Durante las últimas horas, la atención ha estado centrada en la reunión de la Asamblea General de las Naciones Unidas y en las palabras tanto de Zelenski como de los representantes de sus principales aliados y, por supuesto, Rusia. Si bien algunos interpretan las palabras del presidente ucraniano como una posible rebaja en sus aspiraciones, por el momento no hay indicios de que esto pueda servir para contentar a una Rusia cuyo ministro de Exteriores ha asegurado que “La victoria es necesaria”, ya que los países occidentales “no entienden otro idioma”. Al tiempo que todo esto ocurría, la situación en el frente continuaba degradándose para unas AFU que deberán elegir en breve si optan por retirarse de puntos como Vuhledar.
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Al menos tres personas han fallecido y más de una treintena han resultado heridas en un nuevo ataque ruso contra una zona residencial de Járkov. En principio, nada fuera de lo normal, dada la dinámica de esta guerra y la cantidad de ataques sufridos por la segunda ciudad ucraniana en cuanto a tamaño y población. No obstante, como advertimos en informes anteriores, había indicios de que Járkov había comenzado a ser atacada con bombas planeadoras y, finalmente, así se ha confirmado, a tenor de los restos de estas desperdigados en torno a la panadería alcanzada.
Más allá de las víctimas civiles y de la destrucción generada, lo verdaderamente indicativo es el hecho en sí de que Rusia haya logrado situar sus bombarderos tácticos (estos ataques generalmente se llevan a cabo empleando Su-34) a distancia de tiro, esto es, a unas decenas de kilómetros de Járkov. Esto implica que estos aparatos deberían haberse acercado a unos 60 o 70 kilómetros de la ciudad ucraniana o, lo que es lo mismo, muy cerca de la frontera entre ambos países; todo lo cual demuestra las carencias de la defensa antiaérea ucraniana para todo aquello que no sea la defensa contra drones y misiles de sus ciudades.
Esto no quiere decir que los sistemas antiaéreos entregados a Ucrania sean poco capaces; al contrario. El país posee a estas alturas la red IADS más desarrollada y poblada del planeta seguramente (dedicamos un informa a hablar de ella tiempo atrás). Además, a pesar de que puedan estar infladas por razones propagandísticas, ya que es un tema que afecta a la moral de la población, todo parece indicar que la tasa de derribos de drones tipo Shahed-131/136 (Geran-1/2) y de misiles de crucero es elevada, siendo sensiblemente menor en el caso de los misiles balísticos e hipersónicos (y asumiendo que se han producido, además, altibajos).
Ahora bien, los ucranianos han optado por concentrar el grueso de su defensa aérea en la defensa de las ciudades, en detrimento de la protección de las tropas sobre el frente y del intento de crear zonas de denegación para la Fuerza Aérea Rusa. Contra esta última, y a pesar de algunas acciones tipo «emboscada aérea», como las que llevaron al derribo de hasta cinco Su-34 en cuestión de unos pocos días, han preferido emplear ataques con drones que han afectado tanto a las bases aéreas rusas, como a los depósitos de municiones.
Desgraciadamente para Ucrania, estas acciones no se han demostrado suficientemente efectivas, de forma que como se vio en su día en dirección a Chassiv Yar y como se ha estado viendo recientemente en el área de Vuhledar, incluso los aviones de ataque a tierra Su-25 han logrado volar con cierta libertad, algo impensable al inicio de la invasión, cuando sufrieron numerosas bajas, igual que los Su-34.
Por supuesto, los errores ucranianos son solo una parte de esta particular ecuación. La otra mitad corresponde a los aciertos rusos, que han sabido adaptarse mejorando sus capacidades de reconocimiento y ataque en profundidad gracias al empleo de drones como los ZALA y los Lancet, poniendo en peligro a los valiosos sistemas antiaéreos en servicio con las AFU y provocando el progresivo alejamiento del frente de aquellas baterías que se destinaban a la protección de las unidades situadas en el mismo o a acciones como las citadas emboscadas aéreas.
Lo ocurrido, en cualquier caso, es una muestra más de la progresiva degradación de las capacidades militares ucranianas (no olvidemos aquí el papel de los aliados del país, pues estas dependen directamente de la ayuda internacional) que, en términos generales y pese a estar todavía en situación de imponer importantísimos costes a Rusia, no han conseguido como explicábamos ayer adaptarse en la misma forma en que lo ha hecho su enemigo.
Es última instancia Ucrania, dejando de lado la opinión de aquellos fanáticos que pululan por las RRSS y que por alguna razón caen en los mismos errores de juicio que los alemanes a partir de 1941 respecto de las capacidades soviéticas, ha visto cómo sus posibilidades de obtener un resultado aceptable se iban diluyendo progresivamente desde las exitosas ofensivas de Járkov y Jersón y, especialmente, tras la batalla de Bakhmut y la fallida ofensiva estival de 2023.
Quedará para el estudio hasta qué punto el bloodletting de Rusia y la continuación de la guerra han sido una decisión de Kiev o ha venido impuesto por los aliados o por las circunstancias (como la esperanza continua de nueva ayuda y garantías de seguridad, que tiene un efecto sobre los cálculos futuros). En cualquier caso, a la espera (seguimos pensando que Ucrania intentará una acción de fuerza encaminada a negociar en mejores términos que los que podría conseguir actualmente) de lo que ocurra en los próximos meses, la situación nunca ha sido tan desfavorable a las AFU como ahora.
Ahora bien, a pesar de los signos de querer negociar y de aceptar importantes pérdidas territoriales que el Gobierno de Zelenski viene dando de un tiempo a esta parte (recordemos el concepto de «paz justa» de Kuleba), hay razones para pensar que las muestras de debilidad ucranianas no servirán para llegar a un acuerdo a corto plazo, sino para incentivar las ansias rusas, que atisban la posibilidad como mínimo de retomar todo el Donbás. Teniendo en cuenta que, además, la percepción rusa sobre el derecho a existir de Ucrania o sobre esta guerra como un conflicto existencial no ha cambiado, todo indica -algo en lo que venimos incidiendo desde prácticamente el inicio de la invasión- que incluso con un acuerdo provisional, pasado el tiempo Rusia volverá a atacar a Ucrania. Todo salvo que se concedan garantías al país que deberán ir mucho más allá de las contempladas en los acuerdos de seguridad firmados con sus principales aliados o se llegue a conceder no solo un permiso sino también un apoyo masivo a los ataques sobre suelo ruso, si bien esto difícilmente será determinante por sí solo.
Cambiando hacia la actualidad sobre el terreno tenemos, más allá del ataque sobre Járkov, que se han registrado explosiones en otras localidades ucranianas como Zaporiyia, en donde se habla de seis heridos y varias viviendas destruidas. Las autoridades ucranianas han hablado de cuatro misiles Kh-59/69 derribados, así como de veintiocho drones tipo Shahed, de los cuatro y treinta y dos empleados supuestamente por Rusia. Además, habrían sobrepasado las defensas aéreas otros tres misiles S-300.
Del lado contrario, se ha producido una explosión y un posterior incendio en Taganrog, que algunos achacan a un problema con un dron de este país, concretamente con un Orion que habría sido derribado por error por la defensa aérea del país. Más allá de esto, las defensas aéreas han estado activas en Bélgorod y se habría registrado un herido en Shebekine. En el caso del Ministerio de Defensa, en su parte oficial han hablado de «dos misiles antirradar HARM y tres misiles HIMARS de fabricación estadounidense, así como 63 vehículos aéreos no tripulados» supuestamente derribados.
Pasando a los combates y los movimientos, comenzando por el sector de Kursk tenemos nuevos progresos rusos, en tanto su ejército ha retomado terreno al este del sector, cerca de la frontera ucraniana, en dirección a la localidad de Plekhovo y al vecino río Psel. Hay que decir que, pese a todo, los rusos se están tomando la recuperación del territorio perdido en Kursk con cierta «calma», posiblemente porque pese a todo han sido capaces de mantener e incluso incrementar el ritmo de los avances en otros sectores y consideran que mientras Ucrania desvíe recursos a Kursk, esto les favorece.
En el sector de Vovchansk sí se han producido novedades, toda vez que los ucranianos habrían logrado retomar tanto la fábrica de cemento (50.29108122659467, 36.94234630464402) como algunos de los pabellones circundantes, ampliando su control sobre esta ciudad.
En el sector de Kupiansk, Rusia está cada vez más cerca de su objetivo de dividir en dos la cabeza de playa ucraniana al este del Oskil, gracias a que continúa no sólo avanzando en dirección oeste desde Pischane, sino ampliando la brecha a norte y sur. Todo al tiempo que más fuentes van confirmando los avances rusos en Nevs’ke.
Sin noticias relevantes del sector de Chassiv Yar o del de Toretsk, pasamos directamente al de Pokrovsk-Kurajove. Allí la situación sigue la tónica de días anteriores, con movimientos rusos en torno a Selydove y nuevos avances hacia Tsukuryne y Górnik, así como en el área de Zhelanne Pershe, si bien no hay acuerdo sobre si realmente han llegado o no a la vecina Zhelanne Druhe. Además de esto, las tropas rusas continúan rellenando el más que probable vacío dejado por las AFU al oeste de Nevel’ske, de donde se habrían retirado.
Por último, en el sector de Vuhledar la situación continúa degradándose a pasos agigantados para los ucranianos, con la toma de una mina al noroeste de Vodyane por parte de las tropas rusas y los avances conseguidos a poniente de la propia Vuhledar, cada vez más rodeada y sobre la que continúan con su asalto desde el sector sudoriental de la ciudad.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
De entre todos los encuentros y reuniones mantenidas hay que empezar destacando especialmente la sesión a nivel ministerial del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), dedicada a Ucrania y en la que ha tomado parte el presidente Zelenski.
Durante su discurso, el mandatario ucraniano ha trasladado al CSNU que “solo se puede obligar a Rusia a la paz, y eso es exactamente lo que se debe hacer: obligar a Rusia a la paz”. En esta tónica, Zelenski ha subrayado que “solo hay una Carta de las Naciones Unidas que aplica a todas las partes del mundo” que no está dividida por bloques ni regiones y que no hay distintas normas que apliquen a los BRICS, el G7, China, Irán o Brasil. Asimismo, Zelenski hacía hincapié en que la guerra debe llegar a su fin no porque alguien se cansara de la guerra o negociase “algo” con Putin, sino porque la Carta funcione, enfatizando que “debe funcionar”.
De igual forma, acusaba a Putin de no tener nada que decir acerca de por qué trata de involucrar a Bielorrusia en la guerra, por qué sus propagandistas amenazan a países en el Cáucaso o Asia Central, o por qué Rusia invierte más que nunca en el “odio” más que en el desarrollo humano. Todo ello sin dejar de mencionar que Rusia no tenía razones legítimas para hacer de facto cómplices de la guerra a Irán y Corea del Norte.
Igualmente, ha señalado que se acerca la época invernal y que cuentan con información acerca de los planes de Rusia de atacar tres de sus centrales nucleares, aseverando que si Rusia va tan lejos significa que nada de lo que se valora entre los participantes en la reunión le importa a Moscú.
El líder ucraniano ha dejado también claro que la guerra no puede simplemente “desvanecerse” y que no puede “calmarse” con conversaciones, sino que es necesario actuar, agradeciendo la ayuda que están recibiendo. Por último, asegura que desde su país han preparado la segunda Cumbre de Paz para poner fin a la guerra y ha invitado a todos los países a unirse en este proceso.
Teniendo en cuenta lo anterior y como hemos puesto de manifiesto en otros informes, Ucrania estaría buscando contar con garantías de seguridad tanto para poner fin a la guerra, como para garantizar su supervivencia. De hecho, Andriy Yermak, jefe de la Oficina de la Presidencia de Ucrania, ha confirmado que dentro del “plan de victoria” que han confeccionado se contempla la membresía de la OTAN; algo que se torna, en realidad, harto difícil.
Por otro lado, hay analistas que sostienen a raíz de la última entrevista de Zelenski para la BBC que al afirmar que en su “plan de victoria” no están contempladas las negociaciones con Rusia, sino que es más bien “un puente hacia una salida diplomática para detener la guerra” el líder ucraniano podría estar indicando indirectamente que no está comprometido con una restitución territorial completa y que estaría más abierto a lograr un acuerdo. No obstante, por el momento la posición oficial (a pesar de lo visto a propósito del concepto de «paz justa» de Kuleba) de Ucrania sigue siendo la de abogar por una restitución territorial completa y no ceder ninguno de sus territorios actualmente ocupados por Rusia.
Es más, durante la jornada el Ministerio de Exteriores ucraniano ha emitido un comunicado sobre las declaraciones acerca de la posibilidad de abandonar temporalmente una parte del territorio de Ucrania bajo ocupación. En este comunicado, ucrania expresa que la retirada de las fuerzas rusas del territorio soberano de Ucrania dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas es uno de los puntos “obligatorios” de la Fórmula de Paz. Asimismo, subrayan que “no puede haber soluciones intermedias”, ya que las soluciones temporales no traerían una paz duradera, sino que solo pospondrán la guerra. El comunicado finaliza realizando un llamamiento a la comunidad internacional para presionar a Rusia y obligar al país a alcanzar una paz justa, liberar los territorios ucranianos y restablecer el respeto por el derecho internacional.
En el caso de Estados Unidos, el secretario de Estado Antony Blinken, instó a la comunidad internacional a actuar para denunciar el apoyo militar de Irán y Corea del Norte a Rusia alegando que “El apoyo de Teherán y Pyongyang ayuda a Putin a infligir matanzas, sufrimiento y ruina a hombres, mujeres y niños ucranianos inocentes”. Igualmente, puso de manifiesto que estos países habrían violado numerosas resoluciones del CSNU, siendo estas “resoluciones que Rusia votó y que, como miembro permanente, tiene la responsabilidad de cumplir”.
En esta línea, Blinken también señalaba que es una relación en dos direcciones ya que “cuanto más dependa Rusia de su apoyo, más obtendrán a cambio Irán y Corea”, de modo que más se incrementan las amenazas a la paz y a la seguridad en Europa, Indo-Pacífico, Oriente Medio y, en definitiva, en todo el mundo.
No obstante, China se ha desmarcado de estos dos países una vez más y negado las acusaciones estadounidenses. Según su ministro de Exteriores, Wang Yi, “China no es el origen de la crisis ucraniana y tampoco participa en ella”, defendiendo además que su país “siempre ha estado del lado de la paz”.
Asimismo, el secretario de Estado se pronunció de manera firme destacando que todos los presentes en la reunión tienen la responsabilidad de apoyar el llamamiento de Ucrania para lograr una paz justa y duradera y poner fin a la guerra.
Ahora bien, enumera varios puntos a tener en cuenta y que deben guiar esta “paz justa y duradera”: 1) debe afirmar los principios de soberanía, integridad territorial e independencia; 2) debe preservar el derecho de Ucrania a elegir su propio camino, sus propios aliados y su propio futuro; 3) debe respaldar la reconstrucción y recuperación de Ucrania, teniendo Rusia que pagar para reparar el daño causado, y; 4) debe abordar tanto la rendición de cuentas como la reconciliación. Una vez enumerados los puntos, Blinken subrayó, de un lado, que Estados Unidos está dispuesto a trabajar con cualquier socio dedicado a apoyar la paz basada en estos principios y, de otro, que Ucrania ya ha manifestado en varias ocasiones su disposición para entablar negociaciones.
Sin embargo, destaca que Putin “no tiene ningún interés en esa paz” refiriéndose a las recientes declaraciones acerca de que Rusia volvería a la mesa de negociaciones una vez Ucrania retire sus tropas de las óblasts de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia o, como ha expresado el propio Blinken, “cuando Ucrania se retire de su propio territorio”. En consecuencia, señalaba que para Putin “Ucrania no es un Estado real” y “sigue negando que el pueblo ucraniano tenga una identidad propia” de modo que para el líder ruso “el pueblo ucraniano – como Ucrania misma – no existe”.
Pasando a las reuniones bilaterales más reseñables, Zelenski se ha reunido con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdoğan, para discutir especialmente sobre la mejora de la cooperación comercial, económica y de inversiones a nivel bilateral, así como de la participación de las compañías turcas en la reconstrucción del país. Igualmente, tuvieron ocasión de discutir en detalle la implementación de la Fórmula de Paz, subrayando la importancia de asegurar la libre navegación en el Mar Negro y el papel de Ankara en la implementación del punto de la Fórmula relativo a la seguridad alimentaria.
Por otro lado, Zelenski se ha reunido con los primeros ministros de India y Eslovenia, y con los presidentes de Finlandia, Guatemala y Paraguay. En el caso del primer encuentro Zelenski y Modi han discutido sobre la implementación de la cooperación en las áreas acordadas hace apenas un mes durante sus conversaciones en Kiev. Entre otros, la mejora de las relaciones comerciales y económicas, la cooperación en defensa, la participación de la India en la reconstrucción de posguerra y la colaboración en educación, ciencia y cultura. Asimismo, prestaron especial atención al fortalecimiento de la interacción en diferentes plataformas internacionales tales como la ONU y el G20, y la implementación de la Fórmula de Paz.
Continuando con el segundo encuentro, Zelenski ha agradecido al primer ministro Robert Golob la conclusión del acuerdo de seguridad bilateral con Eslovenia y su esperanza de cooperar de manera fructífera con la próxima Comisión Europea teniendo en cuenta que el comisario designado para Amplicación es esloveno. En el caso de su reunión con Alex Stubb, Zelenski ha trasladado a su homólogo finlandés la necesidad que enfrenta el país respecto del suministro de sistemas de defensa aérea y, especialmente, MANPADS. Abordaron la cooperación en materia de defensa entre los dos países, incluida la producción conjunta de drones y el intercambio de experiencias en este campo. Igualmente, otros temas sobre la mesa fueron la importancia de que se levante el veto a las restricciones del uso del armamento en territorio ruso o los esfuerzos internacionales necesarios para lograr la paz en Ucrania y el papel del llamado Sur Global en el proceso. En tercer lugar, con el presidente de Guatemala ha tenido ocasión de discutir principalmente acerca de la implementación de la Fórmula de Paz y pedido que se unan a los esfuerzos de alguno de los grupos de trabajo como el de relativo a los menores ucranianos deportados ilegalmente y las formas de llevarlos de vuelta a sus hogares. Por último, a su homólogo paraguayo le ha reiterado que “no pudieron asistir” a la primera Cumbre de Paz, pero invitándole a que firme el Comunicado Conjunto señalando 11 países latinoamericanos sí se sumaron a la Cumbre. Asimismo, debatieron los desafíos regionales y mundiales en materia de seguridad, las perspectivas de cooperación comercial y económica, y el intercambio de conocimientos especializados en minería y agricultura.
Durante la jornada, además, Zelenski ha tenido ocasión de reunirse con miembros del Congreso de EE. UU., con la comunidad ucraniana en el país, y con los directivos de empresas estadounidenses de energía líderes en el sector.
Por su parte, el ministro de Exteriores, Andrii Sybiha, se ha reunido con el director del Organismo Internacional de la Energía Atómica (IAEA), el viceministro de Exteriores de Kazajstán, y el ministro de Exteriores de Azerbaiyán. Además, ha tenido ocasión de mantener un encuentro con sus homólogos los “Ocho países Bálticos y Nórdicos” (Nordic-Baltic Eight).
Mientras tanto en Ucrania, el viceministro de Defensa Oleksandr Balanutsa, se ha reunido con el embajador de España en Ucrania, Ricardo López-Aranda, para instar al país a que acelere la entrega de carros de combate y sistemas de defensa aérea, incluido el Hawk. Asimismo, el viceministro ucraniano agradeció al Gobierno de España la ayuda prestada hasta la fecha que se espera que supere los 1.000 millones de euros a finales de 2024 e invitó a los socios a asistir al próximo Foro Internacional de Industrias de Defensa que se celebrará en Kiev.
Del lado de Rusia, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirma que Putin está abierto a la interacción con los líderes del resto de miembros permanentes del CSNU, si bien por el momento una cumbre de “los cinco grandes” no sería realista.
Por otro lado, el ministro de Exteriores Serguéi Lavrov ya se encuentra en Estados Unidos para asistir a la Asamblea General y mantener también varias reuniones bilaterales en el marco de la OTSC, los BRICS y el Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de las Naciones Unidas.
En una entrevista para el medio TASS, Lavrov ha subrayado que “La victoria es necesaria”, ya que los países occidentales “no entienden otro idioma”. Así, se muestra seguro de que “la victoria será nuestra [de Rusia]” y que están “verdaderamente unidos frente a la guerra que Occidente ha desatado contra nosotros a través de Ucrania”. También acusaba a Estados Unidos de exacerbar los conflictos en todo el mundo al tratar de actuar como “solucionador de problemas”.
Igualmente, cabe destacar que Rusia planea incrementar su gasto militar a 142.000 millones de dólares en 2025, lo que equivaldría al 6,2 % del PIB del país; un tema sobre el que volveremos en próximos informes.
En otro orden de cosas, y pasando a la ayuda internacional, el Banco Europeo de Inversiones (BEI) ha proporcionado 50 millones de euros para ayudar a Kiev a sustituir los vagones de metro de fabricación rusa por una flota más moderna, ya que alrededor del 80% de los vagones en servicios fueron fabricados en el territorio de su enemigo y tienen problemas, entre otros, para realizar el necesario mantenimiento.
Por otra parte, la UE ha lanzado una nueva campaña de comunicación sobre el apoyo de la UE a la educación y a la juventud en Ucrania en tiempos de guerra, titulada «Juntos aprendemos y crecemos. La UE y Ucrania crean un futuro europeo común». El lanzamiento oficial de la campaña tendrá lugar del 26 al 29 de septiembre de 2024 en el marco del Festival del Libro del País (Knyzhkova Krayina) en el Centro de Exposiciones de Ucrania (VDNG) , donde el espacio #TogetherWeLearn&Grow estará abierto a los visitantes.
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