La noticia más importante de la jornada es la reunión entre Zelenski y otros miembros del Gobierno ucraniano con el enviado especial del presidente Trump para Ucrania, el general Keith Kellogg; un encuentro calificado como «bueno» por el mandatario ucraniano en el que se ha discutido sobre cómo «influir en los rusos» para «obligarlos a participar en negociaciones reales y poner fin a la guerra». Sanciones, aranceles: todo debe seguir en la agenda”, así como “preparar «, así como sobre «una posible reunión futura con la parte rusa”. Además de esto, Trump ha confirmando que ha vuelto a hablar con Putin desde la reunión con los líderes europeos y ucranianos en la Casa Blanca, sin dar más información al respecto. Por otra parte, hay más noticias que tienen como protagonistas a países como Alemania y Francia y, en breve, se celebrará una nueva reunión de Ramstein. Es decir, que se está incrementando notablemente el «ruido de fondo», lo que apunta a que pese a todo, entre bambalinas se están produciendo numerosos contactos y posiblemente avances, a falta de más concreción. La guerra, mientras tanto, sigue su curso, con el Ejército ruso concentrado particularmente en hacerse con el norte de Donetsk, objetivo para el que no duda en emplear incluso los drones Shahed, en un papel ya puramente táctico.
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Una jornada más, los ataques a larga distancia rusos han sido prácticamente todo menos eso. Del total de 104 lanzamientos de drones de ataque y de señuelos, los ucranianos aseguran haber derribado 79 de ellos. El resto habrían hecho impacto, en su mayoría, en puntos muy cercanos al frente, como Sumy, Kupiansk o Konstyantynivka. Los ataques más lejanos habrían afectado a Chernígov, que está también relativamente cercana a la frontera.
En el caso de Sumy, que ha sido la localidad más afectada por la última oleada de vectores rusa, se habla de hasta ocho heridos, dos de ellos por el impacto de un dron Molniya y seis más por efecto de las bombas planeadoras. Los Molniya, aunque no solemos hablar de ellos, son drones kamikazes con un alcance mucho menor que los Shahed, capaces de permanecer en el aire por unos 40 minutos y alcanzar distancias de apenas 30 kilómetros, pero que cuentan con la ventaja, a pesar de su construcción rudimentaria, de un coste extremadamente bajo.
Por lo demás, han sido empleadas nuevamente en gran número las bombas planeadoras, utilizadas contra puntos como Kushugum o Malokaterinivka, en la región de Zaporiyia, o contra Konstyantynivka, en donde se han registrado cuatro heridos civiles. Además de las localidades citadas se han cebado también contra Kupiansk, localidad que a base de recibir ataques artilleros, de drones de todo tipo y de FAB se ha quedado recientemente sin electricidad, ni gas ni agua y «la restauración es imposible debido a la intensidad de los bombardeos y la destrucción causada por (las tropas rusas) todos los días» según Andriy Besedin, jefe de la administración local.
A propósito de los drones Shahed y antes de pasar a hablar de los ataques ucranianos sobre Rusia, aunque han sido vilipendiados y ridiculizados en más de una ocasión y si bien sigue sin conocerse el precio exacto, son un vector clave en la guerra de salvas rusa y en la guerra de salvas en general. Hasta el punto de que el US Army estadounidense ha lanzado una RFI a la industria para que presente sus propias copias de este diseño, de fabricación nacional, aunque no está del todo claro el objetivo final. Podría tratarse simplemente de una compra menor, para realizar pruebas o bien podría perfeccionarse el sistema, por ejemplo haciéndolo más furtivo, o más resistente a la guerra electrónica (simplemente integrando un sistema de guiado inercial suficientemente capaz), para integrarlo entre sus fuegos de largo alcance, que son parte clave de la evolución del US Army hacia una fuerza multidominio y mosaico.
En cuanto a los ataques ucranianos a larga distancia, ahora sí, desde Rusia han hablado de una decena de drones derribados sobre la región de Leningrado, sin que se hayan registrado al parecer ni víctimas, ni daños. Dado que no hay más informaciones al respecto, cabe concluir que no han sido alcanzados objetivos de valor en las últimas horas.
Ahora bien, esto no agota las novedades relativas a Ucrania y sus capacidades de largo alcance, ya que ha sido presentada la versión de largo alcance del misil de crucero Neptune, que sería capaz de llegar a los 1.000 kilómetros y que ya habría sido empleado en combate. Sigue por tanto Ucrania desarrollando unas capacidades autónomas de ataque en profundidad que se han visto impulsadas recientemente con la incorporación de variantes propias de los Shahed o con la de los misiles Flamingo y que son importantes ya que suponen un elemento de presión en cualquier negociación, al conferir cierta independencia a Kiev respecto a las presiones o vetos estadounidenses.
Sobre la línea de frente, antes de empezar con los combates y los movimientos, dejamos dos enlaces a noticias relevantes a nivel táctico. En primer lugar, la presentación de un nuevo dron dedicado al minado por parte de Rusia, capaz de transportar 16 minas antipersona PFM-1. En segundo lugar, la noticia del derribo, por primera vez por parte de Ucrania, de un dron Orlan que estaba en esos momentos transportando bajo sus alas sendos drones FPV, lo que permite multiplicar su alcance. Sin tener excesiva relevancia, ambas son muestras de la forma en la que la automatización y la robotización están afectando al campo de batalla, por lo que deben ser tenidas en cuenta.
Comenzamos hoy por el sector del Oskil, en donde la situación en Kupiansk no deja de agravarse. Como hemos visto, está siendo sometida a intensos bombardeos. Al mismo tiempo, además, las unidades rusas han logrado comenzar un rodeo efectivo del núcleo urbano desde el oeste, poniendo en una situación muy comprometida a los defensores al alcanzar Sobolivka y tener a tiro de piedra la H26 que comunica Kupiansk con Járkov.
En dirección a Limán, entre los sectores del Oskil y Siversk, por un lado, al norte, los ucranianos habrían conseguido llegar a Novomykhailivka, como parte de un contraataque que tiene como objetivo frenar los avances rusos en la frontera entre Járkov y Donetsk. Por otro, al sur, son varias las fuentes que siguen insistiendo en que las Fuerzas Armadas rusas habrían completado prácticamente la toma de los bosques al sur de Kreminna, pasando a dominar la orilla norte del Donets (hay que tener en cuenta que la orografía de la zona es infernal, entre bosques y pequeños pantanos).
En dirección a Konstyantynivka, se sigue hablando de la toma rusa de Oleksandro-Sultyne, que acerca a su ejército hacia esta ciudad desde el sureste. Sin embargo, la gran amenaza ahora mismo está más bien al noreste, toda vez que desde Chassiv Yar han ido avanzando por la T0504 hasta las afueras de Konstyantynivka, amenazando de paso con aislar a las escasísimas tropas ucranianas que puedan quedar entre Predtechyne y Bila Hora. Además, se han registrado nuevos avances rusos al sur de la masa de Kleban-Byk, que sigue disputada.
En dirección a Dobropillia, por su parte, no hay novedades relevantes.
En Myrhorad/Pokrovsk, mientras las AFU siguen afanadas en expulsar a cualquier resto de un DRG ruso del núcleo urbano (lo que no es fácil, ya que en ocasiones se hacen pasar por civiles, una vez logran introducirse al amparo de la noche y entre la confusión de los bombardeos, en zonas céntricas), empujando tanto al suroeste de Pokrovsk como al este de Myrhorad, los rusos siguen tratando de avanzar en Rodinske y en Udachne, profundizando el cerco a ambas urbes.
En el sector del Vocha, destacan los fuertes bombardeos rusos sobre Fillia, al norte del río y cerca de la confluencia entre este, el Solona y el Mokri Yali. Al sur del sector, continúan los ataques rusos en toda la zona al oeste de Velika Novosilka, aunque sin cambios.
En cuanto al sector de Zaporiyia, continúan los ataques rusos desde Kamianske contra Stepnohirsk y Plavni, frenados entre otros por la acción de la aviación ucraniana, que ha estado lanzando JDAM ER contra los DRGs rusos que intentan hacerse fuertes en la primera de estas localidades. En las últimas horas, además, las tropas rusas habrían tomado la estación de tren de Plavni, lo que les permitirá ir adentrándose en la parte norte de la población, aunque hay que tener en cuenta que cuando se habla de «control», en la práctica esto supone que en muchas ocasiones no hay ni una decena de efectivos repartida entre dos o tres edificios, dentro de una enorme zona gris, con lo que hay que tomarse siempre las informaciones con la debida cautela. Además de lo anterior, también se estarían expandiendo, los rusos, al noreste de Kamianske, sin que esté en ningún caso claro cuál es el objetivo final de las acciones en este sector del frente.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Tras las celebraciones del Día de la Independencia, la semana ha comenzado con gran actividad en Kiev, mientras que desde Rusia guardan relativo silencio respecto del posible progreso de las discusiones.
Con esto en mente, la cita más importante de la jornada, pero no la única, ha sido la reunión entre Zelenski y otros miembros del Gobierno ucraniano con el enviado especial del presidente Trump para Ucrania, el general Keith Kellogg, quien llevaba en la capital desde el día anterior para mostrar su apoyo en el Día de la Independencia.
Tras la reunión, calificada como “buena” por el mandatario ucraniano, este confirmó que había discutido con Kellogg “sobre cómo podemos influir en los rusos, obligarlos a participar en negociaciones reales y poner fin a la guerra. Sanciones, aranceles: todo debe seguir en la agenda”, así como “preparar una posible reunión futura con la parte rusa”.
Por otro lado, Zelenski ha subrayado que la cooperación militar es importante para ambos países y que existen dos grandes oportunidades: un acuerdo sobre adquisición de armas y un acuerdo sobre drones “que podrían fortalecer significativamente nuestros arsenales”. Además, comenta que están trabajando activamente para involucrar a más países en la nueva iniciativa PURL y los socios adquieran más material estadounidense para transferirlo a Ucrania. Temas sobre los que también han discutido bilateralmente el enviado estadounidense y el ministro de Defensa Denys Shmyhal. De hecho, el objetivo del mandatario ucraniano es el de obtener al menos 1.000 millones de dólares al mes de sus aliados a través del programa PURL.
Por último, Zelenski también ponía el acento en que esperan que el presidente y la primera dama de EE. UU. sigan esforzándose personalmente por ayudar a traer de vuelta a todos los niños ucranianos deportados y/o trasladados forzosamente por Rusia.
Por su parte, el presidente Trump en una escueta declaración de un lado confirmaba que ha vuelto a hablar con Putin desde la reunión con los líderes europeos y ucranianos en la Casa Blanca, pero sin concretar nada. De otro, decía que Europa dará a Ucrania “garantías de seguridad importantes porque está cerca, pero estaremos ahí en términos de apoyo”. Es decir, que un día más pese a no revelar detalles, sigue mostrando el compromiso de EE. UU. de participar en las garantías. Igualmente, cuando un periodista le preguntó por qué Putin parece reacio a reunirse con Zelenski respondió que “Porque no le gusta”.
Resulta interesante también destacar que Trump ha comentado que durante la cumbre con Putin en Alaska discutieron sobre limitar el tamaño del arsenal nuclear de ambos países y que incluirán a China en este diálogo. En sus propias palabras: “Nos gustaría desnuclearizarnos. Es demasiado poder, y también hablamos de eso. Es parte de ello, pero tenemos que terminar con esta guerra”.

Además, estas no son las únicas noticias relacionadas con EE. UU., ya que el secretario de Estado, Marco Rubio, fue el anfitrión de una reunión con sus homólogos europeos de Ucrania, Francia, Alemania, Reino Unido, Italia y Finlandia, así como de la UE representada por la alta representante Kaja Kallas, en la que “acordaron continuar su cooperación en los esfuerzos diplomáticos para poner fin a la guerra”.
A este respecto, el ministro de Exteriores, Andrii Sybiha, ha reiterado que la posición de Ucrania de que las garantías de seguridad “deben ser concretas, jurídicamente vinculantes y efectivas”.
Sin embargo, no se han revelado más detalles sobre la reunión, ni el punto en el que se encuentra la discusión de las garantías de seguridad ni su contenido, ni sobre los posibles avances; tampoco sobre si todavía existe la posibilidad de que los presidentes Zelenski y Putin se reúnan en las próximas semanas. Por tanto, seguimos con la incertidumbre más allá de que Zelenski diga que las garantías se formalizarán “pronto” y/o de que sus puntos principales se describan “pronto”.
En cambio, lo que sí se ha sabido es que el presidente Macron recibirá al canciller Merz en Fort Brégançon -su residencia de verano- este jueves 28 de agosto antes del Consejo de ministros franco-alemán para discutir sobre las garantías de seguridad. Además, Zelenski ha confirmado que a finales de esta semana tendrá lugar una reunión entre Ucrania y EE. UU., aunque por el momento no se ha comunicado quién tomará parte, ni cuándo, ni dónde será.
Siguiendo con el calendario, según Suspilne News la 30º reunión del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania o Ramstein se celebrará en formato presencial en Londres el 9 de septiembre.
Desde China mientras tanto han negado las afirmaciones hechas por el medio alemán Die Welt en la que se afirmaba que estarían dispuestos a enviar tropas a Ucrania como parte de las garantías de seguridad. En particular, el Ministerio de Exteriores chino comentaba que “Los informes en cuestión son falsos. La posición de China sobre la crisis ucraniana es consistente y clara”. Un comentario que llega después de las declaraciones del presidente Zelenski la semana pasada en las que afirmaba que China no podía ser garantía de seguridad frente a Rusia, ya que no les ha ayudado a poner fin a la guerra y ha ayudado a Rusia abriéndoles el mercado de drones.
Decíamos que esta la reunión con Kellogg no ha sido la única cita importante, ya que el primer ministro de Noruega, Jonas Jonas Gahr Støre, también se ha reunido en persona con el presidente Zelenski tras conocerse durante la jornada anterior que Oslo destinará 600 millones de euros para suministrar dos sistemas Patriot en colaboración con Alemania. Además, el gobierno noruego tiene el objetivo de proponer una asignación de 85.000 millones de coronas o, lo que es lo mismo, 7.200 millones de euros, en 2026. Si el Parlamento da el visto bueno, elevará más de 23.000 millones de euros la ayuda civil y militar que Noruega prevé proporcionar a Ucrania durante el periodo 2023-2030.
Durante la reunión, no obstante, han discutido sobre más cuestiones tales como los esfuerzos diplomáticos en curso, la continua cooperación energética, el trabajo con los socios sobre las garantías de seguridad, la necesidad de ejercer presión sobre Rusia y el regreso de los menores ucranianos. En relación con esto último, el líder noruego también ha podido visitar el Centro de Protección de los Derechos del Niño.
Además, durante el día el vicepresidente alemán y ministro de Finanzas, Lars Klingbeil, ha visitado la capital ucraniana y reunido principalmente con el presidente Zelenski y la primera ministra Svyrydenko, así como con su homólogo, el ministro Marchenko para discutir sobre las necesidades presupuestarias para 2026 y el apoyo alemán. Durante su estancia en la capital ha declarado que junto con el canciller está “tratando de determinar cómo Alemania puede apoyar mejor a Ucrania en un posible proceso de paz” y prometiendo que “Alemania asumirá sus responsabilidades”.
Con todo, lo más destacable de su visita ha sido el anuncio de que Berlín mantendrá el apoyo de 9.000 millones de euros ya acordado para 2025 “en los próximos años”. Esta partida incluye 8.500 millones para ayudar militar en 2026 y 2027, pero también ayuda civil y la acogida de refugiados ucranianos en Alemania.
Pasando al plano humanitario, el primer ministro ruso Mikhail Mishustin ha firmado una resolución en la que pide al presidente Putin que Rusia se retire de la Convención Europea para la Prevención de la Tortura y de las Penas o Tratos Inhumanos o Degradantes.
Por último, desde Ucrania han condenado la participación por videoconferencia del cineasta Woody Allen en una conferencia en la Semana Internacional de Cine de Moscú, calificándola de “una vergüenza y un insulto al sacrificio de los actores y cineastas ucranianos que fueron asesinados o heridos por criminales de guerra rusos”. Acusan así a Allen de optar “por ignorar las atrocidades que Rusia comete en Ucrania” subrayando que la cultura nunca debe “utilizarse para encubrir crímenes”.
Mientras que Ucrania ha condenado las acciones de Allen, Kirill Dmitriev, representante especial de Putin para la Cooperación Económica con Países Extranjeros y director general del Fondo ruso de Inversión directa, ha comentado que “Intentar canelar una película de Woody Allen por una videollamada en el Festival (…) es pasar por alto lo importante: Rusia no está aislada, y el arte debería tender puentes, no quemarlos”.

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