Guerra de Ucrania – Día 1023

Los Estados Unidos han anunciado un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania, al tiempo que desde la Administración saliente -que está cumpliendo con su compromiso de agotar la ayuda a Ucrania antes de que Trump jure su cargo- afirman que tanto este país como «más de 50 naciones siguen unidos para garantizar que Ucrania tenga los medios necesarios para defenderse de la agresión rusa». Un objetivo en el que en realidad Trump estaría también de acuerdo, a tenor de las últimas noticias aparecidas en la prensa del país norteamericano, si bien continúa siendo partidario de buscar una solución rápida a una guerra que nos deja nuevos ataques a larga distancia y combates, rumores de futuros ataques rusos en Zaporiyia, contraataques ucranianos en Kupiansk y avances rusos en Chassiv Yar y en dirección a Pokrovsk y Kurajove.

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Según el diario estadounidense Wall Street Journal el futuro presidente estadounidense, Donald Trump, habría comenzado a delimitar claramente su posición de cara a encontrar una salida a la fase militar del conflicto ucraniano. De esta forma, si bien por una parte se negaría a ofrecer a Kiev la posibilidad de entrar en la OTAN, por la otra se habría mostrado partidario de que los socios europeos de la Alianza desplegasen tropas en territorio ucraniano (motivo de controversia entre los Estados miembros de la UE) como garantes de un hipotético alto el fuego y, además, sería favorable a una Ucrania «fuerte y bien armada», capaz por lo tanto de generar la disuasión suficiente frente a Rusia en el futuro.

Es decir, que si la prensa norteamericana está en lo cierto, Trump se movería dentro de las opciones más probables que delimitamos unos meses atrás, negando en cualquier caso alguno de los puntos fundamentales planteados por el Gobierno ucraniano en el «Plan para la Victoria de Ucrania» de Zelenski. De esta forma, si la voluntad del futuro inquilino de la Casa Blanca termina imponiéndose, serán los miembros europeos de la OTAN (que consideran el camino de Ucrania hacia la Alianza como «irreversible») los que terminarán por correr con la mayor parte de las cargas derivadas de la seguridad ucraniana; todo a la espera de que se cierre un debate sobre la inversión en defensa que podría terminar con el continente moviéndose en cifras más cercanas al 3% del PIB que al 1-1,5% de hace unos años (horquilla en la que continúa moviéndose España).

Todo lo cual apunta, además, a que los imperativos geopolíticos y por tanto estratégicos de los Estados Unidos se impondrán nuevamente, independientemente de quién sea el encargado de dirigir el destino del país -con doctrinas exteriores diferentes en cuanto a matices, pero no en lo fundamental- manteniéndose este país ligado a la seguridad europea y buscando hacer de Ucrania un «estado-tapón», si bien muy cercano a Occidente, algo a propósito de lo cual se han hecho recientes llamamientos por ejemplo en las páginas de Foreign Policy.

De hecho, si hacemos memoria, el pasado 18 de septiembre explicamos que «En última instancia, por representar la situación gráficamente (aunque entendemos que no deja de ser una simplificación un tanto burda), si trazásemos una línea recta numerada de 0 a 10 en la que:

  • 0 – Ser un estado controlado por Rusia;
  • 2,5 -Continuar siendo un estado tapón en buena medida mediatizado por Rusia;
  • 5 – Ser un estado-tapón neutral;
  • 7,5 – Continuar siendo un estado-tapón aunque muy cercano a Occidente y con acuerdos preferentes con la UE;
  • 10 Ser un estado occidental, con integración en la UE y en la OTAN incluida.

El resultado más probable de esta guerra estaría alrededor del 8, es decir, una situación en la que Ucrania sirviese todavía como amortiguación entre Occidente y Rusia, sin aumentar las ansiedades de este último país y, a la vez, estuviese integrado en buena parte de las estructuras económicas y políticas occidentales, contando además con perspectivas a medio plazo incluso de entrar en la UE.

Dicho lo cual, aunque no es un resultado perfecto, en vistas de la situación en febrero de 2022 y de cómo han evolucionado tanto la guerra como el apoyo de sus aliados y otros elementos, debería ser más que aceptable para Ucrania; si bien se entiende que no será nunca el resultado deseado».

Una evaluación que, hasta que la realidad no demuestre lo contrario, seguimos considerando acertada.

La guerra, mientras tanto, continúa. Lo hace, como cada día, con nuevos ataques a larga distancia (Trump, por cierto, se opone firmemente a que Ucrania utilice armamento estadounidense contra el interior del territorio ruso, aunque esta es una postura que obviamente podría cambiar si en el futuro debe amenazar al Kremlin con más ayuda a Kiev) por parte de unos y otros.

Del lado ruso, este país habría lanzado -y estaría lanzando mientras se redacta este informe- tanto drones tipo Shahed-131/136 (Geran-1/2) como misiles tanto de crucero como balísticos contra el territorio ucraniano. Así las cosas, a la espera de un recuento oficial, se han reportado explosiones tanto en la localidad de Sumy, como en Kremenchuk, en la región de Poltava, además de Odessa, en Zaporiyia o Ivano-Frankivsk y, también, sobre Kiev, en donde las defensas antiaéreas habrían destruido varios Shahed. Además, un civil ha muerto en un ataque llevado a cabo empleando un dron táctico en Dniprovsky, Jersón.

En el caso contrario, si bien no se ha hablado de nuevos ataques a larga distancia por parte de las AFU, sí habrían tenido lugar dos hechos reseñables. En primer lugar, el asesinato de uno de los principales ingenieros rusos encargado del diseño de misiles, Mijail Shatski, quien habría sido ejecutado en un bosque a las afueras de Moscú presumiblemente por el GRU ucraniano. En segundo lugar, se ha hablado de disparos en las inmediaciones del aeródromo de Belbek, situado en la península de Crimea, en lo que podría ser una acción llevada a cabo por comandos ucranianos o bien por partisanos.

En cuanto a los combates y los movimientos, en las últimas horas no se han producido noticias de consideración en el sector de Kursk (y las que hay ya las habíamos recogido), como tampoco en el de Járkov (aunque se habla de un pequeño contraataque ucraniano en Vovchansh).

Sí hay hoy novedades procedentes de la antigua línea Kupiansk-Svatove-Kreminna, en donde los ucranianos también habrían protagonizado recientemente un contraataque que habría permitido a las AFU hacerse de nuevo con el control de la aldea de Kopanky, perdida días atrás.

Más al sur, en Chassiv Yar, durante las últimas horas se habría detectado presencia rusa en la planta de refractarios (aunque no habrían logrado hacerse con la totalidad de la misma) así como ataques sobre Kalinivka, al norte de la localidad anterior.

En cuanto al sector de Pokrovsk-Kurajove, allí ha cesado en su actividad la mina de carbón situada en la primera de estas localidades, decisión que se ha retrasado hasta que las tropas rusas han estado a una distancia de apenas 6 kilómetros de dicha urbe. Dicho lo cual, han seguido produciéndose ataques rusos a lo largo y ancho del sector, buscando rodear la ciudad desde el sur y consiguiendo durante la última jornada leves avances mientras continúa acumulando ingentes pérdidas.

En dirección a Kurajove, y al norte del río Vovcha, se han registrado avances rusos en Zorya y Sontsivka, mientras al sur del mismo río siguen produciéndose combates en el centro de la localidad. Además, son varias las fuentes que vuelven a hablar de la complicada situación de las AFU en el curso del río Sukhi Yali, a pesar de que por el momento resisten en localidades como Vesely Hai, Hannivka o Yelyzavetivka.

No hay noticias procedentes de Velika-Novosilka, aunque sí del sur del frente, pues se han avistado numerosos traslados de material ruso desde Crimea hacia Zaporiyia, lo que no hace sino incrementar los temores sobre una posible ofensiva rusa en dicha región.

Situación en el curso del río Sukhi Yali a 12 de diciembre de 2024
Situación en el curso del río Sukhi Yali a 12 de diciembre de 2024. Autor: @Majakovsk73.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

Comienza el apartado internacional con los dos nuevos paquetes de ayuda anunciados por los Estados Unidos para Ucrania. El primer de ellos, militar, supone el 72ª paquete aprobado hasta la fecha y cuenta con un valor de 500 millones de dólares. Se suma así a los dos aprobados en las semanas precedentes (por valor de 988 y 725 millones respectivamente) y permitirá enviar a Ucrania tanto munición C-UAS como disparos de artillería, misiles y cohetes guiados para los HIMARS, misiles antirradiación, vehículos blindados y misiles CC entre otros.

El segundo de ellos consiste en ayuda económica y servirá para proporcionar a Ucrania más de 440 millones de dólares que serán destinados a desarrollar o reconstruir sectores clave de la economía del país, tal y como ha anunciado Richard Verma, Representante Especial de Estados Unidos para la Recuperación Económica de Ucrania. Así, dentro de este paquete se contemplan cuatro líneas de acción, cada una con su propia financiación: 223 millones de dólares para reconstruir el transporte, la infraestructura y la logística; 105 millones de dólares para capacitar a los ucranianos para los «empleos del mañana» en la reconstrucción y la industria; 74,7 millones de dólares apoyarán al sector agrícola de Ucrania, y; 35 millones de dólares adicionales al «Fondo de Preparación de Proyectos», cuyo objetivo es incrementar y acelerar los próximos proyectos de construcción.

En otro orden de cosas, el ministro de Exteriores ucraniano, gracias a las gestiones hechas por su contraparte germana, Annalena Baerbock, ha podido reunirse en las últimas horas con los ministros del ramo de Polonia, Reino Unido, Francia, Italia y España, así como con la nueva Alta Representante de la UE, Kaja Kallas, si bien no han trascendido los contenidos concretos del encuentro, más allá de alguna declaración hecha por esta última. Así, Kallas ha hablado en redes sociales sobre tres de los temas tratados: Las amenazas híbridas por parte de Rusia, el apoyo a la defensa de Ucrania y el desarrollo de la situación en Siria.

El primer ministro ucraniano, Shmyhal, ha hablado por su parte con su homólogo lituano, el recién llegado Gintautas Paluckas, a quien ha agradecido el apoyo constante del país báltico a Ucrania y a quien ha invitado a visitar Ucrania para celebrar consultas conjuntas.

Todo ello ha ocurrido mientras Zelenski visitaba a las tropas en el frente de Zaporiyia, en donde se le ha podido ver caminando por las trincheras y hablando con el personal de las AFU. El presidente ucraniano se ha reunido, además, con su Estado Mayor, con el que ha hablado sobre lo que considera las «prioridades clave», es decir: «la defensa aérea, la estabilización del frente y la consecución de nuestros principales objetivos en materia de seguridad». Además, Zelenski también ha visitado una de las nuevas escuelas construidas bajo tierra, para garantizar la seguridad de los escolares frente a los ataques rusos, algo que ha sido posible gracias al apoyo financiero de UNICEF.

Saliendo de Ucrania, para pasar a hablar de la OTAN, el secretario general de la organización, el neerlandés Mark Rutte, ha vuelto a elevar el tono afirmando que «Rusia pretende borrar a Ucrania del mapa» y alertando sobre la posibilidad de que este país intente utilizar enjambres de drones en Europa (si bien, y por el momento, no existen verdaderos enjambres de drones, sino grupos de estos, que no es lo mismo). Además, ha afirmado que la «economía rusa está en pie de guerra» mientras mostraba su preocupación por la falta de preparación de los Estados miembros en materia de defensa.

Además de la OTAN ha sido noticia también Georgia, en donde continúan los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes que se oponen al alejamiento del país respecto de Occidente. Noticia pues el Departamento de Estado de Estados Unidos ha anunciado la prohibición de visados para aproximadamente 20 altos cargos georgianos a los que se acusa de socavar la democracia en el país, incluyendo ministros, miembros del Parlamento, funcionarios de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad georgianos y algún ciudadano particular.

En cuanto a Rusia, desde este país llegan señales contradictorias a propósito de hipotéticas negociaciones. Así, en primer lugar, el viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Riabkov, declaró que es «absurdo» hablar de diálogo entre Moscú y Kiev, dado que Ucrania tendría prohibido negociar. Según sus palabras: «El absurdo de discutir posibles negociaciones, cuando están formalmente prohibidas, debería ser obvio para todos, excepto, al parecer, para quienes determinan las políticas de Kiev».

En segundo lugar, en esta ocasión Medvedev, quien ha utilizado un tono mucho más comedido de lo que en él es habitual, ha afirmado que Rusia está dispuesta a negociar con Ucrania si Kiev comprende la situación en el campo de batalla. Concretamente, ha dicho que «Estamos dispuestos a reanudar las negociaciones con Ucrania, pero sólo si Kiev reconoce las realidades sobre el terreno y las propuestas esbozadas por [el presidente ruso Vladimir] Putin durante su discurso en el Ministerio de Asuntos Exteriores este año», tras anunciar también que la cuestión ucraniana ha sido tratada en su reciente reunión con el presidente chino, Xi Jinping.

Siguiendo con Rusia, su presidente, Putin, ha entregado hace unas horas distintas condecoraciones de «Héroe del Trabajo» a compositores e industriales rusos. Con motivo de dicho acto, ha ofrecido un discurso en el que se ha referido tanto a la Constitución del país y, curiosamente, para ser un país conocido por su maltrato a los medios y su control férreo de la prensa, también a algunos periodistas rusos, cuyo trabajo ha alabado afirmando que: «En la primera línea de estas luchas se han encontrado personas fuertes y valientes que han acompañado estos acontecimientos con sinceridad, honestidad y diligencia. Así ha actuado Yevgeny Poddubny al realizar sus reportajes. Ha trabajado muchas veces en los llamados puntos calientes, y digo “calientes” literalmente, pues arriesgó su vida y sufrió heridas graves, y quisiera subrayar la gravedad de las heridas. Hoy cumple con su deber profesional con honor y dignidad en la zona de operaciones militares especiales. Es un auténtico corresponsal de primera línea y ha recibido el título de Héroe de Rusia, algo que ocurre por primera vez en el periodismo ruso actual». Y es que Putin ha concedido el título de «Héroe de Rusia» a Yevgeny Poddubny, herido el pasado mes de septiembre por el ataque de un dron.

Por último, cerramos con las declaraciones del director general de la OIEA, Rafael Mariano Grossi, quien ha vuelto a referirse al ataque que recientemente sufrió un vehículo de la agencia que encabeza. Y es que Grossi, quien evitó señalar a ningún país, ha afirmado que «Fue un ataque directo» y que“Quien hizo esto sabía exactamente lo que estaba haciendo. Este convoy incluía tres vehículos ucranianos, luego vehículos de la OIEA, y fue nuestro vehículo el que fue alcanzado. Era por tanto una clara intención de dañarnos o intimidarnos».


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