Guerra de Ucrania – Día 1210

Durante las últimas horas ha ido aumentando el saldo de muertos y heridos tras los ataques masivos llevados a cabo por parte de Rusia contra ciudades como Kiev u Odesa, sumando más de una treintena de fallecidos y de un centenar de heridos. Además, los combates han continuado a lo largo y ancho del frente, con gran virulencia pero escasos cambios. La jornada, además, ha estado también protagonizada por la cumbre del G7, que ha sido catalogada de «frustrante», así como por el paquete de ayuda militar aprobado por Canadá y por las sanciones de Australia y Reino Unido contra la «flota fantasma» rusa. La atención internacional, en cualquier caso, continúa centrada en Israel e Irán, a la espera de ver si Trump da o no la orden de sumarse a los ataques contra el programa nuclear iraní en las próximas horas.

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El número de lanzamientos de drones y misiles rusos en la pasada jornada, que ya adelantábamos en el informe que había sido alto, ascendió finalmente a los 472 vectores, de los que los ucranianos aseguran haber derribado 262, mientras que 166 habrían sido neutralizados por medios no cinéticos o habrían sufrido problemas técnicos de algún tipo. El informe oficial ucraniano habla no sólo de 440 drones Shahed, sino también del 2 misiles pseudo-hipersónicos Kinzhal, 16 misiles de crucero Kh-101, 9 misiles Kh-59/69, 4 misiles Kalibr y 1 misil Kh-31P, de los que habrían derribado respectivamente 1, 15, 8, 1 y 0. Los ataques, en cualquier caso, han seguido produciéndose en las últimas horas.

Entre los objetivos de los mismos han estado las regiones de Kiev, Odesa, Zaporiyia, Chernigov, Zhitomir, Kirovogrado, Dnipró, Jersón (donde los heridos han sido al menos 20) Mykolaiv. La peor parte, como vimos, se la llevó la capital ucraniana, en donde los fallecidos han ascendido finalmente a 21 personas (incluyendo un ciudadano estadounidense), mientras que la cifra de heridos ha llegado a más de 130. Además, según han ido transcurriendo las horas se han conocido también impactos en Konotop, en Sumy, donde ha muerto un civil.

Ha sido, en cualquier caso, la jornada más mortífera para Ucrania, en términos de vidas civiles, en lo que va de 2025. Además, el número medio de drones Shahed y misiles empleado contra Ucrania continúa incrementándose, como dejan claro las gráficas.

Por otra parte, la «caza al hombre» que las tropas rusas llevan a cabo al norte del Dniéper ha dejado un muerto y un herido esta vez en la localidad de Nikopol, así como un herido en Novokairy, también en la región de Jersón, en donde Rusia también ha empleado su artillería. Además, se ha hablado en esta misma región de otro incidente relacionado con drones, que habría dejado cuatro heridos más. Por último, un tiroteo por el momento sin aclarar, ha dejado dos muertos en Zhytomyr, entre ellos un ex integrante del batallón Aidar. Por supuesto, como cada día, la aviación rusa habría llevado a cabo múltiples lanzamientos de bombas planeadoras.

Del lado contrario, ha sido una jornada de mayor actividad que la anterior, aunque no hay reportes sobre objetivos alcanzados por Ucrania, salvo en el caso de Briansk, región cercana a la frontera entre los dos beligerantes, en la que se han registrado explosiones. Sin embargo, lo que sí ha trascendido es que se habrían producido cortes masivos en las comunicaciones de Internet móvil en diversas regiones de Rusia, lo que apunta a una alerta por lanzamiento de drones ucranianos que en algunos casos, como sabemos, se aprovechan de las propias redes de telefonía rusas para operar, siendo por tanto el remedio desconectarlas para que los drones atacantes pierdan el guiado.

En cuanto a los combates y los movimientos, un día más las noticias son muy pocas, debido más a que la atención de casi todos los analistas continúa centrada en Oriente Medio, que a la falta de enfrentamientos o actividad en el frente, más bien todo lo contrario, esta continúa aumentando.

Dicho esto, la jornada ha dejado nuevos ataques rusos en dirección a Yablunivka, en la región de Sumy, así como hacia Myropilia, que se han sumado a los de la jornada anterior y han culminado con la pérdida para las AFU del control de la parte más septentrional de la primera de estas localidades.

En el sector de Siversk, por su parte, han continuado los intentos rusos por llegar a Serebrianka desde Hryhorivka, al este. Por de pronto, son hoy más las fuentes que dan por hecho la llegada de los rusos a la parte nororiental de Serebryanka, mientras se producen bombardeos en las zonas boscosas al norte. Cabe decir que, teniendo en cuenta el tipo de terreno del que hablamos (alguna vez hemos explicado que es uno de los espacios más castigados en lo que va de guerra, como demuestran las imágenes por satélite), las únicas posibilidades reales para los rusos pasan por aprovechar el mal tiempo (particularmente la lluvia y la niebla, que impiden el uso normal de drones) o las horas de amanecer y ocaso, en las que la visibilidad para los drones es más reducida, para lanzar asaltos de infantería.

De Siversk saltamos hoy al sector de Pokrovsk, ya que apenas hay novedades en Chassiv Yar o en Toretsk. Allí se han registrado numerosos enfrentamientos e intentos rusos de progresar tanto al este como al sur y suroeste tanto de esta ciudad como de la vecina Myrhorad. Además, la aviación rusa ha empleado bombas planeadoras contra Udachne, el centro y sur de Pokrovsk y también contra Novoekonomichne.

En Velika Novosilka, para finalizar con nuestro breve repaso de hoy, nos encontramos con nuevos avances rusos tanto hacia el norte de Komar (que las AFU han intentado frenar con su artillería), como hacia Zaporizhzhya, precedidos además del empleo de bombas planeadoras.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

El apartado internacional comienza, un día más, con la situación en Oriente Medio, que también tiene su relevancia para Ucrania por diferentes razones, desde las relaciones de este país con Israel, hasta lo que supone en términos de credibilidad para Rusia el no poder cumplir con sus aliados, en este caso Irán, con quien tiene un acuerdo de Asociación Estratégica Integral en vigor desde enero de este año, pero que parece que al igual que anteriormente Armenia o Siria, no contarán con ningún respaldo de Moscú, más allá de lo diplomático.

Ocurra lo que ocurra en este sentido, mientras las salvas iraníes en dirección a Israel parecen ser cada vez más débiles y mientras desde Teherán hacen anuncios grandiosos sobre el daño que esperan infligir a su enemigo, los israelíes continúan disfrutando de una absoluta superioridad aérea, bombardeando a placer todo tipo de objetivos (incluyendo buena parte de las lanzaderas de misiles iraníes, de las que habría destruido ya al menos el 40% o el nuevo JEMAD iraní, que ha durado horas en el cargo) e incluso dejando al país sin apenas conexión a Internet. Además, han seguido centrándose en el programa nuclear iraní, atacando las instalaciones de producción de misiles y de enriquecimiento, aunque para completar el trabajo, los EEUU siguen siendo imprescindibles.

Es por eso que, una vez más, lo realmente importante ha continuado ocurriendo lejos de allí, precisamente en Washington, en donde los miembros del Consejo de Seguridad Nacional han estado debatiendo sobre si implicar al país o no en un conflicto que, como hemos explicado en varias ocasiones, no tiene una estrategia de salida clara. Todo ello entre noticias contradictorias a propósito de los avances iraníes en relación con las armas nucleares, por cierto, con medios afirmando que el país no estaba tan cerca de disponer de un dispositivo de este tipo y otros asegurando exactamente lo contrario. También entre mensajes de Trump en su red social, en los que ha llegado a pedir la «rendición incondicional» de Irán, haciendo gala de su particular estilo, a la vez que vendía al mundo las bondades del material militar estadounidense.

Eso sí, tomar la decisión de bombardear le costará más precisamente porque implicarse en Oriente Medio va en contra de las promesas hechas a parte de su base electoral. Los multiplicadores, no obstante, siguen acercándose a las inmediaciones del área de responsabilidad del CENTCOM, siendo muy probable que la intervención estadounidense finalmente se produzca en las últimas horas.

Mención aparte merecen las palabras recientes del canciller Mertz, quien en una muestra de sinceridad sin precedentes, ha reconocido que Israel está «haciendo el trabajo sucio por todos nosotros», algo que ha sido inmediatamente agradecido desde la diplomacia hebrea y que ha sido motivo de discusiones en las redes sociales, pero que no deja de ser extremadamente cierto. Desgraciadamente para Europa, las declaraciones de Mertz también esconden la incapacidad militar de los Veintisiete, que apenas tendrían nada que aportar en el caso de que quisieran participar de la operación contra Irán.

Conscientes de todo esto, por cierto, han presentado hace unas horas el esperado decreto «Ómnibus» sobre defensa. Tal y como estaba anunciado, la Comisión presentó su propuesta de simplificación en materia de defensa con el objetivo de acelerar las inversiones y la producción en materia de defensa a fin de que la UE responda mejor a los retos actuales en materia de seguridad. Es decir, con la intención de poder implementar todas las medidas propuestas en Defence Readiness 2030 / ReArm Europe. Entre otros, el Ómnibus prevé introducir un régimen acelerado de concesión de permisos para los proyectos de defensa, una reducción de la carga administrativa en el Fondo Europeo de Defensa (EDF), facilitar la contratación pública fomentando las adquisiciones conjuntas y las transferencias transfronterizas de productos de defensa, medidas para mejorar el acceso a la financiación, así como enmiendas a la regulación medioambiental y de productos químicos para que se adapten a las necesidades del sector. Un tema sobre el que publicaremos en breve un Focus en nuestra revista, completando otros artículos recientes e imprescindibles, por lo que no nos extenderemos aquí.

Pasando ahora a Ucrania, lo más importante de la jornada en términos internacionales ha tenido que ver con la presencia de Zelenski en la cumbre del G7, de la que siguiendo la estela de Trump también ha salido de forma apresurada, entre otras cosas para atender la situación creada por los bombardeos rusos en su país y, también, porque el principal motivo del viaje (reunirse con el estadounidense) no se ha podido cumplir. Una cumbre que, para muchos, ha sido bastante decepcionante por estos y otros motivos.

Durante su participación, el ucraniano se ha reunido entre otros con el primer ministro canadiense, Mark Carney, con quien ha hablado sobre el apoyo a Ucrania, el fortalecimiento de las sanciones contra Rusia, el uso de activos rusos congelados en beneficio de los ucranianos, el apoyo financiero a la producción de armas ucranianas y la participación de Canadá en la reconstrucción del país. También con el primer ministro de Japón, con quien ha hablado sobre cooperación industrial, inversiones en la producción de drones en Ucrania y también sobre reconstrucción, un aspecto en el que Tokio está particularmente interesado y dispuesto. Zelenski, además, se ha visto con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte y con el primer ministro británico, Keith Starmer. En todos los casos, Zelenski ha insistido en que Rusia está rechazando todas las ofertas diplomáticas, afirmando de paso que la diplomacia está en crisis. El ucraniano, en cualquier caso, al igual que el primer ministro canadiense, ha salido frustrado de Canadá, asegurando que el «G7 podría haber ido más lejos» en su apoyo a Kiev. Además, ha sido un varapalo que los Estados Unidos hayan bloqueado una propuesta de declaración presentada por los canadienses, en apoyo de Ucrania. Pese a lo cual, el canciller alemán Mertz se ha mostrado esperanzado en que los Estados Unidos presenten pronto sanciones contra Rusia.

Zelensky, por otra parte, se ha visto en las últimas horas con el presidente del Banco Mundial, Ajay Banga, con quien ha hablado sobre asistencia financiera y a quien ha informado sobre los recientes ataques rusos contra Kiev y otros puntos de Ucrania.

En el marco de la Cumbre del G7 también ha estado activo el ministro de Exteriores ucraniano, Sybiha, quien se ha reunido con su contraparte canadiense, Anita Anand, agradeciendo los anuncios sobre nueva ayuda y el apoyo prestado por el país norteamericano, además de discutiendo sobre nuevas sanciones a Rusia.

Precisamente, Canadá ha aprovechado esta reunión para anunciar un esperado nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania que tendrá un valor aproximado de 1.500 millones de dólares (unos 1.300 millones de euros al cambio) y que incluirá drones, helicópteros y municiones, pero también fondos para incrementar la producción de material militar en la propia Ucrania, en lo que se ha convertido en una práctica habitual.

Lo que sí ha sido una sorpresa relativa, cambiando de tercio, ha sido la noticia de una posible reunión entre el negociador estadounidense, Kellogg, y el presidente bielorruso, Lukashenko, en el que sería el primer encuentro de alto nivel entre ambos países en años. Sería, de producirse, un encuentro lógico, pues resultaría muy difícil poner fin a la guerra de Ucrania y, en términos más amplios, rehacer las relaciones entre Rusia y los EEUU, devolviendo la estabilidad estratégica al continente, sin la participación de Minsk.

En otro orden de cosas, la Alta Representante de la UE, Kaja Kallas, ha anunciado que se ha presentado ya la propuesta destinada a prohibir todas las importaciones de gas ruso para finales de 2027, con el objetivo de eliminar por completo la dependencia del mismo por parte de los Veintisiete, de forma que Moscú no pueda «utilizar la energía como arma contra nosotros». Una medida de presión importante, en un momento en el que se está haciendo un esfuerzo para que Rusia reduzca sus ambiciones en las negociaciones, pero que tiene pocas oportunidades de mantenerse a largo plazo, pues renunciar al gas ruso implica una importante pérdida de competitividad para la industria comunitaria y, en cualquier caso, Rusia pedirá que se levanten este tipo de medidas como parte de cualquier acuerdo.

Cambiando de localización, tenemos que en nuestras Antípodas, Australia ha impuesto sanciones por primera vez contra 60 buques de la «flota fantasma» utilizada por Rusia para exportar su petróleo, según ha anunciado el gobierno aussie hace unas horas. Socios de Canberra, como el Reino Unido y la Unión Europea, ya habían sancionado a varios cientos de estos buques, que a menudo son antiguos y operan bajo pabellón extranjero.

Los australianos no han sido los únicos en tomar medidas de este tipo en las últimas horas. Precisamente, el primer ministro británico, Keir Starmer, también 
anunció un conjunto de medidas para aumentar la presión sobre el presidente ruso, Vladimir Putin, quien sigue rechazando los llamamientos a un alto el fuego incondicional en Ucrania. Así, han decidido atacar «los sectores financiero, militar y energético de Rusia en respuesta a la continua agresión de Putin», según afirma 
el comunicado del gobierno británico, que busca incrementar la presión sobre la «flota fantasma», sancionando a 20 buques más y a 10 empresas.

Otro país que ha sido noticia en relación con Ucrania es Corea del Norte. En primer lugar, porque hasta allí ha ido de visita una vez más el ex ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú en la que sería la tercera visita en tres meses y en la que han hablado, entre otros, de la reanudación de viajes comerciales entre ambos países. Y, en segundo lugar, porque el país juche se ha comprometido a enviar dos nuevas brigadas a Kursk, totalizando unos 6.000 efectivos, para participar en principio en tareas de reconstrucción y de desminado. Una cifra que coincide, curiosamente, con el número de bajas que según el Ministerio de Defensa británico considera que han sufrido desde el inicio de su participación en la guerra de Ucrania.

Pasando a Rusia, desde este país, mientras se ultiman los preparativos para que de inicio el 28º Foro Económico Internacional de San Petersburgo, su ministro de Finanzas, Anton Alikhanov, ha dejado claro que es prematuro hablar sobre condiciones específicas para la vuelta de aquellas empresas occidentales que deseen volver al mercado ruso, ya que «Las sanciones impuestas a estas empresas aún no se han levantado». Además, el ruso ha añadido que «Estamos explorando enfoques sistémicos para este asunto. Sin embargo, ya se pueden destacar ciertas condiciones potenciales para las empresas extranjeras, como la reinversión de beneficios, la localización de la producción y la apertura de sucursales en regiones históricas». Por último, ha dejado claro que lo que interesa al país de cara al futuro es inversión en instalaciones de producción y que, por el contrario, «No nos interesa convertirnos simplemente en un punto de venta.

Algo que, en cualquier caso, estaría más lejos de ocurrir hoy que hace unos días, pues todo indica que las conversaciones entre los Estados Unidos y Rusia no marchan por donde le gustaría al Kremlin. Así, el asesor presidencial Yuri Ushakov ha declarado a propósito de estas que «Originalmente se acordó celebrar la próxima reunión sobre la normalización de las relaciones en Moscú, pero luego los estadounidenses propusieron una pausa», con lo que en Rusia están a la espera de negociar una nueva fecha, quedando por el momento las conversaciones «en suspenso». Sobre el tema, además, se ha pronunciado también la portavoz de Exteriores rusa, María Zajárova, quien ha dicho que «La siguiente ronda de consultas bilaterales, centrada en la eliminación de ‘elementos irritantes’ y la normalización del funcionamiento de las misiones diplomáticas, ha sido cancelada por iniciativa de la parte estadounidense», expresando además su deseo de que «la pausa que han tomado no dure demasiado».

Cerramos hoy con Rusia y con Putin, ya que el presidente ruso se ha reunido con el CEO de la corporación estatal ROSTEC, con quien ha hablado sobre la implementación de los planes de modernización del material militar en servicio o por recibir por parte de las Fuerzas Armadas rusas. La nota de prensa completa, que recoge buena parte de la conversación está disponible en la web del Gobierno ruso.


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