Guerra de Ucrania – Día 1196

Ucrania, como era de esperar, ha dejado claro que las condiciones de paz de Rusia son «ultimátums» poco realistas. Además de esto, durante la última jornada de guerra, la ministra de Economía ucraniana se ha reunido con Kellog en Washington, mientras que el primer ministro Shmyhal ha viajado a Francia en donde le han prometido nuevos fondos, eso sí, para desarrollar la industria de defensa francesa en Ucrania. Lo más llamativo de la jornada 1.196ª de guerra, no obstante, ha sido el ataque llevado a cabo por operativos del SBU ucraniano contra el puente de Kerch, en Crimea, como parte de una operación que ha implicado meses de preparación y ha supuesto acumular más de una tonelada de explosivos en uno de los pilares de esta infraestructura, antes de culminarla. Más allá de esto, prosiguen tanto los intercambios a larga distancia como los combates, si bien con escasos cambios.

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Las últimas horas nos han dejado una nueva acción sorprendente por parte de Ucrania. En concreto, el SBU ha llevado a cabo un ataque directo contra el puente de Kerch, que ha culminado con la voladura de uno de sus pilares y la infraestructura momentáneamente fuera de servicio o, al menos, limitada en su uso, a la espera del dictamen de los ingenieros. La explosión, controlada a distancia, ha estado además complementada por un ataque con USVs, al menos uno de los cuales habría sido interceptado por las Fuerzas Armadas rusas empleando un dron Lancet, lo que también tiene su aquel y nos dice por dónde van los tiros en la guerra ASuW. El FSB, mientras tanto habría detenido a un supuesto agente ucraniano en Feodosia, en la península de Crimea, aunque no parece tener relación con el ataque.

Lo más interesante del ataque es que, si lo que el SBU dice es cierto y han logrado acumular, mediante inserciones de buceadores, hasta 1.100 kilogramos de explosivos bajo el puente, es consecuencia de meses de preparación, de misiones de reconocimiento y, después ya, de una ejecución soberbia. Todo ello en un área que, después de los ataques anteriores, cuenta con barreras, redes, reflectores, pantallas de humo y mil sistemas más… pero al parecer no con sonares antibuceadores, aunque en principio sí que se conducen patrullas regulares con buceadores, que parecen haber fallado estrepitosamente.

Además de esto, Ucrania ha atacado con éxito una subestación eléctrica en la parte ocupada de la región de Jersón, concretamente en la localidad de Heniches’k, provocando un importante incendio.

El ataque al puente no ha sido, en cualquier caso, la única acción en una jornada que nos ha dejado hasta 112 lanzamientos de drones por parte rusa contra Ucrania, de los que el Ministerio de Defensa de este país asegura haber derribado 60 por medios cinéticos y neutralizado 15 más por medios no cinéticos. Entre los objetivos alcanzados, una vez más, Járkov, que habría recibido un ataque con casi una decena de aparatos. En esta región, además, habría fallecido un civil en Balakliia, resultando herido otro más. También Mykolaiv ha resultado afectado, registrándose una explosión en la ciudad.

Además de lo anterior, otro civil murió tras un ataque con drones FPV llevado a cabo contra Vorozhba. Por último, las bombas planeadoras fueron empleadas una jornada más con profusión por parte rusa, viéndose afectadas localidades como Konstyantynivka, objeto de intensos bombardeos, así como Zaporiyia o Kramatorsk, entre muchas otras más. El incidente más destacado, no obstante, tuvo lugar en Sumy, en donde tres personas murieron como consecuencia de un ataque ruso con MLRS, siendo el número de heridos de dieciséis.

Respecto a un posible ataque con misiles Oreshnik, aunque se llegó a lanzar al parecer una alerta por parte ucraniana, por el momento no se ha producido. En cualquier caso, nos reafirmamos en nuestra evaluación de dos días atrás: por mucho temor que genere, no deja de ser un sistema escaso, muy caro y que, privado de una cabeza nuclear, tiene unos efectos limitados, especialmente en comparación con acciones como el ataque ucraniano a las bases aéreas rusas, cuyas consecuencias siguen evaluándose.

Respecto a esta, seguimos diciendo además que su mayor valor no tiene que ver con los daños causados, sino con la paranoia creada. Aunque sólo sea por la cantidad de recursos que consume (los que hayan leído algo de guerra contrainsurgencia lo sabrán bien) intentando controlar cada posible amenaza…

En cuanto a los movimientos sobre el terreno, desde el Ministerio de Defensa de Rusia han anunciado la captura de la localidad de Andríivka, en la región ucraniana de Sumy, al norte del frente. Un movimiento que, en cualquier caso, queda confirmado por fuentes OSINT, que hablan además también de la toma de Vodolahy, aunque se daba por hecha, al igual que la entrada rusa en Oleksíivka. Añade pues Rusia nuevos terrenos a su «Zona de Seguridad», que no ha dejado de crecer en la última semana.

En el sector de Kursk, lo más relevante de la jornada es la batalla que sigue librándose en torno a la localidad de Tetkino, con un ataque ucraniano en las últimas horas que les ha llevado a tomar algunas posiciones defensivas rusas.

Pasamos directamente al sector de Chassiv Yar, pues al norte de esta ciudad se han producido nuevos ataques y avances rusos en los alrededores de Hryhorivka, así como en la zona inmediatamente al norte del núcleo urbano de la propia Chassiv Yar, en donde pese a todo se mantienen firmes los ucranianos.

Al norte de Toretsk siguen los esfuerzos rusos por hacerse con Druzhba, al norte de la ciudad y en situación poco clara. En dirección a Konstyantynivka, las tropas rusas han progresado desde Novoolenivka hacia Poltavka, situada al noroeste y al otro lado de la carretera T0504.

En el sector de Kurajove, por su parte, se han producido cambios relevantes, toda vez que Konstyantynopil’ ha pasado a estar bajo control ruso, lo mismo que buena parte de los campos al norte de Rozlyv, lo que complica un punto más la defensa de Bahatyr. Además, en los últimos días las tropas rusas habrían avanzado también desde Odradne, a lo largo de la autovía H15.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

Tras la segunda ronda de conversaciones directas en Estambul, tanto las autoridades ucranianas como rusas se han pronunciado sobre los resultados y se han visto distintas reacciones, como la confirmación de la invitación de Ucrania a la cumbre de la OTAN, los nuevos compromisos de asistencia asumidos por Francia y, por supuesto, como se ha explicado en la sección anterior el último ataque contra el puente de Crimea.

Empezando por Rusia, el Kremlin ha declarado que no espera ningún progreso rápido en la resolución del conflicto. Más concretamente, el portavoz Dmitri Peskov ha subrayado que “sería un error esperar decisiones y avances inmediatos”. También considera que es “poco probable” que asistamos a una reunión entre los presidentes Putin, Zelenski y Trump pronto.

Por otro lado, tampoco parece que Rusia esté dispuesta a cambiar la sede de las próximas conversaciones al afirmar el viceministro de Exteriores, Alexander Grushko, que la cuestión ni siquiera se ha planteado, que Estambul cuenta ya cuenta “con cierta experiencia en comunicación” y que “la cuestión no es el lugar, sino la esencia”. 

Del lado de Ucrania, el presidente Zelenski ha hecho hincapié un día más en que “Putin no cambiará su actitud mientras no tema las consecuencias de sus actos” denunciado los últimos ataques que han causado al menos la muerte de cuatro civiles y casi 30 heridos. Sobre esto, añadía además que “no ha habido un solo día sin muertes, mientras que Estados Unidos, Europa y otros actores internacionales exigen a Rusia un alto el fuego y negociaciones para poner fin a la guerra”. En consecuencia, pide la imposición de sanciones adicionales contra Rusia, ya que según el líder ucraniano Rusia “Debe comprender lo que es la guerra. Debe asumir las pérdidas de la guerra. Debe sentir realmente que continuar la guerra tendrá consecuencia devastadoras para ella”. 

Por su parte, el ministro de Exteriores, Andrii Sybiha, publicaba en redes sociales las conclusiones oficiales de la segunda ronda de conversaciones en las que pone de manifiesto que “en lugar de responder a nuestras propuestas constructivas en Estambul, la parte rusa presentó una serie de ultimátums ya conocidos que no acercan la situación a una paz real”. Precisamente para Kiev estos “ultimátums” son poco realistas y no pondrán fin a la guerra.

Igualmente, Sybiha enfatizaba que el formato de Estambul “se ha convertido en reuniones sobre intercambio de prisioneros de guerra” y que, si bien, celebran los avances en este ámbito, “podría haber resultados muchos más tangibles en todos los ámbitos si Rusia correspondiera a la actitud constructiva de Ucrania”. En consecuencia, también pide más sanciones contra Rusia alegando que hasta la fecha Rusia ha rechazado cualquier formato significativo para un alto el fuego y eso es motivo suficiente para que los socios den un paso en este sentido.

A colación de las sanciones, Suiza se ha adherido parcialmente al 17º paquete de sanciones adoptadas por la UE de modo que 17 individuos, 58 organizaciones, 189 buques y 31 empresas han sido incluidas en la lista negra suiza.

Además, tras su reunión con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, durante la jornada anterior, el presidente Zelenski ha anunciado que Ucrania ha sido invitada a la cumbre de la Alianza que tendrá lugar el 24 y 25 de junio en La Haya. De hecho, y como hemos venido plasmando en distintos informes, el presidente Zelenski ha instado en varias ocasiones a los Aliados para que Ucrania esté debidamente representada en la cumbre, ya que de lo contrario sería “una victoria para Putin”. Es más, precisamente este fue uno de los puntos que enfatizó en su declaración en la cumbre los líderes del Bucharest 9 (B9) y países nórdicos justo al finalizar las reuniones en Estambul.

Sin embargo, desde la Casa Blanca guardan silencio por el momento, siendo la única novedad, aunque relevante, que la viceprimera ministra y ministra de Economía, Yuliia Svyrydenko, y el jefe de la Oficina de la Presidencia de Ucrania, Andriy Yermak, han viajado hasta Washington para reunirse con el enviado especial estadounidense Keith Kellogg (si bien, al parecer por error, en sus comunicados Yermak se refiere a Steve Witkoff, enviado especial encargado de discutir con Rusia).

Según Yermak han discutido la situación en el frente, los resultados de las reuniones de Estambul defendiendo que la postura de Rusia sigue siendo poco constructiva, la importancia de fortalecer las sanciones contra Rusia y brindar asistencia defensiva a Ucrania, pero también sobre la cuestión de los niños ucranianos deportados y/o trasladados por la fuerza por parte de Rusia y cuya repatriación exige Ucrania.

Asimismo, Yermak ha reiterado que Rusia está haciendo todo lo posible para evitar un alto el fuego, ha agradecido el apoyo de EE. UU. y lanzado una advertencia afirmando que “Si Rusia no cesa el fuego voluntariamente, nos veremos obligados a realizar operaciones y destruir su potencial militar”.

Por otro lado, el senador estadounidense Lindsey Graham -que, recordemos que junto al senador Richard Blumenthal, lidera el proyecto de ley sobre sanciones más severas contra Rusia-, ha respondido en redes sociales a los últimos comentarios de Dmitri Medvedev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia.

El representante ruso comentaba que “las negociaciones en Estambul son necesarias no para una paz de compromiso en condiciones irreales inventadas por alguien, sino para nuestra rápida victoria y la completa destrucción del gobierno neonazi. Este es el significado del memorando ruso publicado ayer”. La reacción de Graham al respecto ha sido la de felicitar a Medvedev “por este excepcional momento de honestidad de la maquinaria propagandística rusa”, y “agradece que haya aclarado al mundo que Putin y Rusia no tienen ningún interés en la paz”.

En Kiev también han tenido lugar otras reuniones tales como la del presidente Zelenski con el director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Mariano Grossi, quien ha visitado Ucrania por duodécima vez desde que comenzó la guerra. El tema principal de la reunión como no podía ser otro, ha sido el de la situación en la central nuclear de Zaporiyia. Zelenski ha trasladado a Grossi que es esencial que el OIEA esté presente en la central en pleno cumplimiento del derecho internacional, así como que cualquier posible intento de Rusia de reiniciar los reactores es inaceptable. A este respecto, Grossi señaló que en estos momentos “ni siquiera existen las condiciones mínimas de seguridad para tal reinicio”.

Por otro lado, también discutieron sobre la situación del resto de las instalaciones nucleares ucranianas, incluida la de Chernóbil que, recordemos, resultó dañada por un ataque con un vehículo aéreo no tripulado el pasado febrero. Asimismo, abordaron proyectos específicos de cooperación entre Ucrania y el OIEA para el desarrollo de la energía nuclear con el objetivo de que estos también puedan presentarse en la Conferencia de Recuperación de Ucrania que tendrá lugar los días 10 y 11 de julio en Roma.

El primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, por su parte ha sido recibido por su homólogo François Bayrou en Matignon, quien le ha reiterado el compromiso “inquebrantable” de Francia con Ucrania. De hecho, como resultado de la reunión Francia ha anunciado nuevos compromisos. En primer lugar, en lo que concierne a la industria de defensa, Francia ha anunciado un paquete de “garantías de financiación” de hasta 1.500 millones de euros para Ucrania con el objetivo de “movilizar aún más” a las empresas francesas de este sector y desarrollar “colaboraciones a largo plazo” en el “refuerzo de las capacidades de producción y de innovación tecnológica” en ambos países.

En segundo lugar, Francia contribuirá a la reparación de infraestructuras a partir de 2026 con un fondo de apoyo dotado con 200 millones de euros que combinará contribuciones públicas y cofinanciación de empresas y otros donantes. A este respecto, el primer ministro galo subrayó que gracias a un primer fondo que pusieron en marcha por el mismo importe se han podido financiar 19 proyectos de empresas francesas en Ucrania en las áreas de salud, transporte, desminado, energía y agua.

En tercer lugar, Shmyhal y Bayrou han acordado un “programa de cooperación” para apoyar el acceso de Ucrania a la Unión Europea, un acuerdo administrativo para promover la enseñanza del francés en Ucrania y facilitar la movilidad académica, así como una declaración de intenciones para simplificar los trámites de homologación de los permisos de conducir. Por último, se espera que Francia celebre un “evento cultural ucraniano”, aunque no se han ofrecido más detalles al respecto.

Durante su estancia en París, Shmyhal también ha podido participaren una reunión de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en la que ha afirmado que, pese a la guerra, Ucrania continúa implementando las reformas necesarias para unirse, en sus propias palabras, “al club de los países desarrollados”. A este respecto, Shymhal ha comentado que espera que se produzca el año que viene.

Al margen de la reunión de la OCDE, Shmyhal se ha reunido con el ministro de Finanzas noruego, Jens Stoltenberg, es decir, el exsecretario general de la OTAN. Durante su encuentro han discutido en general sobre el apoyo de Oslo a Kiev a nivel militar y la situación en el frente y, en particular, sobre el suministro de gas al país durante la próxima temporada de calefacción.

Por otro lado, el Ministerio de Hacienda y el Banco Mundial están preparando un nuevo acuerdo de “Operación de Política de Desarrollo” que pretende atraer un préstamo del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) en 2025 por un monto mínimo de 1.000 millones de dólares.

Para concluir, y en cuanto a próximas reuniones del lado de Rusia, el secretario del Consejo de Seguridad y exministro de Defensa, Serguéi Shoigu, ha llegado a Pyongyang donde se verá con el líder norcoreano Kim Jong-un. Según medios rusos que citan al servicio de prensa del Consejo de Seguridad, se espera que la conversaciones se centren en la implementación del Tratado de Asociación Estratégica vigente entre Rusia y Corea del Norte, pero también en la conmemoración de los combatientes norcoreanos que “participaron en la liberación de la región de Kursk”.


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