Donald Trump ha decidido cancelar sine die la reunión con Vladímir Putin, prevista para las próximas semanas, tras la llamada telefónica entre Marco Rubio y Serguéi Lavrov. Rusia, que se mantiene en sus tesis maximalistas, se niega a ningún acuerdo que no conduzca a la toma completa de Donetsk, algo que los aliados de Ucrania y Kiev, no aceptan. Al mismo tiempo, los europeos, que han firmado una declaración de apoyo a Ucrania, están preparando un plan de doce puntos que pretende servir de base a una negociación, pero que está condenado a fracasar pues no ofrece ningún incentivo claro a Rusia para poner fin a la guerra. A la par, los Veintisiete trabajan en un nuevo paquete de sanciones, el 19º, que verá la luz esta semana, en la que habrá reunión del Consejo Europeo (23 y 24) y de la «Coalición de Voluntarios» (24), Trump se pronunciará ese mismo día sobre la guerra de Ucrania y podría producirse también una visita de funcionarios europeos a la Washington. Y mientras tanto, la guerra continúa su curso, con intensos combates, una nueva oleada masiva de ataques rusos contra Ucrania y con este país lanzando drones y misiles de crucero contra instalaciones rusas en Briansk, en Mordovia e incluso a la orilla del Mar Caspio.
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Durante la pasada jornada, la Federación de Rusia lanzó contra Ucrania dos misiles balísticos Iskander-M/KN-23, cuatro misiles S-300 en función de ataque a tierra y 98 drones de ataque de largo alcance de diferentes tipos, según las Fuerzas Aéreas del país atacado. Del total, los ucranianos aseguran además haber derribado o neutralizado 58 de los drones, una cifra relativamente baja, y ninguno de los misiles.
Desde entonces, además, los lanzamientos han continuado, registrándose numerosos impactos y explosiones a lo largo y ancho de la geografía ucraniana, pero con especial virulencia en su parte oriental y en la capital, muy castigada en las últimas horas. Todo apunta a un nuevo lanzamiento masivo, que sería la respuesta rusa al fracaso de las negociaciones con unos Estados Unidos que no quieren aceptar las posiciones maximalistas del Kremlin (con analistas que hablan de una posición intransigente particular del propio Putin), si bien habrá que esperar unas horas para conocer los datos concretos.
Así, por el momento, una nueva oleada de drones se acercaba a Kiev a la hora de redacción de este informe (durante la madrugada). En la misma región, se han producido explosiones en puntos como Pechersk y Darnytsia. Además, ha sido también atacada Járkov, tanto con drones, como con bombas planeadoras. Además de esto, según se ha sabido los misiles de misiles Kinzhal empleados lo habrían sido contra algún punto de Kanev, en la región de Cherkasy. Por parte, en la región Poltava, los ataques rusos habrían dañado instalaciones de la industria del petróleo y el gas en el distrito de Myrhorod. También, en la región de Sumy, una docena de personas resultaron heridas a consecuencia del impacto de un dron, mientras que en Kremenchuk, hacia donde habrían sido lanzados misiles S-300, se habrían producido también impactos, lo mismo que en Izmail, en la región de Odesa. Y en Zaporiyia, más de una docena de personas habrían sufrido heridas como consecuencia de varias explosiones, aunque en este caso probablemente se deban también a las bombas guiadas de una Rusia que está introduciendo en servicio nuevos modelos con mayor alcance, hablándose de hasta 200 kilómetros.
De hecho, son cada vez más las ciudades atacadas con estos ingenios, que tienen una pegada muy superior a la de los drones Shahed y que, gracias a su abaratamiento y producción en masa, así como incrementos en los alcances, se están constituyendo cada vez más como una alternativa lógica para batir de forma sistemática las infraestructuras, algo que Rusia no logró en los inviernos anteriores, pero que ahora podría estar más cerca de alcanzar.
Hablando de bombas planeadoras, estas han sido las que se han cobrado un mayor número de víctimas en la última jornada. Cuatro personas murieron y diez resultaron heridas en un bombardeo ruso en Novhorod-Sieverskyi, en la región de Chernígov. Además, los drones tácticos también se cobraron su siniestro tributo, hiriendo a varias personas en la región meridional de Jersón.
Pasando a los ataques ucranianos, que también los ha habido, tenemos que se ha registrado un importante incendio tras un ataque con drones contra Trubchevsk, localidad situada en la región de Briansk. Además, contra esta misma región habría sido lanzado otro ataque, en este caso empleando misiles de crucero Storm Shadow, que habría afectado a una planta química en la capital regional. También, en este caso más al norte, en Smolensk, se ha registrado un incendio en una central eléctrica y el consiguiente apagón.
Además de esto, se han registrado ataques a larga distancia contra Saransk, en la República de Mordovia, así como otro contra un depósito de combustible situado en la localidad de Mahachkala, ciudad que alberga una importante base naval de la Flota del Caspio de la Marina de guerra rusa.
Pasamos ahora al análisis de lo ocurrido durante la última jornada en la línea de frente y sus inmediaciones, con Rusia presionando para tomar Donetsk, que es el único gran objetivo que puede aspirar a conseguir de aquí en adelante, alcanzado el dominio de Lugansk y del «pasillo terrestre» y fracasados sus intentos iniciales por controlar el conjunto de Ucrania y, particularmente, su política exterior.
Comenzamos por Vovchansk, ciudad que Rusia parece decidida a tomar en las próximas semanas, tras acumular avances en estos últimos días en la parte más occidental de la misma.
En el sector del Oskil, la atención sigue centrada en Kupiansk, en donde la situación sigue degradándose para los ucranianos, con constantes infiltraciones de DRGs rusos contra áreas cada vez más meridionales de la ciudad.
En dirección a Limán, donde Rusia está recurriendo también al empleo de blindados por las razones explicadas unos días atrás, han comenzado los asaltos directos contra la pequeña localidad de Stavky.
En dirección a Dobropillia, las Fuerzas Armadas rusas habrían retomado, en la base del saliente, la localidad de Volodymirivka, desde la que previsiblemente volverán a cargar contra Sakhove.
En Pokrovsk/Myrhorad, continúan en marcha las operaciones ucranianas de urgencia destinadas a restablecer la situación, mientras los rusos tratan de aislar la parte sudoriental de Pokrovsk, avanzando con sus DRGs en paralelo a la vía férrea. El asunto aquí es que los DRGs, si bien permiten entrar en profundidad en entornos urbanos, superando posiciones defensivas mediante la infiltración y el sigilo, hasta que no se logra acumular una cantidad considerable de fuerzas en el interior de una urbe, no dejan de ser grupos pequeños e inconexos, incapaces de prestarse apoyo. Por esta razón, si Ucrania lanza un contraataque decidido, las posibilidades de limpiar buena parte de Pokrovsk o el este de Myrhorad, son todavía muchas (lo que hace más extraño lo ocurrido en Kupiansk, hablando sobre la escasez de tropas de una Ucrania que, además, se dedica a reclutar brigadas «fantasma» en lugar de a completar de efectivos las disponibles, restaurando su capacidad de combate).
En dirección al Dniéper, en las últimas jornadas el mayor empeño ruso se localiza al sur, tanto hacia Orijiv, como hacia Novomykholaivka, buscando romper las defensas ucranianas del resto de la región de Zaporiyia, ya que de quedar en una situación precaria, los ucranianos se verían obligados a trasladar tropas desde puntos del frente más importantes para Rusia, como los que defienden Sloviansk y Kramatorsk. Así, por una parte han seguido presionando en dirección al reío Yanchur. Por otra, se han podido ver asaltos empleando tanto motocicletas como «carros tortuga» (últimamente se están desarrollando interesantes blindajes puercoespín), todo ello apoyado por drones FPV, hacia Mala Tokmachka, logrando algunos avances hacia el centro de la localidad. También fortísimos bombardeos al norte y noreste de Stepnohirsk.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
A nivel internacional dos cuestiones han estado completamente en el foco durante la jornada: la cumbre entre Putin y Trump, y la declaración de apoyo del presidente Zelenski y los líderes europeos a los esfuerzos de paz del líder estadounidense.
Durante la tarde en Europa comenzaban a llegar noticias acerca de que la reunión entre los presidentes Trump y Putin en Budapest se había aplazado debido a que Moscú rechaza un alto el fuego inmediato. Más concretamente, era un funcionario de la Casa Blanca quien comentaba para Reuters que “no hay planes para que el presidente se Trump se reúna con el presidente Putin en el futuro inmediato”.
Horas después, el propio Trump declaraba: “No, no, no quiero una reunión a cambio de nada. No quiero perder el tiempo, así que veremos qué pasa”. Sobre esto añadía que “Aún no hemos tomado la decisión” y que “en los próximos dos días” informarán a los medios “sobre lo que estamos haciendo; están sucediendo muchas cosas” en el frente entre Ucrania y Rusia.
Además, no solo esto, sino que la Casa Blanca también ha confirmado que la reunión prevista esta semana entre el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, tampoco va a tener lugar escudándose en que habían tenido una llamada “productiva” y que el encuentro ya no era “necesario”.
Desde Moscú, el representante especial Kirill Dmitriev, -recordemos una vez más que ha sido quien ha encabezado la delegación rusa en las distintas negociaciones-, decía que Trump no había cancelado la reunión y que “los medios están distorsionando los comentarios sobre ‘el futuro inmediato’ para socavar la cumbre”.
El presidente Zelenski defendía que la falta de decisión de EE. UU. acerca del suministro de los misiles Tomahawk a Ucrania ha hecho que Rusia “casi automáticamente comenzó a perder el interés en la diplomacia”. Asimismo, incidía en que cuanto mayor sea la capacidad de alcance de Ucrania, mayor será la disposición de Moscú para poner fin al conflicto, así como que los Tomahawk se han convertido en “una fuerte inversión en diplomacia”.
A colación de la reunión entre Trump y Putin, el ministro de Exteriores de Polonia, Radosław Sikorski, advertía al líder ruso que no viaje hasta Hungría pasando por el espacio aéreo polaco, ya que, si lo hiciera, Varsovia podría verse obligada a ejecutar la orden de arresto de la Corte Penal Internacional. En particular, decía que no puede garantizar que un tribunal polaco independiente “no ordene al gobierno escoltar un avión para entregar al sospechoso al tribunal en La Haya”.

Por otro lado, como decíamos al inicio de la sección, la actualidad también ha estado marcada por la última declaración de Ucrania y sus socios en relación con los esfuerzos para poner fin a la guerra. Entrando en detalle, Ucrania y los líderes de Francia, Italia, Polonia, Noruega, Finlandia, España, Suecia y los líderes de la Comisión Europea y el Consejo Europeo, han suscrito una declaración en la que expresa su firme apoyo a la propuesta del presidente Trump “de que los combates deben cesar de inmediato y que la línea de contacto actual debe ser el punto de partida de las negociaciones” -esto es algo que el propio Zelenski subrayaba en su discurso diario.
Reiteran, además, su “compromiso con el principio de que las fronteras internacionales no deben modificarse por la fuerza” y enfatizan que las “tácticas dilatorias de Rusia han demostrado una y otra vez que Ucrania es la única parte seria en pos de la paz”, ya que “todos podemos ver que Putin sigue optando por la violencia y la destrucción”.
En consecuencia, los líderes europeos coinciden en que Ucrania “debe estar en la posición más sólida posible, antes, durante y después de cualquier alto el fuego” y que deben intensificar la presión sobre Rusia “hasta que Putin esté listo para firmar la paz”. En esta línea señalan que están desarrollando medidas “para utilizar al máximo el valor” de los activos rusos congelados para que Ucrania disponga de los recursos que necesita.
Además, según Bloomberg Ucrania y sus socios europeos están trabajando en una propuesta de 12 puntos para poner fin a la guerra considerando la línea del frente actual -es decir, respaldando la posición de Trump y considerando también las últimas exigencias del líder ruso. De hecho, cabe esperar que esta sea la discusión que guíe la próxima reunión de la Coalición de Voluntarios en Londres el 24 de octubre, justo después de que los líderes de la UE se reúnan en Bruselas.
Este mismo medio comentaba también que es posible que esta semana funcionarios europeos viajen a Washington para discutir este asunto. Lo que sí se ha confirmado es que el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, está de camino a la Casa Blanca para verse con Trump y abordar “temas relacionados con el apoyo de la OTAN a Ucrania y los esfuerzos liderados por Estados Unidos para lograr una paz duradera”.
En particular, y a falta de que esta información se confirme oficialmente, en principio el plan propuesto estaría supervisado por una junta de paz presidida por Trump, y toda vez que se logre un alto el fuego y ambas partes se comprometan a detener los avances territoriales, las propuestas contemplarían lo siguiente: retorno de todos los niños deportados a Ucrania e intercambio de prisioneros, Ucrania recibirá garantías de seguridad, fondos para reparar los daños provocados por la guerra y una vía para adherirse rápidamente a la UE.
Por otro lado, el plan prevería que las sanciones contra Moscú se levantasen gradualmente y, en el caso de los activos congelados -unos 300.000 millones en reservas del Banco Central- solo se devolverían una vez que Moscú accediera a contribuir a la reconstrucción posbélica de Ucrania. Además, si Rusia volviese a atacar a Ucrania, las restricciones volverían a aplicarse.
Por su parte, el ministro de Exteriores ucraniano, Andriy Sybiha, ha informado a su homóloga canadiense, Anita Anand, sobre los esfuerzos de paz y los últimos ataques rusos contra la infraestructura energética ucraniana, incluido el apoyo del G7 para prestar asistencia de cara al invierno. Como también era de esperar, los ministros discutieron sobre sanciones adicionales contra Rusia y el uso de los activos congelados para apoyar la defensa y la recuperación de Ucrania -hay que tener en cuenta que la UE no solo está negociando su Préstamo de Reparación a Ucrania por importe de 140.000 millones de euros respaldado con los activos rusos congelados, sino que en el marco del G7 está presionando a sus socios a que hagan lo mismo emitiendo sus propios préstamos.
Cambiando de tercio, la Verkohvna Rada ha adoptado las enmiendas necesarias al Presupuesto para incrementar el gasto en seguridad y defensa en 324,7 mil millones de grivnas en 2025. Según el ministro de Defensa, Denys Shmyhal, estos fondos cubrirán sus necesidades prioritarias de este año, incluidos apoyo monetario y remuneración para militares, obligaciones sociales, apoyo material para unidades, adquisición de armamento y munición (incluidos drones) y apoyo a la industria de defensa.
Shmyhal además ha hablado durante el día con su homóloga española, Margarita Robles, para discutir las iniciativas de entrega de armamento y la participación en iniciativas de defensa. El ministro ucraniano le trasladó una vez más a la parte española que Ucrania necesita reforzar con urgencia su defensa aérea, incluyendo misiles para los Patriot, NASAMS e IRIS-T y analizaron la posible contribución de Madrid a estos esfuerzos, pero también la posibilidad de que el país se una a la iniciativa PURL. Por otro lado, discutieron proyectos industriales conjuntos, incluida la reparación y producción de equipo militar en ambos países. Por último, Shmyhal ha invitado a Robles a Kiev para impulsar la cooperación en defensa.
De hecho y para concluir, Zelenski también ha hablado durante el día con el presidente de España, Pedro Sánchez, destacando que España ha proporcionado con prontitud asistencia energética específica. Además, han discutido sobre medidas que pueden fortalecer significativamente la defensa ucraniana y han coordinado la labor diplomática de esta semana.

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