La pasada jornada nos dejó, finalmente, el empleo por parte rusa de un número récord de drones y misiles en un sólo día, en un ataque que ha superado además por alrededor de 200 vectores al récord anterior, para totalizar 741 lanzamientos. La noticia de la jornada, sin embargo, podría ser el progresivo cambio de actitud estadounidense hacia Ucrania, ya que se estaría contemplando el posible envío de armamento ofensivo, después del jarro de agua fría que habría supuesto para Trump la reciente conversación con Putin y los esfuerzos ucranianos por ganarse de nuevo el apoyo norteamericano. En este sentido, se ha producido una reunión entre Keith Kellogg y Zelenski, en la que han hablado precisamente sobre armamento, así como también sobre cooperación industrial y sanciones. Además, acaba de dar comienzo la Conferencia de Recuperación de Ucrania en Roma. Por último, en vísperas de la próxima reunión de la «Coalición de Voluntarios», Macron y Starmer han anunciado que están dispuestos a coordinar su disuasión nuclear, para proteger a Europa de cualquier amenaza externa, a la vez que esperan aumentar su cooperación industrial y la producción de misiles.
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741 drones y misiles. Ese ha sido, finalmente y según el Ministerio de Defensa ucraniano, el número de vectores lanzado durante la oleada masiva de la que hablábamos en el informe de ayer y que, a la hora de redacción, estaba todavía en marcha. Un total de 728 drones de ataque y señuelos, 7 misiles de crucero Kh-101 y 6 misiles hipersónicos Kinzhal, de los cuales los ucranianos aseguran haber derribado 303 drones, mientras que 415 más habrían sido neutralizados por medios no cinéticos o sufrido problemas técnicos. Hablamos, con diferencia, del mayor ataque contra Ucrania de este tipo hasta la fecha que anticipa, además, las previsiones de los propios ucranianos que hablaban de ataques con un millar de drones en los próximos meses.
La oleada, que ha dejado 2 muertos y 16 heridos, se ha cebado particularmente con la capital ucraniana, Kiev. Además, a pesar de que las cifras de intercepciones oficiales siguen siendo extremadamente buenas, lo cierto es que hay motivos para creer que la defensa aérea ucraniana está mostrando signos de agotamiento y que cada vez será más fácil para Rusia, con base en oleadas masivas, saturar las defensas en puntos críticos. Particularmente para los misiles, que aprovechan el efecto causado por los cientos de drones, para superar las capas de defensa ucranianas, alcanzando como en esta ocasión puntos como la planta Artem, entre otras instalaciones relevantes para el esfuerzo bélico ucraniano.
Además de Kiev, se han registrado en las últimas horas ataques contra Khmelnitsky, en donde una persona más falleció tras ser alcanzada por los restos de un dron. En Sumy, por su parte, tres civiles han resultado heridos tras ser alcanzada una vivienda en la aldea de Nedryhailiv. Además, también en Zaporiyia se han registrado explosiones, aunque podría tratarse de bombas planeadoras, que han sido utilizadas también en buen número. Por último, en Odesa se ha hablado del impacto de dos misiles balísticos, mientras que en Jersón, en la aldea de Pravdyne, ha fallecido un bebé, resultando herida además una mujer, tras un ataque ruso con drones tácticos; situación parecida a la que se ha vivido en Rodins’ke, cerca de Pokrovsk, al ser alcanzado un vehículo con dos civiles, los cuales han fallecido.
Antes de entrar de lleno en lo ocurrido sobre el frente en las últimas horas, cabe comentar que se está especulando una vez más con el hipotético punto en el que podría situarse la línea de demarcación tras un alto el fuego y que, según algunos, podría coincidir con las nuevas líneas defensivas que Ucrania está erigiendo.
Esto último es importante, pues después de mucho tiempo de estabilidad, se están produciendo pequeños cambios. Por una parte, es cierto que Rusia está logrando una importante ventaja en armas de largo alcance y que mantiene superioridad en cuanto a personal y medios. No es menos cierto, sin embargo, que nada indica que Ucrania pueda colapsar a corto plazo y que los elementos citados no parecen suficientes para lograr avances masivos, a la espera además de que Ucrania pueda lanzar una ofensiva en algún momento del verano.
Además, desde la llamada entre Trump y Putin se está constatando un pequeño pero significativo cambio en la actitud estadounidense. Así, además de la posibilidad de enviar armamento defensivo se ha hablado, como explicaremos en la segunda parte, del probable envío de municiones para los MLRS ucranianos (lo que podría incluir ATACMS) y de disparos para la artillería de las AFU. Además, cabe la posibilidad de que Washington, que es el único actor con capacidad para forzar a Rusia a poner fin a esta guerra, imponga finalmente las esperadas sanciones. No hay que olvidar, por último, que las declaraciones desde el ámbito diplomático chino relativas a que no podían permitir una derrota rusa, porque entonces los EEUU se centrarían en Indo-Pacífico, no hacen sino motivar a los EEUU a poner fin cuanto antes a este conflicto, para cerrar así un frente que supone una importante distracción.
Y, por último, tampoco hay que obviar que Rusia también tiene incentivos para negociar (aunque luego intente reconstituirse y la guerra se pueda cerrar en falso), máxime si tenemos en cuenta que cada vez son más evidentes, ahora sí, los signos de que algo en su economía no termina de marchar, desde la inflación a la caída de las manufacturas.
Cambiando de tercio, para pasar al análisis de las novedades sobre el frente, nos encontramos hoy, comenzando por el norte del frente con nuevos combates en Sumy y en Kursk, incluyendo fuertes bombardeos rusos sobre el oeste de Kindrativka, hacia donde habían progresado recientemente los ucranianos y, particularmente, contra Andríivka.
En el sector de Kupiansk, después de recientes avances rusos, las últimas informaciones nos hablan de contraataques ucranianos en dirección a Kalynove por el sur de Kindrashivka. Además, al sur del sector del Oskil, en el área de Nove, en las últimas horas las tropas rusas habrían tomado la localidad de Zelene Dolyna, lo que les acerca más al río Nitrius (aunque no todas las fuentes reconocen estos cambios por el momento).
En Toretsk y Pokrovsk, lo que tenemos son nuevos avances rusos al norte de Dylivka, en el caso de Toretsk. Más preocupante si cabe, hay fuentes que aseguran que las tropas rusas estarían haciéndose con el saliente ucraniano al sur de las masas de agua entre Olensandro-Laynove y Kleban-Byk, al tiempo que habrían logrado algún avance al norte de la cercana Yablunivka. Al suroeste de Pokrovsk, para terminar con el sector, se habrían producido pequeños cambios en dirección a Muravka, en la frontera entre las regiones de Donetsk y Dnipropetrovsk.
En Kurajove y Velyka-Novosilka, siguen los intentos rusos en primer lugar, por volver a poner el pie en Dachne. En segundo lugar, por ampliar la cabeza de puente al oeste del Mokri Yali en puntos como Piddubne, que controlan, pero de donde no han logrado pasar salvo para llegar a la cercana Tolstoi. Además, se han reportado progresos rusos entre Vilne Pole y Novosilka.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Abrimos con la noticia más esperada de la jornada: la reunión entre el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, y el enviado especial del presidente Trump para Ucrania, el general Keith Kellogg, al margen de la Conferencia de Recuperación en Roma.
Según el presidente Zelenski, que ha calificado la conversación de “fructífera”, durante su encuentro se centraron en el suministro de armas y el fortalecimiento de las defensas aéreas, si bien también abordaron “la compra de armas estadounidenses, la producción conjunta de equipos de defensa ucraniano-estadounidense, incluyendo proyectos conjuntos de producción de drones, y los esfuerzos para localizar su producción en Ucrania”. Además, discutieron sobre el proyecto de ley Graham-Blumenthal sobre sanciones, el endurecimiento de las sanciones contra los sectores energético y bancario rusos, la lucha contra la flota fantasma y las sanciones secundarias a los compradores de petróleo ruso.
Por su parte, Keith Kellogg ha retuiteado el mensaje en redes sociales del presidente Zelenski comentando que como el presidente Trump ha dicho repetidamente, “la matanza debe cesar” y “un alto el fuego ahora es factible”. Además, añadía que “seguimos ayudando a Ucrania a defender a su pueblo y a prevenir la pérdida de vidas inocentes”, subrayando que durante la noche el país había recibido más de 740 ataques con drones y misiles, lo que supone una cifra histórica.
A colación del suministro de armamento, después de que el presidente Trump afirmase que se enviarían armas defensivas a Kiev -si bien declara ante la prensa que no sabe quién ordenó la pausa en el envío de determinadas armas-, funcionarios estadounidenses han comentado que EE. UU. está enviando disparos de artillería y misiles para los MLRS ucranianos.
Mientras tanto, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ya se encuentra en Malasia para asistir a la reunión ministerial de la ASEAN, y donde se espera que se reúna con su homólogo estadounidense, el secretario de Estado Marco Rubio; algo que no sucede desde el pasado febrero en Arabia Saudita, si bien han hablado en varias ocasiones por teléfono. Tras su participación en la reunión de la ASEAN, se espera, además, que Lavrov viaje desde Malasia a Corea del Norte “para mantener negociaciones”, aunque por el momento no se han ofrecido más detalles al respecto.
Al respecto de las últimas declaraciones del presidente Trump sobre que el presidente Putin estaba diciendo “muchas tonterías”, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha comentado que “Siempre hemos dicho que no es posible resolver este problema de la noche a la mañana. Por eso, nos tomamos la situación con calma”. Añade, además, que Moscú espera “continuar su diálogo con Washington” con el objetivo de “reparar una relación bilateral que se ha deteriorado considerablemente”.
Continuando con la actividad en Roma, el presidente Zelenski también se ha reunido con el papa León XIV en el Castel Gandolfo, quien reiteró su disposición a albergar una reunión entre representantes rusos y ucranianos. Asimismo, ha mantenido un encuentro con el presidente de Italia, Sergio Mattarella, en el Palacio del Quirinal.
También ha tenido lugar en Roma la 14ª reunión del Comité Directivo de la Plataforma de Donantes de Ucrania, ocasión en la que el ministro de Finanzas ucraniano, Sergii Marchenko, ha subrayado que Kiev espera cubrir plenamente sus necesidades de financiación externa para 2025 que ascienden a 39.300 millones de dólares y, de los cuales, ya se han desembolsado más de 22.000 millones en el primer semestre. Sin embargo, también ha señalado que si la guerra a gran escala continúa el año que viene las necesidades presupuestarias se mantendrán al menos al mismo nivel que en 2025. Al respecto, el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, comentaba que 2026 “representa un desafío” ya que sus necesidades de financiación externa se situarán por encima de los 40.000 millones de dólares”.
Por otro lado, Marchenko se ha reunido con la comisaria de Ampliación de la UE, Marta Kos, y el director general de Vecindad y Negociaciones de Ampliación de la Comisión Europea, Gert Jan Koopman, para discutir sobre el estado de la economía de Ucrania, el impacto de la guerra a gran escala en las finanzas públicas, la necesidad de apoyo presupuestario continuo en 2026 y las reformas clave en el proceso de integración en la UE. El ministro ucraniano destacaba que Ucrania sigue demostrando avances en el cumplimiento de las condiciones exigidas por Bruselas para acceder a la financiación del Mecanismo de Ucrania y que, como resultado, esperan próximamente el desembolso de un tramo de 3.100 millones de euros.
Cabe destacar igualmente que la jefa adjunta de la Oficina Presidencial, Iryna Mudra, ha subrayado en un evento en el marco de la Conferencia de Recuperación que el uso de los activos rusos congelados en beneficio de Ucrania “no es una decisión de viabilidad legal, sino de determinación política”. Así, pone de manifiesto que ya están construyendo un Mecanismo Internacional de Compensación con el apoyo de 94 países en las Naciones Unidas y que dicha herramienta permitiría usar los activos rusos congelados “no solo para compensar a todos los afectados por la guerra, sino también para apoyar la defensa y la reconstrucción de Ucrania”.
Durante la próxima jornada, además, se espera que Francia y el Reino Unido lideren otra reunión de la “coalición de voluntarios” en apoyo de Ucrania en Roma (o por videoconferencia según algunos medios) y en la que participarán representantes estadounidenses. La noticia del día, y relacionada con esto, ha sido el anuncio por parte de París y Londres respecto de su disposición a “coordinar” su disuasión nuclear y proteger a Europa de cualquier “amenaza extrema”, plasmándose en una declaración firmada por el presidente Emmanuel Macron y el primer ministro Keir Starmer. Añadieron además que “no existe ninguna amenaza extrema para Europa que no provoque una respuesta de ambos países”. Además, prevén la profundización de su cooperación en materia de investigación nuclear, al tiempo que colaboran para defender la arquitectura internacional de no proliferación. De otro lado, han firmado un acuerdo que prevé la aceleración del programa conjunto de misiles de crucero SCALP/Storm Shadow y el lanzamiento de una “nueva fase” de su proyecto conjunto de futuros misiles de crucero y misiles antibuque.
Pero esto no es todo, ya que se espera que la Fuerza Expedicionaria Conjunta Franco-Británica (FCE) creada por los acuerdos de Lancaster House, sirva de base para la “coalición de voluntarios”.
Pasando a otros temas, el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) ha comunicado la detención de dos ciudadanos chinos sospechosos de recopilar datos sobre su misil Neptune con el objetivo de pasarlos a los servicios especiales chinos.
La Comisión Europea ha despedido a una intérprete franco-ucraniano por sospecha de espionaje para Moscú tras haber sido descubierta tomando notas en una reunión de alto nivel con Zelenski a finales de 2024; algo que está prohibido en este tipo de reuniones.
De otro lado, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha condenado a Rusia por múltiples violaciones de derechos humanos cometidas durante sus operaciones en Ucrania desde 2014 y la invasión a gran escala iniciada en febrero de 2022, pero también por el derribo del vuelo MH17 en julio de 2014. Una decisión que, sin duda, ha sido bienvenida por las autoridades ucranianas. Entre otros, Rusia ha sido declarada culpable de ejecuciones de “civiles y soldados ucranianos fuera de combate”, “actos de tortura”, “desplazamiento injustificado de civiles” y “destrucción, saqueo y expropiación”. Así, el Tribunal ordena a Rusia “liberar o devolver inmediatamente en condiciones de seguridad a todas las personas que, en territorio ucraniano ocupado por las fuerzas rusas o bajo control ruso, fueron privadas de libertad (…) y que aún se encuentran detenidas por las autoridades rusas”. Asimismo, considera que Moscú debe cooperar sin demora para el establecimiento de un mecanismo que garantice la identificación de todos los niños transferidos desde Ucrania a Rusia o territorio controlado por Rusia.
Desde el Kremlin, su portavoz, Dmitri Peskov, declaraba que “Rusia considera nulas las decisiones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y no tiene intención de aplicarlas”. Hay que tener en cuenta que, en septiembre de 2022, Rusia dejó de ser parte del Convenio Europeo de Derechos Humanos, si bien el TEDH sigue siendo competente para tratar demandas contra Rusia que conciernan acciones u omisiones ocurridas con anterioridad al 16 de septiembre de 2022.
Para concluir, y cambiando de tercio, después de que unos 500 vuelos fueran suspendidos en los principales aeropuertos de Moscú y la destitución (y posterior fallecimiento) del ministro de Transporte, Rusia ha anunciado la reapertura del aeropuerto de Gelendzhik, en la costa del Mar Negro y a unos 100 kilómetros de la Península de Crimea, que llevaba cerrado desde el inicio de la invasión por motivos de seguridad. No obstante, según la Agencia Federal de Transporte Aéreo, el aeropuerto solo podrá operar durante el día, entre las 8:30 de la mañana (7:30 en Madrid) y las 8:00 de la tarde.
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