Guerra de Ucrania – Día 531

Los primeros carros de combate Abrams estadounidenses partirán hacia Ucrania este próximo fin de semana, lo que permitirá comenzar a usarlos posiblemente durante el próximo mes. Además, hoy se ha sabido que un país desconocido habría adquirido una cincuentena de Leopard 1 a una empresa belga con el fin de donarlos a Ucrania. Pese a noticias como estas, las perspectivas de la contraofensiva son sombrías, en opinión de funcionarios estadounidenses y europeos, lo que no evita que las AFU continúen con sus intentos de romper las líneas rusas. En el apartado internacional, Polonia ha anunciado el envío de un millar de militares adicionales a la frontera con Bielorrusia, mientras que el Reino Unido ha impuesto nuevas sanciones a Rusia.

El Jefe de Adquisiciones del US Army, Doug Bush, ha confirmado hoy que los primeros carros de combate M1A1 actualizados donados a Ucrania saldrá hacia este último país a partir de la próxima semana. Espera, además, que el total de 31 carros prometidos esté a disposición de los ucranianos a lo largo del próximo mes de septiembre, aunque no está del todo claro que puedan ser utilizados inmediatamente, a pesar de que sus tripulaciones vienen siendo entrenadas en Alemania desde el pasado mayo.

Además de lo anterior, hoy se ha sabido que un país sin desvelar ha adquirido medio centenar de carros de combate Leopard 1 que obraban en propiedad de una empresa belga y que serán destinados también a Ucrania. Almacenados en las instalaciones de OIP Land Systems en la localidad de Tournai, fueron vendidos años atrás a esta empresa por parte del Gobierno belga por 15.000 euros la unidad, tras ser dados de baja. Ahora, una vez restaurados, serán enviados al frente, mientras se especula con el coste de la operación, en tanto la compañía belga ha venido solicitando a clientes como Alemania, Países Bajos o Dinamarca -que sí han financiado la adquisición de algunos de estos carros para Ucrania- hasta 500.000 euros por unidad.

Obviamente, no son sistemas capaces de operar en primera línea con garantías, especialmente debido a al bajo nivel de protección que ofrecen frente al armamento actual, estando en este aspecto muy lejos de los Leopard 2 -especialmente en sus variantes más modernas- o de los Abrams de los que acabamos de hablar. Ahora bien, siguen siendo útiles para otras tareas, que van desde apoyo a la infantería hasta el actuar como artillería móvil o el ser destinados a zonas secundarias del frente.

No es la única ayuda a Ucrania de la que se ha hablado hoy. Desde los Estados Unidos han anunciado también que en breve enviarán a su aliado un tramo de ayuda militar por valor de 200 millones de dólares que es parte de un total de 6.200 millones «extra» con los que seguirán sosteniendo a Ucrania. La razón por la que entrecomillamos la palabra reside en que esos 6.200 millones no estaban previstos en ninguno de los fondos aprobados, sino que son la consecuencia de revisar el valor de lo ya enviado y de detectar una desviación contable por ese montante durante el pasado mes de junio. Así las cosas, y recurriendo a la Autoridad de Retiro Presidencial -una de las dos herramientas disponibles junto a la USAI (Ukraine Security Assistance Initiative)-, desde el Gobierno norteamericano podrán seguir suministrando material a Ucrania, en este caso armas contracarro, misiles para los sistemas antiaéreos Patriot y también cohetes para los M142 HIMARS y M270.

Pese a toda la ayuda, y a tenor de las entrevistas realizadas recientemente por Jim Sciutto, de la CNN, las perspectivas para Ucrania siguen siendo bastante poco halagüeñas. Al menos, en opinión de los funcionarios estadounidenses y europeos consultados por el periodista norteamericano. Estos, aunque en algunos casos se muestran todavía abiertos a que las Fuerzas Armadas ucranianas puedan conseguir avances en las próximas semanas, son en general escépticos acerca de las probabilidades de que puedan lograr de aquí en adelante ganancias suficientes como para cambiar por completo la situación de la guerra.

Además de esto, señalan dos aspectos clave de lo visto hasta ahora. En primer lugar, la dificultad de conformar, en el plazo de unos pocos meses, una fuerza mecanizada capaz de acometer operaciones de gran envergadura, con la complejidad que ello conlleva. Un tema que hemos abordado en más de una ocasión y que, a pesar de los enormes esfuerzos ucranianos, no puede solventarse de ninguna forma, sin cumplir unos mínimos. Especialmente si se pretende llevar a cabo no solo sin el entrenamiento adecuado, sino también sin los apoyos imprescindibles, como el aéreo.

En segundo lugar, el diferencial entre las expectativas creadas y la realidad del campo de batalla y de las posibilidades frente a una Rusia a la defensiva (con la ventaja que ello otorgar y que ahora se vuelve contra Ucrania) y sin remilgos a la hora de sacrificar cuantas vidas y medios materiales sean necesarios con tal de alcanzar sus objetivos.

En tercer y último lugar, muestran preocupación porque de algún modo Ucrania termine por culpar a Occidente por su falta de compromiso, en caso de que la contienda termine con pérdida de territorios. En concreto, en unión con el punto anterior, algunos funcionarios temen que la brecha cada vez mayor entre expectativas y resultados provoque un «juego de culpas» entre Ucrania y sus patrocinadores, lo que podría provocar divisiones en una alianza que por lo demás, ha venido funcionando razonablemente bien el último año y medio.

Dicho lo anterior, y aunque: 1) todavía es mucho el material importante que está llegando y que está por llegar a Ucrania; 2) se han activado mecanismos como ASAP en el caso europeo que permitirán asegurar el sostenimiento a medio plazo y; 3) es mucho el compromiso de sus socios incluso sobre el terreno (obviamente no combatiendo), hay que tener en cuenta que la ventana de oportunidad, que tuvo lugar al principio de la primavera, no se aprovechó por distintos motivos.

Ahora, a la espera de que el «asedio a Crimea» pueda funcionar, como en general la campaña de erosión a la logística rusa, permitiendo ciertos avances, hay que tener en cuenta que con el cambio de estación el terreno comenzará nuevamente a volverse cada vez más complicado. También que el tiempo juega a favor de una Rusia que seguirá reforzando sus defensas, especialmente las pasivas. Así las cosas, la presión para negociar durante el otoño aumentará y, si no se cede a ella, entraremos en una nueva fase -y posiblemente un nuevo tipo- de guerra, con todas las incógnitas que implica.

https://www.revistaejercitos.com/2023/08/07/fundamentos-sobre-tactica-i/

En cuanto a lo ocurrido en las últimas horas sobre el terreno, el número de fallecidos en un nuevo ataque ruso con misiles a Pokrovsk, que según Rusia golpeó un puesto de mando y según los ucranianos únicamente a civiles, ha crecido hasta las siete personas, contándose por decenas los heridos.

Respecto al frente, comenzando como siempre por el extremo más septentrional, mientras las autoridades rusas aseguran que han tomado cinco localidades en Járkov, lo cierto es que hay poca evidencia de ello. El único punto en el que todas las fuentes concuerdan, es en que Novoselivs’ke -que de hecho está en Lugansk y no en Járkov- está en manos rusas, lo que dista mucho de lo anunciado por Rusia. Aun así, se han reportado combates en torno a Sinkivka e Ivanivka, localidades que sí están en Járkov, pero no cambios de posición por el momento, ni siquiera en las fuentes más prorrusas.

Pasando a la situación en el área de Bakhmut, las Fuerzas Armadas ucranianas continúan presionando especialmente al sur, en Klischiívka, en donde se dedican a batir con drones los vehículos de suministro rusos, como se puede ver en el vídeo enlazado.

Al oeste de la ciudad de Donetsk, los combates se han centrado hoy en torno a Avdiívka, incluyendo las poblaciones aledañas, en donde la presión rusa a norte y sur de la localidad continúa, como en las jornadas anteriores. También se ha seguido combatiendo en Mariínka. No hay cambios de posición.

Al sur de Ucrania, los ucranianos aseguran haber logrado avances llegando a la primera línea defensiva rusa, algo que por otra parte ya se sabía, al menos en el caso de Robotyne, en el eje de Orijiv. Una zona en la que precisamente en las últimas horas un contraataque ruso habría logrado retomar algunas de las posiciones perdidas en fechas recientes. En el eje de Velyka-Novosilka, por su parte, la situación es idéntica a la de ayer. En cuanto a la orilla meridional del río Dniéper a la altura de Jersón, continúan apareciendo informaciones referentes a la presencia ucraniana desde hace un par de días cerca de Kosatschi. A la espera de lo que ocurra, es posible que los ucranianos, al igual que hacen los rusos en Járkov y Lugansk, estén tratando de crear dudas cognitivas, de forma que Rusia se vea obligada a retirar tropas de la cercana Zaporiyia.

Por último, como curiosidad, los marinos rusos han logrado hacer reparaciones de fortuna al buque de desembarco «Olenegorsky Gornyak», atacado el pasado día 4, de forma que ha conseguido salir de Novorossiysk seguramente para dirigirse a un astillero –posiblemente el de Kerch– en el que pueda ser reparado con garantías.

Mapa de situación del sur de Ucrania actualizado a 8 de agosto de 2023. Fuente - @War_Mapper.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

Si bien los últimos días a nivel institucional y diplomático han estado marcados por una inusitada calma, la jornada 531 sí ha venido acompañada de nuevas noticias y conversaciones de alto nivel como la del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, con el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, sobre las futuras garantías de seguridad para Ucrania.

Hay que tener en cuenta que por el momento 11 países más han respaldado la Declaración del G7 (Estados Unidos, Canadá, Japón, Francia, Italia, Alemania y Reino Unido) sobre las garantías de seguridad para Ucrania adoptada en la Cumbre de la OTAN en Vilna, aunque no es una puerta cerrada para aquellos que aun no se han unido. Los participantes son: Dinamarca, Irlanda, Islandia, España, Noruega, Países Bajos, Portugal, Rumanía, Finlandia, República Checa y Suecia.

En el caso de Países Bajos, Ucrania considera que su papel en el ámbito de las garantías de seguridad debería basarse en el papel clave de este socio en la coalición de aviones de combate. Por el momento, la información al respecto se publica con cuentagotas, pero lo cierto es que no se sabe a ciencia cierta cuándo comenzarán los entrenamientos aunque Rutte le habría confirmado a Zelenski la fecha. La última noticia sobre este tema versaba sobre la selección del primer grupo de 8 pilotos que serán capacitados.

Por otro lado, Zelenski ha informado a Rutte acerca de la situación en el frente y de las necesidades de las AFU, en particular, artillería, vehículos blindados y sistemas de defensa aérea para proteger la infraestructura de la Iniciativa de Granos del Mar Negro. Es decir, el corredor marítimo.

A colación de la Iniciativa, los agricultores ya han cosechado casi 16,6 millones de toneladas de grano, principalmente en las regiones de Mykolaiv y Odesa. Se trata precisamente la segunda cosecha de guerra y a la que deberán dar salida mediante la exportación una vez satisfechas las necesidades internas. Con las cifras en la mano, el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, ha insistido en que Ucrania seguirá siendo uno de los principales garantes de la seguridad alimentaria mundial. Mientras tanto, Rusia estaría enfrentándose a su propio “desafío de envío” tras retirarse de la Iniciativa ante un posible aumento en los costes de flete y seguro, pero también por la falta de barcos.

Volviendo sobre la conversación entre Zelenski y Rutte, ambas partes han intercambiado valoraciones positivas de la reunión de los asesores políticos y de seguridad en Yeda y discutido los próximos pasos preparatorios de la Cumbre de Paz Global.

Sobre la Fórmula de Paz ha estado hoy conversando también Zelenski con medios latinoamericanos durante una entrevista en Kiev. Según el dirigente ucraniano, y como ya ha repetido en no pocas ocasiones, su fórmula “puede convertirse en una nueva base universal para soluciones apropiadas”. No obstante, se muestra claro al afirmar que los países a nivel individual pueden tener su propia opinión sobre la Fórmula y se puede discutir, y valoran la experiencia de cada uno de estos estados “que realmente quiere lograr la paz, no seguirle el juego a Rusia, no seguirle el juego a la fórmula de paz por el bien de las futuras relaciones económicas con Rusia”. Así, enfatiza que “este es un juego con personas reales”.

Por su parte, la primera dama, Olena Zelenska, en una entrevista concedida a The Independent subrayaba que “constantemente” escuchan a sus socios occidentales que estarán con Ucrania durante le tiempo que sea necesario, pero que “la palabra ‘largo’ no es la que debemos usar”, sino que “Deberíamos usar la palabra ‘más rápido’”.

Por otro lado, en opinión de Zelenska la victoria de Rusia sería “el peor escenario para toda la humanidad: significaría que los factores de disuasión global no funcionan. Significaría que cualquiera con el poder, la fuerza y los recursos económicos suficientes puede hacer lo que quiera en este mundo”. Asimismo, insiste en que Ucrania más allá de defender sus intereses está tratando de preservar el equilibrio democrático en el mundo pagando con sus vidas “mientras que el resto del mundo simplemente está pagando con sus recursos”.

Moviéndonos a la ayuda, especialistas polacos de la empresa subsidiaria Service Orel de la compañía Polska Grupa Zbrojeniowa (PGZ) -creada en mayo de 2023 raíz de la guerra de Ucrania- han sido desplegados en Ucrania -cerca de la línea del frente- para reparar los obuses autopropulsados Krab. Asimismo, estos especialistas han entrenado a 100 soldados ucranianos para que pudieran realizar trabajos básicos de reparación y servicio de forma independiente.

Esta no ha sido, sin embargo, la única noticia que hay que destacar relacionada con Polonia pues Varsovia ha decidido desplegar 1.000 soldados adicionales para patrullar su frontera con Bielorrusia participando en la operación “Safe Podlasie”. Actualmente, las actividades de la Guardia Fronteriza en dicha frontera cuentan con el apoyo de 2.000 efectivos.

Es interesante que Alemania ya se ha ofrecido para apoyar a Polonia mediante la prórroga del despliegue de sus sistemas de defensa antiaérea Patriot en el país. Más concretamente, el Ministerio de Defensa germano ha propuesto a Varsovia mantener estas baterías “durante el verano, y probablemente hasta finales de año”. Pese a la negativa inicial de Polonia a aceptar esta oferta y proponer que esos sistemas se envíen a Ucrania, finalmente el país ha accedido. Hay que recordar que Berlín decidió el despliegue de 3 sistemas Patriot en el este de Polonia en enero de 2023 y por un periodo de 6 meses después de que un pueblo polaco recibiese el impacto de un misil presumiblemente extraviado por Ucrania.

De igual modo, Moldavia también ha recibido un lote de ayuda militar por parte de Rumanía que incluye, entre otras cosas, equipos de protección individual como cascos y chalecos antibalas de Kevlar, y vehículos todoterreno.

Hoy también contamos con novedades acerca de las medidas restrictivas por los socios de Ucrania. El Reino Unido ha anunciado hoy 25 nuevas sanciones contra individuos y entidades, siendo únicamente 3 de estas últimas rusas. Según ha informado el secretario de Exteriores James Cleverly, Londres ha decidido sancionar a personas y empresas de Turquía, Dubái, Eslovaquia, Suiza, Irán y Bielorrusia por prestar apoyo material a la guerra de Rusia contra Ucrania. En particular, en lo que se refiere al suministro de drones, componentes electrónicos “esenciales para la actividad rusa en Ucrania” u otros equipos militares “que facilitaron la guerra ilegal librada por el señor Putin”. Asimismo, se incluyen 3 nuevas empresas rusas en la lista negra por su papel en la adquisición de microelectrónica occidental.

Sanciones adicionales que, además, han sido calificadas por Cleverly como “históricas” pues “disminuirán aún más el arsenal de Rusia y cerrarán la red en las cadenas de suministro que apuntalan la industria de defensa ahora en dificultades de Putin”. Sobre esto añade una advertencia: “No hay ningún lugar donde puedan esconderse quienes sostienen la maquinaria militar de Rusia”.

Para concluir, varias noticias del lado de Rusia. En primer lugar, el presidente Putin ha suspendido los convenios para evitar la doble imposición firmados entre Rusia y países occidentales. Un total de 38 países considerados “hostiles” o “poco amigables” por el Kremlin se ven afectados por esta decisión como es el caso de Francia con quien el convenio llevaba en vigor desde 1999. En el decreto se especifica que la suspensión de este acuerdo fiscal es válida “hasta la eliminación por parte de estados extranjeros de violaciones de los intereses legítimos, económicos y de otro tipo de la Federación Rusa, de los derechos de sus ciudadanos y sus personas jurídicas”.

Por otro, la agencia de noticias TASS y la Comisión Electoral Central de la Federación Rusa han firmado un acuerdo de asociación que, entre otras cosas, tiene como objetivo crear conciencia sobre los derechos de los votantes y brindarles información.


Comentarios

2 respuestas a «Guerra de Ucrania – Día 531»

  1. Buen día: toda vez leído el comentario, me gustaría llamarles la atención sobre ese pesimismo suave que se lee entrelineas. Yo no tengo la menor idea pero… creo que el artículo no es del todo realista con lo que voy viendo en el campo de batalla. Se que es David contra Goliath pero así y todo al Goliath le están poco a poco acorralando, Un saludo

  2. Digamos que es un pesimismo moderado. Efectivamente Ucrania va erosionando la logística rusa y acercándose a las líneas defensivas que este país ha establecido e incluso traspasándolas en el caso de las más adelantadas en algunos puntos, pero para lograr lo que sería deseable necesita de un grado de apoyo que sus aliados no parecen dispuesto a conceder. Al final la lectura va por ahí.

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