Jornada marcada por la actualidad bruselense, en donde los Veintisiete han renovado las sanciones contra Rusia sin que Hungría, país que había amenazado con un veto, finalmente haya sido capaz de imponerlo. No ha sido el único tema tratado en el Consejo de Exteriores, ni tampoco el único asunto en un día en el que se han sucedido los actos en recuerdo del Holocausto tanto en Polonia, a donde ha acudido Zelenski, como en Rusia. Más allá de esto, en una nueva jornada en la que Rusia habría lanzado más de un centenar de drones Shahed sobre Ucrania, los combates han continuado con nuevos progresos del Ejército ruso en sectores como los de Chassiv Yar, Pokrovsk o Kurajove.
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Hoy comenzamos hablando de drones, pues recientemente se ha publicado un interesantísimo hilo en la red social X por parte de un primer espada como es Samuel Bendett, en el que se muestra una vez más la importancia que estos ingenios tienen para uno y otro bando y el papel que la masa y el coste de los sistemas están jugando en la guerra de Ucrania y, por extensión, jugarán en las venideras.
Como sabemos, a lo largo de 2024 se emplearon en la guerra de Ucrania por parte de ambos bandos, varios millones de drones de distintos tipos, desde FPVs muy baratos y utilizados como material fungible, con el tratamiento prácticamente de una munición, a cuadricópteros mucho más pesados destinados a tareas de reconocimiento o incluso bombardeo todo-tiempo, por no hablar de aparatos de ala fija; cada uno de ellos operando a una distancia y altitud determinadas formando entre todos un todavía imperfecto «sistema de sistemas».
Decimos imperfecto, porque aunque todos estos drones actúan con un propósito común y se emplean en el marco de una incipiente doctrina, por unidades ad hoc y de forma coordinada, por el momento no existen lo medios técnicos como para lograr que todos ellos estén comunicados entre sí de forma automatizada, sino que los equipos que manejan los drones de reconocimiento y los de ataque -además a distintos niveles y distancias- y las comunicaciones entre ellos forman todavía un cuello de botella todavía insalvable.
Sin embargo, están ahí y han llegado para quedarse, en una carrera por la innovación que sólo puede ir a más a corto y medio plazo; algo que es mejor asumir salvo que los ejércitos occidentales (al menos algunos de ellos) pretendan sufrir un número de bajas atroz y que, por el momento, no parece que se esté haciendo, limitándose los encargados de la doctrina, el adiestramiento o el planeamiento a poner pequeños parches, cuando no confiando ciegamente en promesas industriales que difícilmente se cumplirán.
La evolución en el número de drones y su tipología empleados en Ucrania, los cambios en esta (pasando de ser mayoritariamente aparatos de conocidas marcas como DJI, Autel o Parrot adaptados pero con limitaciones a una amalgama mucho más variada de diseños afinados para misiones concretas) o los avances técnicos experimentados (sistemas de lanzamiento de granadas, drones tipo FPV, sistemas de guiado terminal basados en IA, guiado por cable de fibra óptica…) nos hablan de un fenómeno que en realidad está todavía en la parte más empinada de la curva de innovación. Una curva que podría extenderse durante muchos años antes de tocar techo…
Lo que es peor, por razón del coste y la facilidad de ser producidos en cantidades industriales, incluso aunque los drones fuesen superados en ciertos aspectos por los sistemas de defensa aérea o los sistemas de guerra electrónica, continuarían siendo un problema considerable durante bastante tiempo. Es decir, que incluso en el caso hipotético (muy poco probable) de que se desarrollasen sistemas EW, sistemas antiaéreos basados en láser o en proyectiles muy asequibles o drones C-UAS capaces, el hecho de que cualquier ejército con un mínimo de posibles pueda desplegar enormes cantidades de cuadricópteros de distintos tipos muy baratos seguirá dejando la ventaja por un tiempo difícil de calcular en manos de la espada y no del escudo.
Todo ello sin necesidad de tocar siquiera el fenómeno de la difusión, que ha llevado en cuestión de meses a ver aparatos que antes sólo tenían cabida en el conflicto ucraniano en funcionamiento en lugares tan dispares como Oriente Medio, Hispanoamérica o distintos puntos de la geografía africana como Ruanda o Malí sin ir más lejos.
Cambiar las inercias, para Fuerzas Armadas como las españolas, más allá de salir de la inopia actual, que va acompañada de una notable capacidad de autoengaño, necesitará de inversiones ingentes (algo que no parece que esté en el horizonte, al menos a corto plazo), de cambios en el sector industrial de la defensa y de una remodelación profunda del sistema de adquisiciones de forma que pueda responder a necesidades que cambian mucho más rápido de lo que lo han hecho en cualquier momento posterior a la Segunda Guerra Mundial. Y ya se sabe lo que dice la canción, basándose en San Felipe Neri: «State buoni se potete tutto il resto è vanità…».

Y de drones, pasamos a drones, aunque en este caso de ataque a larga distancia, en concreto a los Shahed-131/136 (Geran-1/2) (por cierto, que desde Irán no dejan de evolucionar la familia) de los que Rusia habría empleado contra Ucrania durante la pasada jornada hasta 104 unidades según el Ministerio de Defensa de este último país, siendo derribados al parecer 57, mientras que 39 más habrían sucumbido a los sistemas de guerra electrónica o habrían perdido su rumbo por otras razones.
Entre los daños registrados, se han visto viviendas dañadas por la caída de restos en Sumy, al igual que en Dnipró y se ha hablado de explosiones en otras localidades como Krivói Rog o la propia Kiev, así como en Sumy. Además, se ha producido un incendio en el distrito de Holodnohirsky , en la ciudad de Járkov, aunque no han trascendido pérdidas humanas ni tampoco daños de consideración tampoco en este caso.
En el caso contrario, desde Rusia no han trascendido tampoco noticias de nuevos ataques ucranianos a larga distancia, como los que en jornadas anteriores han golpeado la industria militar o la de refino. Pese a ello, desde el Ministerio de Defensa de la Federación Rusa han hablado del supuesto derribo de «cuatro sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes HIMARS de fabricación estadounidense y 64 vehículos aéreos no tripulados de ala fija» en las últimas horas.
En cuanto a los combates y los movimientos, la última jornada de guerra en Ucrania nos ha dejado escasas novedades. Comenzando por Kursk, aunque en puridad no hay cambios en la línea de frente, lo más relevante son las noticias que hablan sobre una salida de las tropas norcoreanas de la primera línea, debido a las pérdidas acumuladas. Por el momento, mientras se sigue rumoreando con la llegada de más efectivos de esta nacionalidad, lo cierto es que no hay datos para saber si el paso a retaguardia es para completar un R&R después de semanas de combates o si es por otras razones.
Más allá de lo anterior, apenas hay noticias de los sectores de Járkov, del Oskil o de Siversk y, en cualquier caso, ningún cambio, por lo que pasamos a Chassiv Yar, en donde la única novedad serían los renovados ataques rusos desde la planta de material refractario en las últimas horas contra edificios céntricos, que según algunas fuentes habrían llevado a la retirada ucraniana del centro urbano.
En el caso de Toretsk, continúan los combates en dirección al Krivii Toretsk, con lanzamiento de bombas planeadoras en las últimas horas contra las posiciones de las AFU en el espacio entre la ciudad y Leonidivka (y respuesta artillera ucraniana), en donde no obstante resisten.
En el sector de Pokrovsk, las tropas rusas continúan intentando avanzar hacia el interior de la villa de Udachne, al oeste del sector, por el momento sin éxito. Diferente es la situación más al sur, con reportes que hablan de la entrada de tropas rusas en la localidad de Nadíivka, que ahora estaría bajo su control.
En el de Kurajove, han seguido los rusos acumulando pequeños avances entre Ukrainka y Andriívka, sin que esté en absoluto clara la situación de esta última localidad ni, tampoco, hasta qué punto las tropas rusas, que la han atacado recientemente, han logrado asentarse o no en algunas edificaciones al noreste de la misma.
En cuanto a Velika Novosilka, la situación continúa igual, con las tropas rusas intentando afianzar el control de la localidad, lo que implicará revisión casa por casa en busca de trampas y de tropas ucranianas que hayan podido quedar aisladas, si bien serán casos puntuales de producirse. La caída de esta población, en cualquier caso, ha llevado a muchos a publicar diversos artículos relativos a la situación de las tropas ucranianas y las posibilidades de este país a la hora de defenderse, la mayoría mostrando perspectivas muy negativas. Algo sobre lo que también se ha pronunciado recientemente Budanov, quien habría advertido que si no se inician negociaciones serias antes del verano, «la existencia de Ucrania podría estar en peligro» en un mensaje que podría tener un componente interno importante, preparando a la población ucraniana para dichas negociaciones (cuestión que, al menos por el momento, no parece avanzar tan rápido como se esperaba).

Contexto internacional, diplomacia y sanciones
La actualidad internacional relacionada con la guerra de Ucrania comienza, como hemos adelantado en la entradilla, por Bruselas. Al fin y al cabo, allí los Veintisiete votaron finalmente por unanimidad a favor de renovar las sanciones (por otros seis meses más) que están en vigor contra Rusia, si bien los ministros de Exteriores de los Estados miembros, no han sido capaces de aprobar un nuevo tramo de ayuda a Ucrania. No habría ejercido por tanto Hungría el veto con el que amenazaba, algo que habría sido posible tanto por la presión del resto de Estados miembros, como por la concesión de determinadas garantías relativas a la energía.
La renovación de las sanciones, en cualquier caso, no ha sido lo único que se ha hablado en la reunión del Consejo de Asuntos Exteriores, en la que participó por vía telemática el ucraniano Andrii Sybiha (quien rápidamente agradeció en redes sociales la extensión de las sanciones). De hecho, los ministros examinaron las formas de intensificar el apoyo militar de la UE a Ucrania, abordaron el espinoso asunto de las relaciones con los Estados Unidos tras la llegada de Trump a la Casa Blanca, la situación en Oriente Medio o las amenazas híbridas o la desinformación contra la UE (que en algunos casos estarían en auge).
Más allá de Bruselas, también se ha producido bastante actividad en Cracovia, Polonia, en donde se ha celebrado el Día del Recuerdo del Holocausto, con presencia de Zelenski, pero también de otros jefes de Estado como el francés Macron y con la del presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, quien se ha visto con ambos, así como con miembros del Gobierno polaco.
En el caso de la reunión con Macron, habrían hablado sobre las formas de aumentar el apoyo a Ucrania por parte de Francia, país que ha suministrado hasta la fecha más de 6.000 millones de euros en este concepto. Además, han vuelto a tratar el tema de las garantías de seguridad a Ucrania.
En la reunión con Costa, por su parte, además de recibir garantías sobre el apoyo de la UE a Ucrania «todo el tiempo que sea necesario», el portugués animó a Zelenski a seguir trabajando en la adhesión a la UE, afirmando que los avances logrados por Ucrania hasta el momento han sido notables.
Los actos y las referencias relativos al Holocausto -o más exactamente a la Segunda Guerra Mundial en este caso- no han tenido lugar únicamente en Polonia, como es lógico. En Rusia también se han llevado a cabo homenajes, aunque en este caso con un tinte un tanto diferente, más centrado en la resistencia rusa frente al nazismo, que no en vano es uno de los pilares propagandísticos del régimen de Putin. Así las cosas, el presidente ruso encabezó los actos de conmemoración hablando sobre la ciudad de la que es oriundo, Leningrado y afirmando que «El heroísmo increíble demostrado en la ciudad sitiada nunca caerá en el olvido. Esas personas, nuestros veteranos, nos mostraron a todos los que les siguieron lo mejor de la humanidad, el altruismo, la compasión, la unidad y el verdadero patriotismo. Estas cualidades intemporales siempre nos han dado confianza y fuerza, y perdurarán a lo largo de los siglos», así como que «Para todo nuestro país, la victoria de Leningrado seguirá siendo para siempre un símbolo del triunfo de la vida, el coraje y el espíritu de nuestro pueblo, así como un hito clave en la heroica guerra contra el nazismo y un punto de inflexión en el camino hacia la aplastante derrota de nuestro enemigo, la máquina de muerte creada por los nazis que había destruido naciones enteras».
En otro orden de cosas, el Ministerio de Justicia ucraniano se está moviendo para confiscar los activos en el país de la empresa petrolera rusa Tafneft, para lo cual habría hecho una petición al Tribunal Supremo Anticorrupción, tal y como ha anunciado la viceministra Irina Bogatyk. Los activos que se pretenden nacionalizar incluyen derechos corporativos, gasolineras, depósitos de petróleo, vehículos y equipos ubicados en las regiones de Járkov y Poltava y tendrían un valor total de unos 47 millones de dólares.
Otro tema interesante tiene que ver con la disputa en torno a la Agencia de Adquisiciones de Defensa ucraniana, de la que hablamos un par de días atrás y que ha causado una crisis política en el seno del Ministerio de Defensa. Lo relevante aquí es que el tema ha trascendido las fronteras ucranianas para llegar al G7, pidiendo los embajadores de los países que forman el grupo que Ucrania resuelva este asunto lo más rápidamente posible. De hecho, han lanzado un comunicado a través del cual «recomiendan que la situación en la DPA se resuelva rápidamente y se concentre en mantener en marcha las adquisiciones de defensa. La coherencia con los principios de buena gobernanza y las recomendaciones de la OTAN es importante para mantener la confianza del público y de los socios internacionales».
Cambiando nuevamente de tercio, continúa generando reacciones la decisión por parte de la Administración Trump de congelar la ayuda humanitaria a distintos países, incluyendo Ucrania, algo que ya estaría teniendo consecuencias por ejemplo en lo relativo a la asistencia a los veteranos de las AFU.
Y dando un nuevo salto, pasamos a hablar de energía, pues a pesar de todas las sanciones, la demanda de gas natural licuado (GNL) ruso por parte de Alemania no ha hecho más que dispararse en fechas recientes. Eso sí, para llevar a cabo las entregas, en lugar de hacerlo directamente a través de sus propios puertos, Alemania recurre a los de otros Estados miembros de la UE…

Y, finalizando igualmente con el apartado energético, cabe decir que la Unión Europea ofreció hace unas horas una ayuda de emergencia de 30 millones de euros para la compra de gas para la región separatista de Transnistria, en Moldavia. Así, según la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, «Simplemente no podemos aceptar que la gente de nuestro continente se vea privada de los servicios más esenciales», por lo que «entregaremos gas a los habitantes de Transnistria y restableceremos su acceso a la electricidad y a la calefacción».
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