Jornada escasa de novedades, las que hace el número 1333. Poco después de la reunión entre Trump y Putin, el estadounidense ha reiterado que la guerra debe cesar de inmediato manteniéndose la línea de frente actual. Ahora bien, The Washington Post ha filtrado que Putin habría pedido a Trump en su conversación telefónica que Ucrania cediese toda la región de Donetsk, objetivo que como hemos explicado alguna vez, es prácticamente el mínimo que el Kremlin podría considerar una victoria susceptible además de venderse a la población rusa. Más allá de esto, se ha hablado del túnel Trump-Putin, sobre el que EEUU y Rusia habrían comenzado a discutir y que, de llevarse a efecto, uniría Alaska con Siberia. También sobre el 19º paquete de sanciones de la Unión Europea a Rusia, para el cual Austria ya habría levantado su veto. Y todo ello en una nueva jornada de combates, en la que la degradación de las posiciones ucranianas en puntos como Limán o Pokrovsk se ha hecho si cabe más evidente.
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A lo largo de la última jornada, mientras en Ucrania se interrogan acerca del último ataque ruso a un centro de entrenamiento y las posibles formas de evitar estos sucesos, las Fuerzas Armadas rusas habrían lanzado un total de 62 drones de largo alcance sobre territorio ucraniano. De estos, el Estado Mayor de Ucrania asegura haber derribado o neutralizado una cuarentena, lo que no ha impedido que trasciendan noticias de distintos impactos y daños.
En total, los distintos ataques rusos habrían dejado un civil muerto y once heridos en Ucrania. Cinco de los mismos se habrían producido como consecuencia de un ataque contra Járkov, en el que Rusia habría empleado una de las nuevas bombas planeadoras propulsadas por cohete.
También se han registrado ataques contra la ciudad de Dnipró, alcanzada tanto por drones como por bombas planeadoras, lo mismo que Jersón, que además habría visto enfrentamientos cerca del puente Antonovsky. Las bombas planeadoras también han dejado daños en Lozova, así como varios heridos. No han sido, en cualquier caso, los únicos puntos alcanzados por estas últimas, que han castigado buena parte del territorio ucraniano en varias decenas de kilómetros de profundidad tras la línea de frente.
Del lado contrario, el Estado Mayor ucraniano se atribuyó ataques contra la refinería de petróleo Novokuybyshevskiy en la región de Samara, a la planta de procesamiento de gas natural de Oremburgo y a un depósito de petróleo en la ciudad ocupada de Berdyansk.
En cuanto a las novedades sobre el frente, las últimas 24 horas nos han dejado las siguientes:
Por un lado, se habla de pequeños avances rusos en las localidades cercanas a la frontera entre las regiones de Bélgorod y Járkov, concretamente en Odradne y Ambarne.
En dirección a Limán, la situación se complica sobremanera para los ucranianos, que se habrían comenzado a retirar de puntos como Zarichne, mientras se habla de la llegada de integrantes de algunos DRGs rusos a las puertas de la propia Limán. Además, al norte, desde el saliente de Sandryholove, las tropas rusas habrían entrado en las primeras edificaciones de Dobrysheve y tomado Novoselivka.
En dirección a Konstyantynivka, vapuleada por las FABs rusas, se han seguido produciendo enfrentamientos en puntos como Pleschíivka.
En dirección a Dobropillia, aunque desde cuentas ucranianas se pone el énfasis en el gran número de bajas acumuladas por los infantes de marina rusos (con testimonios muy gráficos) y las demás tropas implicadas en la recuperación del saliente, sus tácticas y el uso de carne de cañón (criticada en la propia Rusia por Ígor Gírkin) parece que dan sus frutos.
En Myrhorad/Pokrovsk la situación sigue siendo delicada, a la espera de ver si, como unas semanas atrás, las AFU intentan revertir los avances rusos con un contraataque retardador en ambas ciudades. Por el momento, tras alcanzar el cruce del que hablábamos en el informe de ayer, las tropas rusas se habrían atrevido a ir más allá, hacia la M30 y la H32. En cualquier caso, la situación real en el interior de la ciudad es extremadamente difícil de evaluar, con puntos de vista muy diferentes en función de la cuenta pero, en todos los casos, reconocimiento de la degradación de las posiciones ucranianas, que penden de un hilo.
En el sector del Vovcha, se sigue hablando sobre el alcance de los avances rusos al norte de Filiya, del mismo modo, que a la altura del río Yanchur se intenta delimitar las posiciones de unos y otros en torno a Poltavka, bajo poder ruso.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Tras la reunión entre los presidentes Trump y Zelenski en la Casa Blanca continúan las declaraciones de un lado y otro, mientras en paralelo continúan los preparativos para el encuentro entre Trump y Putin cuya fecha está aún por concretarse.
Pocas horas después de reunirse con el líder ucraniano, el presidente Trump ha comentado que la guerra debe “cesar de inmediato, en el frente actual” añadiendo “respeten el frente, dondequiera que esté, de lo contrario se complicará demasiado”.
A este respecto es obligado destacar que según The Washington Post, el presidente Putin exigió al presidente Trump en su llamada del jueves antes de que se reuniese con Zelenski que Ucrania entregue el control total de la región de Donesk como una de las condiciones para poner fin a la guerra. A cambio, Putin parece estar dispuesto a ceder partes de las regiones de Zaporiyia y Jersón.
Por otro lado, no dejan de ser interesantes las declaraciones del enviado del Kremlin, Kirill Dmitriev, -es decir, CEO del Fondo de Inversión Directa de Rusia y quien hasta ahora ha encabezado las delegaciones rusas a la hora de negociar con EE. UU. y Ucrania-, ya que ha sugerido que EE. UU. y Rusia deberían construir un túnel ferroviario bajo el estrecho de Bering para unir a ambos países y, con ello, desbloquear la exploración conjunta de recursos naturales y “simbolizar la unidad”. Además, no se trataría únicamente de una sugerencia pues en X ha publicado que “las discusiones sobre el túnel comienzan” e incluso anima a los usuarios a competir en lo que ha denominado “Desafío de vídeo con IA del túnel Putin-Trump”.
En el caso del presidente Zelenski, entre la coordinación con los socios y su viaje de vuelta a Ucrania (teniendo en cuenta también la diferencia horaria), no ha habido declaraciones.
Desde Polonia, el primer ministro Donald Tusk decía que tras las conversaciones de Trump y Zelenski en Washington y con los líderes europeos, “una cosa está absolutamente clara: la solidaridad de Europa con Ucrania frente a la agresión rusa es más importante que nunca”.
Por su parte, el canciller alemán, Friedrich Merz, reiteraba que Ucrania cuenta con el pleno apoyo de Alemania y sus amigos europeos en el camino hacia la paz, así como que, tras la reunión con Trump, se han coordinado y “acompañaremos los próximos pasos”, aunque sin ofrecer más detalles al respecto. Asimismo, Merz subrayaba que lo que Ucrania necesita ahora es un plan de paz.
Poco antes, el presidente de Finlandia, Alexander Stubb, por su parte comentaba que el apoyo de Europa a Ucrania se mantiene firme, así como que esto incluye asistencia militar y económica, garantías de seguridad, un alto el fuego y un proceso de paz. Añadía también que “nadie desea tanto el fin de la guerra como los ucranianos”. En el caso de la UE, por el momento sus líderes guardan silencio, aunque, por supuesto, entre bambalinas el trabajo no cesa ni se espera que muestren su decepción por la falta de resultados concretos de la visita de Zelenski a la Casa Blanca.
Pasando a otros asuntos, desde Austria también llegan novedades pues el país ha dado su respaldo al 19º paquete de sanciones de la UE a Rusia. En particular, Praga estaba exigiendo que la UE liberase algunos activos rusos para compensar a Raiffeisen Bank International -uno de los principales bancos líder en Austria y Europa Central y oriental- por las sanciones impuestas por Rusia.
Por tanto, esto significa que se están produciendo avances y que la adopción del paquete presentado el 18 de septiembre podría estar próxima, ya que el próximo lunes, 20 de octubre, tendrá lugar la reunión del Consejo de Asuntos Exteriores de la UE en el que se darán cita los ministros del ramo en Luxemburgo; reunión a la que asistirá también el ministro ucraniano, Andrii Sybiha, en persona. Además, esta misma semana tendrá lugar la cumbre del Consejo Europeo en Bruselas donde los líderes se verán apenas tres semanas después de haberse reunido informalmente en Copenhague. A todo esto hay que añadir que las discusiones tendrán lugar antes de la reunión entre Trump y Putin, por lo que cabe esperar días de máxima actividad institucional en la UE para coordinar los preparativos y los próximos pasos.
Moviéndonos de nuevo a Kiev, la primera ministra de Ucrania, Yuliia Svyrydenko, se ha comprometido a reforzar la protección de la infraestructura crítica, incluidas las plantas de producción energética y la aceleración de la restauración de la infraestructura dañada. De este modo, la líder ucraniana ha anunciado la creación de un Centro de Coordinación para la Protección Técnica que será responsable de definir las prioridades de financiación y restauración de infraestructuras.
Siguiendo con la ayuda, Ucrania recibirá 155 millones de euros hasta finales de 2025 para la implementación de proyectos conjuntos con el Banco de Desarrollo del Consejo de Europa para apoyar a los desplazados internos y compensar las viviendas destruidas.
Para concluir, el Ministerio de Exteriores de Ucrania ha emitido un comentario en el que “protesta enérgicamente” contra la sentencia, que considera ilegal y políticamente motivada, emitida por un tribunal ruso por la que se condena a 15 prisioneros de guerra, integrantes del 24º Batallón de Asalto Independiente “Aidar”. En particular, los combatientes ucranianos han sido condenados a penas de prisión de entre 16 y 21 años en una colonia penal de régimen estricto con base únicamente en que prestaban servicio militar en Aidar -batallón que en Rusia habían denominado “organización terrorista”. De este modo, desde Ucrania reiteran que los soldados son prisioneros de guerra y que, con base en el Derecho internacional, no está permitido ningún procesamiento por participación en hostilidades o por su pertenencia a las fuerzas armadas de su estado. En consecuencia, el Ministerio ucraniano hace un llamamiento a la comunidad internacional para que condenen los veredictos ilegales del tribunal ruso, algo que consideran además un crimen de guerra, así como para que incrementen la presión sobre Moscú.
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