Guerra de Ucrania – Día 1184

Jornada 1184ª de la guerra. Una nueva jornada de intercambio de golpes tanto físicos, como diplomáticos. Mientras Rusia vuelve a hablar sobre la creación de una «zona de amortiguación» al norte del frente que incluiría parte del territorio ucraniano, Kiev acusa a Moscú de no querer negociar, pide más sanciones y logra que los líderes del G7 acuerden mantener los fondos rusos congelados hasta que la guerra termine. Y mientras Ucrania lanza decenas o centenares de drones sobre Ucrania, Rusia hace lo propio un día más. Sobre el frente, continúa la dinámica de las últimas semanas, con pequeños pero constantes avances a favor del Ejército ruso y una importante campaña en las redes para intentar minar la moral ucraniana, a la espera de que en las próximas semanas puedan verse acciones más decididas por parte de ambos bandos, si el alto el fuego no termina de cuajar.

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Durante la pasada jornada, desde el Ministerio de Defensa de Ucrania aseguran haber derribado un total de 112 drones rusos, de ellos 74 por medios cinéticos, mientras que 38 más habrían cedido a la acción de los medios no cinéticos o bien sufrido algún tipo de problema técnico. El total de drones rusos de largo alcance lanzados durante la jornada habría sido de 128, a los que habría que sumar, al parecer, un misil balístico Iskander-M.

Un día más, entre los objetivos rusos, nos encontramos con Kiev, en donde restos de al menos un dron han caído sobre una escuela en el distrito de Darnytsia, aunque no se han registrado heridos. También con Kremenchuk y Mykoláivka. Además, se han registrado explosiones en Pavlorad, resultando dañado un edificio residencial, lo mismo que en Kramatorsk o en Sloviansk. También en la región de Chernivtsy, al oeste del país. En cuanto al misil balístico, habría golpeado Khmenytskyi, aunque no hay demasiada información; sí fuentes que hablan no de uno sino de varios misiles empleados tanto contra esta como contra otras regiones.

Por otra parte, dos civiles han fallecido en Berislav, en la región de Jersón, en este caso por acción de las bombas planeadoras rusas o de la artillería, así como otra más en la capital regional. Además, en la región de Járkov, ha resultado destruido el edificio que albergaba el tribunal del distrito tras ser alcanzado por drones Shahed, según fuentes oficiales.

Del lado contrario, las autoridades rusas hablan del derribo de un total de 644 drones durante la pasada jornada, si se suman las diferentes notas de prensa publicadas por el Ministerio de Defensa del país, incluyendo 85 sobre la región de Moscú. Sea o no el número real, lo cierto es que los aeropuertos capitalinos han sufrido nuevamente restricciones de vuelo que han provocado numerosos retrasos.

Como consecuencia de los ataques ucranianos, se han registrado daños por ejemplo en zonas industriales, así como varios incendios en diferentes puntos de los alrededores de la capital. Moscú no habría sido, en cualquier caso, el único objetivo ucraniano, toda vez que el gobernador de la región rusa de Lipetsk ha anunciado que ocho civiles habrían resultado heridos tras una acción que habría tenido como objetivo una planta de producción eléctrica y una zona industrial en Yelets, en donde habrían sido dañados, además, una veintena de apartamentos según el gobernador regional. En el ataque habría sido alcanzado uno de los mayores productores de baterías químicas de Rusia, la de PAO Energia. En Tula, por su parte, dos civiles habrían sufrido heridas al caer restos de un dron contra una vivienda.

Por otra parte, han seguido los cortes y, en general, los problemas relacionados con las telecomunicaciones en regiones como las de Oryol e Ivanovo. No obstante, como en jornadas anteriores, los cortes parecen derivarse de una orden gubernamental que aplica a los momentos en los que se producen ataques ucranianos y son temporales. Además de lo anterior, 12 personas habrían resultado heridas por un ataque artillero ucraniano contra la localidad de Lgov, en la región de Kursk.

En cuanto a los combates y los movimientos, a la espera de que se materialice el anuncio hecho desde el Kremlin relativo a la creación de una «zona de amortiguación» o «zona de seguridad» en torno las regiones de Kursk, Bélgorod y Bryansk, que incluiría territorios ucranianos en Chernígov, Sumy y Járkov, así como algún tipo de ofensiva más decidida por parte de cada una de las fuerzas implicadas (hay quienes consideran que la ofensiva de primavera rusa ya ha comenzado, aunque es previsible que las acciones más fuertes se produzcan entre junio y agosto), las dinámicas son las mismas que en jornadas anteriores.

Eso sí, siguen multiplicándose los mensajes en las redes, en muchos casos lanzados desde cuentas prorrusas, que inciden en el agotamiento ucraniano y en las escasas posibilidades que tienen de aguantar la presión rusa sin que más temprano que tarde se produzca una ruptura, basándose, como suele ser habitual, en publicaciones occidentales hechas por analistas críticos con el intervencionismo exterior estadounidense o en las declaraciones de los propios ucranianos.

Son, en cualquier caso, el mismo tipo de mensajes que han salido a relucir periódicamente, por ejemplo después de la caída de Bakhmut o de la de Avdíivka y, entendemos, forman parte de una campaña de presión destinada a forzar a Ucrania a aceptar dolorosas concesiones territoriales, algo sobre lo que, por cierto, se ha pronunciado recientemente el general Zaluzhnyi, en un mensaje que ha sido comentado por diversos analistas.

En cuanto a la «zona de amortiguación», más allá de las preocupaciones de seguridad rusas, que temen nuevos golpes de mano como la ofensiva de Kursk, está el hecho de que la actual superioridad numérica rusa se verá maximizada cuanto más larga sea la línea que Ucrania debe cubrir. Máxime si en el establecimiento de esa zona de seguridad participan no unidades destinadas ex profeso a la «Operación Militar Especial» sino, al darse prácticamente en su totalidad en territorio ruso, las unidades asignadas al Distrito Militar de Moscú.

Explicado esto, y pasando ahora sí a la situación sobre el terreno, iniciamos el repaso hoy por el sector de Járkov, ya que se habrían registrado nuevos ataques y avances rusos en dirección sur en la ciudad de Vovchansk, que se suman a los compartidos en los informes anteriores.

En el sector de Siversk, son cada vez más las fuentes que dan credibilidad a los progresos rusos hacia el interior de la localidad de Verkh’Okam’yans’ke.

Situación en dirección a Konstyantynivka. Fuente: @Majakovs73.

Cambiamos ahora hacia el sector de Toretsk, ya que allí han proseguido los enfrentamientos en torno al núcleo urbano, así como los bombardeos rusos contra zonas al norte del mismo. Además, en dirección a Konstyantynivka, el Ejército ruso ha ganado terreno al norte de Novoolenivka, así como, en la misma zona, pero al oeste de la T0405, en los alrededores del río Poltavka. Además de todo esto, el Ministerio de Defensa ruso ha publicado una nota de prensa en la que afirma tener el control de Nova Poltavka, algo que consiguió en realidad días atrás.

En el sector de Pokrovsk, las novedades son muy escasas, hablándose, más allá de los ataques constantes, de cambios al sur del río Solona, en dirección al oeste de Olensandríivka, en donde el Ejército ruso busca alcanzar Novomykolaivka y, con ello, la frontera con la región de Dnipró, ya muy cercana a sus posiciones, como reconocen los propios ucranianos.

En el sector de Kurajove, más al sur, también se han seguido acumulando cambios a favor de Rusia, en este caso al oeste de Nadíivka. Lo más relevante, sin embargo, continúa ocurriendo al sur del río Vovcha, en torno a Bahatyr, localidad cuyo control sigue en disputa.

Cerramos con el sector de Velika Novosilka, en donde además de los progresos de los últimos días en Zelene Pole y Novopil’, las tropas rusas intentan llegar desde Vesele, a través de Fedorivka, así como desde Odradne (en la que han entrado recientemente), a la localidad de Komar, en el curso del Mokri Yaly.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

En cuanto al apartado internacional, la novedad más importante, una vez más, es que no hay novedades tangibles en las negociaciones destinadas a lograr tanto un alto el fuego, como una posterior salida al conflicto. Rusia, que continúa sin tener incentivos claros para negociar y sí muchos para dilatar el proceso (sus propios ciudadanos parecen bastante descreídos al respecto), continúa dando largas y cuestionando al equipo negociador ucraniano, al tiempo que anuncia, como se ha explicado, la creación de una zona de buffer en torno a Kursk, Bryansk y Bélgorod y sigue con su ofensiva de primavera. Todo ello, mientras Ucrania denuncia la situación ante sus aliados, solicitando un día más el refuerzo de las sanciones y de la presión económica sobre Rusia, así como ofreciendo y solicitando nuevas formas de apoyo militar.

En el primer caso, han logrado anotarse un tanto con la decisión adoptada por el G7 de mantener congelados los activos rusos hasta que la guerra de Ucrania termine. En cualquier caso, dado que la mayoría de dichos activos están en poder de Estados europeos, era algo en lo que Washington, que ya ha anunciado su disposición a restablecer a la mayor brevedad las relaciones comerciales con Rusia y los intercambios económicos, no podía presionar demasiado.

En el segundo caso, tenemos que el ministro de Finanzas de Ucrania, Sergii Marchenko, ha anunciado en las últimas horas que ha propuesto a los estados miembros de la Unión Europea que participen directamente, a partir del próximo año, en la financiación de los activos militares de su país, integrándolos en sus propios sistemas de defensa. Según Marchenko: «Lo que proponemos es la participación de los socios en la financiación de las fuerzas armadas ucranianas y, en consecuencia, la integración del ejército ucraniano en el sistema de defensa europeo. El coste de dotar a las fuerzas armadas ucranianas de seguridad europea representará solo una pequeña parte del PIB de la UE. Podría distribuirse entre los países dispuestos a unirse a la iniciativa e incluirse en el cálculo del gasto de defensa, de acuerdo con sus compromisos con la OTAN».

El ministro de Finanzas ucraniano, además, ha dado cifras sobre el apoyo económico recibido por Ucrania desde 2022, que data en 133.000 millones de euros, lo que habría «permitido al gobierno mantener la estabilidad macrofinanciera a pesar de una guerra generalizada, garantizar el pago de salarios a maestros, médicos y funcionarios, así como las pensiones y beneficios sociales asignados a los más vulnerables».

La parte que sí parece avanzar de las negociaciones es la relativa a los intercambios de prisioneros. Al menos, desde Ucrania el jefe de la Oficina del Presidente, Andriy Yermak, asegura que su país ya ha hecho su parte del trabajo, lo que quiere decir que han entregado a Rusia los nombres del millar de hombres que quieren que sean devueltos, estando a la espera de una decisión de la parte contraria, que ha confirmado la recepción del listado y el envío de su propio listado.

Por lo demás, la situación de las negociaciones ha sido resumida a la perfección por el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, quien ha dicho que «no hay acuerdo» para una segunda reunión ni, tampoco «ningún acuerdo concreto sobre futuras negociaciones», aunque seguirían «trabajando para implementar los acuerdo ya alcanzados», en referencia al intercambio de prisioneros.

Pese a ello, y como es lógico, desde Ucrania han reaccionado al anuncio de Putin de crear una «zona de amortiguación» asegurando que Rusia no desea la paz, como ha hecho el ministro de Exteriores ucraniano, Andrii Sybiha en redes sociales. Según las palabras de Sybiha: «Estas nuevas afirmaciones agresivas rechazan claramente los esfuerzos de paz y muestran que Putin ha sido y sigue siendo la única razón por la que continúan los asesinatos. Necesita enfrentar más presión para poner fin a esta guerra».

No ha sido la única actividad que ha mantenido el diplomático ucraniano durante la jornada, toda vez que ha participado en una llamada con su homólogo canadiense, Anita Anand, recién nombrada para el cargo y a quien ha agradecido tanto el apoyo que tradicionalmente ha mantenido el país norteamericano como los esfuerzos por presionar a la hora de lograr un alto el fuego de 30 días. Además, han coordinado posiciones en relación, por ejemplo, con la agenda del G7, cuya presidencia de turno ostenta Canadá.

De Sybiha pasamos a Zelenski, pues el presidente ucraniano también ha hablado sobre temas como las salidas al conflicto. En concreto, en una reunión mantenida con la cúpula militar, en la que habría tratado, entre otros temas, las «bases militares de la diplomacia». En concreto, asegura que están «trabajando para garantizar que se celebre lo antes posible. El interés de Ucrania no es prolongar la guerra, sino estar preparada para cualquier eventualidad. Es evidente para el mundo que Rusia tiene la culpa de que la guerra siga en curso». Además, Zelenski afirmó también que «Ucrania está dispuesta a tomar las medidas más rápidas posibles para lograr un alto el fuego real y el establecimiento de una nueva arquitectura de seguridad. Estamos realizando todo el trabajo preliminar necesario. Lo que se necesita es una disposición recíproca por parte de Rusia, y no la hay ahora, y sin presión global, eso no cambiará. Estamos haciendo nuestra parte para mantener esa presión, principalmente mediante nuestra defensa y operaciones activas. Agradezco a todos nuestros guerreros su resiliencia y sus resultados tangibles». Todo lo cual debe hilarse con los recientes ataques con drones contra distintos puntos de Rusia, que serían parte de esa presión.

Más allá de esto, Zelenski ha hablado con el primer ministro de Eslovenia, Robert Golob, agradeciendo su apoyo e invitándole a tomar parte en la cumbre Ucrania-Sureste de Europa, a la vez que la ha informado sobre qué países acudirán a esta cita.

Zelenski, además, ha hablado con el presidente serbio, Vucic, en la que habrá sido una conversación incómoda dadas las orientaciones del serbio. No obstante, han tratado tanto sobre la integración europea, como sobre la colaboración bilateral, en una jornada en la que los Balcanes recibían además la visita de la Alta Representante de la UE, Kaja Kallas, quien además de verse con distintos líderes, ha mostrado el apoyo europeo a la sociedad civil y ha llamado la atención al Gobierno serbio sobre la necesidad de implementar reformas y redefinir su orientación estratégica. Además, ha animado a los líderes de las fuerzas políticas kosovares a superar el estancamiento político y formar rápidamente un Gobierno. Acciones todas que, en conjunto, desde Belgrado interpretarán, como suele hacer Rusia, como una práctica de guerra híbrida más que como una mera visita diplomática…

Otro punto de interés de la jornada lo encontramos en Bruselas, pues se ha sabido que en la agenda del Consejo que se celebrará el próximo 27 de mayo estará la retirada de voto a Hungría, por sus constantes incumplimientos de los principios de la UE. Si los Veintisiete llegan a tomar una decisión al respecto, esto supondrá que el gobierno de Orban, abiertamente contrario tanto al proyecto europeo como al apoyo a Ucrania, no podrá ejercer su derecho de veto.

Suiza también está de actualidad, ya que según los ucranianos, el país helvético ha mostrado su disposición a acoger conversaciones de paz ruso-ucranianas, siguiendo la estela de Turquía, que las ha acogido recientemente, o el Vaticano, que también ha sido señalado en los últimos días.

También Alemania, pues el nuevo canciller, Merz, se ha mostrado favorable, en un gesto a sus socios de la UE, a prohibir los gasoductos Nord Stream que conectan su país con Rusia. Las declaraciones de Merz llegan un tiempo después de que Financial Times publicase que empresarios estadounidenses y rusos buscaban reiniciar el flujo de hidrocarburos a través de dichos ductos. Así las cosas, Merz sería favorable a que el Nord Stream quedase incluido en una nueva ronda de sanciones europeos, de forma que reanudar su uso pase a ser no un problema alemán (país sometido a la presión rusa y estadounidense, llegado el caso), sino del conjunto de la UE.

Hablando de sanciones y de hidrocarburos, además, tenemos que en las últimas horas se ha publicado que Rusia está acometiendo recortes presupuestarios en diversos sectores, incluyendo las inversiones en automoción, tecnología y aeronáutica, como consecuencia de la caída de los ingresos derivados de las exportaciones de hidrocarburos. Pese a la presión económica a la que está siendo sometido el país, y a pesar también de las sucesivas rondas de sanciones, seguimos pensando que resulta difícil que, salvo que los Estados Unidos cambien radicalmente de actitud y apoyen un incremento masivo de las sanciones, la economía rusa seguirá soportando el castigo, al menos durante varios meses más.

Además de todo esto, en las últimas horas el personal de la central nuclear de Zaporiyia ha informado al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de que un dron se estrelló en el tejado de un centro de formación, situado en el límite del perímetro de la instalación. De esta forma «Esta sería la tercera vez este año que el centro de entrenamiento es el objetivo de un dron».

Por último, cerramos hoy con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, no a causa de ninguna declaración o visita al exterior, sino porque ha sido galardonado por Putin con la Orden de San Andrés Apostol, la más alta condecoración de Rusia, por «sus destacados méritos a la patria, su gran contribución al desarrollo y la implementación de la política exterior de Rusia, así como por sus muchos años de fructífero servicio al Estado».


Comentarios

2 respuestas a «Guerra de Ucrania – Día 1184»

  1. Avatar de Marcelino Rodríguez Maldonado
    Marcelino Rodríguez Maldonado

    Me parece muy grave que a un país de la UE se le quite su derecho a veto. ¿Las normas se incumplen porque no les gusta lo que vota Hungría?.

    1. En primer lugar, las normas no se incumplen. Es decir, que si se le llega a retirar el derecho a voto, será dentro de los tratados. En segundo lugar, quien incumple sistemáticamente la normativa europea, y de ahí la situación, es Hungría.

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