Guerra de Ucrania – Día 625

Ucrania ha hecho frente a una nueva oleada de drones y misiles rusos, que han alcanzado entre otros puntos Zaporiyia y la capital del país, Kiev, a pesar de la reciente llegada de nuevos lanzadores NASAMS, entregados por Lituania. Sobre el frente, continúan los combates en el área de Avdiívka. Además, Francia y Moldavia han avanzado en sus negociaciones de cara a un futuro acuerdo de defensa, llegando el primer cargamento de armas galas a esta pequeña república de Europa Oriental. Todo mientras Víktor Orban se pronunciaba una vez más en contra de la apertura de negociaciones para la adhesión de Ucrania a la UE.

Después de alcanzar un pico en cuanto a empleo de drones Shahed (Geran-2) contra Ucrania a lo largo de septiembre, la cifra ha caído en el último mes y medio. Esto podría significar problemas en la producción local de estos ingenios, en tanto ahora se lleva a cabo en Rusia, pero mucho más probablemente que Rusia esté ahorrando unidades de cara a lo más crudo del invierno, cuando más daño puede hacer.

En relación con esto, también se especula sobre el tamaño de los stocks de misiles de crucero y balísticos en poder de las fuerzas armadas de este país. Tengamos en cuenta que la defensa antiaérea ucraniana, a pesar del enorme consumo de municiones, ha continuado reforzándose, incorporando por ejemplo lanzadores NASAMS recientemente, procedentes tanto de los Estados Unidos como de Lituania, entre otros.

Ser capaz de sortear la que sin duda es la red antiaérea más poblada y capaz del continente en estos momentos implica no solo lanzar oleadas masivas de drones y misiles, sino hacerlo siguiendo algún tipo de criterio tanto estratégico como táctico. En el primer caso, todo indica que los objetivos elegidos seguirán estando relacionados con la infraestructura energética y eléctrica ucraniana, al igual que ocurriera durante el invierno pasado.

En el segundo, lo más razonable es que los drones, de bajo coste y con una capacidad destructiva limitada, se empleen para «descargar» de misiles los lanzadores antiaéreos y mantener a los operadores de los SAM «entretenidos», despejando así el camino a los misiles, los únicos capaces de causar un grado suficiente de destrucción en las estructuras mejor protegidas.

La cercanía del invierno y la sospecha de que Rusia ha aprendido lecciones desde 2022 y se dispone a lanzar ataques más masivos que los del pasado año, está haciendo que muchos especulen en las últimas semanas respecto al número de misiles que obran en poder de sus Fuerzas Aeroespaciales. De hecho, son los propios ucranianos quienes se han pronunciado al respecto, con el mayor general Vadim Skibitsky, del GRU, asegurando que poseen 870 misiles de distinto tipo en su inventario, a saber:

  • 165 Kalibr
  • 160 X-101, X-555 y X-55 missiles
  • 290 Iskander-M/-K
  • 80 Dagger
  • 150 X-22/X-32

Una cifra muy baja en relación con el número que poseía antes de iniciar la invasión de Ucrania (únicamente entre el 24 de febrero y el 30 de junio de 2022 llevó a cabo 3.654 ataques con misiles de todo tipo), pero que seguiría incrementando a un ritmo de más de un centenar de unidades al mes. Cifra que además no incluye otros misiles que, si bien originalmente no fueron pensados para ataque a tierra, sí han venido siendo utilizados para esta misión, caso de los empleados por los sistemas antiaéreos S-300 o algunas baterías de defensa costera. En este caso, la cuenta sería muy diferente, como dejaban claros los cálculos hechos también por los propios ucranianos hace ahora once meses, recién comenzado el año.

Como quiera que el número de misiles no es lo único que importa, y que Rusia parece haber solucionado para los próximos meses el tema de las municiones para su artillería, queda por ver qué capacidad tiene Occidente de avanzar en este aspecto. Las cifras, en este caso, no son demasiado halagüeñas. Desde el lado europeo, como sabemos, las iniciativas aprobadas están llegando tarde (se ha aprobado el programa de trabajo y la industria tiene hasta el 13 de diciembre para incrementar la producción de municiones) y además no parece que vayan a incluir las municiones de precisión.

Desde el lado estadounidense, tenemos que en la actualidad su sector de defensa es capaz de producir apenas 28.000 disparos de 155mm al mes y que, gracias al aumento de las inversiones, esta cifra llegue hasta las 70.000 u 80.000 unidades a principios de 2025. En el mejor de los casos, suponiendo que la propuesta de nuevos fondos para ayudar a Ucrania, Israel y Taiwán sea aprobada por el Congreso, se espera que puedan alcanzar para esta misma fecha la cifra redonda de 100.000 obuses. Esto es, 1.200.000 al año o 3.287,6 al día. Una cantidad que, convendremos, sigue siendo ínfima si atendemos a los requisitos que ha impuesto esta guerra o a los que podrían esperarse de un conflicto con China o incluso de una extensión de la guerra entre Israel y Hamás a otras zonas de Oriente Medio.

Dicho lo anterior, y como hemos adelantado, Rusia ha lanzado una nueva oleada de drones contra Ucrania la pasada noche. Desde este último país aseguran haber derribado 19 de los 31 Shahed-136 (Geran-2) implicados en el ataque, lo que no ha impedido que se produjesen explosiones en Kiev o en Zaporiyia. Del otro lado, las Fuerzas Armadas ucranianas han logrado alcanzar dos embarcaciones de pequeño tamaño de la Armada Rusa en Chornomorske, Crimea, empleados para llevar suministros a las tropas acantonadas en la región de Jersón. El ataque ha sido llevado a cabo empleando buques de superficie no tripulados.

Más allá de esto, en las últimas horas tampoco se han recibido noticias procedentes del sector más septentrional del frente, más allá de que continúan los intercambios artilleros entre rusos y ucranianos. El número de pérdidas materiales diario de ambos ejércitos (especialmente del ruso) se mantiene elevado desde que comenzaran las operaciones ofensivas rusas sobre Avdiívka, que está suponiendo un importante desgaste, asumido por razones que ya hemos explicado en informes anteriores.

En el caso de Bakhmut, es Rusia quien se ha mantenido al ataque esta última jornada, presionando a los ucranianos al norte y este de Klischiívka. No hay cambios de posición, no obstante.

En en Avdiívka en donde se siguen librando los combates más intensos, con Rusia ampliando su control sobre las áreas al oeste y suroeste de Krasnohorivka, en dirección hacia Stepove, donde los ucranianos tratan de aguantar empeñando elementos de la 31ª y la 47ª Brigada, entre otros. Al mismo tiempo, al sur de Avdiívka continúan lanzando ataques, aunque en este caso con mucho menos éxito, tanto sobre el sureste de esta ciudad, como hacia Severne, Tonenke y Pervomaiske.

Al sur del país, en el eje de Orijiv, han proseguido los enfrentamientos en dirección a Verbove y hacia Novoprokopivka, sin cambios. En cuanto a la orilla oriental del Dniéper, las Fuerzas Armadas ucranianas han seguido llevando a cabo acciones no solo en el área de Krynky, sino también más al oeste, en dirección a Hola Prystan.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

Continuando con lo adelantado en la sección anterior, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha recibido al ministro de Defensa de Lituania, Arvydas Anušauskas, para discutir sobre la expansión de la cooperación de defensa entre ambos países. El mandatario ucraniano ha mostrado su agradecimiento a Lituania por su apoyo, coincidiendo además con la transferencia de dos lanzadores para los sistemas de defensa aérea NASAMS a Kiev.

El ministro lituano también se ha reunido con su homólogo ucraniano, Rustem Umerov, para visitar juntos uno de los centros de la Fuerza Aérea de las AFU. Durante su encuentro, ha invitado a las empresas de defensa lituanas a cooperar en la producción conjunta de armas y municiones.

Además de la ayuda lituana, hay novedades por parte de otros socios de Ucrania. En el caso de Países Bajos, el país está planeando aumentar el número de aviones de combate F-16 en Rumanía para tratar de acelerar e incrementar la intensidad del entrenamiento de los pilotos ucranianos. Así, pretende desplegar hasta 18 aparatos en la base aérea rumana.

Por su parte, Estonia, Islandia y Alemania han enviado de manera conjunta un hospital de campaña a Ucrania. Mientras que los dos primeros han donado el equipamiento para el hospital, Alemania ha proporcionado los vehículos que lo transportarán. En el caso de Estonia e Islandia no es la primera vez que realizan una donación de este tipo conjuntamente, pues ya donaron un hospital el pasado junio, y en el caso de Tallin se trata del quinto envío que realiza.

Como curiosidad, Chequia ha desclasificado datos sobre la asistencia militar enviada a Ucrania cuyo importe se estima en aproximadamente 241,5 millones de euros. En particular, ha revelado que se ha producido el envío de 62 carros de combate, 131 vehículos de combate de infantería, 5 vehículos de reconocimiento NBC y 47 vehículos, junto con 128 morteros, 13 obuses autopropulsados, 8.022 lanzagranadas, 12 lanzacohetes y 16 sistemas de defensa aérea. Sin embargo, como puede intuir el lector, no se han ofrecido datos sobre la nomenclatura del armamento transferido.

Por otro lado, el gobierno checo también ha transferido 645 misiles contracarro, 17.400 granadas de mortero, 4.900 cohetes y 84.860 proyectiles de artillería. Adicionalmente, han donado 3.025 armas cortas, 11.233 fusiles y 4.263.000 cartuchos. Tampoco puede pasarse por alto que el país ha donado 4 helicópteros Mi-24, equipos de protección personal, suministros médicos, combustible, lubricantes y repuestos para vehículos.

Por otro lado, la compañía francesa SEFA ha mostrado su disposición para suministrar a Ucrania 8 sistemas de desminado SDZ (Zone Demining System). Una noticia que llega tras la reunión que mantuvo la viceprimera ministra de Ucrania y ministra de Economía, Yulia Svyridenko, con representantes de empresas miembros de la Asociación Francesa de Empresas de Seguridad y Defensa Terrestre (GICAT).

Continuando con Francia, el presidente Zelenski se ha dirigido a los participantes del “Paris Peace Forum”, mientras la primera dama Olena Zelenska continuaba su actividad en el país. Allí hoy se ha reunido con Anne Hidalgo, la alcaldesa de París.

Cambiando de tema, el primer ministro Denys Shmyhal ha confirmado que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha tomado nota de los avances de Ucrania en el cumplimiento de los compromisos acordados. Además, se ha llegado a un acuerdo para la segunda revisión del programa de ayuda y el director ejecutivo del FMI “pronto considerará” la decisión de asignar un tramo de aproximadamente 900 millones de dólares Kiev.

Para finalizar, Canadá ha adoptado nuevas sanciones contra individuos y entidades “que promuevan directamente la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania”. Más concretamente, las medidas están dirigidas a nueve individuos y seis entidades que conforman una red “cuya intención es difundir narrativas falsas y propaganda como si fuera la opinión de expertos”.


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