Guerra de Ucrania – Día 1075

Durante la última jornada de guerra, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha afirmado que las conversaciones con Ucrania y Rusia «van bastante bien» y que tienen «previstas reuniones y discusiones con diferentes actores», incluidos estos dos países, como no podía ser de otra forma. Al mismo tiempo, el primer ministro británico, Keir Starmer, quien en unas horas estará en Bruselas para hablar sobre defensa con la UE, pedía a sus aliados del continente que redoblasen sus esfuerzos contra Putin. Sobre el terreno, en otra jornada de intercambios a larga distancia, las Fuerzas Armadas rusas han alcanzado nuevamente distintos puntos de Ucrania, mientras que las de este país, por su parte, han provocado cuantiosos daños en una nueva refinería, en esta ocasión situada en Volgogrado.

Sin ti, este sitio no podría seguir funcionando. Ayúdanos mediante una pequeña donación a través del siguiente enlace:

Hoy comenzamos por un pequeño «What If», toda vez que se ha publicado que el anterior jefe del Estado Mayor ucraniano, el general Zaluzhnyi, habría propuesto en su día proceder con una invasión de territorio ruso al estilo de la que actualmente mantiene activa Ucrania en Kursk, pero en este caso en Bélgorod. Así, según el general Viktor Nazarov, quien lo ha contado en una entrevista a la BBC británica «La idea era lanzar una ofensiva en territorio ruso, en dirección a la intersección de las regiones de Kursk y Belgorod, en dirección a Belgorod. Sólo hacía falta una decisión política».

La gracia del asunto es que la idea se propuso ya a finales de 2022, cuando Ucrania todavía disponía de la iniciativa estratégica tras las ofensivas exitosas de Járkov y Jersón, Rusia estaba en su peor momento en términos humanos, industriales e incluso morales y que la operación (aunque precisamente por todo ello, en ese momento implicaba un enorme riesgo de escalada), tenía muchos más visos de éxito que no la posterior ofensiva meridional, llevada a cabo en verano del 2023 con un resultado nefasto, o la actual operación de Kursk, que ha abierto la puerta a Rusia a lograr avances en el este y sureste de Ucrania debido a la escasez de personal de las AFU.

Más relevante incluso: la capital de la región, además de estar mucho más cerca de la frontera ucraniana que la ciudad de Kursk (a donde finalmente los ucranianos no pudieron llegar aunque durante unos días pareció que podían hacerlo, tomando objetivos estratégicos como la central nuclear) Bélgorod es una de las claves, si no la clave, del movimiento de tropas y pertrechos rusos en dirección al frente, actuando los ejes Voronezh-Bélgorod y Kursk-Bélgorod como ejes logísticos de primer orden.

Por supuesto, es especular demasiado y esto no pasa como hemos dicho de ser un «What If», pero en un momento en el que Rusia no había reconstituido sus fuerzas, ni activado su industria de defensa a los niveles posteriores y en el que trabajaban ya a destajo en la defensa tanto del «pasillo terrestre», construyendo la famosa línea Surovikin, lograr una penetración suficiente en Bélgorod se antojaba posible. Máxime conociendo la desprotección de las regiones rusas más allá de la frontera ucraniana, como demostraron en su momento las incursiones de las unidades de voluntarios rusos opuestas al Kremlin precisamente en Bélgorod o como dejó meridianamente clara la «cabalgada» de Prigozhin y sus hombres…

Volviendo ahora a la realidad, tenemos que la Fuerza Aérea de Ucrania informó durante la pasada jornada de que Rusia habría lanzado un total de 55 drones suicidas Shahed-131/136 (Geran-1/2) sobre el país, especificando que los sistemas fueron lanzados desde las regiones de Kursk, Oriol y Primorsko-Akhtarsk. Del total de aparatos, aseguran haber derribado 40, mientras que otros 13 se habrían visto afectados por los sistemas de guerra electrónica o bien habrían sido apartados de su rumbo por otras razones como fallos técnicos.

Respecto a los daños, en esta ocasión parecen haber sido mínimos. Aun así, se han registrado incidentes con víctimas, como el que en la región de Jersón ha provocado que cinco personas, incluyendo dos menores, resulten heridos tras ser alcanzado un minibús por un dron, en este caso táctico.

Además, de los ataques de la jornada anterior han seguido trascendiendo consecuencias. Así, por ejemplo, en el ataque contra un edificio residencial en Poltava, que había dejado 14 muertos, el número de heridos finalmente se ha elevado a una veintena. Además, una mujer habría fallecido finalmente en Jersón.

Por otra parte, una explosión hirió a una persona cerca de un centro de reclutamiento del ejército ucraniano en Pavlohrad, en la región de Dnipró. Así, «Según información preliminar, un hombre resultó herido por la explosión de un objeto no identificado», según el comunicado publicado por la policía ucraniana.

Del lado ruso, por su parte, han hablado del supuesto derribo de «un sistema de lanzamiento múltiple de cohetes HIMARS de fabricación estadounidense y 44 vehículos aéreos». Lo que no han dicho es que los ucranianos, durante la pasada noche han alcanzado una refinería perteneciente a la empresa Lukoil situada en territorio ruso, concretamente la de Volgrado (48.50746310316582, 44.603453417393844), causando cuantiosos daños a tenor del volumen de los incendios detectados por la herramienta FIRMS de la NASA. Además, también han alcanzado una planta de procesado de gas, en este caso situada en Astracán, lo que ha provocado a su vez también incendios.

Sobre la línea de frente, comenzando por el sector de Kursk, si bien no hay cambios de posiciones en las últimas horas (al menos relevantes, aunque sí alguna especulación acerca de movimientos menores) sí nos encontramos con la noticia de la muerte del comandante del destacamento de voluntarios BARS-22 «Tigre» y vicegobernador del Krai de Primorie, Sergei Yefremov, al parecer a causa de la explosión de una mina, según habría anunciado Oleg Kojemiako, gobernador de dicho Krai, en Telegram, algo de lo que varias cuentas se han hecho eco en otras redes sociales. Del lado contrario, un misil Iskander-M ha alcanzado un puesto de mando ucraniano cerca de la localidad de Barvinkove, en la región de Sumy, pero utilizado para el mando y control de las tropas ucranianas en Kursk. Los rusos, además, están empleando en cada vez mayor número los FPVs filoguiados para hacer daño a la logística ucraniana, en muchos casos dejándolos en «reposo» al borde de las carreteras, con la cámara apuntando hacia estas para que, cuando pase por allí algún objetivo de cierto valor, como un camión, elevar el vuelo y lanzarse a por él.

Pasando al sector del Oskil, allí continúan las operaciones rusas al norte de Kupiansk, en la orilla occidental de dicho río y cada vez más cerca de la parte noroccidental de dicha ciudad, toda vez que las tropas rusas habrían alcanzado Kalynove. Además, al sur, en la orilla occidental del Zherebets, estarían haciendo lo propio un día más.

En el sector de Siversk, el hecho más destacado del día es la voladura del puente que conecta esta localidad con Serebryanka. No hay cambios en cualquier caso, si bien prosiguen los ataques rusos contra distintos puntos de las líneas ucranianas. De hecho, recientemente las AFU habrían lanzado un contraataque en Bilohorivka como respuesta a un intento ruso desde el sur y el este por hacerse con los restos de esta localidad y sus escombreras.

En cuanto al sector de Chassiv Yar, continúan allí los combates, sin que por el momento las tropas rusas puedan romper las líneas establecidas por los ucranianos al norte de la localidad, en donde tienen concentrados un buen número de unidades (o más bien, elementos de un buen número de unidades).

Cambiando hacia el sector de Pokrovsk, continúan los combates, en esta jornada sin cambios de consideración. A propósito de este sector, resulta interesante comprobar cómo las tropas rusas no parecen seguir ningún objetivo claro a corto plazo (como sería la toma de esta ciudad) sino que, como hemos venido explicando en varias ocasiones, se limitan a intentar avanzar por todos aquellos espacios en los que las defensas ucranianas son más débiles o no se han erigido fortificaciones, con la esperanza de que pasado el tiempo y con un coste asumible (para sus estándares), esto por sí mismo permita ir forzando la retirada ucraniana de distintos puntos de cierta relevancia.

Respecto a Kurajove, por una parte las tropas rusas han seguido penetrando en Andríivka en las últimas horas. Por otra, han hecho lo propio en Dachne, si bien recogimos estos cambios en el informe de ayer, publicado algo más tarde de lo habitual.

En cuanto al sector de Velika Novosilka, por último, desde allí llegan testimonios de la baja moral de los militares ucranianos, que implicaría un elevado número de bajas temporales por ejemplo por agotamiento y estrés.

Distribución de sectores en el frente ucraniano según Clément Molin
Distribución de sectores en el frente ucraniano según Clément Molin. Fuente: @clement_molin.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

El apartado internacional comienza hoy por los Estados Unidos, pues como hemos adelantado en la entradilla, a su vuelta de su residencia de Florida, Trump ha declarado que los contactos con Rusia «van bastante bien». La frase completa, de hecho, ha sido «Tenemos reuniones y conversaciones programadas con varias partes, incluidas Ucrania y Rusia. Y creo que esas conversaciones están yendo bastante bien». Lo cual no quiere decir, obviamente, que haya hablado directamente con Putin (recordemos que desde el Kremlin niegan cualquier contacto por el momento), ni tampoco que se haya llegado a ningún acuerdo de ningún tipo, ni siquiera relativo a la fecha para un primer encuentro.

También ha vuelto a pronunciarse sobre las hipotéticas conversaciones de paz el enviado especial de Trump, Keith Kellog, quien ha recalcado que ambas partes del conflicto tendrán que hacer concesiones para poner fin a la muerte y la destrucción y que si bien Zelenski «ya ha indicado que suavizará su posición sobre la tierra […]. Putin tendrá que suavizar sus posiciones también».

También se ha pronunciado sobre el final de la guerra Zelenski, quien dice que «Rusia no quiere terminar la guerra de forma justa, sino que quiere terminarla destruyendo la libertad y la independencia de Ucrania». Algo que a juicio del ucraniano «No se trata de retórica, sino de su objetivo. No han logrado su principal objetivo: Ucrania sigue en pie». Además, una vez más, ha acusado a Putin de cobardía, argumentando que «Putin teme negociar directamente con Ucrania, pues en su opinión eso significaría derrota y debilidad. En cambio, insiste en la vieja narrativa de que se trata de una guerra entre Occidente y Rusia, porque admitir que está perdiendo contra Ucrania le resulta insoportable».

Los intercambios -siguiendo con el tema de las negociaciones- en torno a la legitimidad de Zelenski como interlocutor (que Putin niega, como sabemos), han seguido también produciéndose en las últimas horas. Se ha pronunciado en concreto el ministro de Exteriores ucraniano, Andrii Sybiha, quien ha dicho que «Las declaraciones de Putin sobre la legitimidad del presidente de Ucrania son absurdas. Durante su estancia de un cuarto de siglo en el Kremlin, Ucrania vio a tres presidentes cambiar en elecciones justas; el presidente Trump regresó para un segundo mandato después de una victoria impresionante. Esto es democracia y legitimidad». En cualquier caso, como explicamos en el informe de ayer, incluso desde los Estados Unidos piden que en Ucrania se celebren elecciones tras un alto el fuego, por lo que la cuestión seguirá estando de actualidad en las próximas semanas y meses.

Sybiha, además, ha recordado que el pasado sábado se celebró una fecha por la mayoría olvidada, pero importante para los ucranianos: se cumplían 4.000 días desde que la agresión rusa, iniciada en 2014 y no en 2022, diese inicio.

Más allá de esto, la actualidad de la jornada nos lleva a Bruselas, pues en cuestión de horas se celebrará un nuevo EUCO, enfocado en esta ocasión tanto en la estrategia a seguir frente a Rusia, como en los aranceles impuestos por Trump a México y Canadá hace unas horas (y los que previsiblemente impondrá a la UE), así como acerca de la situación de Groenlandia. Curiosamente, la reunión no tendrá el formato habitual, sino que el presidente del Consejo, Antonio Costa, ha hablado de ella como si de una suerte de «retiro» se tratase. Algo hasta cierto punto lógico, dada la necesidad de reflexión por parte de unos europeos que podrían acordar una postura común con Canadá contra Trump (por temas como los aranceles o los planes de control sobre Groenlandia y el Ártico del estadounidense), pero que al mismo tiempo necesitan de su principal aliado para asegurar su defensa. Ahora bien, la cuestión es más peliaguda en este caso. Por una parte, porque los aranceles de Trump estarían generando una ola de patriotismo y reacción en su vecino del norte, que ha tomado medidas de retorsión. Por otra, porque en términos más amplios, porque debilitar el vínculo con los aliados reduce el poder relativo que proporciona actuar en coalición. Eso sí, no cabe esperar que el EUCO de lugar a decisiones relevantes, aunque sólo sea por la situación interna de países como Francia o Alemania.

A la cita, además, acudirá el primer ministro británico, Keir Starmer, quien además de reunirse con los Veintisiete tras pedirles «redoblar esfuerzos» en materia de defensa durante la tarde, se verá primero con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte. Según el comunicado publicado desde Downing Street, el británico «Instará a los aliados más cercanos del Reino Unido a intensificar sus esfuerzos y asumir una mayor parte de la carga de garantizar la seguridad de Europa». Un discurso que, dicho sea de paso, no parece que vaya a calar por ahora en España.

En cuanto a Rutte, por cierto, parece que se reunirá por separado con Orban, si bien no ha trascendido qué temas en concreto tratarán.

Otro punto caliente lo encontramos en Georgia, en donde han vuelto a reproducirse las protestas en las últimas horas, lo que ha llevado a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad a incrementar el grado de represión, algo que han hecho mediante detenciones y el empleo de la violencia contra los manifestantes. Esto último, como es habitual, ha sido rápidamente denunciado desde instancias europeas, como ha hecho por ejemplo la Alta Representante de la UE, quien ha dicho que «La brutal represión contra manifestantes pacíficos, periodistas y políticos esta noche en Tbilisi es inaceptable» y ha dejado caer que la actual «Georgia no está a la altura de ninguna expectativa que se pueda tener de un país candidato», si bien «La UE apoya al pueblo de Georgia en su lucha por la libertad y la democracia».

Pasando a Rusia, desde este país tanto la Defensora del Pueblo, como el Ministerio de Asuntos Exteriores se han pronunciado sobre el ataque del que hablamos ayer contra Sudzha en el cual habían perdido la vida cuatro personas tras ser alcanzado un instituto. El suceso, del que Ucrania culpa a la propia Rusia, según la portavoz de Exteriores de este último país, María Zajárova, habría sido llevado a cabo por la artillería ucraniana. Además, Zajárova ha dicho también que «Hacemos un llamamiento a todos los gobiernos responsables, en primer lugar a aquellos que están sinceramente interesados ​​en resolver la crisis ucraniana lo antes posible, y a los organismos internacionales pertinentes, para que condenen firmemente este crimen atroz y se distancien públicamente del gobierno de Kiev y sus patrocinadores occidentales, que cometen ataques terroristas de este tipo». Declaraciones muy parecidas a las hecha por la Defensora del Pueblo rusa, Tatiana Moskalkova, desde Telegram ha exigido que «el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el director de la OIDDH de la OSCE, el Secretario General del Consejo de Europa y el Comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa condenen el crimen contra la humanidad cometido por el régimen de Kiev».

Cerramos hoy con el apartado humanitario, pues hace un año, Ucrania y Canadá pusieron en marcha la Coalición Internacional para el Retorno de los Niños Ucranianos y celebraron su primera reunión plenaria en Kiev, lo que ha sido recordado desde el Ministerio de Exteriores de Ucrania, institución que ha hecho un llamamiento a Rusia para que ponga fin de inmediato a la práctica de la deportación y traslado forzoso de niños ucranianos y ha invitado «a todos los países y organizaciones a unirse a nosotros en la Coalición y a firmar el Compromiso de Montreal».


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *