, fuerzas con capacidad nuclear y submarino de ataque, pero también probando nuevos sistemas en el Ártico y, especialmente, en la península de Kola -donde se encuentra su Flota del Norte y parte de su arsenal nuclear. Según Sandvik, Rusia está preparándose para una guerra con la OTAN, teniendo en cuenta, además, que Moscú aspira a obtener el control naval sobre la región del Ártico y poder bloquear el acceso de los aliados de la OTAN a dos rutas marítimas clave.
Para concluir, hay que tener en cuenta que en los últimos días también ha habido noticias que han pasado más desapercibidas, como los 100 primeros días de gobierno bajo el liderazgo de Yuliia Svyrydenko, los planes de Ucrania para implementar la legislación de la UE en los sectores agrícola y pesquero, o los recientes acuerdos con Japón. De un lado, Ucrania y el Banco Japonés para la Cooperación Internacional han ampliado su cooperación incluyendo áreas como la energía para la cual el Banco está considerando la creación de una línea de crédito especial, la agricultura o el impulso a la innovación. De otro, Ucrania y Japón han firmado un Memorando de Cooperación en el campo del desminado humanitario que incluirá: desminado de tierras agrícolas para restablecer la seguridad alimentaria; apoyo a los fabricantes ucranianos de equipos de desminado y al desarrollo de innovaciones en este campo, y fortalecer la capacidad de Ucrania en materia de acción contra minas mediante programas conjuntos.

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