Jornada de intercambios a larga distancia, con las Fuerzas Armadas rusas lanzando casi un centenar de drones y misiles sobre Ucrania y las AFU conduciendo ataques contra el interior de Rusia, en Volgogrado, Voronezh, Volgodonsk o Krasnodar entre otros. Sobre la línea de frente, al mismo tiempo, se mantienen las dinámicas de las últimas semanas. En cuanto al apartado internacional, tenemos que el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha advertido a los países europeos acerca de cualquier acción contra su país. Además, se ha producido una pequeña polémica entre el Alto Representante de la UE, Josep Borrell y el candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, a propósito del nivel de ayuda europeo a Ucrania.
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(Informe realizado in extremis, por lo que pedimos disculpas. Por fortuna, a última hora hemos podido sacarlo adelante, evitando así el «desastre»).
Durante la última jornada, desde el Ministerio de Defensa de Ucrania han asegurado haber derribado un total de 69 vehículos aéreos no tripulados tipo Shahed-131/136 (Geran-1/2), así como 2 misiles Kh-59/69 del total de 73 y 2 lanzados por Rusia. Además, habrían traspasado las defensas dos misiles balísticos Iskander-M. Entre los puntos atacados se sitúan la ciudad de Kiev y, especialmente, Zaporiyia, en donde el número de muertos se ha elevado a 14 personas, tras ser alcanzado un edificio residencial, además de las estaciones de ferrocarril.
Del lado contrario, los ataques ucranianos han sido numerosos. El Ministerio de Defensa ruso afirmaba, en su comunicado del día 28, haber derribado «cuatro misiles HIMARS de fabricación estadounidense y 43 vehículos aéreos no tripulados», a los que unas horas después sumarían «una bomba guiada Hammer fabricada en Francia y 172 vehículos aéreos no tripulados» más. A propósito, como hemos explicado alguna vez, aunque las cifras dadas por Rusia no son reales, sí guardan cierta relación con la realidad, de forma que ofrecen cifras más altas de aparatos derribados cuantos más son los ataques ucranianos y mayor efecto tienen, todo lo cual es indicativo de lo «movida» que ha sido la última jornada.
El más relevante, dicho esto, sería el ataque llevado contra un depósito de municiones en Kotluban (48.996967, 44.213703), cerca de Volgogrado, durante la pasada noche, causando un importante grado de destrucción a la espera de confirmación satelital y a tenor de las imágenes de los incendios. Además, se han registrado explosiones sobre la propia Volgogrado, aunque podrían ser consecuencia de la acción de los antiaéreos y también en Yeysk, en Krasnodar, en donde habría sido alcanzado un aeródromo. Por otra parte, la que sí ha sido alcanzada también ha sido la base aérea de Millerovo (48.95311293390492, 40.29146190712231), en la región de Rostov, aunque todavía no está claro el resultado de una acción que la herramienta FIRMS de la NASA ha registrado.
Por otra parte, aunque en un orden de cosas totalmente diferente, ha sido asesinado el coronel Aleksei Kolomeitsev, en la localidad de Kolomna (cercana a Moscú). Este oficial ruso sería el jefe de la unidad responsable, entre otros, de formar a los controladores de los drones Shahed empleados por Rusia y su muerte habría sido consecuencia de una operación lanzada por el GUR ucraniano.
En cuanto a los combates y los movimientos, la acción ha sido relativamente escasa en las últimas horas. Comenzando por el sector de Kursk, nos encontramos con un ataque ucraniano en dirección a Veseloe que podría haber finalizado con la salida de las tropas rusas de esta población. La situación, en cualquier caso, es en términos generales estable.
Al sureste del anterior, en el sector de Kupiansk, no se han producido cambios desde que el pasado día 26 un ataque mecanizado ruso intentase romper las líneas ucranianas desde el saliente de Pischane. Lo que sí hay son los primeros recuentos de pérdidas, que nos hablan de casi tres decenas de carros y blindados rusos alcanzados en su intento de llegar al Oskil. Eso sí, el Ejército ruso habría completado la toma de Makíivka, ya al sur de la antigua línea Kupiansk-Svatove-Kreminna, como parte de su esfuerzo por hacerse con la orilla oriental del Zherebets.
Sin novedades de Siversk, de Chassiv Yar o de Toretsk (tampoco de Járkov), pasamos al sector de Pokrovsk-Kurajove. Allí, al noroeste del sector, las tropas rusas han ampliado el área bajo su control al oeste de Novohrodivka y Marynivka, además de seguir atacando en la zona de Krasnyi Yar al norte y en dirección a Selydove, al sur. Esta última es, precisamente, la localidad que Rusia ataca con más ímpetu, intentando sobrepasarla tanto desde Marynivka al norte, como desde Ukrainsk al sur. Todo al tiempo que atacan también hacia Tsukuryne, desde esta última localidad.
En cuanto al sector de Vuhledar, la noticia más significativa no tiene que ver con los cambios sobre el terreno, sino con la salida del comandante de la 72ª Brigada ucraniana, el coronel Ivan Vinnik, quien según algunas fuentes habría sido ascendido con el fin de «transferir su experiencia de combate». Recordemos que esta ha sido la unidad que en los últimos tiempos ha soportado el peso de la defensa de Vuhledar, que se encontraba muy castigada y que este tipo de movimientos son relativamente habituales antes de anunciar una pérdida importante, como lo será la retirada de este punto crucial.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Durante la jornada del sábado ha sido el turno de Rusia en la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU). El ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, en nombre del presidente Vladímir Putin advertía durante su discurso en Nueva York a los Estados europeos contra cualquier enfrentamiento con Moscú y cualquier posible entrada de Ucrania en la OTAN.
Lavrov manifestaba que “La esperanza de Ucrania de derrotar a Rusia en el campo de batalla no tiene sentido dado que Moscú posee armas nucleares y cualquier esfuerzo de la alianza de la OTAN para seguir ayudando a Kiev resultará ser una ‘escapada suicida’” al mismo tiempo que habló de “la idea demencial y peligrosa de luchar hasta la victoria con una potencia nuclear”.
Del mismo modo, Lavrov defendía la invasión amparándose en que la Carta de las Naciones Unidas también “declara la obligación de respetar los principios de igualdad y autodeterminación de los pueblos”, así como que “los derechos de los rusos y de aquellos que se sienten parte de la cultura rusa tras el golpe de Estado en Kiev han sido exterminados periódicamente”. Esto último representaría como el propio ministro expresa una amenaza para la seguridad rusa y europea en general.
Adicionalmente, el ministro ha defendido que Rusia no es responsable de bloquear el trabajo de los órganos de las Naciones Unidas y que la culpa debe atribuirse al “nivel sin precedentes de arrogancia y agresividad de la política occidental”.
Por su parte, el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, también señaló en la AGNU que “La prioridad es luchar contra una expansión del campo de batalla, una escalada de los combates y cualquier provocación de cualquier lado”. Nuevamente, reiteró que Pekín está “comprometida a desempeñar un papel constructivo, participando en la mediación itinerante y promoviendo conversaciones para la paz, sin echar leña al fuego ni explotar la situación para obtener beneficios egoístas”.
Aunque estas hayan sido las declaraciones oficiales, hay fuentes que han defendido para The Times que Occidente tiene pruebas de la participación de una empresa china en el suministro de “una gama de drones militares especialmente diseñados” que se están usando en Ucrania. Además, confirmaban un informe de Reuters en el que se sostenía que Rusia ha establecido un programa de desarrollo de drones en China a través de IEMZ Kupol, una filial de la empresa estatal de armas rusa Almaz-Antey. Esta empresa habría sido la encargada de desarrollar y probar un nuevo modelo de dron, el Garpiya-3 (G3) en China.
Siguiendo con la actividad en Estados Unidos, el Alto Representante y Vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell, respondía en un evento a las declaraciones del expresidente y candidato republicano Donald Trump acerca de que “los europeos no están haciendo su parte” en lo que concierne el apoyo a Ucrania.
El jefe de la diplomacia europea se ha mostrado indignado ante tales declaraciones y en respuesta afirmaba que si se suma toda la ayuda de la UE a nivel militar, económico, financiero y humanitario suman más de 130.000 millones. Es decir, “más de lo que ustedes [los estadounidenses] hacen”. Asimismo, Borrell subrayó que, aunque la ayuda militar de los países de la UE fuese inferior a la estadounidense, 45.000 millones de euros siguen siendo una cantidad importante. Por otro lado, también destacó que los Estados miembros de la UE han acogido a casi 5 millones de refugiados y concedido el estatus de candidato y la perspectiva de ser miembro a Ucrania.
En cuanto a la ayuda estadounidense, Kim Yo Jong, hermana del líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, ha acusado a Washington de intensificar el conflicto de Ucrania y llevar a Europa al borde de una guerra nuclear. En este sentido, manifestaba que “Estados Unidos y Occidente no deben desestimar ni subestimar la seria advertencia de Rusia” lanzando la pregunta siguiente ante los medios del país: “¿Son Estados Unidos y Occidente capaces de afrontar las consecuencias de su imprudente juego con fuego contra Rusia, que es una superpotencia nuclear?”
A colación de Corea del Norte, según Spiegel hackers norcoreanos han lanzado un ciberataque contra la empresa de defensa alemana Diehl Defense.
Volviendo sobre la ayuda a Ucrania, Lituania ha anunciado que un paquete de asistencia con municiones, ordenadores, suministros logísticos y otro tipo de apoyo (sin determinar) llegará a Ucrania esta semana.
Por otro lado, la compañía ucraniana de IT Artellence, involucrada en proyectos OSINT, ha sido una de las 24 start ups que ha recibido 100.000 dólares de financiación por parte de Google.
Mientras tanto en Suiza, políticos de todos los partidos están molestos ya que los países europeos están evitando o detienen cada vez más las compras de armamento a entidades suizas debido a las restricciones vinculadas a la neutralidad del país y que impiden reexportar sus armas a Ucrania. En especial, desde Suiza están especialmente molestos con Alemania, ya que Berlín ha decidido excluir a las empresas suizas de determinados contratos de adquisición militar como, por ejemplo, de drones o de redes de camuflaje multiespectral. Hay que tener en cuenta que la polémica se remonta al año pasado cuando Suiza no permitió la exportación de 12.400 disparos de artillería para los sistemas Gepard por parte de Alemania a Ucrania.
No obstante, las empresas suizas no han sido las únicas excluidas, pues también engrosan esta listas las de Noruega, Islandia y Liechtenstein; países miembros de la Asociación Europea de Libre Comercio. No obstante, sí hay que tener en cuenta que el caso de Noruega es distinto, pues el país no es neutral y la exclusión de sus entidades podría estar justificada por la preferencia de que los contratos -más allá de los mencionados- se asignen a empresas alemanas (p.e. Rheinmetall) en lugar de noruegas (p.e. Kongsberg o Nammo).
Por último, Energoatom, la agencia estatal de energía nuclear de Ucrania, ha confirmado que han detenido a uno de sus funcionarios tras haber aceptado un soborno de 2.400 dólares a cambio de resolver los problemas de suministro de combustible.
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