Donald Trump ha mantenido una llamada con su homólogo ruso, Vladímir Putin, en vísperas de su encuentro con Volodímir Zelenski, quien ya ha llegado a Washington, con la firme intención de lograr que los Estados Unidos (Tomahawks mediante) incrementen la presión sobre Moscú para que Rusia se siente a negociar. Está por ver si la reunión que se producirá en cosa de quince días en Hungría entre el estadounidense y el ruso, y que deberá ser preparada durante las próximas jornadas por asesores de alto nivel, es o no una táctica dilatoria más, mientras el Kremlin intenta que no sea suministrado nuevo armamento a las AFU, y menos aquel capaz de infligir un daño más sensible a su infraestructura eléctrica y de hidrocarburos. No han sido en cualquier caso las únicas noticias de una jornada en la que desde la UE se ha presentado el «roadmap» para 2030 en materia de defensa, una vez más sin una estrategia clara que lo sostenga, y se ha llegado a un acuerdo -después de dos años de negociaciones infructuosas- sobre EDIP. Mientras tanto, se van conociendo los efectos de la última oleada masiva rusa con misiles y drones contra Ucrania, que este país ha respondido atacando varias refinerías, subestaciones eléctricas y depósitos de petróleo tanto en el interior de Rusia como en las regiones ocupadas.
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A la espera de lo que puedan depararnos los contactos diplomáticos de los próximos días, en preparación del encuentro entre Trump y Putin anunciado hace unas horas por el norteamericano y que tendrá lugar en un par de semanas en Hungría, por el momento lo que tenemos son los datos del último ataque ruso contra el interior de Ucrania, que habría constado del lanzamiento de 320 drones de ataque de diferentes tipos, 2 misiles balísticos Kh-47M2 Kinzhal, 26 misiles balísticos Iskander-M, 2 misiles de crucero Iskander-K y 7 misiles aire-tierra Kh-59/69. Un total del que los ucranianos afirman haber derribado o neutralizado, respectivamente, 283, 0, 0, 0 y 5.
La cifra es interesante por el departo de derribos, con porcentajes muy altos y seguramente factibles en el caso de los drones, ya que es una amenaza frente a la cual tienen enorme experiencia y una amalgama muy variada de medios de todo tipo, pero terriblemente bajos en esta ocasión en lo que concierne a los misiles, particularmente los que siguen trayectorias balísticas. Todo lo cual abunda no tanto en la idea de que Rusia ha implementado mejoras en sus Kinzhal o Iskander, como a una total falta de interceptores dedicados por parte de Ucrania, que depende de sus aliados para el suministro de misiles muy específicos, de alto coste y de los que se disponía de muy pocas unidades.
Entre los resultados de los ataques, lo más significativo son los cortes en las operaciones con gas en Poltava, anunciados por la empresa ucraniana DTEK, cuyas instalaciones son uno de los blancos predilectos de las armas rusas desde invierno de 2022. También se han registrado explosiones en Mykolaiv, Un dron ruso, además, impactó contra una vivienda en Kivskyi, en la región de Járkov y otro más, al menos, en Krivói Rog. Del mismo modo, drones rusos de largo alcance, pero empleados para fines tácticos, habrían alcanzado objetivos en Druzhkivka, muy cerca del frente.
Además de lo anterior, una vez más las Fuerzas Armadas rusas habrían alcanzado un campo de entrenamiento ucraniano en retaguardia, algo que hemos visto que ocurría en más de una ocasión en los últimos meses, siendo incluso motivos de dimisiones. En este caso, se habla de bajas, pero sin especificar todavía la cantidad.
Y a todo lo anterior hay que sumar los ataques llevados a cabo con drones tipo FPV, artillería de tubo y cohete (que han dejado, por ejemplo, dos heridos en Jersón) y, por supuesto, mediante bombas planeadoras, que son seguramente el arma estrella de Rusia de un año a esta parte y el material que se ha mostrado más decisivo a la hora de permitir avances en tierra, junto más recientemente a los drones FPV filoguiados, muy útiles para asolar la logística ucraniana.
Del lado contrario, comenzamos con la muerte de un reportero de RIA Novosti, Ivan Zuew, mientras estaba en la parte ocupada de la región de Zaporiyia, resultando su compañero, Yuriy Voytkevich, herido.
Y más allá, prosigue la campaña estratégica ucraniana contra el sector ruso de los hidrocarburos, en las últimas horas con un nuevo ataque contra la refinería de petróleo de Saratov y otro contra la refinería de petróleo en Kstovo, región de Nizhni Nóvgorod, dos de los objetivos que han sido batidos en varias ocasiones en las últimas semanas y meses.
Además, los ucranianos han atacado también una vez más la red eléctrica rusa, en este caso afectando a una subestación de Kinel-Cherkasy, región de Samara, otra en Tolkai y otra en Balashovskaya, así como un depósito de combustible en Gvardeyskoye, en la región de Crimea, una de las que más está sufriendo las estrecheces en el suministro de carburante. Por último, se habría registrado un apagón en la región de Kursk.
Sobre el frente, mientras se asegura que tropas norcoreanas habrían abierto fuego contra objetivos ucranianos en Sumy por primera vez y mientras se discute sobre el despliegue de fuerzas de uno y otro ejército, las únicas novedades de la jornada, son las siguientes:
En dirección a Limán, se han producido nuevos combates tanto en el saliente de Sandryholove, al norte, como en el área en torno a Yampil, aunque sin cambios aparentes respecto a la jornada anterior.
En dirección a Konstyantynivka sí hay cambios tangibles, con las unidades de asalto rusas progresando desde Bila Hora hacia la T0504 y el sureste de Konstyantynivka, al mismo tiempo que lanzan ataques también desde Stupochky. Al mismo tiempo, se lucha en Pleschíivka, desde donde los rusos pretenden sortear las defensas ucranianas en torno a los pantanos.
En dirección a Dobropillia, donde los infantes de marina rusos siguen insistiendo por medio de ataques blindados (van tres en apenas una semana, todos con mal resultado) en sus esfuerzos por expulsar a los ucranianos de Shakove, los ucranianos continúan operando en sentido contrario, buscando eliminar lo que consideran bolsas aisladas bajo control ruso, al tiempo que intentan impedir que puedan reforzarlas y restablecer la conexión con el resto de su dispositivo.
En dirección al Dniéper, apenas se han producido cambios, aunque sí nuevos ataques rusos hacia el río Yanchui, que la artillería y las bombas guiadas ucranianas han intentado frenar a la altura de Novoivanivka. Por otra parte, se habla de avances rusos tanto en Novovasylivske como al norte de Poltavka, si bien se trata de movimientos que ya habíamos recogido en informes previos.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Tras las reuniones del pasado miércoles en Bruselas en las que se dieron cita los ministros de Defensa de la OTAN para su primer encuentro tras la Cumbre de la Haya y para la reunión de Ramstein, sumada a la de los ministros de Defensa de la UE, la actividad institucional y diplomática no ha hecho más que incrementarse. Así, en el informe de hoy nos centraremos principalmente en lo ocurrido tanto en Washington como en Bruselas, ya que marcará la agenda de las próximas jornadas.
En vísperas de la reunión entre los presidentes Zelenski y Trump en Washington, el líder estadounidense anunciaba durante la tarde que estaba al teléfono con el presidente Putin y que informaría posteriormente de los resultados.
Finalizada la llamada, Trump confirmaba que la llamada había sido “muy productiva” con la que cree que se ha dado “un gran paso adelante”, y reiteraba que cree firmemente que el éxito en Oriente Medio contribuirá a las negociaciones para poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania. Curiosamente, en esta ocasión se le ha dado una mayor importancia a la cuestión de los niños ucranianos deportados y/o trasladados forzosamente por Rusia. Así, Trump señalaba que Putin agradeció a la primera dama estadounidense su compromiso con los niños y afirmó que el compromiso continuará – teniendo en cuenta que la primera dama confirmó hace unos días que durante tres meses había estado en contacto con Putin para este asunto.
Igualmente, los líderes dedicaron “un tiempo considerable” a discutir sobre el comercio entre Rusia y EE. UU. una vez finalice la guerra, aunque por el momento no se han ofrecido más detalles a este respecto.
Ahora bien, ¿cuáles son los resultados y próximos pasos? Trump y Putin han acordado una reunión de sus asesores de alto nivel la semana que viene en un lugar todavía a determinar; reuniones iniciales que en el caso de EE. UU. estarán dirigidas por Marco Rubio, secretario de Estado y asesor de Seguridad Nacional interino.
Pero, además, Trump ha confirmado que Putin y él se reunirán en Budapest, Hungría, en “en dos semanas aproximadamente” para ver si pueden ponerle fin a la guerra. Tras el anuncio, los precios del petróleo cayeron. En particular, el precio del barril de crudo Brent del Mar del Norte cayó un 1,37%, hasta los 61,06 dólares.
Este resultado de la llamada entre los líderes, por supuesto, ha agradado al líder húngaro, Viktor Orban, quien confirmaba que ha hablado con el presidente Trump y que ya están llevando a cabo los preparativos, así como que Hungría “es la isla de la Paz”. A este respecto, hay que tener en cuenta que cuando se barajaron sedes para una posible cumbre entre Putin y Zelenski y previsiblemente Trump, ni los líderes ucranianos ni los de varias capitales de la UE veían positivamente que un encuentro se llevase a cabo en Hungría debido al acercamiento que el país ha demostrado con Moscú. Sin embargo, y a falta de declaraciones por parte de unos y otros, esto parece no ser ya un obstáculo…
Además, hay que tener en cuenta que uno de los temas sobre los que el presidente Trump quería hablar con el mandatario ruso, era el posible envío de misiles Tomahawk a Ucrania. En este sentido, el ministro de Exteriores ucraniano, Andrii Sybiha, comentaba que la llamada entre Trump y Putin “demuestra cómo incluso la discusión sobre los misiles Tomahawk ya ha obligado a Putin a volver al diálogo con Estados Unidos”. Así, considera que la conclusión es que debemos seguir avanzando firmemente, ya que “la fuerza realmente puede impulsar la paz”. Igualmente, Sybiha defiende que “los rusos ya no tienen iniciativa estratégica”, así como que “su única herramienta es el terror contra nuestro sistema energético y la esperanza de que el invierno se convierta en un arma a su favor”.
En cuanto a los Tomahawk, Trump comentaba que EE. UU. tampoco puede “agotar” sus propias reservas, así afirma no saber qué pueden hacer.
Al respecto, no obstante, también hay que tener en cuenta que durante la reunión de la OTAN el secretario de Estado estadounidense, Pete Hegseth, advirtió a Moscú que “Potencia de fuego, eso es lo que viene” para Ucrania a través de las adquisiciones de armamento estadounidense. Eso sí, sin hacer referencia directa a los Tomahawk.
Durante la noche en Europa, el presidente Zelenski confirmaba su llegada a Washington para verse con Trump en la Casa Blanca durante la próxima jornada y subrayaba que “Putin, sin duda, no es más valiente que Hamás ni que cualquier otro terrorista” y que el “lenguaje de la fuerza y la justicia inevitablemente también perjudicará a Rusia”. No obstante, su equipo -que, recordemos, ya se encontraba en la capital- se ha reunido durante el día con el enviado especial de Trump para Ucrania, el general Keith Kellogg, para abordar los preparativos del encuentro y, en particular, alinear las prioridades clave y áreas en las que poner el foco.
Antes de pasar a otras cuestiones, la primera ministra ucraniana, Yuliia Svyrydenko, finalizaba su visita a EE. UU. reuniéndose, entre otros, con las principales entidades financieras internacionales, es decir, el Banco Mundial, el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD). El objetivo no era otro que el de discutir los proyectos actuales destinados a la recuperación de Ucrania y las necesidades de financiación para el próximo año. Así, entre otras cuestiones, Svyrydenko tuvo ocasión de discutir con los líderes de estas entidades el mecanismo de Préstamos de Reparaciones basados en activos rusos congelados; medida que se está discutiendo tanto en la UE como a nivel del G7.
En el informe de hoy también es obligado moverse hasta Bruselas, ya que la Comisión Europea y la Alta Representante de la UE han presentado la hoja de ruta “Preservando la Paz – Preparación para la Defensa 2030” en la que se ofrecen objetivos e hitos claros para lograr esta preparación en los próximos cuatro años.
Entre otros, la Comisión propone finalmente los cuatro proyectos estrella que se han venido comentando en las últimas semanas, esto es: Eastern Flank Watch, la ahora “European Drone Defence Initiative” -es decir, que ya no se habla de “Drone Wall”-, el European Air Shield y el European Space Shield. Entre los grandes ausentes, el Cyber Shield del que se había venido también hablando desde la publicación de Defence Readiness 2030 / ReArm Europe.
Sin embargo, esta hoja de ruta será discutida y, en su caso, respaldada por los líderes de la UE durante el Consejo Europeo los días 23 y 24 de octubre. Todo ello por no decir que es irrealizable, que no guarda coherencia con otras iniciativas, que se realiza en el vacío, ya que no hay una estrategia que la sustente y que no se basa en el análisis objetivo de las realidades sobre el terreno y las tendencias en la evolución de la guerra, sino que es una suma de consignas políticas en buena medida extrapoladas de una guerra como la de Ucrania, que no es representativa del tipo de conflictos que están por venir.
En cualquier caso, esta no ha sido la única noticia, ya que tras más de cuatro horas reunidos en un tercer trílogo, el Consejo y el Parlamento han logrado concluir las negociaciones del Programa de la Industria Europea de Defensa (EDIP) dotado con 1.500 millones de euros más de dos años después de que se presentase la propuesta por la Comisión, lo que no deja de ser, pese a las palabras del Comisario Europeo de Defensa y Espacio, Kubilius, hablando de «éxito», un enorme fracaso más.
Para concluir, y en cuanto a la ayuda, el Ministerio de Defensa ucraniano ha publicado un recopilatorio de los anuncios de los socios en la reciente reunión de Ramstein y/o realizados entre la 30ª y 31ª reunión. En primer lugar, confirman que se producirán nuevas contribuciones a la iniciativa PURL por al menos 422 millones de dólares. En segundo lugar, los socios han aportado 715 millones de dólares para adquisiciones de la industria de defensa ucraniana y, en particular:
- Noruega: 600 millones de dólares para UAVs, sistemas de guerra electrónica y explosivos
- Países Bajos: 106 millones de dólares para UAVs de ataque y reconocimiento (este anuncio, por ejemplo, ya se conocía)
- Canadá: 8 millones de dólares para drones interceptores
- Islandia: 4 millones de dólares en el marco del modelo danés
En tercer lugar, las autoridades ucranianas han informado que los socios también han anunciado nuevos paquetes de asistencia militar, a saber:
- Suecia: 8.000 millones de dólares en asistencia en materia de seguridad para 2026-2027
- Chequia: nuevo paquete por importe de 72 millones de dólares
- Canadá: 20 millones de dólares para equipos de invierno y componentes de misiles
- Portugal: 12 millones de dólares al Fondo Internacional del Reino Unido para Ucrania
- Finlandia: está preparando su 13º paquete de asistencia militar


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