Guerra de Ucrania – Día 1199

Tal y como se esperaba, la última jornada ha resultado en ataques masivos por parte de Rusia contra el interior de Ucrania, lanzando casi medio millar de vectores en 24 horas, como parte de una campaña que sería la respuesta a la «Operación Telaraña» y que, a estas horas, sigue en marcha. Entre los puntos más afectados de Ucrania, se cuenta la ciudad de Járkov, escenario de llegada de más de medio centenar de drones y misiles rusos. Más allá de esto, mientras sobre el terreno las tropas rusas continúan avanzando lentamente, aprovechando en muchos puntos que las construcciones defensivas ucranianas están prácticamente vacías de personal, ya que luchan desde la distancia con drones y artillería, a nivel internacional lo más relevante tiene que ver con los intercambios de declaraciones. Todo en una jornada en la que se cumplen dos años desde el derrumbe de la presa de Nova Kajovka.

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La última jornada de guerra, tal y como adelantábamos en el informe anterior, ha sido testigo de uno de los ataques más masivos por parte de Rusia contra Ucrania en lo que va de guerra y que sería la respuesta del Kremlin a la «Operación Telaraña». Las autoridades ucranianas aseguran que han sido 452 los vectores, incluyendo tanto drones como un buen número de misiles de distintos tipos (407 drones y 44 misiles). De este total, aseguran haber derribado por medios cinéticos 235 misiles y drones, mientras que 171 más habrían caído debido a la acción de los sistemas de guerra electrónica.

Los datos, sin embargo, no reflejan por completo la brutalidad del ataque (de hecho, continúa en marcha), que se ha cebado con puntos de la geografía ucraniana como Járkov, ciudad contra la que se han lanzado entre 50 y 60 drones (y posiblemente media docena de misiles) en un breve plazo de tiempo, lo que ha provocado múltiples incendios y desperfectos, así como el fallecimiento de 3 personas y heridas a 16 más.

Járkov no ha sido, ni mucho menos, el único objetivo de Rusia, en una jornada en la que se han contabilizado 7 víctimas mortales y más de 80 heridos en el país, buena parte de ellos, una vez más, en Lust, donde los heridos han sido más de una quincena tras el impacto de cuatro misiles, que ha sido recogido en vídeo. También en Ternópil, en donde además se han registrado 6 rescatistas heridos mientras participaban en labores de recuperación de personas. Además, y como viene siendo habitual, también Kiev ha sido blanco de los ataques rusos, siendo más de 20 los heridos en la capital ucraniana.

Más allá de todo esto, en Dnipró explotó un vehículo (y, otro más, en Odesa), la ciudad sufrió la llegada de varios drones suicidas rusos, siendo varias las explosiones, incluyendo posiblemente algunos misiles balísticos; lo mismo que en la región de Odesa.

Como en jornadas anteriores, aunque a una escala distinta y mucho más centrada en objetivos de valor militar, los ucranianos han respondido a los ataques rusos lanzando sus propios ataques por ejemplo contra Smolensk, contra los aeródromos de Engels y Dyagilevo (en Engels los incendios en el depósito de combustible seguían activos) contra las instalaciones de la empresa Progress en Michurinsk y, también, en dirección a Moscú, en donde las fuentes oficiales hablan de tres drones ucranianos derribados.

Además de todo lo anterior, se habría producido un curioso incidente en Riazán, en donde un individuo al parecer armado, que supuestamente estaría preparando un ataque contra una instalación militar con un dron, resultó muerto tras resistirse a su detención.

Antes de entrar a analizar las novedades sobre el terreno, un par de comentarios. En primer lugar, como puede verse bajo estas líneas, la innovación en el empleo de medios no tripulados, no cesa. Una de las grandes «peleas» de los últimos meses pasa por extender el alcance de los drones filoguiados, que son insensibles a la acción de los medios de guerra electrónica. Para ello, se están probando diferentes soluciones, como la que se puede ver en la imagen, empleando como plataforma lanzadora un UGV.

Lo preocupante del asunto es que, dada la forma en que está creciendo el alcance, con bobinas en pruebas de hasta 50 kilómetros (lo que implica, obviamente, drones de mayor tamaño para cargar el peso y soportar esa autonomía) y dado que además los lanzamientos pueden hacerse desde plataformas móviles que incrementan el radio de alcance total, empieza a resultar perfectamente factible «cerrar» al tráfico naval zonas como algunos estrechos clave.

En este sentido, pensando únicamente en los buques de guerra (los civiles habría que tratarlos al margen), sería relativamente sencillo dejar fuera de combate un buque como una F-80 o una F-100 simplemente alcanzando algunos sensores (radares, por ejemplo) o equipos críticos (como los de comunicaciones). Todo con un coste, en el peor de los casos para el atacante, de unas decenas de miles de euros en función del número de aparatos empleados. Por el momento, guste o no, no hay defensa posible, pues los sistemas C-UAS a bordo de nuestros buques brillan por su inexistencia o son inefectivos frente a la amenaza.

Así, salvo en el caso de los EEUU, en el que el ala aérea de un grupo de combate organizado en torno a un portaaviones podría cubrir una gran área, haciendo teóricamente posible batir a los equipos de lanzadrones enemigos antes del paso de los buques por la zona en cuestión (y es dudoso, ciertamente), pocos o ningún país cuentan ahora mismo con las capacidades necesarias como para operar en determinados escenarios con un mínimo de libertad y seguridad.

En otro orden de cosas, y solo a modo de apunte, en las últimas horas también ha sido noticia la próxima salida de los efectivos de Wagner de Mali, algo que al parecer tendría mucho que ver con la presión de Argelia. Pese a ello, todo indica que Rusia seguirá manteniendo su influencia sobre este país a través de Afrika Corps.

En cuanto a los combates y los movimientos, mientras se publican distintos mapas con las que podrían ser las ambiciones territoriales rusas, ahora sí, toca comenzar el repaso una vez más por el sector de Sumy/Kursk. Allí, una jornada más, ha continuado la ofensiva rusa, que busca crear la publicitada «zona de seguridad» en el norte de Ucrania. Así, en las últimas horas, han seguido progresando en Oleksíivka y en Loknya, así como al sur de Yablunivka. Los ucranianos, por su parte, continúan presionando en Tetkino, área en la que han seguido avanzando en las últimas semanas y días.

En el sector del Oskil, a la altura de Kupiansk, o más bien al norte de esta ciudad, continúan las luchas en partes céntricas de Kindrashivka, localidad que las tropas rusas alcanzaron en la jornada anterior y que les permite cortar una de las vías de abastecimiento de la propia Kupiansk.

En el sector de Toretsk se han producido algunos pequeños movimientos interesantes más por la forma, que por el significado que puedan tener en términos de la propia guerra. Hablamos de los avances que las tropas rusas han logrado a pie, en línea prácticamente recta, aprovechando los cortavientos, pero siempre en paralelo a líneas defensivas ucranianas que en la práctica están vacías. Los ucranianos, que confían cada vez más en la artillería y particularmente en los drones (responsables ya de dos tercios de las bajas rusas) para defenderse a distancia, minimizando sus propias bajas, siguen sin embargo construyendo posiciones que no parece que vayan a ocupar, en lo que es un giro curioso. Más allá de esto, en dirección a Konstyantynivka, los rusos que han tomado Zorya han «rellenado» ya el vacío que era el antiguo saliente ucraniano al sur de esta localidad.

En el sector de Pokrovsk, al suroeste del mismo, se han dado pequeños avances rusos en dirección a la vecina región de Dnipró.

En el sector de Velika Novosilka, prosiguen los enfrentamientos entre Fedorivka y Komar, que como sabemos es el principal objetivo ruso en la zona, además de Bahatyr, que en realidad se interpone en su camino.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

Abrimos la sección internacional con las últimas declaraciones del Kremlin, en las que el portavoz Dmitri Peskov reitera que, para ellos, el conflicto en Ucrania “es una cuestión existencial, una cuestión de intereses nacionales, de seguridad, de nuestro futuro y el de nuestros hijos”. Unas declaraciones que vendrían a criticar los últimos comentarios del presidente Trump en los que afirmaba junto al líder alemán, Friedrich Merz, en los que comparaba la guerra en Ucrania con una discusión entre dos niños que se odian.

Por su parte, el viceministro de Exteriores, Serguéi Ryabkov, declaraba que “varios países europeos importantes se están convirtiendo, cada vez más, en el principal obstáculo para la paz”. De este modo, apunta a que los líderes de la UE y la OTAN “están incitando sin descanso a Kiev a continuar sus hostilidades, suministrándole armas, equipos y prometiéndole más, mientras se planifican y se llevan a cabo diversos actos de sabotaje y provocación, y se difunde desinformación en un intento de interrumpir el proceso de negociación”.

Ha sido también Ryabkov quien ha señalado que Rusia está buscando dialogar con Estados Unidos sobre la reanudación de vuelos directos entre ambos países, añadiendo que “para decirlo suavemente, en este momento no están muy entusiasmados con la propuesta de Rusia”. Por otro lado, confirmaba que se está debatiendo la fecha de la próxima ronda de consultas entre EE. UU. y Rusia sobre cómo eliminar los obstáculos para mejorar el funcionamiento de las misiones diplomáticas de ambos países.

Desde Ucrania, el presidente Zelenski comentaba que durante la jornada ha recibido un informe de la visita de su equipo a Estados Unidos y de los resultados de las reuniones en las que han discutido sobre el apoyo a la defensa de Ucrania, las sanciones, las perspectivas diplomáticas y la lucha contra la desinformación rusa, entre otros. Por ejemplo, Andriy Yermak, jefe de la Oficina de la Presidencia de Ucrania, a su regreso de Washington comentaba que EE. UU. sigue apoyando con confianza a Ucrania y que este apoyo ha estado presente en cada reunión que han mantenido en el país. Además, ha subrayado que han recibido felicitaciones por la Operación Telaraña, que todos quedaron impresionados y esto dio impulso de forma que Ucrania volvió a estar en el centro de la atención mediática.

El líder ucraniano añadía que Ucrania ha entregado a sus socios un “resumen detallado de las verdaderas intenciones de los líderes rusos”, alegando que se están preparando para nuevas hostilidades y la posibilidad de extenderla guerra. Igualmente, han presentado información sobre las capacidades del complejo militar-industrial ruso, incluidos sus ingresos procedentes del petróleo y otras fuentes que “deben restringirse en aras de la paz”.

Por otro lado, Zelenski subrayaba que valoran cómo el proyecto de ley de sanciones liderado por los senadores estadounidenses Lindsey Graham y Richard Blumenthal “puede realmente acercar la paz al atacar a Rusia y sus aliados en la guerra”. Sin embargo, The Wall Street Journal informa que el presidente Trump habría pedido que se reduzca el alcance de las sanciones propuestas.

En cuanto a los últimos ataques, el presidente ucraniano ha subrayado una vez más que no todo el mundo condena los ataques de Rusia y que esto es lo que Putin aprovecha, “ganando tiempo para seguir librando la guerra”. Además, señala que “los rusos intentan constantemente abrir brechas en la unidad mundial para evitar una mayor presión para su guerra”, y hace un llamamiento para lograr un alto el fuego presionando a Rusia.

El Ministerio de Exteriores de Ucrania ha emitido una nota en la que condena los ataques y subraya que la diferencia entre Rusia y Ucrania radica en que Kiev ataca objetivos militares legítimos, poniendo el ejemplo de “aeronaves equipadas para bombardear a nuestros niños”, mientras que Moscú ataca zonas residenciales, civiles e infraestructuras críticas. De este modo, denuncia que poner a Ucrania y Rusia en igualdad de condiciones no es aceptable, ya que Rusia es el agresor y sus ataques son actos de agresión y terrorismo, mientras que los ataques de Ucrania son en defensa propia. En consecuencia, desde Ucrania piden un aumento de la presión sobre Rusia mediante la imposición de “fuertes sanciones” que puedan aumentar el coste de la guerra.

El Ministerio también ha recordado que también se cumplen dos años desde la destrucción de la presa de Kajovka en la óblast de Jersón haciendo un repaso de los principales daños que causó: inundación inmediata de unos 600 kilómetros cuadrados, inundación de casi 80 localidades, cortes de suministro de agua a 1,6 millones de personas, pérdida de 14.000 millones de metros cúbicos de agua dulce y, por supuesto, destrucción de ecosistemas, envenenamiento de la guerra y el agua, y descarga de minas en el mar Negro. Así, el Ministerio recuerda que la destrucción de una presa es un crimen de guerra pidiendo que justicia.

Siguiendo con el plano humanitario, Andriy Yermak ha confirmado que dos adolescentes ucranianos más han vuelto a sus hogares desde los territorios temporalmente ocupados. Precisamente sobre este asunto se han vuelto a pronunciar desde Moscú, defendiendo la portavoz del Ministerio de Exteriores, María Zajarová, que “no hay niños uccranianos secuestrados por Rusia, como dicen”. Sobre esto añadía que “simplemente hay que saber esto, y ese debería ser el punto de partida al debatir este problema”.

Por otro lado, comenta que hay niños “de diferentes nacionalidades y ciudadanías”, así como que “muchos de ellos pueden no tener ningún documento o ser víctimas de falsificadores, y sus familiares, padres y allegados los buscan”. Defiende así que su Comisionada para los Derechos del Niño, Maria Lvova-Belova, trabaja las 24 horas y ha recibido la lista que Ucrania entregó a Rusia en la que figuran 339 nombres de menores ucranianos que han sido deportados y/o trasladados forzosamente. Cabe recordar que sobre la Comisionada Lvova-Belova pende una orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional -el mismo día que se emitió la del presidente Putin- precisamente por ser presuntamente responsable de los crímenes de guerra de deportación y traslado ilícito de población (niños en este caso) desde zonas ocupadas de Ucrania a la Federación rusa.

Pasando a la ayuda militar, el Ministerio de Defensa ucraniano ha compartido más detalles sobre las reuniones del ministro Umerov durante su participación en la cumbre de los ministros de Defensa de la OTAN el pasado día 5. De hecho, el Ministerio ha publicado que Noruega asignará 7.000 millones de dólares en 2026, pero además que, durante su reunión con su homólogo, Onshuus Sandvik, prestaron especial atención a mejorar la cooperación en sistemas no tripulados. Esto incluiría: 1) adquisición de UAVs ucranianos; 2) financiación de la producción de modelos nacionales; y 3) implementar proyectos conjuntos bajo “el modelo danés” o a través de otros marcos.

Igualmente, Umerov se reunió con su homólogo francés, Sébastien Lecornu, para discutir sobre la producción conjunta de sistemas de defensa aérea y otras armas, tanto en Ucrania como en Francia, pero también con su contraparte española, Margarita Robles. En el caso de España, Umerov ha destacado que discutieron sobre cooperación industrial, incluidos proyectos conjuntos centrados en sistemas no tripulados, y que aprovechó la ocasión para darle las gracias por el firme apoyo de España y su compromiso de seguir desarrollando y fortaleciendo la cooperación.

Para concluir y cambiando de tema, tras su visita a Kiev, el director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Mariano Grossi, se ha desplazado hasta Kaliningrado para mantener un “intercambio amplio y necesario” con el director general de Rosatom, Likhachev, y otros altos funcionarios para discutir sobre la situación actual de seguridad y protección en la central nuclear de Zaporiyia y el papel esencial de la misión del OIEA para prevenir un accidente nuclear.


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