La Corte Penal Internacional ha emitido una orden de arresto contra el presidente de la Federación Rusa, Vladímir Vladimirovich Putin, así como contra Maria Lvova-Belova, la comisionada presidencial para los Derechos del Niño en Rusia, por su implicación en la deportación ilegal de miles de menores ucranianos y su posterior adopción. Además de esto, y después de que ayer Polonia anunciase el envío de 4 cazabombarderos MiG-29 a Ucrania, hoy ha sido Eslovaquia el país que se ha comprometido a donar 13 aparatos similares en las próximas semanas, en lo que comienzan a ser cifras importantes. Sobre el terreno son escasas las novedades, en una jornada que ha seguido la tónica de las anteriores, con presión rusa a lo largo de todo el frente.
La última jornada de guerra en Ucrania nos ha dejado una noticia que ha eclipsado a todas las demás: la emisión de una orden de arresto por parte de la Corte Penal Internacional contra el presidente ruso, Vladímir Putin y contra Maria Alekseyevna Lvova-Belova, por su responsabilidad en la deportación ilegal de menores ucranianos, entre otros cargos. Como es habitual en nuestros informes, abordaremos esta cuestión y sus posibles implicaciones en la segunda parte, centrándonos en primer lugar en todo lo relacionado con la parte militar de la guerra.
En relación con esto, el anuncio del día ha sido, sin duda alguna, el hecho por el primer ministro de la República de Eslovaquia, quien ha hecho público que su país ha aprobado el envío a Ucrania de 13 cazabombarderos MiG-29, algo que Rusia se ha apresurado a tachar de «técnicamente ilegal» dado que el país no tendría derecho a la reexportación de este material. Estos aviones de combate serán acompañados, además, por dos vehículos lanzadores de un sistema antiaéreo 2K12 Kub (SA-6 Gainful según el código OTAN), también de diseño soviético, así como misiles y recambios para los mismos.
Lo interesante del caso es que el anuncio eslovaco se une al que ayer hiciera Polonia, país que se comprometió a enviar 4 MiG-29, con lo que totalizarían por el momento 17 unidades, insuflando nueva vida a una Fuerza Aérea ucraniana bajo mínimos. Esta, antes de la guerra, lo más que llegó a operar fueron 32 aparatos de este modelo y otros tantos Su-27, así como un puñado de Su-24, L-39 Albatros y Su-25. La donación, que en el caso de Eslovaquia supone entregar todos sus MiG-29, no es pues baladí.
Además, la declaración del primer ministro eslovaco confirma lo que planteábamos ayer, esto es, que Polonia había dado un primer paso, abriendo así la puerta al romper esta barrera a que otros estados europeos hiciesen lo propio. El trasfondo de la donación eslovaca, sin embargo, no se conoce por el momento, y pasará un tiempo antes de que sepamos qué influencia ha podido tener el derribo del RPAS MQ-9 Reaper estadounidense o si son hechos independientes (por cierto, que hoy ha estado volando sobre el mar Negro un RQ-4B Global Hawk…). Decimos esto, porque el suceso podría haber animado a los Estados Unidos a respaldar esta donación (de hecho, han dado la bienvenida a la misma), a la espera de saber cuál es el aparato que sustituye a los 13 MiG-29 en el inventario de la Fuerza Aérea eslovaca. Sería una forma, como otras muchas, de devolver el golpe a Rusia sin que parezca una implicación más directa por parte estadounidense.
Otra opción pasa porque los intentos británicos, que también explicamos, para que estados de Europa del Este enviasen a Ucrania sus aparatos hayan fructificado, o bien que este país y Polonia hayan llegado simplemente a un acuerdo para dar el paso motu proprio. Sea como fuere, lo relevante es que Ucrania podrá reanudar misiones aéreas tanto de ataque a tierra, si se les suministra el armamento adecuado, como incluso de combate aéreo, aunque sería extraño que se arriesgasen en estas misiones frente a aviones de la familia Su-27 armados con misiles aire-aire de medio y largo alcance como los R-77 y R-37M.
Lo más posible, en vista de la situación, es que los MiG-29 cuando lleguen se «reserven» para apoyar a las fuerzas terrestres durante la ofensiva que se espera Ucrania lleve a cabo a finales de la primavera. Esto lo harían en base a tres tipos de misiones: 1) supresión de las defensas aéreas enemigas (SEAD), utilizando para ello misiles antirradiación AGM-88 HARM, que como sabemos ya han sido integrados en estas plataformas. Esto permitiría a los ucranianos acercarse más a las posiciones rusas bajo la cobertura de sus propios sistemas antiaéreos, que negarían el uso del aire a Rusia, para maximizar los efecitos del resto de misiones; 2) atacar los segundos y terceros escalones rusos y, en general, su logística en el sur de Ucrania y el Donbáss mediante bombas de aviación dotadas de kits JDAM (Joint Direct Attack Munition); 3) atacar las defensas fijas que Rusia continúa construyendo por toda la fracción de Ucrania bajo su control.
Si la integración de las JDAM se realiza a tiempo y los aparatos están en condiciones de volar, supondrán un importante plus al esfuerzo ucraniano y una oportunidad de realizar una campaña de armas combinadas en sentido pleno, incluyendo tanto un puño acorazado compuesto por casi dos centenares de carros de combate modernos, el apoyo artillero aportado por los obuses de 155mm y los MLRS y también la aviación.
Dicho todo lo anterior, el envío de aviones de combate, por más que no sean aparatos precisamente modernos -importa más el nuevo armamento integrado que la plataforma en sí- es una decisión con un claro componente escalatorio, por más que las líneas rojas rusas haga tiempo que hayan quedado difuminadas. Y aquí no se trata tanto de los 17 MiG-29 y el impacto que puedan tener en el curso de la guerra mientras se mantengan en el aire, como de que una vez roto el tabú otros estados occidentales podrían verse cada vez más impelidos al envío de aviones de combate, induciendo a errores de cálculo a un Putin cada vez más arrinconado.
Pasando como cada día a lo ocurrido sobre el terreno, a pesar de no haber grandes cambios las últimas 24 horas han sido particularmente intensas. En el sector más septentrional del frente se han registrado ataques rusos en dirección a Hryanikyvka un día más. Los combates más intensos, en cualquier caso, habrían tenido lugar nuevamente en los alrededores de Kreminna -especialmente en los boques de Serebryanka, en donde hemos visto usar sistemas antiminas UR-77 básicamente como artillería en lugar de para abrir brecha– así como en Bilohorivka. También se han vuelto a reportar enfrentamientos en dirección a Verkh’okam’yans’ke y Spirne. No hay cambios reseñables, aunque sí pequeños pero constantes avances rusos en dirección al Sherebets y al Oskil.
En cuanto al área de Bakhmut, la acción hoy se ha desarrollado en las localidades cercanas de Orihovo-Vasylivka, Hryhorivka e Ivanivske, así como por supuesto en la propia ciudad. Pese a los intentos de las últimas horas por parte de Wagner para cortar tanto el camino de Khromove (T-0506) al norte como la T-0504 al sur, ambas vías siguen abiertas, aunque no sin contratiempos y la necesidad de tomar desvíos en varios tramos por distintos caminos hasta salir del alcance de la artillería rusa. Por el momento, pese a que las críticas siguen siendo recurrentes (algunas mejor enfocadas que otras), la decisión de Zelensky sigue siendo firme, aun asumiendo un alto número de bajas propias. En relación con esto, uno de los aspectos más interesantes de las últimas fechas -y que afecta especialmente a Bakhmut- tiene que ver con la forma en que Ucrania ha pasado a efectuar las rotaciones de unidades. Si anteriormente cuando desplegaba una unidad solía hacerlo al completo y, en términos generales, esto implicaba brigadas, desde hace unas semanas lo que rotan son batallones.
Pasando a la zona en torno a Donetsk, un día más se habrían producido ataques rusos contra ambos flancos de Avdiívka, concretamente hacia Kam’yanka al norte y contra Permovais’ke y Nevels’ke al sur, así como contra el sureste de la propia Avdiívka. Además, se han vuelto a registrar combates en Mariínka. También se ha visto un día más en acción la artillería dotada con proyectiles guiados empleada por Ucrania, tanto en las afueras de la ciudad de Donetsk. Sin cambios.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
El día 387 de la guerra a nivel institucional y diplomático, y más concretamente, en lo que a la vertiente jurídica de la misma se refiere, pasará a la Historia. Los rumores acerca de la solicitud de órdenes de arresto contra funcionarios rusos por parte del fiscal general de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, se han materializado.
Ha sido el propio Fiscal quien ha declarado que las solicitudes se presentaron el 22 de febrero de 2023 y hoy la Sala de Cuestiones Preliminares de la Corte ha emitido dos órdenes de arresto. La primera de ellas contra el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y la segunda contra Maria Lvova-Belova, Comisionada para los Derechos del Niño en la Oficina del Presidente de la Federación Rusa. Sendas órdenes estarían fundamentadas en que existen motivos razonables para creer que ambos “tienen responsabilidad penal por la deportación y el traslado ilegales de niños ucranianos de las áreas ocupadas de Ucrania por la Federación Rusia”, acciones contrarias al artículo 8.2 a) vii y al artículo 8.2 b) viii del Estatuto de Roma.
La Oficina del Fiscal General ha alegado, entre otras cuestiones, que incidentes identificados incluyen la deportaciones de al menos varios cientos de niños sacados de orfanatos y hogares de cuidado infantil en Ucrania y que muchos han sido dados en adopción en Rusia desde entonces. Asimismo, señalan que la ley se ha modificado en Rusia para acelerar la concesión de la ciudadanía rusa y así facilitar la adopción de dichos menores por parte de familias rusas.
Sobre esta base la Oficina alega que “estos actos, entre otros, demuestran la intención de sacar permanentemente a estos niños de su propio país” y que “en el momento de estas deportaciones, los niños ucranianos eran personas protegidas en virtud del Cuarto Convenio de Ginebra” relativo a la Protección de Personas Civiles en Tiempo de Guerra.
De igual modo, Karim Khan ha aseverado que continuará buscando la cooperación con la Federación Rusa y se asegurará de que cumpla con su responsabilidad para investigar las circunstancias incriminatorias y exculpatorias por igual. En esta línea también ha destacado:
“Debemos asegurarnos de que los responsables de los presuntos delitos rindan cuentas y que los niños sean devueltos a sus familias y comunidades. Como dije en su momento, no podemos permitir que los niños sean tratados como si fueran botín de guerra”.
Esta es una noticia que, por supuesto, ha sido bien recibida en Ucrania pues era uno de sus reclamos: tomar medidas para devolver a los menores a sus familias y que Rusia rinda cuentas. Un tema que, además, fue abordado al más alto nivel en Naciones Unidas el pasado 23 de febrero.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha calificado la decisión de la Corte como “fundamental” e “histórica” aseverando que hasta la fecha ya se han registrado más de 16.000 casos de deportación forzada de menores ucranianos, si bien contempla que el número pueda ser mucho mayor. Zelenski califica estos hechos como una muestra de “maldad estatal” por parte de Rusia, al privar a los niños de contactar con sus familiares, esconderles en territorio ruso o “arrojarlos” a regiones remotas. No obstante, ha comentado que hasta el momento han podido devolver a sus hogares a poco más de 300 niños, pero el objetivo es llevar a todos de vuelta.
De igual modo, Dmytro Kuleba, ministro de Exteriores, entre otros, no ha dudado en afirmar que este es el primer paso para lograr el establecimiento de un Tribunal Especial para Ucrania. El primer ministro Denys Shmyhal ha comentado que “El líder del estado terrorista debe comparecer ante el tribunal y responder por todos los delitos contra Ucrania”. Por su parte, el presidente de la Verkhovna Rada (Parlamento de Ucrania), Ruslan Stefanchuk, ha dado la bienvenida a la decisión subrayando que “Este es un gran paso en la restauración de la justicia global” y que “El mundo nunca dará la mano a alguien que inició una guerra brutal y no provocada en Ucrania”.
No obstante, las autoridades ucranianas no han sido las únicas en celebrar esta noticia. Desde la UE el Alto Representante y vicepresidente de la Comisión Europea Josep Borrell ha enfatizado que la decisión de la CPI “es el comienzo del proceso de la rendición de cuentas” y que “no puede haber impunidad”. Asimismo, desde Estados miembros como Francia o Estonia ya han celebrado esta decisión.
Desde Rusia, el acento se ha puesto como en ocasiones anteriores en que Moscú no reconoce la jurisdicción de la Corte. Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, en su línea ha declarado:
«Consideramos que la misma formulación de la cuestión es escandalosa e inaceptable. Rusia, así como varios otros estados, no reconocen la jurisdicción de este tribunal y, en consecuencia, cualquier decisión de este tipo es nula y sin valor para Rusia en términos legales.”
En la misma línea, la portavoz del Ministerio de Exteriores, Maria Zakharova, ha expresado que “Rusia no tiene ninguna obligación sobre las decisiones del Estatuto de Roma de la CPI”.
El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitry Medvedev, ha sido menos ortodoxo en sus comentarios -como ha venido siendo lo habitual desde que comenzó la invasión. Así, ha publicado en su perfil de Twitter:
No obstante, cuando la prensa le ha preguntado a Peskov acerca de si esta decisión afectaría a las visitas del presidente Putin a países que reconocen la jurisdicción de la Corte ha señalado que no tiene “nada que agregar sobre este tema”.
Pese a ello, y por más que no se prevean viajes oficiales en los que sea el presidente Putin quien se desplace, el número de países que han firmado y ratificado el Estatuto de la Corte sí es relevante. Más especialmente, en el caso de los países de África pues como se ve incluso en las votaciones de Naciones Unidas no pocos son reacios a condenar las acciones de Rusia en Ucrania.
A modo de recordatorio, Rusia firmó el Estatuto, pero no lo ratificó. Ucrania, pese a lo que pueda pensarse, tampoco es parte del Estatuto de Roma, si bien ha declarado en dos ocasiones que acepta la jurisdicción de la Corte. También interesante es recordar que Estados Unidos al igual que China tampoco son Estados parte del mismo.
Continuando con Rusia, el Kremlin ha incluido en su lista negra a 23 ciudadanos británicos, incluidos representantes de las Fuerzas Armadas, de “organizaciones propagandísticas”, del poder judicial y del sistema penal (en particular, funcionarios de la prisión londinense de Belmarsh). Más concretamente, en el caso de los militares británicos la razón estriba en que han estado capacitando en el Reino Unido a las tropas ucranianas.
De otro lado, el presidente Putin ha conversado hoy por teléfono con su homólogo de Bolivia, el presidente Luis Alberto Arce Catacora, sobre las cuestiones principales que abarca su relación bilateral. Sobre los intercambios diplomáticos es igualmente significativo señalar que el próximo lunes se espera que finalmente Putin reciba en Moscú al presidente de China, Xi Jinping.
Una semana que, sin duda, comenzará siendo especialmente intensa a nivel institucional pues también se reunirán los ministros de Exteriores de la UE se espera que llegue el acuerdo sobre la adquisición conjunta de munición para Ucrania, como para los propios Estados miembros. Además, la semana una vez más irá in crescendo en tanto los días 23 y 24 de marzo se celebrará la Cumbre del Consejo Europeo en Bruselas.
Moviéndonos a otras cuestiones -ya adelantadas en la sección anterior- Eslovaquia ha confirmado la donaciónde 13 aviones de combate MiG-29 y sistemas de defensa antiaérea SA-6 a Ucrania. Sin embargo, esta no es la única novedad en este ámbito.
El Ministerio de Defensa de Alemania ha actualizado su listado de ayuda militar a Ucrania en la que como novedad se incluye que ya se han entregado 5.000 proyectiles de artillería de 155 mm adicionales, munición para los MLRS MARS II y 25 generadores más.
Además, hoy se han realizado anuncios de ayuda militar adicional que por más que no sea tan vistosa de cara a la galería, también juega su papel en la guerra.
Precisamente, hoy han firmado un acuerdo Alemania y la Agencia Internacional de la Energía Atómica (IAEA) en virtud de la cual el país germano apoyará las tareas de la Agencia para asegurar la seguridad nuclear en las instalaciones ucranianas con una ayuda de 3,5 millones de euros.
Nuevamente, la Fundación Come Back Alive ha hecho entrega a las AFU de 100 pick-ups por valor de 98.500 millones de grivnas. Asimismo, según informa la Fundación se han asignado otros 2,4 millones de grivnas de fondos de caridad para comprar 100 juegos de neumáticos para las camionetas.
Por su parte, Bélgica entregará 240 camiones Volvo a Ucrania. El Ministerio de Defensa del país ha insistido en que “Esto es al menos tan importante como el suministro de armas”, ya que “Durante la guerra, la logística no es menos importante que las armas”. A esto añaden que “A los ucranianos no se les entrega nada que no hayan pedido y que no necesiten”. Estas declaraciones que pueden parecer a priori tan obvias no deben ser infravaloradas pues precisamente ahí reside la importancia y la utilidad del Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania o formato de Ramstein. Es en este foro donde se analiza y evalúa la lista de deseos de Ucrania que va mucho más allá de los carros y aviones de combate, o los proyectiles de artillería, y sobre estas prioridades definir los paquetes de ayuda militar.
Por último, Turquía ha confirmado que ratificará el Protocolo de Adhesión de Finlandia a la OTAN, no así el de Suecia por el momento. Para ello, habrá que esperar previsiblemente a conocer el resultado de las elecciones presidenciales turcas programas para el 24 de mayo. Aun así, es una noticia que ha sido bien recibida por el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, al considerar que la membresía de Finlandia fortalecerá la seguridad de este país, de su vecino Suecia y también de toda la Alianza. Por ende, la pelota está en el tejado de Hungría, siendo el único país que restaría por ratificar la entrada de Finlandia en la OTAN.
De otro lado, el secretario general ha estado de vuelta en su país, Noruega, acompañado por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para visitar una plataforma de gas. La visita ha sido calificada como una “fuerte señal” de la unidad de Noruega y la UE, teniendo en cuenta las medidas adoptadas por el bloque para desprenderse de la dependencia energética de Rusia y que ha situado a Oslo como un socio y proveedor energético fundamental y prioritario.
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