Guerra de Ucrania – Día 1202

La última jornada ha sido testigo, como se esperaba, del lanzamiento por parte rusa de varios centenares de drones y misiles contra Ucrania, en un ataque masivo que ha afectado particularmente a Odesa y a Kiev. También de la primera fase del esperado intercambio de prisioneros menores de 25 años. Sobre el terreno, las noticias han sido escasas, destacando los cambios tanto en dirección a Konstyantynivka, como en el sector de Kurajove, en Bahatyr y Komar. En el apartado internacional, lo más destacado han sido las acusaciones de Rusia contra el Reino Unido por apoyar a Ucrania en sus ataques a larga distancia y contra los europeos en general, por estar supuestamente impidiendo a Kiev llegar a un buen acuerdo con Moscú.

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Tal y como se esperaba, y adelantamos en el informe de ayer, la última jornada de guerra ha dejado un número desaforado de lanzamientos de drones y misiles por parte de Rusia, que habría totalizado según las fuentes oficiales ucranianas, 499 sistemas. Del total, el Ministerio de Defensa ucraniano asegura haber derribado en el aire 292 vectores, mientras que 197 más habrían sido neutralizados por medios no cinéticos o habría sufrido problemas técnicos que les habrían impedido alcanzar su destino.

Entre las múltiples consecuencias cabe citar, en Odesa, la muerte de un civil y las heridas de ocho más, además de la cuantiosa destrucción material. Además, se ha hablado de dos presuntos ataques con misiles Kinzhal en Dubno, en la región de Rivne, al oeste de Ucrania, dirigidos contra una base aérea y que habrían sido interceptados por las defensas aéreas ucranianas (que según se ha confirmado, han recibido ya los Patriot prometidos por Israel). La ciudad más castigada, en cualquier caso, ha sido la capital ucraniana, Kiev, en donde se han producido diversos incendios y daños en diversos edificios (incluyendo un hospital materno), además de varios heridos, calificando las autoridades ucranianas el ataque contra esta localidad, de «masivo».

Más allá de lo anterior, también se han registrado explosiones en Krivói Rog, en Kremenchuk o en Zaporiyia, donde además de drones Shahed han sido lanzadas bombas planeadoras, al igual que en la ciudad de Járkov. Además, un civil ha fallecido en Nikopol tras un ataque llevado a cabo con drones tácticos.

Del lado contrario, se ha registrado un apagón en la parte ocupada por Rusia de la región de Zaporiyia, sin que estén claras las causas. Además, se han reportado ataques con supuestos misiles y varias explosiones en Rilsk, en la región de Kursk. Lo más relevante, sin embargo, serían los ataques a larga distancia, una jornada más.

Entre estos, cabe citar uno reclamado por las autoridades ucranianas contra el aeródromo de Savasleika, en la región rusa de Nizhni Nóvgorod, que habría dañado al menos dos aeronaves, si creemos los informes oficiales. Y, también, un gran incendio en Kazán, en donde estarían ardiendo depósitos vagones de tren cargados de combustible, si bien otras fuentes hablan de una empresa dedicada a la fabricación de pólvora. Desde Rusia, pese a ello, afirman haber derribado 102 drones durante la última noche, 46 de ellos sobre Bryansk y 20 sobre Bélgorod.

Además de esto, aunque todavía no hay información fehaciente, los ucranianos habrían lanzado ataques también contra Yelabuga, en Tartaristán (donde se fabrican los drones Shahed/Geran), contra Nizhnekamsk, en la misma región y, también, contra la región más norteña de Leningrado, en la que se sitúa la ciudad de San Petersburgo. Ataques que se suman al reciente contra las instalaciones de VNIIR-Progress en Chekbosary, del que hablamos ayer y del que intentan todavía evaluarse las consecuencias. Intensifica en cualquier caso Ucrania su campaña de ataques a larga distancia, en respuesta a los progresivos aumentos en el número de lanzamientos de drones y misiles por parte rusa.

Por último, en el caso de Rusia el diplomático Rodion Miroshnik ha denunciado que durante la última semana 107 civiles han resultado afectados por los ataques ucranianos, incluyendo 103 heridos y 4 muertos, haciendo referencia a supuestos ataques con drones FPV contra las regiones de Bélgorod, Kursk, Lugansk y Zaporiyia.

En cuanto a los combates y los movimientos, las noticias hoy son particularmente pocas, a diferencia de las jornadas anteriores. Para empezar, no hay novedades en el sector de Kursk/Sumy. Tampoco en Járkov.

En el sector del Oskil, al norte, en dirección a Kupiansk se han producido cambios mínimos, con un bombardeo ruso sobre la parte nororiental de la localidad de Kindrashivka que apunta a una retirada parcial rusa de esa zona.

En el sector de Chassiv Yar, apenas hemos encontrado unas mínimas referencias a avances rusos al noreste de Stupochky, localidad al sur de la ciudad.

En dirección a Konstyantynivka la situación es diferente. Allí, por una parte en el sector de Toretsk han continuado los avances rusos al noroeste de esta ciudad, en concreto en los campos en dirección a Nelipivka y Pleshchíivka. Avances que en su mayoría consisten en infantería avanzando a pie, aprovechando que se trata de áreas en las que apenas hay defensores ucranianos, ya que las AFU no solo confían en los drones para ir laminando a los atacantes, sino que también se han ido viendo forzados a retrasar sus posiciones para poder salvaguardar su logística, al alcance de los medios no tripulados rusos. Más allá de esto, los rusos siguen progresando en torno a Zorya.

Al oeste del sector de Pokrovsk, ya lindando con la región de Dnipró, continúan las discusiones relativas al grado de solidez de las posiciones rusas en la frontera con esta región, tras ser alcanzada horas atrás por la infantería rusa. En cualquier caso, no es el único movimiento reciente en una zona en la que los rusos han seguido atacando en dirección al río Solona.

En el sector de Kurajove, por otra parte, las tropas rusas han avanzado en dirección a Ukrphsta, al norte de Bahatyr, aumentando el cerco sobre esta posición clave ucraniana. Además, el Ejército ruso habría tomado nuevas posiciones al este de Komar.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

En el apartado internacional, lo más significativo es el intercambio de prisioneros que ha tenido lugar y que había venido siendo pospuesto por distintas razones. En concreto, ha sido liberado un primer grupo de prisioneros de guerra menores de 25 años, como parte de lo acordado en la segunda ronda de negociaciones de Estambul. Por el momento se desconoce el número de prisioneros (de hecho, ninguno de los mensajes oficiales, ni de Yermak, Zelensky, Sybyha o Stefanchuk han dado números, aunque a juzgar por las fotos han sido pocos) que han podido volver a sus países, aunque inicialmente se había hablado de 500 por cada parte a intercambiar los días 7 y 8 de junio, algo que no sucedió.

Pese al intercambio, eso sí, los tribunales rusos han condenado a dos combatientes ucranianos de la brigada Azov a más de 20 años de prisión. Los condenados son el tirador de élite Ruslan Orlov y el paramédico Artem Novikov,a quienes acusan de hacer fuego contra tres civiles en Mariúpol en abril de 2022.

Sobre el intercambio ha hablado el presidente ucraniano, Zelenski, quien ha dicho que a este le seguirán otras dos etapas o que, al menos» eso es lo que se discutió con la parte rusa», agradeciendo de paso a los negociadores su labor. Además, Zelenski ha anunciado que ha participado en una reunión sobre su agenda internacional para el presente mes y ha dicho que si «no nos acerca al fin de la guerra mediante la diplomacia, debe ayudar a fortalecer nuestra defensa, nuestras operaciones activas o aumentar la presión sobre Rusia», dejando claro cuál es la alternativa de Kiev a las negociaciones de Estambul si estas fracasan; la única lógica, por otra parte. Por último, el presidente ucraniano se ha reunido con la cúpula militar, de quien ha recibido sus informes respectivos sobre la situación en el frente, resumiendo la estrategia rusa en una curiosa frase, bastante precisa de hecho: «ignorar las pérdidas e intentar avanzar, asaltando nuestras posiciones ucranianas para intentar conquistar incluso un solo metro, cualquier cosa. Pero su potencial no es infinito».

En cuanto al jefe de la Oficina del Presidente de Ucrania, Andriy Yermak, ha vuelto a pedir más armas para su país y nuevas sanciones contra Rusia, alegando que «Rusia miente a diario sobre su deseo de paz y ataca a la gente a diario. Es hora de imponer sanciones. Es hora de apoyar a Ucrania con armas. Es hora de demostrar que la democracia tiene poder». No ha sido en cualquier caso lo único que ha hecho en una jornada en la que ha denunciado los ataques rusos contra Kiev u Odesa y se ha reunido con el ministro de Exteriores de Lituania, a quien ha agradecido su apoyo a la defensa ucraniana. Además, Yermak ha participado en una reunión online con diversos asesores políticos del norte de Europa y los países bálticos, así como de la UE, exponiendo la «urgente necesidad de fortalecer la defensa aérea ucraniana ante la intensificación de los ataques con misiles y drones por parte de Rusia» y tratando sobre «los preparativos para los próximos eventos internacionales, en particular la Cumbre del G7 que se celebrará del 15 al 17 de junio en Canadá, la Cumbre de la OTAN en La Haya y la Cumbre de la UE».

El ministro de Exteriores ucraniano, Sybyha, quien también se ha visto con su homólogo lituano, ha denunciado también por su parte los ataques rusos, recalcando el que ha afectado a un hospital materno. Además, durante la jornada se ha reunido con los embajadores del G7 y la UE ante Ucrania, con quienes habló sobre las necesidades defensivas del país y ante quienes reiteró el compromiso de Kiev con las reformas esenciales de cara a su adhesión a la UE y la OTAN; algo esto último que es muy difícil que llegue a suceder en el actual contexto.

Pasando a Rusia, lo más relevante de las últimas horas son las renovadas acusaciones por parte del Ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, contra el Reino Unido, país del que dice que sin duda ayuda claramente a Kiev en «sus ataques terroristas contra Rusia». Además, el veterano diplomático, en su retórica habitual, ha dicho que no había un solo objetivo militar entre los puntos atacados por Ucrania. Así, en su declaración, ha afirmado que «Todos hemos visto lo que hicieron los nazis ucranianos en la región de Kursk; no existe una sola instalación que pueda presentarse al espectador como relacionada con actividades de combate. Así que, para nosotros, no fue particularmente sorprendente. Y en la última reunión con el gobierno, el presidente ruso expresó muy claramente las conclusiones a las que llegamos […]. Estas amenazas son bastante graves. Es obvio que la parte ucraniana las está llevando a cabo, pero habrían sido impotentes sin la ayuda británica. Sin embargo, quién sabe, quizá los servicios especiales estadounidenses también estén involucrados por costumbre, pero hay una certeza absoluta de que los británicos sí lo están».

No han sido las únicas acusaciones desde Rusia contra un país europeo. Al mismo tiempo, el asesor presidencial Vladimir Medinsky, en una entrevista con RT, ha dicho que son los europeos los que están impidiendo a Ucrania cerrar un buen acuerdo con Rusia: «Cuando se habla con ellos informalmente, son básicamente personas razonables. Pero el problema es que, en mi opinión, Europa, es decir, quienes se consideran accionistas y propietarios de Ucrania, simplemente no les permite, a la dirección del país, llegar a acuerdos beneficiosos para el país».

Por último, tenemos que Putin, quien ha dado la bienvenida a todos los participantes en el Foro Económico de San Petersburgo, ha aprobado en las últimas horas la nueva estrategia de desarrollo de la Marina de guerra de Rusia, que debe recoger los planes de construcción naval (entre muchos otros aspectos) de aquí a 2050.

En otro orden de cosas, los Estados Unidos han acusado a Rusia y, concretamente, al empresario de criptomonedas Iurii Gugnin, de lavar más de 500 millones de dólares así como de ayudar a distintas empresas y entidades rusas a evadir las sanciones y los controles de exportación. Según los documentos judiciales, Gugnin está acusado de fraude electrónico y bancario, conspiración para defraudar a Estados Unidos, violación de la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA), operación de un negocio de transferencia de dinero sin licencia, incumplimiento de un programa eficaz de cumplimiento contra el lavado de dinero, incumplimiento de la obligación de presentar informes de actividades sospechosas, lavado de dinero y cargos de conspiración relacionados.

En Polonia, por su parte, han cancelado una licitación destinada a la compra de 32 helicópteros Black Hawk, alegando que se han visto obligados a revisar sus planes de compras debido al impacto de la guerra de Ucrania sobre la aviación militar; lo mismo que está ocurriendo en otras latitudes con los helicópteros de ataque, cada vez más fuera del campo de batalla.


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