Guerra de Ucrania – Día 1033

El primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, se ha reunido con el presidente ruso Vladímir Putin en Moscú, a pocos días de que finalice el contrato que hace posible que el gas procedente de este segundo país fluya hasta el primero, atravesando el territorio ucraniano. En Kiev, mientras tanto, el presidente ucraniano felicitaba a los diplomáticos del país en el que es su día, poniendo de paso buena parte de sus esperanzas de paz en el próximo año 2025, dados los cambios en el entorno internacional. Sobre el frente, mientras siguen acumulándose avances rusos y preocupa cada vez más la situación en el sur de la región de Donetsk, se han producido también nuevos ataques con drones y se está a la espera de más datos sobre un incendio que podría haber tenido consecuencias graves sobre las instalaciones de Alabuga, en las que Rusia produce los drones Geran-1 y Geran-2.

Sin ti, este sitio no podría seguir funcionando. Ayúdanos mediante una pequeña donación a través del siguiente enlace:

Unos días atrás, las Fuerzas Armadas ucranianas lanzaron en el sector de Járkov, concretamente en Lyptsi, el que sería el primer asalto completamente robótico hasta la fecha; un hito en el campo de batalla contemporáneo que adelanta algunas tendencias futuras, a falta de que el tiempo y la práctica permitan a quienes intenten este tipo de acciones, una mayor sofisticación.

Por supuesto, como suele ocurrir en estos casos, la información por ahora es reducida y se basa casi exclusivamente en lo publicado por fuentes ucranianas, por lo que conviene ser cautos y no dar al suceso mayor importancia de la que tiene, valorándolo en su justa medida. Así las cosas, en el ataque sobre las posiciones rusas en la citada localidad se habrían empleado docenas de vehículos terrestres (UGV) y aéreos (FPV y drones de observación y reconocimiento), logrando la coordinación suficiente como para que dichos ingenios cumpliesen diversas misiones, desde las relacionadas con el ISR a la limpieza de minas o el fuego de supresión.

Ahora bien, la espectacularidad de la acción y la tendencia a la magnificación propia de las redes sociales no pueden esconder el hecho de que cada uno de los ingenios empleados estaba controlado por un equipo de humanos específico y que, en última instancia, lo que han permitido es lanzar un asalto evitando bajas, pero no la implicación de los militares ucranianos ni tampoco la reducción en el número de estos necesario para gestionar el asalto. Es decir, que el grado de autonomía visto ha sido muy limitado, dependiendo toda la acción de un correcto planeamiento previo y de la capacidad de los equipos para actuar a un tiempo una vez iniciado el ataque.

El ataque en Lyptsi, por otra parte, no permite despejar las dudas sobre cuestiones centrales relacionadas con la guerra robótica, como las que tienen que ver con el ancho de banda. Al fin y al cabo, el número de ingenios empleados si bien supone un paso notable frente a lo visto hasta ahora, ha sido limitado, de forma que no ha supuesto problemas de gestión del espectro, ni tampoco la aparición de cuellos de botella; algo que sí se espera en un campo de batalla futuro en el que en lugar de 12 o 13 sistemas nos encontremos con 1n sistemas operando al tiempo y necesitando de comunicarse entre sí en tiempo real.

Del mismo modo, y a propósito especialmente de los sistemas terrestres (segmento en el que Rusia también había hecho sus progresos, no lo olvidemos), nada indica que se hayan superado problemas comunes como los relativos a la escasa autonomía (el consumo energético de estos por kilómetro avanzado es mucho mayor que en los aéreos o en los navales por cuestiones lógicas) o a la dificultad de superar obstáculos, de forma que el esfuerzo central sigue correspondiendo a los drones aéreos.

Dicho todo esto, la evolución y la difusión de los sistemas autónomos ha venido provocando en los últimos tiempos interesantes pasos a nivel orgánico que también deberán ser estudiados por los mandos de doctrina y de futuros de los ejércitos de todo el mundo. Así, si en un primer momento fue Ucrania la que decidió crear un servicio separado para la drónica (hablamos de servicio, más que de arma, pues no se trató de una nueva institución dentro de las Fuerzas Terrestres sino de una dirigida a interactuar en pie de igualdad con estas, las aéreas y las navales), Rusia poco a poco ha seguido los pasos de su enemigo.

Eso sí, en este caso todavía persiste la duda de si el Ejército ruso terminará por acaparar el control sobre los sistemas no tripulados o si será el Estado Mayor general el que se encargue de la gestión de los mismos y de su integración a nivel de cada servicio. Y es que no hay que olvidar que razones históricas y doctrinales provocan que, en Rusia, la Fuerza Aérea y desde luego la Marina de Guerra (si bien en ambos casos con matices), ocupen un papel subalterno de unas Fuerzas Terrestres, que constituyen el elemento central de sus capacidades convencionales; algo que se intentó revertir en la segunda mitad de la Guerra Fría, pero que como la guerra de Ucrania ha vuelto a demostrar, sigue sin lograrse.

En cualquier caso, y en resumen, por más que lo visto en Lyptsi suponga un nuevo paso, no cabe hablar de un «antes y un después», ni tampoco de una revolución militar; un término que ha pasado a ser de uso común y que rara vez se emplea como se debe. De hecho, los desafíos al empleo de drones, especialmente a nivel táctico, siguen siendo demasiados como para que este tipo de operaciones se generalicen en el futuro, ya que hay que resolver cuestiones fundamentales relacionadas con la integración con el resto de elementos de la Fuerza, con el consumo de ancho de banda o con su encaje orgánico. Todo eso por no hablar de los desafíos que implica el uso de sistemas no tripulados en grandes cantidades en entornos electrónicos disputados; no hay más que ver la difusión que están teniendo en los últimos tiempos los drones guiados por cable para hacer frente a la multiplicación de medios EW…

Así pues, se puede decir que los experimentos ucranianos y rusos son relevantes, pero ni mucho menos definitivos, entre otras cosas porque por el momento nadie más parece haber dado pasos firmes en la misma dirección y no está claro que los sistemas no tripulados vayan a ser necesariamente responsabilidad de servicios ad hoc en las demás fuerzas armadas.

En otro orden de cosas, y pasando ya a la actualidad sobre el terreno, la última jornada de guerra nos ha dejado nuevos ataques rusos con armas de largo alcance por ejemplo contra la capital ucraniana, Kiev. De esta forma, y aunque no se ha registrado un nivel de destrucción importante, al menos desde el Ministerio de Defensa de Ucrania se ha afirmado que Rusia habría superado una jornada más la barrera del centenar de drones empleados para estos menesteres.

En concreto, el informe ucraniano correspondiente al 22 de diciembre habla de 103 drones tipo Shahed-131/136 (Geran-1/2) lanzados, de los que habrían conseguido derribar supuestamente 52, mientras que 44 aparatos más habrían perdido su rumbo o caído por diversas causas. Drones que han sobrevolado buena parte de Ucrania, pero que como decíamos, no han provocado -o no ha trascendido- una destrucción relevante.

En el caso de Rusia y de los territorios ucranianos controlados por este país, las únicas noticias, muy recientes, hacen referencia a renovados ataques por parte de las AFU contra la ciudad de Donetsk, capital de la óblast del mismo nombre. Eso a la espera de más datos sobre el incendio que ha afectado a las instalaciones que Rusia utiliza para fabricar drones Geran-1/2 situadas en Alabuga, y que podría haber sido obra de Ucrania.

En cuanto a los combates y los movimientos, las novedades son también relativamente escasas, algo en lo que influye además el hecho de que el último informe fuese publicado unas horas más tarde de lo habitual. Así, comenzando por el sector de Kursk, se ha venido hablando nuevamente de los ataques rusos, ya señalados en los últimos días, en dirección a Kruglen’koe, al noroeste, y a Kurilova, al sureste del sector.

En la antigua línea Kupiansk-Svatove-Kreminna tenemos, por una parte, que las tropas rusas han conseguido avanzar unos metros más en las últimas horas al sur de Dvorichne y que incluso, según algunas fuentes, habrían logrado alcanzar zonas céntricas de dicha localidad. Algo que sólo se explica por los importantes problemas de escasez de personal que sufre Ucrania y que han permitido que aparezcan zonas con una densidad mínima de defensores, de forma que Rusia está pudiendo aprovecharlos para conseguir avances que en cualquier otra circunstancia serían casi imposibles, como los que implican superar el Oskil.

Lo mismo que ocurre, por cierto, en Toretsk. Allí, si bien las AFU están consiguiendo reducir al mínimo los avances rusos, infligiendo fuertes pérdidas y retrocediendo calle a calle desde hace meses, de forma controlada, en última instancia la superioridad numérica rusa, unida al empleo de bombas planeadoras y al mayor número de bocas de fuego, así como al uso de tácticas suicidas, ha permitido a este país tomar ya la mayor parte de la ciudad, acelerando en los últimos días sus avances.

Pasando a la situación al sur de Donetsk, allí son varios los analistas que alertan de la peligrosa situación que se está creando para las AFU con la aparición de dos salientes como consecuencia de los últimos avances rusos. En dirección a Pokrovsk, si bien no parece que Rusia tenga fuerza por ahora para lanzarse al asalto directo, como hemos dicho alguna vez, siguen progresando por el sur, con lo que podrían llegar a rodear, como han hecho en otras ocasiones, las defensas ucranianas. En el caso de Kurajove, si logran hacerse en las próximas semanas con localidades como Konstyantynopil’ o Andríivka, obligarían a Ucrania a un retroceso de varias decenas de kilómetros.

Todo ello mientras además de en Velyka Novosilka y sus inmediaciones continúa combatiéndose en Kamyanske, con las AFU al ataque como vimos en el informe de ayer y se habla también de progresos rusos en Robotyne que a estas horas están por confirmar.

Situación al sur de Kurajove a 22 de diciembre de 2024
Situación al sur de Kurajove a 22 de diciembre de 2024. Fuente: @AMK_Mapping_.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

Como suele ser habitual durante los fines de semana, el número de noticias relacionadas con el apartado internacional disminuye notablemente. Algo si cabe más lógico después de una semana plagada de reuniones y citas relevantes.

Lo más importante de la jornada, sin duda, ha sido la visita del primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, a Moscú. Una reunión que se ha producido poco antes de que se produzca el vencimiento de un contrato que permite el tránsito de gas ruso a través de Ucrania, país que se niega a seguir permitiendo el flujo de hidrocarburos en lo que es una medida de presión diplomática. Tras la reunión, Fico ha asegurado que «El presidente ruso, V. Putin, confirmó la disposición de (la Federación Rusa) a continuar suministrando gas a Occidente y Eslovaquia, lo que es prácticamente imposible después del 1 de enero de 2025, en vista de la postura del presidente ucraniano». Y, efectivamente, costará que Ucrania de su brazo a torcer, máxime teniendo en cuenta que el tránsito de gas es la mejor palanca de presión que tiene Zelenski sobre los dos líderes europeos más cercanos al Kremlin, Fico y Orban.

Siguiendo con Rusia, aunque en otro orden de cosas, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha dicho ante los medios que por el momento no está previsto celebrar una reunión en persona entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump y que, por ahora, no ha «habido impulsos reales» a una hipotética reunión.

Pasando a Ucrania, Zelenski ha celebrado el día de sus diplomáticos para agradecer a todos y cada uno de ellos su esfuerzo, afirmando que «ser embajador o diplomático de Ucrania significa poder dar una respuesta clara de qué han hecho exactamente para acercar la paz y proteger los intereses de Ucrania y de los ucranianos». Zelenski, además, ha puesto sus esperanzas en el próximo 2025, diciendo que «Debemos hacer todo lo posible para que 2025 sea el año de una paz justa para Ucrania. Todos entendemos que en enero, después del cambio de administración en los Estados Unidos, se producirán muchos cambios en los asuntos internacionales. El año que viene se celebrarán elecciones en varios países clave, principalmente en Alemania y Polonia, entre otros. Además, el equilibrio interno de poder y los sentimientos en regiones como Oriente Medio, el Golfo, el norte de África, el Sahel y América Latina están cambiando constantemente. Es fundamental promover los intereses de Ucrania en las relaciones con China, la India y otros países asiáticos, desarrollar una auténtica asociación con Japón y establecer vínculos más profundos y significativos con Corea del Sur».

Desde Ucrania, además, han sido varios los altos cargos, como el Primer Ministro o el ministro de Exteriores, que han felicitado por su llegada al poder a la nueva primera Ministra de Islandia, Kristrún Frostadóttir. Además, como en el caso de Shmyhal, han aprovechado la ocasión para agradecer al país isleño «su inquebrantable solidaridad, su firme apoyo político y su amplia asistencia humanitaria y financiera».

Desde la Unión Europea, por su parte, mientras en Finlandia hablan sobre el nivel de amenaza que representa Rusia, la Alta Representante, Kaja Kallas, ha anunciado que en los próximos meses propondrán -se entiende que desde la Comisión y el SEAE- «propondremos» ideas a nivel de la UE para una mayor cooperación en materia de defensa, capacidades más fuertes y financiación».

En otro orden de cosas, según fuentes de Corea del Sur, su vecina Corea del Norte podría estar preparándose para desplegar tropas y equipo militar adicionales en Rusia, posiblemente incluyendo drones suicidas, en apoyo de su aliado. De esta forma, según el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur «Una evaluación exhaustiva de inteligencia múltiple muestra que Corea del Norte se está preparando para rotar o aumentar el despliegue de tropas (en Rusia), mientras que actualmente suministra lanzacohetes de 240 milímetros y artillería autopropulsada de 170 mm», a lo que se sumaría que «hay algunas señales de que (el Norte) se está moviendo hacia la fabricación y suministro de drones suicidas, revelados por primera vez durante la inspección en el lugar de Kim Jong-un en noviembre».

Pasando al apartado humanitario, desde las Naciones Unidas han confirmado que hasta el momento han sido más de 12.300 los civiles ucranianos fallecidos directamente como consecuencia de la guerra, mientras que casi 28.000 habrían resultado heridos desde el inicio de la invasión a gran escala, en febrero de 2022.

Por último, cerramos con el apartado deportivo, ya que desde Ucrania ha sido muy celebrada la victoria a los puntos del boxeador Oleksandr Usyk –descendiente de cosacos, algo que ha sido también recordado por las autoridades ucranianas– en un combate por los títulos de los pesos pesados que le enfrentó al británico Tyson Fury y al que incluso el presidente ucraniano o su Jefe de Oficina se han referido en las redes sociales.


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *