Mientras la «Coalición de Voluntarios» se reunía en Londres, el enviado especial de Putin, Dimitriev, se desplazaba hasta los Estados Unidos apenas dos días después del anuncio de sanciones contra las mayores compañías rusas del sector de los hidrocarburos, para verse con funcionarios de la Administración Trump. Es más, el ruso declaraba que cree que están muy cerca de una solución diplomática al conflicto. Además de esto, Francia ha anunciado que enviará nuevos misiles Aster y aviones Mirage, continúan las discusiones en Estados Unidos a propósito de los misiles Tomahawk, se habla sobre nuevas sanciones contra Rusia a corto plazo y por encima de todo, siguen los combates, que se extienden desde Járkov hasta Zaporiyia, un día más.
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Según el Estado Mayor ucraniano, las Fuerzas Armadas rusas habrían lanzado sobre el país 62 drones de ataque y 9 misiles balísticos Iskander-M, una cifra poco usual. Del total los ucranianos aseguran haber derribado o neutralizado 50 drones y 4 misiles, lo que también sería, en este último caso, un porcentaje más alto del habitual de unos meses a esta parte.
Entre los objetivos alcanzados, una vez más la capital ucraniana, Kiev, batida por drones y misiles, y en donde han tenido que emplearse helicópteros especializados para la extinción de incendios causados por la explosión de misiles balísticos Iskander, contabilizándose alrededor de una decena de heridos a consecuencia de los ataques.
En Járkov, también se han producido explosiones, que han dejado dos heridos y daños en partes céntricas de esta ciudad, que además de por drones, ha sido alcanzada por bombas planeadoras. Al igual que en Sloviansk, en donde el objetivo ruso ha sido la central eléctrica. Por el contrario, en la vecina Kramatorsk, ha sido atacado un tren de pasajeros y también, un aerogenerador, en el que sería el tercer ataque de este tipo en los últimos días. Por último, también se han registrado incidentes en Jersón, atacada por drones y bombas planeadoras.
Del lado contrario, después de los ataques de los últimos días a plantas químicas, refinerías como la de Riazán, que ha provocado cortes en la producción, y demás, se ha hablado en la últimas horas de un ataque ucraniano contra una presa en la región rusa de Bélgorod que habría provocado daños, aunque no catastróficos, sin que haya al parecer riesgo de colapso por el momento.
En cuanto a los combates y los movimientos, siguen produciéndose cambios, como en las últimas semanas, a favor de una Rusia que busca un acuerdo en sus términos, para lo cual la presión en el frente sigue siendo fundamental.
Comenzamos por Vovchansk, en donde han seguido los ataques y avances rusos al oeste de la localidad. También en Járkov, pero en este caso desde Odradne, se habla de ataques rusos en dirección sur.
En el sector del Oskil, concretamente en Kupiansk, además de nuevos contraataques ucranianos al norte de la urbe, tenemos que las tropas rusas, amén de seguir lanzando asaltos en zonas céntricas, han incursionado siguiendo el curso de la H-26 en dirección suroeste. Por otra parte, desde Stepova Novoselivka, demostrando que la presencia ucraniana es mínima o nula en la margen oriental del Oskil, se ha producido un movimiento ruso que les ha permitido llegar a las puertas de la aldea de Kurylivka.
En dirección a Limán, continúan las infiltraciones rusas en dirección a la ciudad, mientras se combate en Zarichne y Yampil, así como en torno a Dronivka, donde se habrían hecho con posiciones defensivas ucranianas en las últimas horas. Además, en Siversk, han seguido los ataques rusos al sur del sector, con pequeños cambios territoriales.
En el sector de Konstyantynivka, se ha constatado la presencia de elementos de DRGs rusos en zonas exteriores de la ciudad, siendo alguno de ellos eliminado por acción de los drones de las AFU.
En dirección a Dobropillia, aprovechando el mal tiempo, que impide volar a parte de la flota de drones, limitando tanto las posibilidades de ataque como la conciencia situacional, los rusos han lanzado nuevos asaltos hacia Shakove, al tiempo que progresan en Ivanivka y en Filiya.
En dirección a Pokrovsk, se ha producido un nuevo asalto mecanizado (con la misma intención no de utilizar los blindados por su poder de fuego, sino como transporte para cruzar la zona de muerte con la mayor cantidad posible de efectivos) y se habla de la presencia de hasta 250 efectivos rusos en el interior de la ciudad, mientras se libran combates intensos. La situación más crítica sigue siendo la que se vive en Rodinske, donde continúan los intentos rusos por tomar esta localidad al norte de las ciudades gemelas.
Al norte del sector del Vovcha, efectivos rusos han seguido presionando hacia Ivanivka, al norte de Zelenyi Hai, en el recodo. Además, en el río Yanchur, la bandera del Regimiento Bolshói ha sido avistada en la calle principal de Yehorivka, confirmando la presencia rusa, a la espera de conocer el grado de control.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Abrimos la sección internacional con las últimas noticias que llegan desde Rusia, pues el enviado especial del presidente Putin, Kirill Dmitriev, ha declarado para la CNN que cree EE. UU., Ucrania y Rusia están muy cerca de una “solución diplomática” para poner fin a la guerra.
Sobre esto ha añadido que “reconocer que se trata de las líneas del frente es un gran paso adelante para el presidente Zelenski”, subrayando que “como saben, su postura anterior era que Rusia debía retirarse por completo”. Precisamente por esto cree que están muy cerca de una solución diplomática, al tiempo que ha destacado que los europeos y Kiev están trabajando en un nuevo plan para poner fin a la guerra basándose en las líneas del frente actuales -es decir, respaldando la postura del presidente Trump, como hemos explicado en informes anteriores.
Además, en declaraciones para Fox, Dmitriev decía que cree que se han logrado avances y que el presidente Trump “evitó la escalada a la Tercera Guerra Mundial y logró el primer algo el fuego en la infraestructura de calefacción y energía que hemos tenido”, sosteniendo que “él realmente entendió la posición rusa”.
Es importante señalar que las declaraciones de Dmitriev no se han hecho desde Moscú, sino desde Washington, pues hasta allí se ha desplazado para reunirse con funcionarios estadounidenses. Es decir, que el enviado especial se ha trasladado hasta EE. UU. apenas dos días después de que el presidente Trump anunciase las sanciones contra Lukoil y Rosneft. Sin embargo, lo que no ha detallado es con quién planea verse, si bien Axios ha informado que se reunirá con el enviado especial de Trump, Steve Witkoff, en Miami durante el sábado.
Por su parte, el presidente Trump ha comentado mientras viajaba hasta Malasia que planea discutir sobre Ucrania y Rusia con el presidente de China, Xi Jinping, en su próxima reunión programada el 30 de octubre.
Cambiando de tercio, concluido el Consejo Europeo en Bruselas, alrededor de treinta líderes se daban cita en el marco de la Coalición de Voluntarios en Londres y en formato online. Una reunión en la que uno de los anfitriones, el primer ministro Keir Starmer, ha declarado que Putin es “el único que no quiere poner fin a esta guerra” rechazando una y otra vez la oportunidad de concluirla. Además, considera que las exigencias territoriales de Putin son “ridículas” y “totalmente inalcanzables”, y que los socios de Ucrania están decididos a actuar ahora para aumentar la presión y “finalmente lograr que regrese a la mesa de negociaciones de buena fe”.
Tras la reunión, el presidente Zelenski daba la bienvenida a las últimas sanciones anunciadas -especialmente las de EE. UU. y el 19º paquete de sanciones de la UE- diciendo que estas decisiones “bien podrían ayudar a Ucrania”, mencionando la presión sobre el petróleo ruso, la flota fantasma y “toda la infraestructura rusa”. De hecho, el primer ministro neerlandés, Dick Schoof, defendía también que sería bueno si la UE copiase las sanciones de EE. UU. y el Reino Unido contra Lukoil y Rosneft y que se debía hacer más para desmantelar la flota fantasma rusa.
Asimismo, Zelenski adelantaba que “se avecinan más sanciones, que estarán en consonancia con la decisión de EE. UU”, aunque más decía que no podía “revelar todos los detalles”. Por otro lado, comentaba que “aunque Rusia ahora le dice al mundo que las sanciones que supuestamente no tienen impacto en su economía siguen siendo uno de los golpes más dolorosos para Putin, personalmente”. En esta línea, añadía que “Rusia no debe tener más remedio que poner fin a la guerra y traer la paz a nuestro país”. Por otro lado, Zelenski agradeció los “importantes acuerdos sobre apoyo financiero a Ucrania” y defensa aérea para Kiev.
Sobre el apoyo militar, Macron ha anunciado que París entregará misiles Aster adicionales a Ucrania, pero también nuevos programas de formación y aviones de combate Mirage.
En el caso del secretario general de la OTAN, Mark Rutte, este incidía en que las sanciones estadounidenses “aumentarían significativamente la presión sobre Vladímir Putin” y que podrían sentarle a la mesa de negociaciones, añadiendo que el líder ruso “se está quedando sin dinero, tropas e ideas” y que los “modestos avances” de las tropas rusas se han producido a costa de cientos de miles de vidas. Además, interpreta la decisión de EE. UU. como una muestra del “compromiso absoluto” de Trump de poner fin a la guerra.
Por otro lado, le preguntaban sobre el suministro de Tomahawk Rutte afirmó que “cada aliado decide el tipo de misil que desea suministrar a Ucrania” y recordaba que EE. UU. está suministrando “armamento crucial” a Kiev.
La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, ha pedido a los socios de Ucrania que se tome una decisión sobre el uso de los activos rusos congelados “antes de Navidad”. Es decir, una decisión sobre el préstamo de reparación de 140.000 millones de euros respaldados por los activos rusos para apoyar a Ucrania en 2026 y 2027. De hecho, Frederiksen comentaba que la idea del préstamo es acertada, pero que persistían los problemas técnicos; es decir, cómo articular la mutualización del riesgo para que los Estados miembros de la UE y especialmente Bélgica acepten esta medida.
El primer ministro británico, Keir Starmer, comentaba que el asunto es “complejo y difícil”, y que “es esencial que se resuelvan todos los detalles”, incluida como medida lógica el acuerdo de un calendario que permita a Kiev acceder a los fondos. Las declaraciones de Starmer son interesantes en tanto en cuanto y por el momento no se conoce cómo participaría el Reino Unido en esta medida.
Para concluir y cambiando de tema, el Banco Central de Ucrania devaluará la grivna la semana que viene en respuesta a las exigencias del Fondo Monetario Internacional antes de las negociaciones para un nuevo programa de préstamos. Según el Banco, a partir del 27 de octubre el tipo de cambio oficial será de 41,9969 grivnas por dólar frente a las 41,8970 grivnas actuales.
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